Adiponectina y sistema reproductivo femenino
El tejido adiposo
es un órgano endocrino y un factor activo en la regulación del metabolismo
energético. Es la fuente de numeroso péptidos bioactivos llamados adipoquinas,
los cuales pueden actuar en los niveles
autocrino/paracrino y endocrino. La adiponectina pertenece a la familia
adipoquina e inicialmente fue considerada como una hormona producida
exclusivamente por el tejido adiposo blanco (TAB). Sin embargo, estudios
posteriores han demostrado que la adiponectina es producida y secretada también
en otros tejidos, incluyendo músculo esquelético, corazón, hipotálamo,
hipófisis, ovario, útero y placenta. La expresión de adiponectina y sus
receptores ha sido identificada en los órganos reproductivos de varias
especies, incluyendo ratas, ratones, cerdos y humanos, lo cual sugiere un
potencial rol de esta hormona en las funciones del sistema reproductivo.
La adiponectina es una proteína de 244
aminoácidos con un peso molecular de 30 kDa. La hormona contiene cuatro
dominios: la secuencia señal amino-terminal, una región variable no conservada,
un dominio colagenoso y un dominio carboxilo-terminal globular. La adiponectina
circula en el plasma en tres fracciones principales: trímero (bajo peso
molecular, LMW), hexámero (peso molecular medio, MMW) y multímero que contiene
12 a 18 moléculas de adiponectina (alto peso molecular, HMW). Una cuarta
fracción de la adipoquina es formada por clivaje proteolítico de la hormona de
longitud completa. En el plasma, la adiponectina corresponde aproximadamente al
0,01% del total de proteínas circulantes,
su concentración estimada en humanos es de 3 a 30 µg/ml y es sexo dependiente.
Las concentraciones fisiológicas de la adipoquina son mayores en mujeres
(12,5±0,3 µg/ml) que en hombres (8,7±0,3 µg/ml). Más aún, en varones prepuberales,
las concentraciones de adiponectina son significativamente menores (5,6±0,5
µg/ml) que en las hembras de la misma edad (7,1±0,5 µg/ml), lo cual sugiere que
la concentración plasmática de adiponectina puede ser dependiente de la concentración de andrógenos. A pesar del
hecho que la adiponectina es producida principalmente por el TAB, su
concentración plasmática se correlaciona inversamente con el índice de masa
corporal y la masa total de TAB.
La
adiponectina es conocida por su rol en
el control del metabolismo y la sensibilización de los tejidos a la acción de
la insulina. En el hígado, la adiponectina promueve el transporte de glucosa,
inhibe la gluconeogénesis, activa la oxidación de ácidos grasos y aumenta la
sensibilidad a la insulina promoviendo la fosforilación del receptor de
insulina. En el TAB, la adiponectina promueve la captación de glucosa, basal y
estimulada por insulina, y regula el metabolismo de lípidos inhibiendo la
lipólisis. La adiponectina también es conocida por sus propiedades
anti-inflamatorias, puede atenuar el proceso inflamatorio en diferentes tipos
de tejidos. Las propiedades anti-aterogénesis y anticancerosas de la
adiponectina también han sido demostradas.
La expresión del gen –y la proteína-
adiponectina ha sido confirmada en el sistema reproductivo. En humanos, la
expresión de adiponectina ha sido detectada en endometrio, útero, trofoblasto y
en fetos de ratones y cerdos. En cerdos, la concentración de adiponectina en
plasma, así como la expresión de la hormona y sus receptores en ovario y útero
es dependiente de la fase del ciclo estral o el estado de gestación. En el
ovario porcino, la expresión de adiponectina aumenta durante la fase luteal del
ciclo estral, cuando se compara con la
fase folicular del ciclo. En el útero porcino, la mayor expresión de
adiponectina se observa en los días 14 a 16 y 2 a 3 del ciclo estral, en
endometrio y miometrio, respectivamente, mientras durante el período de
gestación temprana, en los días 15 a 16 de la gestación tanto en endometrio
como en miometrio. Estos datos indican que las acciones de la adiponectina
pueden ser dependientes del estatus hormonal del animal.
En el organismo, las acciones de la
adiponectina son mediadas por dos receptores distintos: receptor adiponectina tipo 1 (AdipoR1) y receptor
adiponectina tipo 2 (AdipoR2). En el ratón, adipoR1 y AdipoR2 exhiben 66,7 % de
homología. Los dos receptores son
proteínas integrales de membrana con siete dominios transmembrana, similares a
los receptores acoplados a proteína G. Sin embargo, el N-terminal de las
proteínas está localizado
internamente y el C-terminal
externamente, lo cual es opuesto a la topología de los receptores acoplados a
proteína G. La proteína AdipoR1 humana tiene 375 aminoácidos y un peso
molecular de 42,4 kDa. El gen AdipoR1 está localizado en el
cromosoma1p36.13q41. El receptor AdipoR1 tiene mayor afinidad por los trímeros
y el dominio globular de la adiponectina y es mayormente expresado en los
músculos esqueléticos. El AdipoR1 actúa vía AMP quinasa (AMPK) y proteína
quinasa activada por mitogeno (MAPK). La proteína AdipoR2 humana tiene 386
aminoácidos y un peso molecular de 48,3 kDa. Su gen está localizado en el
cromosoma 12p13.31. El AdipoR2 tiene mayor afinidad por las formas multiméricas
de la adiponectina y es altamente expresado en el hígado. El receptor AdipoR2
actúa primariamente a través de la ruta del receptor activado por proliferador
peroxisoma α (PPARα). Adicionalmente, se ha reportado la existencia de un tercer receptor de adiponectina,
T-caderina. Esta proteína es expresada principalmente en las células
endoteliales vasculares y músculos
lisos. La T-caderina se une a las adiponectinas MMW y HMW; sin embargo, no
tiene influencia sobre la señal celular de adiponectina, pues la T-caderina no
tiene dominio intracelular. La hipótesis propuesta indica que la T-caderina
actúa solamente como una proteína de unión a adiponectina. La expresión de los
AdipoR ha sido confirmada en todas las estructuras del eje hipotálamo-hipófisis-gónada
(HHG) de la mujer.
La expresión de receptores de adiponectina
en el hipotálamo ha sido confirmada en muchas especies, incluyendo humanos, roedores
y cerdos. En el hipotálamo humano, los AdipoR son expresados en hipotálamo lateral, núcleo arqueado (ARC) y
núcleo paraventricular (NPV). La expresión de la hormona adiponectina ha sido
confirmada en el hipotálamo humano, pero también puede derivar de la
circulación sanguínea. La hormona ha sido detectada en el líquido
cerebroespinal (LCE) de humanos, ratas y ratones. Las concentraciones de adiponectina en LCE son
mucho más bajas (0,1 %) que las concentraciones plasmáticas. En el LCE, la adiponectina
ocurre solamente en las formas LMW y MMW, con la contribución dominante de la
forma LMW, lo cual sugiere la incapacidad de los complejos de alto peso
molecular de atravesar la BHE.
La adiponectina, vía AdipoR1, aumenta la
actividad AMPK en el ARC, lo cual resulta en la estimulación de la ingesta de
alimentos y la disminución del gasto de energía. La segunda función de la
adiponectina en el hipotálamo es la regulación de la secreción de hormona
liberadora de gonadotropinas (GnRH). La adiponectina, vía activación de AMPK,
inhibe la secreción de GnRH y causa hiperpolarización del potencial de membrana
y reducción de la entrada de calcio. Más aún, la adiponectina, también a través
de la ruta AMPK, inhibe la transcripción del gen de kisspeptina 1 (KISS1), una
señal para liberación de GnRH. Estos hallazgos indican el potencial rol de la
adiponectina como regulador metabólico de las funciones reproductivas a través de su influencia sobre la liberación
de GnRH.
La expresión de adiponectina en la hipófisis
ha sido descrita en varias especies. En humanos, la expresión de adiponectina
se localiza principalmente en las células que producen hormona de crecimiento
(GH), hormona estimulante del folículo (FSH), hormona luteinizante (LH) y
hormona estimulante de la tiroides (TSH). La expresión de AdipoR también ha
sido confirmada en muchas especies, incluyendo humanos, ratas y cerdos. En el
humano, la expresión de AdipoR se localiza en células gonadotropas,
somatotropas y tirotropas, pero no en corticotropas o lactotropas. La expresión
de AdipoR en la hipófisis sugiere que la hormona puede regular el eje endocrino
central y participar en el control de la homeostasis metabólica. La
adiponectina producida localmente puede afectar la secreción de hormonas por la
hipófisis. La presencia de esta adipoquina resulta en la reducción de la
secreción de LH y FSH inducida por GnRH. En ratas, la adiponectina inhibe la
liberación de GH estimulada por grelina, pero tiene un efecto estimulador sobre
la secreción de ACTH. La presencia del sistema adiponectina en la hipófisis,
especialmente en las células gonadotropas y su influencia sobre la secreción de
LH y FSH, indica el importante rol de esta hormona en la regulación de las
funciones reproductivas en las ramas superiores del eje HHG, en respuesta al
estatus metabólico de la hembra.
En el ovario, la presencia de adiponectina
ha sido observada en células de la teca
interna (mujer), células de la teca interna, células granulosas, cuerpo lúteo y
oocito (ratas y vacas), células de la teca interna, células granulosas y cuerpo
lúteo (cerdos). A su vez, la expresión de AdipoR ha sido reportada en células
granulosas humanas, células foliculares y cuerpo lúteo de ratas y vacas y
células tecales, células granulosas y cuerpo lúteo de cerdos. Se postula que la adiponectina puede tener un
rol en el inicio de los cambios preovulatorios en el ovario y la modulación del
proceso de esteroidogénesis. La presencia
de adiponectina en células granulosas estimula la expresión de genes asociados
con la remodelación de los folículos ováricos, incluyendo ciclooxigenasa 2,
prostaglandina E sintetasa y factor de crecimiento del endotelio vascular. La
adiponectina afecta la liberación de estradiol (E2) y progesterona (P4) en
células foliculares y luteales,
respectivamente. En ratas, la adiponectina incrementa la producción de E2 y P4
cuando se combina con el factor de crecimiento similar a insulina-1 (IGF1). Más
aún, la adiponectina puede tener un rol en el proceso de maduración del oocito. AdipoR1 y AdipoR2 son
expresados en oocitos y células del cúmulus de folículos grandes y pequeños y
la adiponectina estimula la maduración meiótica de oocitos en ovarios de
bovino. Sin embargo, el rol de la adiponectina en la maduración de oocitos
puede diferir entre las especies. Las alteraciones en la concentración de
plasmática de adiponectina y su influencia en la esteroidogénesis ovárica han
sido relacionada con el síndrome de ovario poliquístico (PCOS). En las mujeres
con PCOS, la concentración de adiponectina en sangre es de 16 µg/ml,
aproximadamente 23,5% menos que en mujeres sanas (20 µg/ml). Otra
característica del PCOS es la diferencia en la relación de las formas de
adiponectina, los niveles plasmáticos de HMW son más bajos en las mujeres con
PCOS. La presencia de adiponectina y sus receptores durante los períodos del
ciclo estral indica el importante rol de
esta adipoquina en la regulación de la maduración del oocito, la formación y
actividad del cuerpo lúteo y su influencia en el proceso de esteroidogénesis.
El sistema adiponectina no solo influye en
las funciones reproductivas a nivel central del eje HHG, sino también
localmente a través de acciones en el tracto reproductivo. En las células
epiteliales del oviducto de rata, la expresión de adiponectina cambia a través
del ciclo estral, aumentando del proestro al estro. En el útero, la expresión
del sistema adiponectina ha sido reportada, entre otros, en células epiteliales
y estromales de endometrio humano, células epiteliales de glándulas uterinas de
ratón, miometrio y células epiteliales y estromales de conejo, así como también
endometrio, miometrio y trofoblasto de cerdo. El sistema adiponectina juega un
rol importante durante la gestación temprana, especialmente en la implantación.
La expresión de adiponectina y AdipoR ha sido reportada en trofoblasto y
embrioblasto de conejo y ratón, lo cual sugiere que durante el período de pre y
peri-implantación, la adiponectina puede estar involucrada en la interacción
entre la madre y el embrión.
La
adiponectina ejerce una acción moduladora sobre el proceso de esteroidogénesis
en el ovario. Por otra parte, hay
evidencia que el útero es una fuente alterna de hormonas esteroides y la
adiponectina puede modular no solo la esteroidogénesis ovárica sino también la
esteroidogénesis endometrial y miometrial. En estudios in vitro de tejido
uterino porcino, la adiponectina modula la expresión de genes de enzimas
involucradas en la síntesis de esteroides: StAR, CYP11A1 y HSD3β1
(3β-hidroxiesteroide deshidrogenasa). Más aún, la adiponectina modula la
síntesis de prostaglandinas en útero porcino. El efecto de esteroides y
prostaglandinas sobre la expresión del sistema adiponectina en endometrio y
miometrio depende grandemente del período de la gestación temprana. Por
ejemplo, E2 y P4 estimulan la expresión
de genes AdipoR durante el proceso de decidualización.
El sistema adiponectina tiene un rol en la
interacción madre-feto. Los elementos del sistema adiponectina han sido
detectados en embriones de cerdo y ratón durante el desarrollo de la pre-implantación.
La adiponectina puede promover el desarrollo del embrión al estadio de blastocisto en cerdos. Por otra parte, la
adiponectina ejerce un efecto anti-proliferativo sobre células de trofoblasto y
coriocarcinoma humano, lo cual sugiere que la hormona puede actuar como un
regulador de la proliferación de células trofoblásticas y, en consecuencia, del
curso de la implantación. La expresión de genes del sistema adiponectina ha
sido descrita en placenta de ratas y humanos. En la placenta, la adiponectina
juega un rol en la adaptación del metabolismo energético en la interfase
materno-fetal. En la placenta humana, el sistema adiponectina es regulado por
las citoquinas (incluyendo TNFα, IFN-γ e IL 6) y la leptina. A su vez, la
adiponectina aumenta la liberación de IL-1β, IL-6, TNF-α, PGE2 y PGF2α,
ejerciendo acciones anti-inflamatorias en la placenta humana. Estos hallazgos
sugieren la existencia de un asa de autoregulación entre citoquinas pro-inflamatorias
y adiponectina en la placenta, lo cual puede ser importante para el crecimiento
y funcionamiento de este órgano.
En conclusión, la adiponectina es una
hormona que pertenece al grupo de adipoquinas, agentes químicos derivados
principalmente del tejido adiposo blanco. La hormona juega roles importantes en
el organismo, pero la función más importante de la adiponectina es el control
del metabolismo energético. La presencia
de adiponectina y sus receptores en las estructuras responsables de la
regulación de las funciones reproductivas femeninas, como el eje hipotálamo-hipófisis-gónada,
indica que la adiponectina puede estar involucrada en la regulación de la
fertilidad femenina. La evidencia acumulada sugiere también que la acción de la
adiponectina es dependiente del estatus hormonal del animal durante el ciclo
menstrual/estral y la gestación.
Fuente: Dobrzyn K
et al (2018). Adiponectin: a new regulator of female reproductive system.
International Journal of Endocrinology, Article ID 7965071.
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