Acción de la vitamina D3 en el ovario
La deficiencia de
vitamina D3 (VD3) es reconocida como un problema global,
lo cual incrementa el riesgo de muchas enfermedades crónicas. El estatus de VD3
en el organismo depende de la exposición al sol, la ingesta de suplementos de
VD3, el estilo de vida y los factores genéticos. Es bien conocido
que la VD3 está involucrada predominantemente en la regulación de la
homeostasis de calcio y fosforo, y es crucial para la mineralización ósea. Sin
embargo, la literatura reciente también destaca otras acciones de la VD3 en el organismo
incluyendo una influencia sobre varios procesos fisiológicos y patológicos. Los
tejidos blanco clásicos de la VD3 son el intestino, los riñones y
los huesos. Entre los sitios no clásicos de acción de la VD3 están
los tejidos del tracto reproductivo femenino. El receptor de la VD3
(VDR) y las enzimas del metabolismo de la VD3 han sido identificados
en ovario, útero, trompas de Falopio, vagina y placenta de humano y animales,
confirmando el rol directo de la VD3 en estos órganos. Un creciente
número de trabajos científicos sugieren una correlación entre los bajo nivel de
VD3 y desórdenes metabólicos y endocrinos, disminución de la
fertilidad, síndrome de ovarios poliquísticos (PCOS), insuficiencia ovárica
prematura (IOP) y cáncer de ovario.
La principal fuente de VD3
circulante es la síntesis endógena en la piel por exposición a los rayos
ultravioleta B (UVB). Solamente una pequeña cantidad de VD3 deriva
de la dieta (pescado, aceite de hígado, leche y huevos) o suplementos. En los keratinocitos, el 7-dehidrocolesterol
es convertido en pre-vitamina D3 por los rayos UVB. A continuación,
la pre-vitamina D3 es isomerizada bajo la influencia de la energía termal del
cuerpo para formar una VD3 biológicamente inactiva (colecalciferol),
la cual es liberada por las membranas del keratinocito en el espacio
extracelular y luego en la sangre donde es transportada por proteínas ligadoras
de vitamina D (VDBP). En el hígado, tiene lugar la hidroxilación de
colecalciferol a 25-hidroxicalciferol (calcidiol, 25 (OH) D3) en
presencia de 25-hidroxilasas (CYP2R1, CYP27A1). Una segunda hidroxilación tiene
lugar en los riñones e involucra la acción de la enzima 1α-hidroxilasa, resultando en la forma
biológicamente activa de la VD3, 1,25-dihidroxicolecalciferol
(calcitriol, 1,25(OH)2D3). El calcidiol y el calcitriol
pueden ser degradados como resultado de
la hidroxilación por acción de la CYP24A1. La concentración de calcitriol
circulante en la sangre no es un indicador confiable del nivel de VD3 porque su
contenido y metabolismo son controlados por la hormona paratiroidea (PTH) y
depende de las concentraciones de calcio y fosforo, por lo que se considera al
calcidiol como un mejor indicador debido a su larga vida media y porque carece
de mecanismos reguladores de su nivel
circulante.
El efecto biológico del calcitriol sobre las
células blanco es mediado por el VDR, el cual
pertenece a la super familia de receptores de esteroides activados por
ligando y actúa como un factor de transcripción. El VDR está compuesto por un dominio
N-terminal corto, un dominio de unión a ADN, una región bisagra y un dominio
C-terminal α-hélice de unión a ligado. El calcitriol se une al dominio de unión
al ligando e induce la heterodimerización del VDR con el receptor de ácido
9-cis-retinoico (RXR). El complejo VDR-RXR es trasladado al núcleo y se une a los
elementos de respuesta a VD3 (VDRE) regulando la expresión de genes blanco. La
activación/inhibición de la transcripción requiere también el reclutamiento
de un amplio rango de co-reguladores.
Los estudios sobre la estructura del VDR han demostrado la presencia de dos
sitios de unión al ligando en el dominio C-terminal definidos como sitio
genómico y sitio alternativo. El primero de ellos inicia la respuesta genómica,
mientras el segundo sitio puede causar efectos genómicos y no genómicos. La
ruta de señalización final disparada después de la unión del ligando
(calcitriol o sus análogos sintéticos) al VDR también depende de la
localización del VDR en la célula. El receptor ha sido encontrado en
citoplasma/núcleo, mitocondrias y cavidades de la membrana celular (por
ejemplo, caveolas). El VDR localizado en caveolas dispara una respuesta celular
rápida a través de la activación de receptores asociados con proteínas G, fosfatasas, quinasas y canales
iónicos. Estudios reciente han demostrado que el calcitriol puede actuar también por
interacción con las proteínas MARRS (Membrane-Associated Rapid Response
Steroid) en las caveolas conjuntamente con el VDR. Este tipo de receptor de VD3
también es conocido como GPR58 (Glucose Responsive Protein, 58 kDa), ERp57 o
Erp60 (Endoplasmic Reticulum Protein 57/60 kDa) y Pdia3 (Protein Disulfide
Isomerase Family A, Member 3).
Un creciente número de trabajos sugiere que
la VD3 juega un rol
importante en la regulación de
los procesos ováricos que determinan la fertilidad. El potencial reproductivo
femenino es expresado como el número de folículos primarios en el ovario en el
nacimiento, conocido como la reserva ovárica. La reserva ovárica disminuye
durante la vida postnatal como resultado del reclutamiento de folículos
primarios en la foliculogénesis. Este proceso es controlado por factores de
crecimiento y hormonas, entre los cuales el más importante es la hormona
anti-Mülleriana (AMH), la cual es producida por células granulosas de los
folículos preantrales y antrales tempranos e inhibe el reclutamiento de
folículos, manteniendo la reserva ovárica. La influencia de la VD3
sobre la concentración de AMH y, por tanto, sobre la reserva ovárica ha sido
extensamente discutida. Un estudio con un grupo de mujeres premenopáusicas con
ciclos menstruales regulares demostró una correlación positiva entre la
concentración plasmática de calcidiol y AMH. El efecto de la VD3
sobre el nivel de AMH es debido probablemente a la presencia de la secuencia
VDRE en el promotor del gen AMH. Más aún, la deficiencia de calcidiol en el
líquido folicular se correlaciona con un incremento en la expresión del
transcripto para receptor de AMH tipo II (AMHR-II) en células granulosas
humanas. La VD3 también reduce la fosforilación de las proteínas
Smad 1/5/8 que contribuyen a la transducción de la señal del AMHR-II. Entonces,
la VD3 puede incrementar la síntesis de AMH, pero también modula su efecto
sobre las células foliculares regulando las rutas de señalización intracelular.
A pesar de la carencia de datos en la literatura que indiquen un rol directo de
la VD3 en el mantenimiento de la reserva ovárica, el efecto ejercido
sobre la AMH sugiere una acción sinérgica entre ambas hormonas.
El efecto de la VD3 sobre la
foliculogénesis fue demostrado por primera vez en estudios conducidos con
ratones Vdr- y Cyp27b1-knockout, los cuales mostraron incremento en el tejido
intersticial ovárico, débil desarrollo folicular y carencia de cuerpo lúteo
sugiriendo desórdenes ovulatorios. La influencia de la VD3 sobre el
desarrollo folicular in vitro ha sido estudiada en primates. Los folículos
pre-antrales fueron aislados y cultivados con concentración baja (25 pg/ml) y alta (100pg/ml) de
calcitriol. La dosis baja de calcitriol tuvo un efecto positivo sobre el
crecimiento del oocito y la supervivencia y desarrollo de los folículos
pre-antrales debido a un incremento en la sensibilidad a la hormona estimulante
del folículo (FSH). Sin embargo, después de alcanzar el estado antral, la dosis
alta de calcitriol fue más efectiva y promovió el crecimiento folicular. Estos
resultados demuestran que la VD3 afecta los estadios temprano y
tardío de la foliculogénesis y que este efecto es dosis-dependiente. El
crecimiento y desarrollo de los folículos ováricos están asociados con la
proliferación y diferenciación de las células granulosas. El efecto de la VD3
sobre la proliferación de las células granulosas es a través de la regulación
del estrés oxidativo y los cambios en la expresión de genes.
El ovario, además de la producción de
células germinales, sintetiza hormonas esteroides incluyendo progesterona,
andrógenos y estrógenos. Los estudios indican que la VD3 regula la
expresión y actividad de enzimas esteroidogénicas y que el efecto es
tejido-específico. Por ejemplo, en las células granulosas humanas, hay un
aumento en la expresión y actividad de la 3β-hidroxiesteroide deshidrogenasa
(3β-HSD) y un incremento en la producción de progesterona. Los estudios en
células granulosas humanas también revelan un efecto estimulador del calcitriol
sobre la producción de estradiol y estrona y sobre la expresión de la aromatasa
(CYP19A1), la cual convierte andrógenos en estrógenos. Estos resultados pueden
ser explicados por el hecho que el VDRE está presente en el promotor del gen
que codifica a la CYP19A1. El rol de la VD3 en la síntesis ovárica
de andrógenos no ha sido intensamente estudiada. Sin embargo, se ha observado
que la testosterona afecta la actividad transcripcional del VDR en células
granulosas inhibiendo la formación del complejo VDR-XRX.
El PCOS es una de las endocrinopatías más
comunes de mujeres en edad reproductiva y se caracteriza por la presencia de
quistes en los ovarios acompañados por desórdenes de la ovulación, ciclos
menstruales irregulares, hiperandrogenismo, niveles anormales de gonadotropinas,
trastornos metabólicos (hiperinsulinemia, resistencia a la insulina,
dislipidemia) e infertilidad. Estudios recientes demuestran un nivel reducido
de calcidiol en las mujeres con PCOS, sugiriendo una relación entre deficiencia
de VD3 y muchos de los síntomas del PCOS. La deficiencia de VD3
a menudo está asociada con alteraciones del metabolismo del calcio, lo cual
puede inhibir la maduración de folículos y la ovulación en las mujeres con
PCOS. El nivel disminuido de la VD3 circulante también reduce la
actividad y expresión de CYP19A1, lo cual afecta la conversión de andrógenos en
estrógenos. Un incremento en la concentración de andrógenos bloquea la
maduración folicular antes de la ovulación y provoca el desarrollo de quistes
en el ovario.
Uno de los trastornos metabólicos en 60-80%
de mujeres con PCOS es la resistencia a la insulina. La VD3
incrementa la síntesis y secreción de insulina y la expresión de su receptor
(IR). Adicionalmente, la VD3 incrementa la sensibilidad de las
células a la insulina inhibiendo la producción de citoquinas pro-inflamatorias.
El efecto directo de la VD3
sobre la secreción de insulina y por consiguiente sobre el metabolismo de la
glucosa es mediado vía VDR presente en las células β del páncreas. La secuencia
VDRE se encuentra en el promotor del gen que codifica a la insulina. Por otra
parte, el efecto indirecto de la VD3 sobre la sensibilidad de las
células a la insulina depende de la regulación del nivel intracelular de
calcio, el cual es necesario para una adecuada señal de insulina en los tejidos
insulino-dependientes (músculo esquelético y tejido adiposo). La resistencia a
la insulina resulta en elevadas concentraciones de glucosa, lo cual a su vez
puede modificar proteínas, lípidos y ácidos nucleicos en una ruta no enzimática
provocando la formación de AGE (Advanced Glycation End-products). Un incremento
en la concentración plasmática de AGE así como su acumulación en células
granulosas y tecales de folículos
ováricos, han sido observados en el PCOS. Estos compuestos se unen a su
receptor soluble (RAGE) e inducen la formación de especies reactivas de oxígeno
(ROS) y citoquinas con propiedades pro-inflamatorias. El rol de los AGE y sus
receptores en la patogénesis del PCOS está asociado principalmente con
trastornos del crecimiento folicular. Este efecto puede ser atenuado por el
calcitriol, el cual tiene propiedades anti-inflamatorias.
La IOP es definida como la pérdida de la
función ovárica antes de los 40 años de edad. La IOP se caracteriza por la
depleción prematura de la reserva ovárica debido a daño autoinmune o
predisposición genética. Los síntomas de la IOP incluyen amenorrea, altos
niveles de gonadotropinas, bajos niveles de estradiol así como también
disminución de la concentración de AMH
en el plasma. La investigación en una población de mujeres con IOP demostró una
correlación negativa entre deficiencia de VD3 y nivel de FSH. Por
otra parte, algunos estudios sugieren que la deficiencia de VD3
puede disminuir el nivel de AMH, lo cual a su vez provoca un incremento en la
concentración de FSH y, como consecuencia, el desarrollo de IOP.
Los estudios epidemiológicos demuestran que
la ocurrencia de cáncer de ovario se correlaciona inversamente con la
exposición a la radiación UVB, la cual es necesaria para la síntesis de VD3
en la piel. El análisis de las concentraciones plasmáticas de calcidiol en pacientes
con cáncer de ovario demuestra que son significativamente más bajas (<20
ng/ml) que en los grupos controles. Adicionalmente, un grupo de pacientes con
nivel de calcidiol por debajo de 10 ng/ml, estadísticamente, presentó menor
tasa de supervivencia. Estos resultados sugieren que la deficiencia de VD3
puede tener un mayor impacto en las pacientes con canceres más agresivos. Por
otra parte, los polimorfismos del gen VDR incrementan el riesgo de cáncer de
ovario. El más común es el polimorfismo del nucleótido Fok1 localizado en el
extremo 5´, el cual provoca la síntesis de VDR con una secuencia de aminoácidos
más larga. Los polimorfismos BsmI, ApaI y TaqI localizados en el extremo 3´ no
afectan la síntesis de la proteína VDR funcional, pero regulan la estabilidad
del mARN del VDR.
El mecanismo anti-tumor de la acción de VD3
involucra la inhibición de la proliferación celular afectando a las proteínas
reguladoras (p21, p27, ciclinas) del
ciclo celular. Adicionalmente, la VD3 induce la inhibición del ciclo
celular en las fases G2/M y la muerte de células de cáncer de ovario a través
del incremento de la expresión del mARN de la proteína GADD45α. Otras
investigaciones indican que la VD3 inhibe la angiogénesis y
metástasis del cáncer de ovario. La VD3 también afecta el
metabolismo de glucosa y ácidos grasos en las células cancerosas. Sin embargo,
varios estudios confirman que la administración de VD3 o sus
análogos no es un método efectivo de tratamiento del cáncer de ovario, aunque
la suplementación adecuada de VD3 puede reducir el riesgo de la
enfermedad.
En conclusión, numerosos datos
epidemiológicos y los resultados de estudios en animales confirman que la VD3
juega un rol clave en la función del ovario. El rol de la VD3 sobre
el tracto reproductivo femenino ha sido extensamente investigado porque su
receptor VDR es abundante en los órganos reproductivos, incluyendo el ovario.
El ovario, además de expresar el VDR, es un sitio extrarrenal del metabolismo
de la VD3. La VD3 tiene un efecto positivo sobre la
foliculogénesis y el mantenimiento de la reserva ovárica, y también estimula la
esteroidogénesis. Hay un creciente consenso que el problema global con la
deficiencia de VD3 entre las mujeres contribuye a las complicaciones
reproductivas. La deficiencia de VD3 ha sido asociada con PCOS, IOP
y cáncer de ovario. Por tanto, la suplementación adecuada de VD3
representa una gran oportunidad para el tratamiento de las patologías del
ovario.
Fuente: Grzesiak M
(2020). Vitamin D3 action within the ovario - an updated review.
Physiological Research 69: 371-378.
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