Variaciones en las concentraciones de TSH
La hormona
estimulante de la tiroides (tirotropina, TSH) forma parte del eje
hipotálamo-hipófisis-tiroides (HHT), el cual está diseñado para responder
rápidamente a los cambios en el ambiente para mantener la homeostasis del
cuerpo. La TSH controla los niveles circulantes de tiroxina (T4) y,
parcialmente, los niveles de triyodotironina (T3) y los mantiene en un rango
normal. Es conocido también que los niveles de TSH pueden variar con el tiempo
en una persona. Los niveles de TSH reciben influencias, entre otros, de drogas,
enfermedades agudas y crónicas, la desnutrición, el reloj biológico, el
embarazo y otras hormonas como el cortisol. Sin embargo, la magnitud y la
importancia de la variación en los niveles de TSH en una persona no están
completamente claras. En consecuencia, la influencia de la variación en los
niveles de TSH sobre el diagnóstico y el estudio de algunas patologías generalmente es
subestimada.
La variación en los niveles de TSH puede ser
causada por factores biológicos y no biológicos. En una persona, la variación
de los niveles de TSH es causada por ritmos cuya duración varía de minutos a
años, incluyendo la secreción pulsátil, el ritmo circadiano, cambios mensuales
y estacionalidad. Más aún, los niveles
de TSH cambian con la edad, con niveles que en general son más altos a medida
que aumenta la edad. Independientemente del tiempo, la variación en TSH en una
persona también es causada, entre otros,
por medicación, enfermedad, anticuerpos TPO positivos e ingesta de yodo.
La TSH es secretada de una manera basal (no
pulsátil) y una manera pulsátil por la hipófisis anterior. La secreción de TSH
es regulada por control por retroalimentación por T3 y T4 de la glándula
tiroides conjuntamente con el control por la hormona liberadora de tirotropina
(TRH) del hipotálamo. Otras hormonas, incluyendo leptina, somatostatina y
dopamina influyen en la secreción de TSH. La frecuencia, el tamaño y la
duración de un pulso de secreción de TSH están determinados por la
interrelación de estas señales de regulación. En un estudio con 38 individuos
sanos, incluyendo 20 mujeres y 18 hombres, con una edad promedio de 41 años (rango, 25-64 años),
el número de pulsos promedio fue determinado como 16,7 por 24 horas, con una
masa promedio por pulso de 0,90 mU/l. El tiempo promedio antes que el
pulso alcanzara su máximo fue calculado
como 20 minutos. El componente rápido de
la vida media de TSH es de 17 a 26 minutos y el componente lento de la vida
media, el cual es afectado por el metabolismo irreversible y la eliminación de TSH es de 66 a 93 minutos. No se encontraron
diferencias entre hombres y mujeres.
El impacto más grande sobre las
concentraciones de TSH en suero se ha observado con el tiempo de toma de la
muestra, lo cual es causado por el ritmo circadiano de la TSH. En general se ha
observado que los niveles de TSH alcanzan un máximo entre la 02:00 y las 04:00
horas en individuos sanos. El mínimo (nadir) del ritmo circadiano de TSH ocurre
durante el día. En una población de individuos eutiroideos, los niveles
promedio de TSH difieren con la edad,
pero algunos estudios demuestran que el ritmo circadiano de TSH no
cambia con la edad. Por el contrario,
otros estudios reportan una disminución del pico nocturno de TSH en
adultos mayores en comparación con los individuos jóvenes controles y un cambio
del inicio de pulsos nocturnos de TSH con el aumento de edad. Por otra parte,
múltiples estudios demuestran que los
niveles de TSH son afectados por los
cambios de estación. En general, los niveles de TSH son más altos en los meses
fríos de invierno que durante las otras estaciones tanto en individuos
eutiroideos como en pacientes con enfermedad tiroidea, pero si el ritmo
circanual de las concentraciones TSH cambia con la edad no está claro.
Numerosos estudios han demostrado que los
niveles de TSH difieren con la edad, con niveles promedios que aumentan con el
incremento en la edad. En línea con el incremento en los niveles promedio de
TSH con la edad, también aumenta la prevalencia de hipotiroidismo subclínico,
el cual es definido como un elevado nivel de TSH que ocurre en conjunción con
una concentración de T4 libre en el rango normal. Los altos niveles de TSH
pueden ser beneficiosos para un envejecimiento saludable y la longevidad. Varios estudios apoyan la
hipótesis que la elevación de los niveles de TSH con el envejecimiento no necesariamente es desfavorable.
En la literatura hay abundante evidencia de la influencia de otros factores
en la variación de los niveles de TSH en una persona. Por ejemplo, varios
estudios reportan una asociación positiva entre anticuerpos peroxidasa tiroidea
(TPO) positivos y los niveles de TSH durante el embarazo. Una correlación
positiva También ha sido reportada entre los niveles de TSH y el índice de masa
corporal (IMC). El IMC se correlaciona positivamente con la secreción basal de
TSH en individuos sanos, pero no con la
secreción pulsátil o total de TSH y un IMC alto está asociado con un retardo en
el inicio del aumento nocturno de TSH. Por otra parte, los niveles de TSH
disminuyen significativamente 12 meses después de la pérdida de peso debida a
cirugía bariátrica.
La ingesta de yodo puede influir en los
niveles de TSH y una correlación positiva entre concentraciones de yodo en
orina y niveles de TSH ha sido reportada en algunos estudios. Por otra parte,
aunque la deficiencia de selenio está asociada con alteración de la función
tiroidea no hay evidencia de un efecto directo de la ingesta de selenio sobre
los niveles de TSH en individuos sin deficiencia de selenio severa. Otros
estudios demuestran que el tabaquismo está asociado con niveles bajos de TSH y
niveles modestamente elevados de T4 libre.
Los pacientes críticamente enfermos exhiben
disminución de las concentraciones en suero de hormonas tiroideas, pero con
niveles de TSH en el rango normal o ligeramente disminuidos, lo cual es
conocido como síndrome de enfermedad no tiroidea o síndrome del enfermo
eutiroideo. Muchas drogas pueden afectar la función tiroidea, incluyendo
glucocorticoides, litio, amiodarona y drogas antiepilépticas. Otros
xenobióticos como los disruptores endocrinos ambientales también tienen una
gran influencia sobre los parámetros y el metabolismo tiroideos.
Uno de los principales roles del eje HHT es
responder a los cambios ambientales para mantener la homeostasis. La TSH juega un rol clave en este sistema, el cual
es responsable de mantener los niveles circulantes de hormonas tiroideas en los
rangos normales. La TSH responde a diferentes estresores, incluyendo
inflamación y disruptores endocrinos ambientales. Para responder rápidamente a
los cambios en el ambiente, la TSH es secretada de manera pulsátil y su vida
media es relativamente corta (17 a 93 minutos). No se conoce si T3 y T4 son
secretadas de manera pulsátil por la glándula tiroides. La vida media de T3 y
T4 es mucho más larga (0,75 y 6,7 días, respectivamente) que la de TSH. La T3
libre exhibe un menor ritmo circadiano y la T4 libre no exhibe ritmo
circadiano. Sin embargo, no está completamente claro porque la TSH fluctúa en
períodos de minutos, horas y meses mientras los niveles de T4 libre se
mantienen relativamente constantes en el tiempo. Una hipótesis podría ser que
la TSH afecta también diferentes mecanismos y procesos en el cuerpo humano, lo
cual podría explicar las distintas fluctuaciones en los niveles de TSH. En
línea con esta hipótesis, se han observado receptores de TSH localizados en
células T del timo y que la TSH, de manera independiente de hormonas tiroideas,
tiene una influencia sobre la maduración de estas células T.
Los mecanismos biológicos que subyacen a las
fluctuaciones diarias en los niveles de TSH están relacionados principalmente
con el reloj biológico localizado en el núcleo supraquiasmático (NSQ) del
hipotálamo. El reloj biológico influye directamente en el ritmo circadiano de
TSH, pero también se ha encontrado que el ritmo circadiano de TSH es
parcialmente determinado por el ritmo circadiano de cortisol, el cual depende
completamente del NSQ. Los ritmos circadianos de TSH y cortisol están fuera de
fase, la TSH tiene un aumento nocturno con un pico alrededor de las 02:00-04:00
horas y un nadir durante el día, mientras el cortisol tiene su pico temprano en
la mañana. El desfase entre los ritmos circadianos de TSH y cortisol puede ser
explicado por la influencia inhibidora del cortisol sobre las concentraciones
de TSH en suero. El reloj biológico también influye sobre el sistema nervioso
autónomo. Las diferencias en el tono simpático/parasimpático podrían provocar alteraciones
en la sensibilidad de órganos como la glándula tiroides. Aunque es especulativo, varios estudios han
sugerido que la glándula tiroides es menos sensible a la TSH durante la noche y
el invierno y, por tanto, se requieren mayores niveles de TSH para mantener
constantes los niveles de T4 libre. Por otra parte, numerosos potenciales
mecanismos podrían explicar los cambios circanuales en los niveles de TSH, con
la temperatura ambiental como la explicación más aparente. Un apoyo para el
efecto de la temperatura ambiental sobre los niveles de TSH son las
observaciones en osos. Un estudio en osos negros americanos demuestra que
la respuesta de la TSH a la administración de TRH fue
prolongada, retardada y exagerada durante la hibernación en invierno mientras
los niveles de T3 libre y T4 libre disminuyeron. Los estudios en animales
también indican que la duración del día, y posiblemente la melatonina, juegan
un rol en la variación estacional en los niveles de TSH.
Los mayores niveles de TSH en adultos
mayores en comparación con individuos jóvenes pueden ser explicados, a nivel de
población, por: (1) la supervivencia dependiente de edad de individuos con
elevados niveles de TSH o por (2) por efectos de la cohorte, pues las cohortes son expuestas a diferentes factores
ambientales que podrían influir en sus niveles de TSH. A nivel del organismo,
el incremento relacionado con la edad en los niveles de TSH puede ser causado
por: (1) disminución de la bioactividad de la TSH, (2) disminución de la
respuesta de la glándula tiroides a la estimulación por TSH, o (3) disminución de la sensibilidad de la
hipófisis y/o el hipotálamo a la
retroalimentación negativa de las hormonas tiroideas. La última hipótesis, sin
embargo, podría estar asociada con un incremento en los niveles de hormonas
tiroideas, lo cual no es apoyado por la literatura. La carencia de evidencia
para el incremento en los niveles de hormonas tiroideas podría ser explicada
por un aumento en el recambio de hormonas tiroideas en tejidos periféricos o un
mayor aclaramiento de hormonas tiroideas circulantes.
Los niveles de TSH en una persona fluctúan
con el tiempo, tanto en individuos eutiroideos como en la mayoría de pacientes
con desórdenes tiroideos. Si los clínicos no prestan atención a las
fluctuaciones en los niveles de TSH en un paciente, esto podría provocar un
infra -o sobre-diagnóstico y la prescripción inadecuada de medicación en el
paciente con enfermedad tiroidea. Considerar el aumento con la edad de los
niveles de TSH y la prevalencia de hipotiroidismo subclínico es especialmente importante para el
diagnóstico y seguimiento de pacientes adultos mayores. Es también importante para
la investigación científica clínica considerar las variaciones de los niveles de TSH con el tiempo, pues esto
podría causar heterogeneidad en los resultados de la investigación.
Los estudios de las variaciones de los
niveles de TSH en una misma persona y entre personas revelan que la variación en
una persona es más pequeña que la variación entre personas. Por tanto, un
pequeño cambio en el nivel de TSH en una población puede ser grande y hasta
potencialmente patológico para un individuo. Por otra parte, los modelos
matemáticos han demostrado que la relación entre TSH y T4 libre no es lineal
como se pensaba sino mucho más compleja, dinámica e individual.
En conclusión, los individuos eutiroideos y
la mayoría de pacientes con desórdenes tiroideos exhiben fluctuaciones en la
concentración de TSH en suero. La escala de estas fluctuaciones varía de
minutos a horas y de meses a años. Los
principales factores que contribuyen a las fluctuaciones de TSH en suero en una
persona incluyen a la secreción pulsátil,
el ritmo circadiano, la estacionalidad y el envejecimiento. En la práctica clínica y en la investigación
clínica, la variación en las concentraciones de TSH en suero en una persona a
menudo no es considerada. Si la fluctuación de TSH es alrededor del límite
superior del rango de referencia, estos cambios marginales podrían provocar el
diagnóstico de hipotiroidismo subclínico, especialmente en los adultos mayores.
Sin embargo, los elevados niveles de TSH pueden retornar a los niveles
eutiroideos en un corto período de tiempo sin intervención, lo cual puede ser
explicado por las diferentes fuentes de variación de los niveles de TSH. Por tanto, es recomendable considerar las fluctuaciones en los niveles de TSH y sus
potenciales mecanismos biológicos subyacentes en la práctica clínica y en las
investigaciones.
Fuente: van der
Spoel et al (2021). Within-person variation in serum thyrotropin
concentrations: main sources, potential underlying biological mechanisms, and
clinical implications. Frontiers in Endocrinology 12: 619568.
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