Adipoquinas en el semen
El tejido adiposo
blanco secreta adipoquinas, las cuales actúan en los niveles endocrino,
paracrino y autocrino. Estas adipoquinas no solo son sintetizadas y secretadas
por los adipocitos, sino que también son producidas y liberadas por otras
células del tejido adiposo como macrófagos, linfocitos y fibroblastos. Más aún,
en el tejido adiposo blanco, las
citoquinas proinflamatorias son secretadas principalmente por células no
adiposas. La obesidad, promovida por un
balance energético positivo, impacta sobre la función de las células
involucradas en la espermatogénesis. Esta hipótesis es reforzada por los
resultados obtenidos en experimentos animales, lo cual demuestra la existencia
de una relación directa entre el tejido adiposo del epidídimo y la fertilidad;
pues en ratas, la remoción de este tejido causa una disminución significativa en el
número de espermatozoides. Por otra parte, la calidad de la esperma está
relacionada con las concentraciones circulantes de adipoquinas, pero la
relación con la fertilidad aún no está establecida.
Las concentraciones de adipoquinas en
sangre y plasma seminal no están en el
mismo rango. Por ejemplo, la adiponectina es 1000 veces menor en plasma seminal
que en sangre, mientras progranulina y visfatina están 100 veces más
concentradas. La diferencia en
concentraciones entre estos fluidos biológicos sugiere una diferencia en
producción y una potencial acción en las células alrededor (células germinales
para espermatozoides). Varios estudios en humanos y animales demuestran que la
mayoría de adipoquinas y sus receptores son expresados en los testículos
especialmente en túbulos seminíferos y más específicamente en células de
Leydig, células de Sertoli y espermatozoides. Entonces, las adipoquinas en el
plasma seminal podrían ser actores privilegiados involucrados en la relación
entre obesidad y fertilidad. Algunos cambios endocrinos que involucran a las
adipoquinas pueden contribuir a entender los efectos negativos de la obesidad
sobre la función reproductiva. En este contexto, un índice de masa corporal
alto reduce la fertilidad masculina. Varias adipoquinas (leptina. adiponectina,
resistina, chemerina, visfatina, vaspina y progranulina) y ciertas citoquinas
han sido detectadas en el semen.
La leptina es una adipoquina de 167
aminoácidos codificada por el gen obeso (gen ob) y su estructura terciaria
consiste de cuatro alfa hélices conectadas por dos asas largas y un asa corta.
La señal leptina vía STAT3 sugiere un
rol en la proliferación de células germinales no diferenciadas. La activación
de rutas de pro-supervivencia puede
provocar la activación de la señal ERK ½, representando un cruce con la señal de capacitación. La expresión del
receptor de leptina en el acrosoma está asociada con la salida de colesterol y
la reacción acrsomal mientras la
expresión de ese receptor en la cola del espermatozoide humano puede reflejar
la modulación de la motilidad de los espermatozoides hiperactivados por la
leptina. La señal STAT3 de la leptina hace posible la replicación de las
células germinales indiferenciadas sin pérdida de la potencia y el desarrollo y
diferenciación de los espermatocitos. Más aún, la leptina modula el soporte
nutricional de la espermatogénesis por las células de Sertoli humanas. La
producción de acetato por las células de Sertoli, un metabolito central para la
espermatogénesis, disminuye significativamente después de la exposición a
leptina (5 a 50 ng/ml). La alteración de la dinámica de la leptina puede
contribuir a la infertilidad masculina, al menos por dos mecanismos, los cuales
pueden producir hipogonadismo. Estos mecanismos incluyen la resistencia a la
leptina o la insuficiencia de leptina en el hipotálamo y la modulación de la
fisiología testicular por la leptina
La leptina está presente en los testículos y
particularmente en los túbulos seminíferos. Los estudios en animales demuestran
que la leptina es expresada diferencialmente entre las especies. En cerdos, la
leptina y su receptor (LepR) son expresados en las células de Leydig mientras
en ratas, el LepR está presente en células de Leydig, células de Sertoli y
posiblemente células germinales. En el testículo humano, la presencia de LepR ha sido reportada en
túbulos seminíferos y un trabajo reciente reporta que el plasma seminal y los
espermatozoides contienen este receptor. Aunque los diferentes estudios
muestran resultados contradictorios, es posible considerar un rol fisiológico
de la leptina en la motilidad de los espermatozoides. En efecto, varios estudios reportan que esta
adipoquina se correlaciona inversamente
con la motilidad de los espermatozoides. Por otra parte, una alta
concentración de leptina en el plasma seminal a menudo está asociada con
patologías espermáticas, lo que sugiere que altas concentraciones de leptina en
el plasma seminal podrían tener efectos perjudiciales, mientras las
concentraciones bajas o fisiológicas (0,83-0,91 ng/ml) pueden tener efectos
beneficiosos. El mismo tipo de resultado se encuentra cuando se explora la
relación entre leptina en el plasma seminal y la concentración de
espermatozoides en el eyaculado. Las bajas concentraciones de leptina en el
plasma seminal se correlacionan positivamente con la concentración de
espermatozoides. Con relación a la vitalidad de los espermatozoides, la leptina,
en altas concentraciones, puede ser un factor pro-apoptosis. La correlación entre volumen del eyaculado y
leptina seminal ha sido pobremente estudiada y los pocos estudios presentan
resultados contradictorios. Por otra parte, la leptina seminal aparentemente no
tiene efectos sobre la morfología de los espermatozoides. Entonces, la leptina,
de acuerdo a la concentración, tiene un
efecto dual sobre la función de los espermatozoides. En este contexto, en ratones machos, la
obesidad inducida por dieta no solo provoca alteraciones significativas de
los parámetros de la función de los
espermatozoides, sino que también provoca la disrupción de la integridad de la
barrera hemato-testicular. Por tanto, la obesidad podría facilitar el paso de leptina
y otras adipoquinas a través de esta barrera.
La adiponectina es una proteína de 224
aminoácidos. A diferencia de la mayoría de
adipoquinas, la concentración plasmática de adiponectina se correlaciona
negativamente con el índice de masa corporal y la adiposidad visceral, pero
también regula al eje gonadotrópico y la función gonadal. La adiponectina se
encuentra en la circulación en varias formas moleculares: la llamada LMW (bajo
peso molecular) que corresponde a un ensamble de tres monómeros de adiponectina
en trímeros, la MMW (peso molecular medio) que corresponde a hexámeros
(ensamble de dos trímeros) y la forma
llamada HMW (alto peso molecular) que
corresponde a un ensamble de tres hexámeros.
La HMW es la forma circulante predominante (>80%) de leptina y podría
ser la más activa. Sin embargo, la mayoría de estudios publicados hasta ahora
se han realizado con adiponectina total.
En el testículo, la adiponectina se
encuentra en células de Leydig y espermatocitos. Los receptores de adiponectina
(adipoR1 y adipoR2) están presentes en células de Sertoli, células de Leydig y
células germinales de rata. La presencia de AdipoR también ha sido reportada en
espermatozoides. La adiponectina y sus receptores son expresados durante las
fases pre y post-capacitación de los espermatozoides, lo cual sugiere que la
adiponectina podría tener un rol en la capacitación de espermatozoides. Después
de la capacitación, los niveles de adiponectina y sus receptores disminuyen, lo
que sugiere un rol directo en la motilidad de los espermatozoides. Entonces,
las acciones locales de la adiponectina en el testículo están involucradas en
la producción de espermatozoides capaces de fertilizar. Los niveles de
adiponectina en el plasma seminal se correlacionan positivamente con la
concentración de espermatozoides, el número de espermatozoides y el porcentaje
de formas típicas de espermatozoides.
La resistina es una adipoquina de 12,5 kDa
perteneciente a una familia de proteínas ricas en cisteína. En el testículo, la
resistina está presente en los túbulos seminíferos, específicamente en células
de Leydig y células de Sertoli de animales, pero hasta el presente no ha sido
demostrado en humanos. Sin embargo, el TLR-4, un sitio de unión para resistina,
ha sido identificado en espermatozoides humanos. Esta adipoquina está asociada
con marcadores de inflamación en el plasma seminal. Las concentraciones de
resistina en el plasma seminal se correlacionan positivamente con las
concentraciones de mediadores pro-inflamatorios como elastasa, interleuquina 6
(IL-6) y factor de necrosis tumoral-α (TNF-α). En un estudio con humanos, las
concentraciones seminales de resistina fueron significativamente mayores en los
casos de leucocitoespermia o si los pacientes eran fumadores. Este incremento
en las concentraciones de resistina estaba asociado con un incremento
significativo de IL-6 y TNF-α, así como también con una disminución en la
motilidad espermática y el número de espermatozoides con morfología normal.
Este resultado sugiere que la resistina puede ser considerada como un
marcador de inflamación y, en situaciones patológicas como la
leucocitoespermia, la presencia de esta adipoquina podría estar relacionada con
una alteración de los parámetros de la función de los espermatozoides.
La chemerina, una adipoquina recientemente
descubierta, es sintetizada principalmente en hígado, riñón y tejido adiposo
blanco. En humanos y roedores, la chemerina y los receptores de chemerina
(CMKLR1, GRP1 y CCRL2) están presentes en el testículo, específicamente en
células de Leydig, aunque son pobremente expresados en células germinales. En
el plasma seminal, esta adipoquina se correlaciona negativamente con la
motilidad espermática y positivamente con la concentración de espermatozoide.
Las concentraciones de chemerina disminuyen en esperma de pacientes con
vasectomía, lo que sugiere que podría haber una secreción local de chemerina en
el tracto genital masculino, particularmente a nivel testicular. Por otra
parte, experimentos in vitro en ratas demuestran que la chemerina tiene un
efecto inhibidor sobre la esteroidogénesis testicular.
La visfatina, también conocida como NAMPT,
es una adipoquina recientemente descubierta y producida principalmente por el
tejido adiposo perivascular. Esta adipoquina ha sido identificada en células de
Leydig, espermatocitos y espermatozoides. Los niveles de visfatina son 100
veces mayores en el plasma seminal que en la sangre, lo cual sugiere una significativa
producción local en el tracto genital
masculino. Sin embargo, hasta el presente no hay estudios que proporcionen
información de los efectos de la visfatina sobre la fertilidad masculina.
La vaspina es otra adipoquina recientemente
descubierta, la cual es expresada en el
tejido adiposo retroperitoneal, mesentérico y
del epidídimo, y está relacionada con el estado metabólico. La
concentración de vaspina en el plasma seminal se correlaciona negativamente con
el volumen del eyaculado y positivamente con la
fragmentación del ADN en los espermatozoides.
La progranulina está aumentada en casos de
obesidad o síndrome metabólico y puede contribuir a los mecanismos
inflamatorios de ciertas patologías a través del reclutamiento de macrófagos. Esta adipoquina se correlaciona positivamente
con la motilidad de los espermatozoides, el número de espermatozoides y la
morfología de los espermatozoides. En los pacientes con vasectomía, los niveles
de progranulina en el plasma seminal disminuyen significativamente, indicando
una probable secreción local.
De la amplia familia de citoquinas, algunas
de ellas han sido detectadas en el semen y además relacionadas con la
fertilidad masculina. En perros, el TNF-α está presente en el testículo,
particularmente en células germinales, epidídimo y espermatozoides. El TNF-α
puede dañar directamente el epitelio seminífero a través de la alteración de la
expresión y el ensamblaje de las proteínas de unión, lo cual provoca una
disrupción de la barrera hemato-testicular creando altos niveles de sustancias
reactivas de oxígeno (ROS). Diferentes autores reportan que los niveles de
citoquinas se encuentran aumentados en el plasma seminal de hombres infértiles.
Es el caso de TNF-α e interferón (IFN) γ
que aumentan en el semen de hombres con inflamación relacionada con
infertilidad. Por otra parte, las citoquinas tienen un efecto perjudicial sobre
la motilidad de los espermatozoides. Un estudio in vitro reporta efectos de
TNF-α e INF-γ sobre los espermatozoides: disminución de 18% en la motilidad y
16% en la vitalidad de los espermatozoides.
En conclusión, las adipoquinas son
secretadas por el tejido adiposo blanco y podrían ser el enlace entre la obesidad y la infertilidad. Las
adipoquinas se encuentran en el semen de humanos y animales y la mayoría de
ellas o sus receptores son expresados en el tracto genital masculino. Muchos
parámetros del semen y la fertilidad son alterados de acuerdo con los niveles
seminales de adipoquinas. La leptina, la adipoquina más estudiada, tiene un efecto dual sobre los
espermatozoides, positivo en
concentraciones fisiológicas y negativo en altas concentraciones en el plasma
seminal. La adiponectina tiene un efecto positivo sobre los parámetros de la
función de los espermatozoides mientras otras adipoquinas como resistina o
chemerina pueden tener un efecto perjudicial sobre la espermatogénesis.
Fuente: Elfassy Y
et al (2018). Adipokines in semen:
Physiopathology and effects on spermatozoas. International Journal of
Endocrinology Article ID 3906490.
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