Epigenética, obesidad y diabetes tipo 2
La epigenética es
definida como cambios heredables en la función del gen que tienen lugar sin un
cambio en la secuencia del ADN. Esta definición clásica sugiere que la
epigenética es un rasgo heredable. Sin embargo, a pesar del conocimiento que el
patrón epigenético generalmente es copiado a través de divisiones celulares
mitóticas, la herencia a través de generaciones está menos bien establecida.
Actualmente, es común analizar las modificaciones epigenéticas en células que
no se dividen y por tanto estas modificaciones pueden no ser heredables, pero
pueden afectar la expresión y la función de genes célula-específicos. Para
entender si la epigenética contribuye a una enfermedad, es necesario
identificar las alteraciones epigenéticas en los sujetos enfermos. Sin embargo,
una vez identificadas las alteraciones, es necesario determinar si ellas son
causa de –o son secundarias a- la enfermedad. Más aún, dado que los patrones
epigenéticos son célula-específicos, es esencial estudiar tejidos de
importancia para una determinada enfermedad; por ejemplo, islotes pancreáticos,
músculo esquelético, tejido adiposo e hígado para la diabetes tipo 2 (DT2).
El epigenoma incluye la metilación del ADN,
las modificaciones de histonas y los ARN no codificantes, los cuales pueden
regular la diferenciación celular, la expresión de genes célula-específicos, la
inactivación del cromosoma X y la estabilidad y estructura genómica. La
metilación del ADN tiene lugar en una citosina, principalmente en el contexto
CG o en los llamados sitios CpG, y en menor extensión en el contexto no CG. Las
metiltransferasas DNMT1, DNMT3A y DNMT3B son responsables de la adherencia de
grupos metilo al ADN durante la replicación y la metilación de novo. Estas
metiltransferasas usan a la S-adenosil-L-metionina (SAM) como donadora de
grupos metilos. Hay una desmetilación pasiva, por ejemplo, si la actividad de
DNMT o la cantidad de donadores de metilo es baja durante la replicación, y una
desmetilación activa, por ejemplo por las enzimas TET (ten eleven
translocation), las cuales pueden oxidar grupos metilos a hidroximetilos. La
desmetilación pasiva también puede ocurrir cuando una citosina metilada es
primero oxidada a hidroximetil-citosina por enzimas TET, la cual no es
reconocida por la DNMT1 y se convierte en citosina no metilada. Los
investigadores han encontrado cientos de modificaciones posttranslacionales
incluyendo acetilación, metilación, fosforilación y ubiquitilación en amino
terminal de histonas. Un gran número de enzimas son responsables de agregar y
remover modificaciones de histonas, contribuyendo a una compleja regulación
epigenética. Hay una íntima relación entre formación de cromatina,
modificaciones de histona, metilación de ADN y actividad de genes.
La epigenética es uno de los mecanismos que
relacionan factores ambientales con alteraciones en la actividad de genes y, en
este contexto, relaciona el cambio rápido en los hábitos alimenticios con los
fenotipos de obesidad. Como parte del epigenoma, la metilación de ADN también
puede ser un mecanismo que relaciona la obesidad con condiciones clínicas. En
2013, un estudio identificó varios sitios CpG asociados con obesidad en sujetos
jóvenes y demostró que la varianza de metilación de ADN es mayor en los casos
obesos que en los controles delgados. Este estudio también indica que la
metilación diferencial y la variabilidad diferencial podrían predecir la
obesidad con un 70% de confidencia aproximadamente. Otro estudio identificó
cinco sitios CpG asociados con el índice de masa corporal (IMC), de los cuales
tres están localizados en el HIF3A, y al aumentar la metilación aumenta el IMC.
El HIF3A codifica al factor inducible por hipoxia 3 subunidad alfa, el cual es
parte de un grupo de factores de transcripción heterodiméricos que regulan la
respuesta a la hipoxia. Recientemente, han sido descritos 29 nuevos sitios CpG
asociados con obesidad, los cuales replican en neutrófilos demostrando que los
resultados en leucocitos de sangre periférica no se deben a alteraciones en la
composición del tipo de célula. Este estudio sugiere una relación directa entre
metilación del ADN, expresión de genes y obesidad por varios genes, incluyendo
SOCS3 donde la obesidad está asociada con disminución de la metilación e
incremento en la expresión de genes. La expresión de SOCS3 es regulada al alza
en la obesidad y está demostrado que induce resistencia a la insulina y la
leptina, con implicaciones para el control de la glucosa sanguínea y la
homeostasis energética. La obesidad es considerada una enfermedad heterogénea,
en la cual puede influir el fondo genético, el género y la especificidad de
tejido. Los datos de metilación del ADN de tejido adiposo humano, un órgano de
importancia para la obesidad, apoyan un rol de la epigenética en la patogénesis
de la enfermedad.
Los primeros estudios epigenéticos fueron
desarrollados en islotes pancreáticos y músculo esquelético de pacientes con DT2. Aunque estos estudios
solo analizaron la metilación del ADN de genes candidatos o partes del genoma,
identificaron patrones de metilación alterados en humanos con DT2 en
comparación con controles no diabéticos, lo cual claramente apoyan un rol de la
epigenética en la creciente incidencia de diabetes. La DT2 se caracteriza por
niveles de glucosa sanguínea crónicamente elevados, los cuales se desarrollan
debido a resistencia a la insulina en
combinación con alteraciones de la secreción de insulina. Está bien establecido que la edad, el estilo de
vida sedentario y la obesidad contribuyen a la resistencia a la insulina en
tejidos como músculo esquelético, hígado y tejido adiposo. La función de los
islotes pancreáticos disminuye después
de la exposición prolongada a niveles elevados de lípidos y glucosa. Varios
estudios han analizado la metilación de ADN de genes candidatos para DT2 como
INS (codifica a la insulina), PDX1, PPARGC1A (codifica al PGC1α) y GLP1R
(codifica al receptor de GLP-1) en islotes pancreáticos humanos de donantes con
DT2 y controles no diabéticos. Los islotes de los donantes DT2 tienen aumentada
la metilación de ADN y disminuida la expresión de estos genes claves, lo cual
está asociado con alteración de la secreción de insulina. Adicionalmente, la
elevación de la glucosa sanguínea y de la hemoglobina glucosilada (HbA1c)
incrementan directamente la metilación del ADN de estos genes. Estos estudios
identificaron numerosos sitios CpG con metilación de ADN alterada en tejidos de
pacientes con DT2, apoyando el rol de la epigenética en la patogénesis de la
diabetes. Los niveles de metilación de los islotes se relacionan con ciertos
marcadores de histonas y las combinaciones de estos diferentes marcadores
epigenéticos forman parte de la maquinaria que controla la actividad de los
genes y la estructura de la cromatina. Los cambios epigenéticos en los
pacientes con DT2 pueden eventualmente contribuir a las complicaciones
vasculares. En este contexto, hay reportes que relacionan las modificaciones
epigenéticas con complicaciones diabéticas como retinopatía, enfermedad renal e
infarto de miocardio.
Las DNMT pueden adherir grupos metilo al ADN
y las histonas. Para activar una óptima regulación de genes, este proceso
necesita ser balanceado a través del genoma y todas las células humanas. La
dieta contiene metionina y folato como donadores de metilo. Los sujetos con DT2
tienen reducidos niveles de folato en la circulación. Estos niveles de folato
se correlacionan positivamente con el
grado de metilación de ADN. Más aún, una alta ingesta de folato a través de la
dieta está asociada con un menor riesgo de diabetes en las mujeres. Por otra
parte, la ingesta de ácidos grasos saturados puede afectar el epigenoma, la
exposición a altos niveles de palmitato incrementa la actividad de la histona
acetil transferasa (HAT) y altera la acetilación de histonas. Adicionalmente,
el metabolismo intracelular proporciona grupos acetil, los cuales pueden ser
adheridos a –o removidos de- histonas por HAT o HADC, respectivamente, y por
tanto regulan la actividad de genes. Este conocimiento fundamental sugiere que la dieta no sana de muchas personas
obesas y diabéticas puede afectar su epigenoma y provocar enfermedades. Para
estudiar el impacto de los factores de la dieta sobre el epigenoma de islotes
pancreáticos humanos, éstos fueron expuestos in vitro a altos niveles de
glucosa o palmitato por 48 horas. La exposición a glucosa y palmitato alteran
la secreción de insulina estimulada por glucosa. Por otra parte, la exposición
a altos niveles de glucosa altera la metilación y expresión de algunos genes,
pero el palmitato tiene un efecto más pronunciado sobre los islotes. Entonces,
los factores dietéticos alteran el epigenoma en varios tejidos de importancia
para el metabolismo y por consiguiente pueden afectar la expresión de genes y
la patogénesis de la obesidad y la DT2.
La leptina y la adiponectina son expresadas
y secretadas por los adipocitos. Estas dos adipoquinas controlan la ingesta de
alimentos y la sensibilidad a la insulina. Los sujetos obesos y DT2 tienen
mayores niveles de leptina y menores niveles de adiponectina que los controles
sanos, lo cual contribuye a la desregulación de su saciedad y la sensibilidad a
la insulina. Un estudio reciente reporta los efectos de 36 horas de ayuno sobre
la metilación de ADN y la expresión de los genes que codifican a la leptina y
la adiponectina (LEP y ADIPOQ) en tejido adiposo humano de hombres jóvenes sanos que nacieron con bajo peso (LBW) o con
peso normal (NBW). El ayuno incrementa la metilación de sitios CpG de LEP y
ADIPOQ en los hombres NBW pero no afecta a los hombres LBW. Esto puede deberse
a una menor flexibilidad epigenética en los hombres LBW, los cuales tienen un
mayor grado de metilación en LEP y ADIPOQ a nivel basal que los hombres NBW,
por lo que su metilación no aumenta más en respuesta al ayuno. Más aún, los
niveles plasmáticos de leptina disminuyeron con el ayuno de 36 horas en ambos
grupos, mientras no se observaron cambios en los niveles plasmáticos de
adiponectina en ambos grupos.
El ejercicio tiene un efecto beneficioso
sobre la homeostasis de la glucosa, el balance energético y el sistema inmune.
En humanos, varios estudios han investigado cómo el ejercicio, agudo o de larga
duración, influye en la metilación de ADN del músculo esquelético y el tejido
adiposo. Uno de estos estudios descubrió una alteración de la metilación de ADN
de genes de las rutas de señalización MAPK, insulina y calcio de músculo
esquelético de hombres con historia familiar de DT2. Este estudio también
demostró que el ejercicio de larga duración altera la metilación de ADN de
genes importantes en la fisiología del músculo esquelético. En el tejido
adiposo, la epigenética también es alterada en respuesta al ejercicio. Los
experimentos funcionales in vitro confirman que la epigenética puede ser el
enlace entre el ejercicio y el metabolismo del adipocito. La respuesta
epigenética al ejercicio es más evidente en el estado entrenado que en el
estado no entrenado, mientras la respuesta transcripcional al ejercicio agudo
es reducida después de un período de entrenamiento. Actualmente, es evidente
que el ejercicio tanto agudo como de larga duración impactan significativamente
la metilación de ADN de una manera específica de gen y tejido.
En conclusión, los mecanismos epigenéticos
controlan la actividad de genes y el desarrollo de un organismo. El epigenoma
incluye metilación de ADN,
modificaciones de histonas y procesos mediados por ARN, y la disrupción de este
balance puede causar varias patologías y contribuir a la obesidad y la diabetes
tipo 2. La predisposición genética y la edad, contribuyen a la variabilidad
epigenética, y varios factores ambientales, incluyendo el ejercicio y la dieta,
interactúan con el epigenoma humano.
Fuente: Ling C,
Rönn T (2019). Epigenetics in human obesity and type 2 diabetes. Cell
Metabolism 29: 1028-1044.