Células KNDy
En 1980, Ernst
Knobil identificó la presencia de un pulso generador que regula la liberación
episódica de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) por el hipotálamo. Los
cambios en frecuencia y amplitud de los pulsos de GnRH y la liberación pulsátil
de las gonadotropinas, hormona luteinizante (LH) y hormona estimulante del
folículo (FSH), por la hipófisis anterior son esenciales para el apropiado
control de la fertilidad a través de la producción de hormonas esteroides y el
desarrollo de gametos en las gónadas. En un asa de retroalimentación, las
hormonas esteroides actúan a través de una red neuronal aferente para
proporcionar información crítica a las neuronas GnRH, regulando su patrón de
actividad. Las rutas aferentes kisspeptina-positivas hacia las neuronas GnRH son críticas para el
mantenimiento de la liberación de GnRH necesaria para la fertilidad. Los
estudios que han examinado el rol de las kisspeptinas (Kp) en modelos animales
han confirmado que estos péptidos a través del receptor acoplado a proteína G,
GPR54 (también conocido como kiss1R) estimulan la liberación de LH (y por lo
tanto de GnRH). La ausencia específica de GPR54 en las neuronas GnRH resulta en
infertilidad.
Las neuronas del área periventricular rostral del tercer
ventrículo (RP3V) de roedores o el área preóptica (POA) de otros mamíferos y el
núcleo arqueado (ARC) del hipotálamo son sitios de alta densidad de expresión
de Kp en el cerebro de los mamíferos. La mayoría de estas neuronas expresan
receptores críticos para la retroalimentación ejercida por las hormonas
esteroides: estrógenos, progesterona y testosterona (receptor de estrógeno α
(Erα), receptor de progesterona y receptor de andrógeno, respectivamente). Por
otra parte, en 2007, estudios con inmunofluorescencia en ovejas detectaron que casi
todas las neuronas kisspeptina en el ARC coexpresan la taquikinina neuroquinina
B (NKB) y el péptido opioide endógeno dinorfina (Dy). Estos tres neuropéptidos
están fuertemente implicados en el control de la liberación de GnRH. Debido al
alto grado de colocalización de los tres péptidos, y por simplicidad, esta población
de neuronas es conocida como células KNDy
(kisspeptina/neuroquininaB/dinorfina). La colocalización de péptidos KNDy fue
demostrada posteriormente en ratón, rata, vaca, cabra y primates no humanos. En
humanos, si bien persisten algunas preguntas, la colocalización en el núcleo
infundibular del hipotálamo de los tres péptidos KNDy, implicados en el control
de la fertilidad y la liberación episódica de GnRH, proporciona evidencia de la
localización del pulso generador de GnRH en la región mediobasal
hipotalámica/ARC. Aunque la población
KNDy es conservada a través de la mayoría de especies de los mamíferos, el
grado de coexpresión varía entre especies, sexo y estatus de hormonas
esteroides.
La hipótesis que las neuronas KNDy forman un
componente crítico del pulso generador de GnRH está sustentada en la
colocalización de los tres neuropéptidos con efectos opuestos sobre la
liberación de GnRH/LH, con Kp y NKB como
estimuladoras y la dinorfina como inhibidora. La llamada “hipótesis KNDy”
establece que la NKB es la señal responsable del inicio del pulso disparando la
activación entre las neuronas KNDy, la Kp sirve como señal de salida, manejando
la secreción de GnRH y la dinorfina es la señal para terminar cada pulso. Esta
hipótesis es apoyada por la evidencia que (1) los axones que contienen péptidos
KNDy están en contacto directo con la mayoría de cuerpos celulares KNDy,
formando una población celular interconectada capaz de producir descargas
sincronizadas para coordinar la liberación pulsátil de GnRH; (2) los receptores
para Kp y NKB están anatómicamente segregados en las neuronas GnRH y KNDy; (3)
la manipulación farmacológica de los receptores postsinápticos para Kp, NKB y
dinorfina, GPR54, TAC3R (NK3R) y receptor κ-opioide (KOR), respectivamente,
alteran la liberación pulsátil de GnRH de manera consistente.
La presencia de conexiones reciprocas entre
las neuronas KNDy sugiere que la población es capaz de producir descargas
sincronizadas para generar y coordinar la liberación pulsátil de GnRH. En
concordancia con esta hipótesis, las
neuronas KNDy expresan los receptores
postsinápticos para los péptidos KNDy. Sin embargo, la carencia de una
evidencia robusta para la expresión de GPR54 en las neuronas KNDy sugiere que
la Kp no actúa a través de conexiones reciprocas para controlar la generación del
pulso de GnRH. La Kp actúa estimulando directamente la actividad de las
neuronas GnRH. En el ratón, aproximadamente 80%de las neuronas GnRH expresan
GPR54. En un estudio reciente, la inhibición de la actividad de las neuronas
kisspeptina en el ARC reduce la frecuencia y amplitud de los pulsos de LH. El
NK3R no es expresado en el cuerpo celular de las neuronas GnRH de roedores. El
soma de las neuronas GnRH de ratón no
responde a la KNB, apoyando la noción que la Kp, pero no la NKB, actúa
estimulando las neuronas GnRH, a través de la señal GPR54, para la liberación
de LH. Por otra parte, es posible que la dinorfina actúe tanto a través de la red
KNDy como directamente en las neuronas GnRH para inhibir la actividad
neurosecretora y terminar efectivamente un pulso de GnRH. La liberación de dinorfina por las neuronas
KNDy comienza inmediatamente después del inicio del pulso de GnRH y se mantiene
durante todo el pulso. Por el contrario,
la internalización del KOR en las neuronas GnRH se observa cerca del final del
pulso de LH, pero no en el comienzo indicando que la dinorfina actúa en las
neuronas KNDy y GnRH para terminar cada pulso. Además de la regulación
sináptica, los axones terminales de las neuronas KNDy han sido identificados en
las zonas interna y externa de la eminencia media y por tanto pueden regular la
liberación pulsátil de GnRH a través de la transmisión a los terminales
nerviosos de las neuronas GnRH.
Aunque está claro que las neuronas KNDy
juegan un rol vital en la generación de la liberación pulsátil de LH, es
posible que solamente constituyan un componente del generador del pulso. No
está claro cuantas neuronas KNDy son requeridas para manejar la liberación de
LH. Algunos estudios sugieren una potencial heterogeneidad funcional entre las
subpoblaciones KNDy, con solamente un subgrupo regulando directamente la
liberación de GnRH, aunque es posible que un gran porcentaje de neuronas KNDy
sea reclutado vía conexiones reciprocas. En apoyo de esta noción, la
estimulación optogenética de neuronas KNDy unilateralmente en el ARC produce la
activación sincronizada de las células KNDy contralaterales, lo cual sugiere el
reclutamiento de conexiones bilaterales para provocar una robusta activación sincronizada de la población KNDy.
A partir de estudios farmacológicos han sido
implicados otros neurotransmisores y neuropéptidos en la regulación de los
pulsos de GnRH. Algunos de estos sistemas
de neurotransmisores/neuropéptidos pueden actuar a través de acciones
directas sobre las neuronas GnRH mientras otros pueden actuar a través de las
neuronas KNDy y otros circuitos en el ARC. Dado que aparentemente las neuronas
KNDy no expresan el receptor GPR54, algunos estudios sugieren que las Kp pueden
actuar sobre neuronas no KNDy en el ARC para estimular la liberación pulsátil
de GnRH. Esta activación de células no KNDy puede reforzar la estimulación inicial de las
neuronas KNDy por la NKB para manejar el pulso de GnRH. El GPR54 es expresado por células POMC en el
ARC y neuronas dopaminérgicas tuberoinfundibulares. Por lo tanto, es posible
que la Kp medie la liberación de LH a través de impulsos locales en estas
células. Por ejemplo, en roedores, la
liberación de β-endorfina por las neuronas POMC inducida por Kp puede
proporcionar redundancia en la finalización de los pulsos de GnRH inducida por EOP.
En los machos, y durante la mayor parte del ciclo femenino, la
secreción episódica de GnRH es reducida por la retroalimentación negativa de
las hormonas esteroides gonadales a través de rutas aferentes. Un indicador
clave que las neuronas KNDy median la retroalimentación de las hormonas
esteroides es la correlación de la expresión de los péptidos KNDy con los
cambios en los niveles circulantes de hormonas esteroides. En roedores, la
remoción de hormonas esteroides por gonadectomía incrementa la expresión de Kp
y NKB, mientras la reintroducción de estrógenos reduce esta expresión, lo cual
sugiere una reducción de péptidos excitadores que es consistente con
retroalimentación negativa. El incremento
de Kp y NKB también ocurre en el núcleo infundibular de mujeres postmenopáusicas,
un estado asociado con reducción de estradiol. Por el contrario, en algunas
especies, las hormonas esteroides tienen un efecto opuesto sobre la dinorfina
en el ARC, proporcionando un incremento en el tono inhibidor sobre las neuronas
GnRH. La dinorfina está disminuida en las mujeres postmenopáusicas, lo cual
incrementa la liberación de LH sugiriendo un mecanismo donde la disminución del
tono inhibidor eleva la liberación de LH a pesar de la insuficiencia ovárica.
Por otra parte, la progesterona incrementa la expresión de dinorfina en POA,
área hipotalámica anterior y ARC y la microimplantación de un antagonista de
KOR o del receptor de progesterona en el ARC incrementa la frecuencia de pulsos
de LH. Esto es consistente con los resultados de trabajos en múltiples
especies, incluyendo humanos, que reconocen a los opioides endógenos como
mediadores de la retroalimentación negativa de la progesterona e identifican a
las neuronas dinorfina del ARC como un sitio clave de la retroalimentación
negativa de la progesterona.
El ERα es crítico para la retroalimentación
negativa de los estrógenos y por consiguiente para la fertilidad y la
deficiencia de ERα, específicamente en el ARC de ratones adultos provoca infertilidad
y alteración de la retroalimentación negativa del estradiol. Las neuronas
kisspeptina que contienen ERα son altamente sensibles a bajos niveles de
estradiol antes de la pubertad, lo cual
resulta en baja expresión de Kp en el ARC y disminución de la liberación de
GnRH y LH. Sin embargo, después de la pubertad, es posible que las neuronas
KNDy adquieran resistencia a la retroalimentación negativa de los estrógenos
por lo que otros circuitos neurales que expresan ERα son requeridos para el
control completo de la liberación de GnRH. Adicionalmente, otros receptores de
estrógenos pueden estar involucrados en el mecanismo de retroalimentación negativa. Por lo tanto, los
múltiples receptores expresados en las neuronas KNDy son requeridos para la
expresión completa de la retroalimentación negativa del estradiol.
En la fase folicular media del ciclo
menstrual, los elevados niveles de estrógenos manejan el cambio de
retroalimentación negativa a positiva, provocando un pico en la liberación de
GnRH y LH que es necesario para que ocurra la ovulación. En roedores, hay evidencia
que apoya un rol de las neuronas kisspeptina del RP3V en la retroalimentación
positiva del estradiol. Sin embargo, también hay evidencia que las neuronas
KNDy juegan un rol en la regulación del pico de secreción de LH en especies no
roedores. Aun no se ha determinado si los efectos de retroalimentación negativa
y positiva del estradiol son mediados a través de las mismas neuronas KNDy o
por distintos subgrupos de la población KNDy.
Las
células KNDy, además de los roles en la generación del pulso de GnRH y la
retroalimentación negativa de esteroides gonadales, están involucradas en otros aspectos de la
reproducción y en las funciones
fisiológicas de otros sistemas. Esto incluye el rol de las células KNDy como
nodo central clave de las señales externas e internas que regulan la pubertad,
los efectos del estrés sobre el eje reproductivo, la interacción entre factores
metabólicos y reproducción, el control de la termorregulación, la influencia de
los esteroides gonadales sobre la secreción de prolactina y de la prolactina
sobre la reproducción. Las investigaciones sobre los roles de las células KNDy
en la generación del pulso de GnRH y la retroalimentación de los esteroides
gonadales han abierto un nuevo espacio para el trabajo translacional, aplicando
los descubrimientos básicos en el desarrollo de nuevos tratamientos para
enfermedades reproductivas y no reproductivas. Por ejemplo, el descubrimiento
del rol de las células KNDy y la NKB en la termorregulación ha dado lugar al
uso de antagonistas del receptor NK3R en el tratamiento de las oleadas de calor
de las mujeres postmenopáusicas.
En conclusión, la evidencia acumulada en los
últimos años indica que las neuronas KNDy son necesarias y suficientes para
manejar la secreción pulsátil de GnRH, proporcionando soporte a la hipótesis
que las neuronas KnDy representan el “generador del pulso de GnRH”. Los
hallazgos recientes indican roles
específicos para cada uno de los péptidos KNDy y sus receptores postsinápticos en
la generación de pulsos individuales. Aunque
las células KNDy son requeridas para la retroalimentación negativa de los
esteroides gonadales en el control de la secreción de GnRH, los datos más
recientes no excluyen la participación de circuitos neuronales adicionales en
paralelo con las neuronas KNDy.
Fuente: Moore AM
et al (2018). KNDy cells revisited. Endocrinology 159: 3219-3234.
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