Control dopaminérgico del circuito de la alimentación
La regulación de
la ingesta de alimentos y la homeostasis de energía es bastante compleja y los
hallazgos recientes revelan que la motivación por alimento está relacionada con
el sistema recompensa del cerebro, el cual responde a las propiedades hedónicas
de los alimentos y puede interactuar con la regulación homeostática para el
control integrado de las conductas de alimentación. Mientras la regulación
homeostática de la ingesta de alimentos puede coordinar el balance energético
entre la ingesta y el gasto de energía, los alimentos sabrosos pueden estimular
la ingesta de alimentos aun cuando el hambre está ausente y esta motivación
para obtener alimentos sabrosos puede predominar sobre las señales
homeostáticas. El sistema recompensa del cerebro media la motivación hacia
alimentos sabrosos, lo cual involucra el aprendizaje asociado con la percepción
sensorial como vista, olfato y gusto del alimento así como factores que están
asociados con el alimento o el contexto hedónico de la ingesta de alimentos. El
sistema recompensa dopaminérgico es el más prominente relacionado con la conducta de alimentación.
La dopamina (3-hidroxitiramina) es
sintetizada predominantemente en neuronas de la sustancia nigra y el área
tegmental ventral (ATV) del cerebro medio. Las neuronas dopaminérgicas pueden
ser identificadas por inmunohistoquímica para tirosina hidroxilasa, la enzima
limitante de la síntesis de dopamina, y son designadas como células A (células
que contienen catecolaminas, principalmente noradrenalina y dopamina),
específicamente las células que contienen dopamina son las del grupo A8 a A16.
La ruta nigroestriada comprende las proyecciones de las neuronas del grupo A8,
las cuales están localizadas en el área retrorubral, y las neuronas del grupo A9
en la pars compacta de la sustancia
nigra, al estriatum dorsal (ED). La ruta nigroestriada está involucrada
primariamente en el control de la ejecución de movimientos y las conductas
dirigidas a objetivos, incluyendo la cognición relacionada con la recompensa.
Las rutas mesolímbica y mesocortical son otras rutas dopaminérgicas que se
originan en el ATV. Las neuronas del grupo A10 del ATV se proyectan al
estriatum ventral, conocido como núcleo
accumbens (NAc), y también a la corteza prefrontal y otras áreas del sistema
límbico. Esta ruta juega un rol crucial
en las conductas relacionadas con la recompensa y la motivación. La ruta tubero-infundibular
comprende los núcleos arqueado (células del grupo A12) y periventricular
(células del grupo A14) del hipotálamo, que se proyecta a la hipófisis y es
conocida por el control de la secreción de hormonas de la hipófisis. El efecto
de la dopamina es mediado por la unión al receptor de dopamina que pertenece a los
receptores acoplados a proteína G de siete dominios transmembrana. Cinco
subtipos diferentes de receptores de dopamina han sido identificados en base a
su estructura y propiedades de acoplamiento de la proteína G: los receptores D1
y D5 que estimulan los niveles intracelulares de adenosina monofosfato cíclico
(cAMP) y los receptores D2, D3 y D4 que inhiben los niveles intracelulares de
cAMP.
Los primeros estudios demostraron que como
las drogas adictivas, los alimentos sabrosos que son ricos en grasa y azúcar
pueden activar significativamente el sistema recompensa dopamina. Por ejemplo,
cuando la dopamina fue medida por microdiálisis en el NAc de ratas con libre
movimiento, la dopamina extracelular en el NAC aumentó significativamente
durante y después de recibir alimento como una recompensa. En otro estudio, la
señal dopamina en el NAc fue activada por la ingesta de sucrosa mientras el
manejo intraoral de quinina, la cual tiene un sabor aversivo, suprimió la
liberación de dopamina por el NAC, demostrando que las señales dopamina son
moduladas diferencialmente por estímulos apetitivos y aversivos. Por otra
parte, hay considerable evidencia que los reguladores homeostáticos de la
ingesta de alimentos interactúan con el sistema recompensa dopamina para
ejercer un efecto inhibidor o estimulador sobre la ingesta de alimentos. Por
ejemplo, está demostrado que la leptina y la insulina inhiben las neuronas dopamina del ATV mientras la
ghrelina las activa. Las neuronas dopamina del AVT expresan receptores para
leptina, los cuales cuando son activados suprimen la actividad de las neuronas
dopamina. Dado que las neuronas dopamina del ATV se proyectan al NAc, la leptina puede modular la ruta recompensa dopamina mesolímbica. Sin embargo,
parece que la expresión de receptor de leptina es muy baja en el ATV, por
tanto, si la leptina in vivo puede fisiológicamente y significativamente inhibir
la actividad de las neuronas dopamina del ATV a través de su receptor no está
completamente claro.
Varios estudios reportan un circuito donde la
leptina vía neuronas GABAergicas que expresan receptor de leptina en el
hipotálamo lateral modula el sistema dopamina mesolómbico y suprime la ingesta
de alimentos. La evidencia reciente sugiere que la activación de las neuronas
GABA del hipotálamo lateral que se proyectan al ATV pueden modular la ingesta
de alimentos y la recompensa. Estos hallazgos resaltan la importancia del
circuito recompensa VTA-NAc como mediador de la conducta alimentaria así como
la acción indirecta de la leptina sobre el sistema recompensa dopamina en el
control de la alimentación. Otros estudios revelan la importancia del ED, el
cual está involucrado en la conducta dirigida a objetivos incluyendo la cognición
relacionada con recompensa y el aprendizaje, más que el NAc en el control de la conducta motivacional de
alimentación. Por otra parte, algunos estudios reportan que la dopamina en el
circuito ED puede aumentar el incentivo de los factores recompensa, especialmente
cuando los alimentos son calóricos y sabrosos, indicando que el ED juega un rol
en el incentivo motivacional.
Numerosos estudios de humanos han
investigado la relación entre el sistema recompensa dopamina y las conductas de
alimentición usando tomografía por emisión de positrones (PET) y tomografía por
emisión de fotón para medir el potencial de unión receptor de dopamina
D2/ligando. Para entender mejor si los cambios en la señal dopamina son una
causa o una consecuencia de un incremento en el peso corporal, varios grupos
han estudiado la unión de D2R por PET en individuos obesos sometidos a cirugía
bariátrica. Uno de estos estudios reporta que la disponibilidad de D2R aumentó
en ED, NAc e hipotálamo siete semanas
después de la cirugía (bypass gástrico en Y de roux, RYGB) o gastrectomía en manga
vertical y este aumento estaba acompañado
con disminuciones significativas en los niveles plasmáticos de insulina y
leptina. Estos hallazgos apoyan la idea que la regulación a la baja de D2R
podría ser más que una causa, una
consecuencia de excesiva comida u obesidad como se ha reportado en ratas alimentadas con
una dieta altamente sabrosa.
Además de su rol como parte del sistema
recompensa, la dopamina puede contribuir a la regulación del apetito y la
recompensa por alimentos interactuando con las señales homeostáticas
hipotalámicas. En el hipotálamo, las neuronas que contienen dopamina están
presentes en hipotálamo posterior y zona medial incerta (grupos A11 y A13),
núcleo arqueado (grupo A12) y región periventricular rostral. Las neuronas
dopamina situadas en la parte rostral del núcleo arqueado constituyen las
proyecciones tuberohipofisiarias a los lóbulos neural e intermedio de la
hipófisis. Las neuronas dopamina tuberoinfundibulares (arqueado-infundibular)
localizadas en el núcleo arqueado y la región periventricular adyacente se
proyectan a la capa externa de la eminencia media.
Un análisis sistemático de las neuronas
dopamina en el hipotálamo revela que en roedores, las neuronas dopamina
(tirosina hidroxilasa positivas) están presente principalmente en los
núcleos arqueado y dorsomedial, con algunas áreas de baja
densidad en el área hipotalámica lateral, excepto la zona incerta donde está
presente una alta densidad de neuronas dopamina. Recientemente, un estudio
reportó que las neuronas dopamina del núcleo arqueado se colocalizan con el
transportador vesicular de GABA y co-liberan GABA. Estas células se proyectan
al núcleo paraventricular (NPV) del hipotálamo, lo cual sugiere la posibilidad que
puedan regular la excitabilidad de neuronas de este núcleo. Más aún, la
estimulación optogenética de las neuronas dopamina del núcleo arqueado de ratón
inhibe las neuronas proopiomelanocortina (POMC) y excita las neuronas
neuropéptido Y (NPY)/péptido relacionado con el agouti (AgRP), lo cual estimula
la ingesta de alimentos. La señal dopamina en el hipotálamo es mediada
mayoritariamente por D1R y D2R, los cuales parece ser que están colocalizados con receptores de
leptina en las neuronas POMC, aumentando la posibilidad que la señal dopamina
en el hipotálamo pueda estar involucrada en la red mediada por la señal leptina
que contribuye al control hipotalámico de la homeostasis energética. Estos
hallazgos sugieren que las neuronas dopamina en el hipotálamo pueden controlar
la ingesta de alimentos independientemente y/ o interactuando con otras
neuronas como NPY/AgRP y POMC para regular la homeostasis energética.
En el cerebro humano, hay una expresión
preferencial de D2R en comparación con D1R en el hipotálamo y las células que
expresan mARN D2R se encuentran principalmente en hipotálamo lateral y núcleo
ventromedial (NVM). En roedores, la expresión de D2R se encuentra en varias
regiones hipotalámicas incluyendo hipotálamo lateral, núcleo dorsomedial, NVM y
núcleo arqueado. Las células que expresan ARN D1R se localizan mayoritariamente
en NPV, núcleo supraóptico y núcleo supraquiasmático y, en menor extensión, en
NVM e hipotálamo lateral.
Los estudios farmacológicos usando
agonistas/antagonistas de D1R y D2R demuestran que la modulación de los
receptores dopamina en el hipotálamo podría regular la conducta de alimentación.
El tratamiento diario de ratones ob/ob genéticamente obesos con agonistas
D1R/D2R por dos semanas normaliza el peso corporal, la hiperlipidemia y la
hiperglucemia a niveles observados en ratones delgados y también reduce la
hiperfagia. Más aún, el tratamiento con agonistas D1R/D2R también reduce
significativamente los niveles elevados de NPY y hormona liberadora de
corticotropina (CRH), péptidos que promueven la ingesta de alimentos. Estos
hallazgos sugieren que la coactivación D1R/D2R puede mejorar la obesidad en
ratones ob/ob, al menos parcialmente, modulando los niveles de NPY y CRH.
La leptina, una hormona derivada de
adipocitos, es un potente regulador del apetito y por unión al receptor leptina
en el hipotálamo, induce cascadas de señalización específicas que suprimen la
ingesta de alimentos. Está bien establecido que en el núcleo arqueado del
hipotálamo, los receptores leptina son expresados en las neuronas POMC, las
cuales producen el péptido anoréxico hormona estimulante de melanocitos-α
(MSH-α). Los receptores leptina también son expresados en las neuronas que producen
los péptidos orexigénicos NPY y AgRP. Los receptores leptina regulan la
actividad de estos dos tipos de neuronas en direcciones opuestas. Por otra
parte, la expresión de receptores leptina en neuronas dopamina del núcleo
arqueado en el hipotálamo proporciona la evidencia neuroanatómica para la
interacción entre la leptina y el sistema dopamina. La activación de D2R por
tratamiento con bromocriptina, un agonista D2R, reduce los niveles circulantes
de leptina en mujeres obesas, indicando que el control dopaminérgico a través
de D2R puede jugar un rol en la regulación de los niveles de leptina en
humanos. Recíprocamente, en un estudio in vitro del efecto de la leptina sobre
la liberación de dopamina en las
terminaciones neuronales hipotalámicas, la leptina no tiene efecto sobre la
liberación basal, pero inhibe la liberación de dopamina inducida por
despolarización. Este hallazgo sugiere que la dopamina aumenta la ingesta de alimentos
y que la actividad anoréxica de la leptina puede ser atribuida a una inhibición
de la descarga de las neuronas dopaminérgicas.
Los niveles de dopamina en el líquido
cerebroespinal (LCE) se correlacionan fuertemente con los niveles plasmáticos de
leptina, pero tanto los niveles plasmáticos de leptina como los niveles de
dopamina en LCE están asociados positivamente con el índice de masa corporal,
sugiriendo que el sistema dopamina está involucrado en los efectos de la
leptina y que esta interacción puede ser alterada en la obesidad. Es posible
también que esta regulación hipotalámica leptina-dopamina pueda ocurrir en
otras áreas cerebrales que influyen en las conductas motivacionales. En ratones
D2R KO, aumenta la señal leptina en el hipotálamo, indicando que la interacción
D2R-leptina en el hipotálamo juega un rol en el control de la ingesta de
alimentos y la homeostasis energética.
En conclusión, la dopamina regula la
conducta motivacional, incluyendo la conducta de alimentación, y el sistema recompensa
dopamina es reconocido como el sistema más prominente que controla el apetito y
la motivación y emoción por el alimento. Está claro que el sistema recompensa
dopamina es el regulador central de la motivación y la evidencia emergente
involucra a la dopamina en el sistema homeostático que controla la conducta
alimenticia y la obesidad. Aunque estos dos sistemas parecen ser anatómicamente
y funcionalmente distintos, un sistema, el sistema dopamina hipotalámico en el
control de la ingesta de alimentos y la homeostasis energética) puede
proporcionar un rol sustancial del sistema dopamina sobre la regulación neural
integradora de la ingesta de alimentos en asociación con otro sistema (el
sistema dopamina mesolímbico). Por tanto, se puede argumentar que estos
distintos circuitos dopaminérgicos para el control de la conducta de
alimentación están conectados a través de una red que emplea varios
intermediarios como leptina, insulina y otras hormonas que controlan el apetito
y neurotransmisores con circuitos específicos.
Fuente: Baik JH
(2021). Dopaminergic control of the feeding circuit. Endocrinology and
Metabolism 36: 229-239.
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