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miércoles, 9 de julio de 2014

Los roles emergentes de la tiroglobulina

La glándula tiroides está formada por folículos con la luz  rodeada por tirocitos cuya superficie apical está orientada hacia la luz del folículo y la superficie basal orientada hacia la red de capilares que rodea  a cada folículo tiroideo.  La tiroglobulina (Tg), conocida como el precursor macromolecular  de hormonas tiroideas,  es la proteína más importante y más abundante  producida y almacenada  en los folículos tiroideos. La Tg es sintetizada como una molécula 12S (330 kDa) y en su estado más estable forma un dímero 19S (660 kDa).  La biosíntesis  de las hormonas tiroideas y su liberación en la circulación incluye la siguiente secuencia de eventos.  (1) El  yoduro circulante es concentrado  por el simporter sodio/yoduro (NIS) en la superficie basolateral  de un tirocito y es transportado hacia la luz folicular  por la proteína pendrina  en la superficie apical. (2) La cadena polipeptídica de la  Tg es sintetizada  en la superficie citoplasmática del retículo endoplasmático rugoso  y trasladada  a la luz de este retículo para una serie de modificaciones conformacionales al tiempo que  una cadena de carbohidratos  es sintetizada y agregada en el extremo N-terminal de  la cadena polipeptídica.  (3) Un dímero de Tg adecuadamente plegado entra en el complejo de Golgi, las unidades de carbohidratos son modificadas,  y ocurre la sulfatación de la Tg. (4) La Tg madura, pero no yodada, es transferida  del complejo de Golgi  a la superficie apical del tirocito  en vesículas exocitóticas  en donde ocurre la yodación de la Tg mediada por la tiroperoxidasa (TPO) y el H2O2. El yodo  es unido covalentemente a los residuos tirosina  de la molécula de Tg para formar monoyodotirosina (MIT) y diyodotirosina (DIT). La TPO también cataliza el acoplamiento  de los residuos yodotirosina para formar tiroxina (T4) y triyotironina  (T3).  (5) La Tg yodada reingresa al tirocito por  la superficie apical y pasa a los lisosomas  donde es degradada para liberar  T4 y T3. Finalmente, las hormonas T4 y T3 pasan a la circulación  a través de  los capilares  que rodean a cada folículo.

La hormona estimulante de la tiroides (TSH) controla todos los aspectos de la función tiroidea. La TSH tiene la capacidad para estimular casi todos los eventos esenciales  de la producción de hormonas tiroideas, incluyendo la captación del yoduro circulante  en los folículos tiroideos, la síntesis, yodación, reabsorción y degradación  de la Tg y la liberación de las hormonas tiroideas en la circulación sanguínea.  Dado que los niveles de TSH son razonablemente constantes y la expresión  del receptor de TSH  tiene una distribución homogénea  entre los folículos de la tiroides humana normal, se podría esperar que los efectos de la señal TSH fueran similares en cada folículo. Asimismo, las funciones foliculares  tales como la expresión  de genes tiroideos funcionales, la producción y yodación   de Tg y la  secreción de hormonas tiroideas, teóricamente deberían también ser similares entre los folículos. Sin embargo, contrario a lo esperado,  la heterogeneidad folicular ha sido observada  en la glándula tiroides de  humanos y roedores. La función de cada folículo  no está sincronizada con la de sus vecinos. Los folículos tiroideos son heterogéneos  no sólo a nivel histológico sino  también a nivel funcional. La heterogeneidad ha sido observada  en tiroides normales midiendo la captación de yoduro, la síntesis de Tg, la difusión de la Tg yodada, la acumulación de hormonas tiroideas, la actividad enzimática, la proliferación de tirocitos y la expresión de factores de transcripción específicos de la tiroides.  Entonces, la heterogeneidad folicular existe  a pesar de la  señal TSH homogénea  en cada folículo, lo cual sugiere  que algunos reguladores desconocidos y diferentes a la TSH contribuyen a la heterogeneidad folicular.  La Tg ha sido propuesta, pero sin comprobación, como regulador funcional endógeno  de la tiroides. En este sentido, se ha sugerido que la Tg en el coloide actúa como un factor determinante de la viscosidad del coloide y por lo tanto crea diferentes velocidades de difusión  de la Tg yodada y  de las hormonas tiroideas.  Asimismo, la Tg folicular ha sido implicada  en la  regulación de la expresión de genes funcionales tiroideos  independiente de TSH. Estos datos sugieren que la Tg puede actuar como autorregulador  de la expresión de genes funcionales tiroideos y de la función folicular.

La Tg, al suprimir la expresión  de genes funcionales tiroideos, puede regular negativamente  casi todos los eventos esenciales para la yodación  de la Tg y la síntesis de hormonas tiroideas. Un evento esencial en la maduración  de la Tg y la síntesis de hormonas tiroideas es la yodación  de la Tg en la superficie apical del tirocito. Estudios recientes reportan que la Tg  suprime la actividad de la TPO que libera el yoduro de los residuos tirosina en la molécula de Tg para la producción de las hormonas tiroideas. Adicionalmente, la Tg  suprime la expresión de la oxidasa 2 (Duox2) así como su factor de maduración Duoxa2,  enzimas  responsables de la generación  del H2O2 requerido para la organificación del yoduro.  La supresión de Duox2 y Duoxa2 por la Tg  reduce dramáticamente la producción de H2O2. Entonces, la Tg puede suprimir su propia síntesis, yodación y maduración. Por lo tanto, cada folículo tiroideo  es regulado no sólo por  la señal  TSH en la superficie basal sino también por la señal de la Tg coloidal en la superficie apical.  La dependencia del balance de la acción TSH y Tg  en folículos en diferentes estadios podría  ser la causa de la heterogeneidad folicular. Por otra parte, se ha reportado que en roedores  la Tg tiene efectos diferentes sobre el transportador pendrina de la superficie apical y sobre el NIS de la superficie basal. Esta observación  indica que la Tg  mas que simplemente suprimir la expresión de genes  específicos  de la tiroides, regula la expresión de genes  para mantener  la producción de hormonas tiroideas.

El modelo “ciclo folicular” propone que cada folículo tiroideo es regulado  por la acción de la TSH  en la superficie basal (la cual es similar entre los folículos) y la acción Tg en la superficie apical del tirocito (la cual es significativamente variable, reflejando las diferentes concentraciones en cada folículo). El tamaño, volumen y función de los folículos depende  del balance de ambas acciones. La acción TSH estimula la síntesis de Tg, la yodación, reabsorción y liberación de hormonas tiroideas de la molécula de Tg y la secreción  de las hormonas en la circulación. Sobre la base de este modelo se propone: (1) La TSH tiene un efecto estimulador sobre la síntesis y reabsorción de Tg, pero el proceso de síntesis de Tg inducido por la TSH es mucho más lento que la reabsorción  de Tg inducido por la TSH. (2) La Tg tiene un fuerte efecto de retroalimentación negativa sobre su propia síntesis y este efecto supresor puede sobre ponerse  a los efectos estimuladores  de la TSH. (3) Bajas concentraciones  de Tg inducen la expresión de pendrina mientras que las altas concentraciones de Tg la suprimen. Entonces, en un folículo con alta acumulación de Tg coloidal, el efecto promotor de la síntesis de la Tg por la TSH es contrarrestado por el efecto de retroalimentación negativa  de la Tg sobre su propia síntesis.  Como resultado, la síntesis de Tg en este folículo es suprimida y la TSH funciona predominantemente  para promover la reabsorción de la Tg coloidal, la degradación de Tg y la secreción de hormonas tiroideas en la circulación. La concentración de Tg coloidal en este folículo disminuye significativamente debido a su rápida reabsorción  y a su  lenta síntesis, con lo cual desaparece el efecto de retroalimentación negativa de la Tg. El cese de la retroalimentación negativa, conjuntamente con los efectos positivos de la TSH, causará  la restauración de la síntesis de Tg en este folículo. En roedores, la baja concentración de Tg coloidal también maximiza la expresión de pendrina para promover la yodación de Tg en la superficie apical. Por lo tanto, la Tg coloidal se acumulará gradualmente en este folículo. Cuando la acumulación  de Tg coloidal  alcanza un cierto nivel, el efecto de retroalimentación negativa de la Tg predominará nuevamente sobre  el efecto estimulador de la TSH y el proceso completo se repetirá  otra vez. Los folículos en diferentes estadios del “ciclo folicular” podrían tener diferentes funciones, lo cual contribuye a la heterogeneidad folicular.   

La Tg ejerce un efecto regulador bifásico  sobre el crecimiento de los tirocitos, el cual es similar al efecto de la Tg en la regulación de la pendrina  observado en ratas. Por lo tanto, bajas concentraciones de Tg maximizan su efecto promotor del crecimiento del tirocito mientras que altas concentraciones de Tg ejercen un efecto supresor sobre el crecimiento celular. La Tg regula el crecimiento celular  a través de la activación de la ruta fosfatidilinositol 3-kinasa (PI3K), la cual también es activada por la TSH. Adicionalmente, la Tg también induce la activación de la ruta c-Raf/MEK/ERK de la proteína kinasa activada por mitogenos (MAPK), la cual es específica para el crecimiento celular inducido por la Tg.

Históricamente,  siempre se   consideró que la producción y función de la Tg ocurría exclusivamente  en los folículos tiroideos. Sin embargo, con la identificación  de la expresión renal  de varios genes “específicos de la tiroides”, la expresión de receptores de Tg en células no tiroideas y la acumulación de Tg en la forma de complejos antígeno-anticuerpo en la membrana basal  de los glomérulos en algunos casos de glomerulonefritis inmune durante la enfermedad tiroidea autoinmune, los roles fisiológicos y fisiopatológicos de la Tg fuera de la tiroides han recibido más atención.  En este sentido, estudios recientes han demostrado que  la Tg, pero no las hormonas tiroideas, puede promover la proliferación de células mesangiales. Estos datos  sugieren un posible rol de la Tg como regulador de la transcripción de genes y del crecimiento celular en las células mesangiales.  Más aún,  se ha detectado una Tg de 40 kDa en el suero de pacientes  con tiroiditis Hashimoto, lo cual indica que esa KTg puede servir como un potencial auto-antígeno  que es reconocido y unido por anticuerpos anti-Tg  y así contribuir  a la patología de glomerulonefritis inmune durante la enfermedad tiroidea autoinmune. 

En conclusión, durante la última década se han reconocido novedosas funciones de la Tg, incluyendo (1) un efecto de retroalimentación negativa sobre la función tiroidea, a través de la regulación  de la expresión de genes esenciales para la síntesis de hormonas tiroideas, lo cual proporciona una explicación alternativa para la hetrogeneidad folicular; (2) un efecto promotor del crecimiento celular y (3) funciones extratiroideas, lo cual sugiere que la Tg  puede tener una función reguladora en otros órganos.


Fuente: Luo Y et al (2014). The emerging roles of thyroglobulin.  Advances in Endocrinology, article  ID 189194.

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