Regulación de la secreción de hormona de crecimiento
En el año 1989, un
grupo de investigadores describió por primera vez la existencia de un ritmo
hipotalámico-somatotrópico intrínseco y sexualmente dimórfico que condiciona la
secreción de hormona de crecimiento (HC). Este grupo también describió que este
ritmo depende principalmente del efecto tónico negativo de la somatostatina
(SS) sobre la liberación hipotalámica de hormona liberadora de HC (GHRH) y la
secreción de HC por la hipófisis. Varios estudios demuestran que el control de
SS y GHRH depende de la tasa de descarga de noradrenalina (NA) a las neuronas
SS Y GHRH. El rol de las catecolaminas en el control de la liberación de HC
está relacionado con las acciones metabólicas de la HC como hormona
hiperglucémica, lipolítica y anabólica.
En años recientes, el complejo mundo de la
regulación de la secreción de HC ha cambiado debido a dos factores principales:
(1) la HC además de sus efectos sobre el metabolismo y el crecimiento, tiene
efectos positivos sobre prácticamente todos los órganos y tejidos. (2) La
expresión de HC existe en muchos sitios extra-hipófisis incluyendo el sistema
nervioso, el sistema reproductivo, el sistema inmune, el sistema cardiovascular,
el tejido muscular, la piel y los huesos, donde la hormona ejerce roles fisiológicos o patológicos
auto/paracrinos. El conocimiento de las múltiples funciones que la HC ejerce en
el cuerpo y la expresión periférica de la hormona han incrementado la
complejidad de la regulación de HC, con el descubrimiento de nuevos factores
involucrados en la neuroregulación y/o
regulación paracrina de la expresión de esta hormona.
En 1990, una publicación reporta que un
hexapéptido sintético llamado péptido liberador de HC (GHRP) podía actuar como
un potente secretagogo de HC en humanos
normales. El efecto de este péptido es independiente del efecto de la GHRH,
aunque actúa sinérgicamente con esta hormona. El descubrimiento de secretagogos
de HC (HCS) sintéticos permitió investigar cómo actúan sobre la secreción de
HC. En 1996, fue descubierto un receptor heterotrimérico acoplado a la proteína
unidora de GTP y presente en la hipófisis, en el núcleo arqueado y el
hipotálamo infundibular de varias especies, incluyendo humanos. La detección de
este receptor implicaba que existía una hormona natural desconocida. Esta
hormona fue identificada y purificada en estómago de rata en 1999 y fue llamada
ghrelina. La ghrelina es una hormona peptídica de 28 aminoácidos en la cual el
tercer aminoácido (normalmente serina), es modificado por un ácido graso, una
modificación clave para la actividad de la ghrelina. Por tanto, la secreción de
HC por la hipófisis es regulada no solo por la interacción GHRH-SS, sino
también por la ghrelina gástrica. La pregunta es ¿por qué una hormona gástrica
juega un rol positivo en la secreción de HC? La respuesta a esta pregunta está
dada por las diferentes acciones que la ghrelina lleva a cabo en el cuerpo. La
ghrelina es una hormona orexigénica que está presente en la sangre durante el
ayuno y alcanza el sistema nervioso central donde transmite una señal de
hambre. Esta es la razón por la cual los pacientes con anorexia nervosa
normalmente muestran concentraciones plasmáticas de ghrelina aumentadas,
mientras en la obesidad están disminuidas. Estos hechos también explican porque
la secreción de HC está aumentada en la
anorexia nervosa y reducida en la obesidad y también porque hay una disminución
en las concentraciones plasmáticas de ghrelina relaciona con la edad en la
vejez, un estado de la vida en el cual la secreción de HC prácticamente está
ausente y hay una disminución del apetito. Estos efectos aparentemente no
relacionados de la ghrelina, la estimulación del hambre y la inducción de la
secreción de HC en la hipófisis, permiten pensar que la ghrelina apareció en la
evolución para inducir la conducta alimentaria y optimizar el uso de los
alimentos digeridos para promover la liberación de una hormona anabólica, como
la HC.
Hay dos formas de ghrelina: acil ghrelina
(forma octanoilada) y des-acil ghrelina (forma no octanoilada). La primera es
la forma biológicamente activa responsable de la mayoría de funciones de esta
hormona, incluyendo la inducción de la secreción de HC por la hipófisis. La
acil ghrelina es producida añadiendo un grupo octanoil (usualmente 8 C) a la
serina en posición 3 de la molécula de ghrelina. Esto es hecho por la enzima
ghrelina-O-acil-transferasa (GOAT). El
receptor de ghrelina es un receptor
acoplado a proteína G (GHSR-1a), expresado principalmente en la hipófisis y el
hipotálamo, responsable de mediar las actividades endocrinas de la acil
ghrelina. Este receptor no puede ser activado por la des-acil ghrelina, la cual
a pesar de ser más abundante que la acil ghrelina carece de actividad endocrina
conocida.
El gen ghrelina está hecho por seis exones y tres intrones,
localizado en el cromosoma 3, en el locus 3p25-2, aunque el primer exón está
hecho por 20 bp es un exón no codificante (exón 0 de 20 bp). En humanos, la
ghrelina es producida primariamente en las células P/D1 localizadas en las
glándulas oxínticas y está distribuida a
través de la mucosa del estómago. La
mayor cantidad de la ghrelina plasmática proviene de las células P/D1. Sin
embargo, los datos actuales indican que la ghrelina es una hormona que ejerce
muchos efectos diferentes en el cuerpo humano y, por tanto, puede ser producida
en una variedad de tejidos y órganos. Además del estómago, la ghrelina y su
receptor son expresados en diferentes regiones del cerebro, hipófisis, riñones,
corazón, pulmón, ovarios, intestino e islotes pancreáticos. Esto indica que la
hormona ejerce múltiples acciones, endocrinas y/o auto/paracrinas, en estos
tejidos.
Los lípidos involucrados en la acilación de
la ghrelina son principalmente aquellos que están presentes en la nutrición
porque las células que producen ghrelina en el estómago están localizadas en
las glándulas gástricas oxínticas, lo cual permite un acceso directo a los
lípidos ingeridos, principalmente ácidos grasos de cadena media que pueden ser
absorbidos en la circulación sin ser degradados por las lipasas y los ácidos
biliares. El sistema GOAT-ghrelina parece ser un sensor de nutrientes que envía
señal al cerebro que alimentos ricos en calorías están disponibles, permitiendo
la optimización de nutrientes y señales de crecimiento. La acil ghrelina es
desacilada por esterasas plasmáticas y luego degradada por proteasas
plasmáticas y excretada en la orina.
La síntesis y secreción de la ghrelina
gástrica aumenta durante el ayuno y disminuyen durante la alimentación. Esta es
la razón por la que la ingesta crónica de dietas ricas en calorías, la ingesta
prolongada de grasas y la obesidad provocan una reducción de la producción y
secreción de gastrina, mientras un bajo aporte de proteínas aumenta
significativamente la ghrelina plasmática. Algunos estudios demuestran que la
secreción de ghrelina aumenta en respuesta a la estimulación de los nervios
simpáticos o la infusión de hormonas adrenérgicas, mientras la SS inhibe la
secreción de ghrelina. Las hormonas adrenérgicas estimulan la liberación de
ghrelina actuando directamente sobre los receptores β1 de las células que
producen ghrelina en el estómago, las cuales son especialmente ricas en este
tipo de receptores adrenérgicos.
Además del sistema nervioso autónomo,
algunas hormonas y factores metabólicos contribuyen a la producción de ghrelina
gástrica. Por ejemplo, la HC ejerce un efecto de retroalimentación negativa
sobre la producción y secreción de
ghrelina. La insulina afecta la producción de ghrelina, el blanco de rapamicina
de mamíferos (mTOR) está involucrado en los cambios metabólicos en varios
tejidos después de la secreción postprandial de insulina y la mayoría de
células productoras de ghrelina expresan componentes de la ruta de
señalización mTOR. Por el contrario, los
niveles fisiológicos de ghrelina alteran
las funciones de las células β de los islotes pancreáticos, inhibiendo la
secreción de insulina. Este efecto inhibidor depende principalmente de la
estimulación de la producción pancreática de SS. Otra hormona importante, como
el cortisol, ejerce un efecto positivo sobre la secreción de ghrelina. En el
caso del glucagón, está demostrado que induce una significativa disminución de
la secreción de ghrelina. Este efecto es suprimido cuando hay una lesión en el
eje hipotálamo-hipófisis, lo cual sugiere que el efecto inhibidor del glucagón
es ejercido a nivel hipotálamo-hipófisis, posiblemente induciendo la liberación de SS en el hipotálamo. Sin
embargo, otro estudio reporta que el glucagón puede participar en el pico
pre-prandial de ghrelina porque estimula la transcripción del gen ghrelina. La
leptina es otra hormona involucrada en el control de la liberación de ghrelina.
La leptina reduce significativamente los niveles plasmáticos de ghrelina y
disminuye la ingesta de alimentos. Los datos de varios estudios indican que la
concentración plasmática de IGF-I es un determinante significativo de la
concentración plasmática de ghrelina, con una correlación negativa entre ellos. Esto es, los bajos
niveles plasmáticos de IGF-I inducen la síntesis de ghrelina, mientras a su vez
la ghrelina disminuye los niveles plasmáticos de IGF-I.
El efecto de la acil ghrelina sobre la
secreción de HC en la hipófisis ocurre tanto centralmente como directamente
sobre las células somatotropas de la hipófisis. A nivel central, la ghrelina es
expresada en muchas neuronas que producen GHRH y facilita la liberación de GHRH
antagonizando el efecto inhibidor de la SS sobre esta secreción. En la
hipófisis, la acil ghrelina tiene un efecto directo sobre la secreción de HC.
La expresión de ghrelina ha sido detectada en las células somatotropas de la
hipófisis, lo cual sugiere un efecto paracrino de este péptido sobre la
secreción de HC. Otro efecto de la ghrelina sobre la secreción de la HC deriva
de sus efectos inhibidores sobre el IGF-I plasmático. Dado que el IGF-1inhibe
directamente la secreción de HC en las células somatotropas e indirectamente
activando la SS hipotalámica, esta acción de la ghrelina contribuye
positivamente a la secreción de HC en la hipófisis. Por otra parte, aunque la
secreción de ghrelina gástrica disminuye con la edad, como ocurre con la HC, el
receptor de ghrelina en la hipófisis no experimenta esta disminución y la
respuesta de la HC a la ghrelina se observa en la vejez.
Kloto es una proteína transmembrana con
muchas funciones en el cuerpo humano, incluyendo un importante rol en el
control de la secreción de HC. La proteína kloto fue identificada en 1997 como
un agente anti-envejecimiento. Inicialmente, kloto fue identificada en los túbulos
distales del riñón y el plexo coroideo del cerebro, pero actualmente se ha
encontrado en muchos tejidos, incluyendo gónadas e hipófisis. Esto puede
explicar su rol no solo en el control de la secreción de HC sino también en
procesos patológicos como arterioesclerosis y muchos procesos fisiológicos en
humanos sanos. La proteína kloto es una hormona circulante que se puede encontrar
en fluidos corporales, incluyendo sangre y líquido cerebroespinal.
La región extracelular de kloto contiene dos
dominios homólogos, KL1 y KL2, los cuales pueden ser separados de la superficie
celular. El clivaje de kloto ocurre en el dominio extracelular por arriba de la
membrana plasmática (corte α) o entre los dominios KL1 y KL2 (corte β),
resultando en una proteína soluble de longitud completa o en los fragmentos KL1
y KL2. Estos clivajes diferentes son llevados a cabo por proteasas, incluyendo
una desintegrina y metaloproteinasa (ADAM 10 y ADAM 17), principal responsable
del corte α en células renales. Después de su liberación de la membrana
celular, la kloto soluble circulante ejerce sus efectos biológicos en muchos
órganos y tejidos. No hay un receptor conocido para kloto soluble, pero si un
correceptor formado por kloto, receptor de factor de crecimiento de fibroblastos
(FGFR) y FGF23, indicando que la kloto separada de la superficie celular es una proteína activa
dependiente de enzima. Entonces, kloto es un cofactor esencial para la unión de
FGF23 a su receptor.
Hasta el presente no se ha establecido
claramente como es regulada la secreción de kloto, aunque el hecho que los
riñones sean la principal fuente de kloto sugiere que hormonas y factores
involucrados en la homeostasis mineral juegan un rol en esta regulación. Este es el caso de la adiponectina, una hormona
que reduce la secreción renal de kloto. La adiponectina sensibiliza los tejidos
a la acción de la insulina y la insulina estimula el rompimiento y liberación
del dominio extracelular de kloto. Similar a la insulina, el IGF-I parece que
también estimula la secreción de kloto, mientras kloto inhibe la señal
insulina/IGF-I y la activación de los receptores de ambas hormonas.
El mecanismo por el cual kloto induce la
secreción de HC involucra la fosforilación de ERK1/2. La inhibición de la
activación de la ruta ERK1/2 provoca la
abolición de la liberación de HC inducida por kloto en la hipófisis normal. Los
niveles plasmáticos de kloto disminuyen en niños y adultos con deficiencia de
HC no tratada, pero aumentan durante el tratamiento con HC. Esto ha sido
asociado con un incremento en los niveles plasmáticos de IGF-I dependiente de
la activación de la ruta Akt-mTOR. Kloto es expresada en adenomas de la
hipófisis y su expresión es mayor en los adenomas no secretores de HC que en
los adenomas secretores de HC, sugiriendo que las células de la hipófisis que
no secretan HC son capaces de producir kloto.
En 2006, un estudio describió a la
nesfatina-1 como un péptido del hipotálamo y el tallo cerebral cuya expresión
disminuía durante el ayuno, sugiriendo un rol para este péptido en el balance
energético. Otros estudios usando RT-PCR demostraron que la nesfatina-1 es
expresada en varias áreas del cerebro involucradas en la regulación metabólica
y la conducta alimenticia. La nesfatina-1 también es expresada en el tejido
adiposo y ha sido encontrada en suero. En 2019, fueron reportados dos péptidos
unidos a ADN y calcio llamados nucleobindinas (NUCB1 y NUCB2), involucrados en
muchos procesos fisiológicos como reguladores multifuncionales de la biología
celular, incluyendo la activación de la señal de proteína G. Estos NUCB dan
origen a péptidos más pequeños llamados nesfatina-1 y péptido similar a
nesfatina-1 que muestra 76,6% de la secuencia de aminoácidos de la nesfatina-1.
La amplia distribución de nesfatina-1 en el cerebro indica que este péptido también ejerce
efectos endocrinos y autónomos sobre el gasto de energía. Por ejemplo, actúa
como péptido contrarregulador que inhibe los efectos orexigénicos de la
ghrelina, actuando como señal que suprime la ingesta de alimentos y modula la
homeostasis energética. Adicionalmente, se ha encontrado que la nesfatina-1 se
co-localiza con hormonas neuroendocrinas incluyendo GHRH o SS, entre
otras. La nesfatina-1 actuando como
neurohormona modula la función de glándulas endocrinas como páncreas, gónadas e
hipófisis a través de receptores acoplados a proteína G.
En relación con sus efectos sobre la
síntesis de HC en la hipófisis, la acción de la nesfatina-1 es inhibidora,
reduce la expresión del factor de transcripción pit-1 y por tanto la del gen gh a través de la
regulación negativa de la ruta de señalización cAMP/PKA/CREB y también bloquea
el efecto estimulador de la ghrelina sobre la secreción de HC en la hipófisis,
aunque su significado fisiológico, por ejemplo en humanos, no ha sido
establecido. En estos efectos inhibidores, la nesfatina-1, aunque se
co-localiza con SS, parece actuar de
manera paracrina e independiente de cualquier acción de la SS hipotalámica.
En conclusión, según el concepto
clásico, la producción y secreción de
HC por la hipófisis son reguladas por GHRH y SS. Este concepto cambia
radicalmente con la incorporación de tres factores hormonales periféricos:
ghrelina, kloto y nesfatina-1. Estos tres factores actúan básicamente a nivel
de la hipófisis, aunque uno de ellos, la ghrelina, también actúa en el
hipotálamo facilitando la liberación de GHRH y posiblemente inhibiendo la
liberación de SS. Dos de estos factores, ghrelina y nesfatina-1, están
involucrados en la regulación de la homeostasis energética, aunque con acciones
opuestas, mientras la ghrelina es una hormona del hambre que estimula el
apetito, la nesfatina-1 es una hormona de la saciedad que inhibe la acción orexigénica
de la ghrelina. Esto puede justificar el hecho que estas hormonas estén
involucradas en el control de la síntesis y secreción de HC, una hormona con
importantes acciones metabólicas, la cual es estimulada por la ghrelina e
inhibida por la nsfatina-1. El otro factor, kloto, es un agente
anti-envejecimiento cuya forma soluble circulante induce directamente la
secreción de HC a través de la ruta
ERK1/2 y suprimiendo el efecto inhibidor
que el IGF-1 ejerce sobre la secreción de HC. La expresión de kloto también ha
sido encontrada en la hipófisis donde posiblemente por un efecto paracrino
induce la síntesis y secreción de HC. El
amplio espectro de acciones que estos factores juegan en el cuerpo,
conjuntamente con las acciones de HC, refuerzan la idea que la HC es más que
una hormona de crecimiento.
Fuente: Devesa J
(2021). The complex world of regulation of pituitary growth hormone secretion:
the role of ghrelin, klotho, and nesfatins in it. Frontiers in Endocrinology
12: 636403.
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