Apelina y fisiología reproductiva
Es bien conocido
que el tejido adiposo está implicado en
la secreción de varias hormonas como adiponectina, resistina, leptina,
visfatina y apelina llamadas adipoquinas “hormonas derivadas del tejido
adiposo”. Hay evidencia que el
incremento en la producción de adipoquinas puede tener una fuerte relación con
resistencia a la insulina, síndrome metabólico y obesidad. La apelina es un
péptido regulador, identificado como ligando endógeno del receptor apelina
llamado APJ. Recientemente, el sistema apelinérgico (apelina y APJ) ha sido
localizado en el eje hipotálamo-hipófisis-gónada (HHG) y la apelina ha sido
descrita como un factor beneficioso en el control de la reproducción femenina y masculina.
La apelina ha sido aislada de extractos de
estómago de bovino como un ligando
endógeno del receptor orfan APJ (proteína relacionada con el receptor
angiotensina AT1), el cual es un receptor acoplado a proteína G. La apelina humana
es codificada por el gen APLN localizado en el cromosoma Xq25-26. Este péptido
tiene un precursor preproapelina de 77 aminoácidos y existe en múltiples formas
moleculares con diferentes actividades biológicas. La preproapelina nativa,
como resultado de hidrólisis enzimática, es transformada en las formas activas:
apelina-36 (preproapelina-42-7), apelina-17 (preproapelina 61-77) y apelina-13
(preproapelina 65-77). La forma más corta de la apelina (apelina-13) tiene una
potencia biológica mucho mayor que la forma más larga (apelina-36) y ha sido
usada en experimentos in vitro e in vivo para investigar las funciones
fisiológicas de la apelina.
Adicionalmente, la pir-apelina-13 y la apelina -17 exhiben unión al
sitio catalítico de la enzima convertasa de angiotensina-2 (ACE2) y la ACE2
humana puede actuar sobre pir-apelina-13
y apelina-17. La pir-apelina-13 es una isoforma principal en tejidos humanos,
por ejemplo, en el tejido cardiaco de pacientes con enfermedad coronaria y la
concentración plasmática varía entre 7,7 y 23,3 pg/ml. Más aún, pir-apelina-13, apelina-13 y apelina-36
tienen similar eficacia y potencia en el tejido cardiovascular humano.
La región N-terminal de la apelina es rica
en aminoácidos hidrofóbicos, indicando que representa la secuencia señal
secretora, mientras la región C-terminal tiene una secuencia de 23 aminoácidos
y es crítica para la actividad biológica. Las preproapelinas de bovino, humano,
rata y ratón tienen 76-95% de homología. La forma endógena de estas proteínas
es un dímero unido por un enlace disulfuro. Las formas maduras de apelina no
tienen residuos cisteína y son proteínas monoméricas. Para la unión de la
apelina a su receptor es necesario un C-terminal de 13 aminoácidos, lo cual se
observa en la apelina-36 y la pir-apelina-13. La expresión de apelina ha sido
detectada en varios órganos y tejidos como estómago, cerebro, corazón, pulmón,
útero y ovario. Adicionalmente, la literatura documenta la localización de
apelina en el endotelio de arterias pequeñas en muchos órganos de la rata como
pulmón, bazo, hígado, páncreas y tejido adiposo. La expresión de apelina
aumenta durante la diferenciación de los adipocitos y su producción es regulada
por varios factores, incluyendo hormona de crecimiento, factor de necrosis tumoral
e insulina, los cuales incrementan la producción de apelina por los adipocitos.
La ruta de señalización de la apelina juega
un rol en la regulación central y periférica del sistema cardiovascular, como
presión arterial y flujo sanguíneo, en la ingesta de agua y alimento y
posiblemente en la función inmune. La apelina causa vasorelajación dependiente
del endotelio a través de la liberación de óxido nítrico e incrementa la contractilidad del miocardio. Más aún, la
apelina es un potente factor angiogénico que induce la proliferación y
migración de células endoteliales y el desarrollo de vasos sanguíneos. La
expresión del receptor APJ ha sido detectada en regiones del cerebro que son
críticas para el control de la homeostasis de fluidos. Los niveles de apelina y
APJ aumentan en tejido adiposo y plasma de sujetos obesos. Sin embargo, la
obesidad ha sido asociada con hiperinsulinemia, la cual puede ser la principal
causa del incremento en la expresión de apelina. Por otra parte, la apelina inhibe
la liberación de insulina. En ratones, la apelina inhibe la secreción de
insulina estimulada por glucosa, lo cual sugiere una relación con la
homeostasis de la glucosa. Por otra parte, los niveles plasmáticos de apelina
están relacionados con el estatus nutricional en ratones y humanos. El
tratamiento con apelina por 14 días en ratones regula la adiposidad e incrementa la expresión de proteína
desacopladora (UCP), lo que sugiere un rol de la apelina en el metabolismo
energético. Los datos de la literatura indican que la apelina tiene efectos
anti-inflamatorios sobre la liberación de los mediadores inflamatorios. La
apelina también inhibe la liberación de especies reactivas de oxígeno (ROS) en
los adipocitos y promueve la expresión de enzimas antioxidantes.
Adicionalmente, la apelina puede jugar un rol importante en el progreso de
tumores linfáticos.
El receptor APJ es codificado por el gen
APLNR (también conocido como AGTRL1, APJR, APJ y FLJ90771). El APJ es un
receptor acoplado a proteína G identificado en 1993 y su estructura muestra una
alta homología (40-50% en la región transmembrana) con el receptor de
angiotensina II tipo AT1, pero la angiotensina II no es capaz de unirse al APJ.
La localización de este gen se encuentra en los cromosomas 2E1 (ratones) y 3q24
(rata). La estructura y función del promotor del gen APJ humano no está
completamente clara. El APJ tiene una alta semejanza (90%) entre humanos, ratas y ratones y aproximadamente
50% entre humano, macaco, vaca y rana. El APJ, debido a las diferentes
afinidades por las isoformas de apelina, interactúa con la activación de muchas
rutas de señalización causando diversos efectos en el cuerpo. En los
experimentos iniciales, se observó que la
apelina-13 tiene un efecto estimulador sobre el cAMP por la unión del APJ a la
proteína Gi/o. El APJ también puede actuar a través de las proteínas Gαi1 y
Gαi2 para inhibir a la adenil ciclasa en ratas.
Adicionalmente, la apelina unida al APJ activa la fosforilación de la
fosfoinositido 3 quinasa (PI3K) y la proteína quinasa B (Akt), las cuales
juegan un importante rol en la proliferación celular o la apoptosis. La señal
APJ cambia el nivel de ROS y la apelina con el APJ puede estimular la
producción de catalasa e inhibir la producción de peróxido de hidrógeno y por
lo tanto proteger contra la hipertrofia cardiaca. Adicionalmente, la apelina al
reducir la producción de ROS y activar a la actina quinasa protege a las
neuronas de la muerte celular. Una forma de apelina, apelina-13, a través de la
fosforilación de la quinasa activada por 5´AMP (AMPK) disminuye el proceso de
apoptosis neuronal. Los estudios con ratones APJ “knockout” demuestran que la
apelina-13 al unirse con el APJ regula negativamente a la AMPK, lo cual
disminuye el proceso de lipólisis, la degradación hidrolítica de triglicéridos
a ácidos grasos y glicerol, en el tejido adiposo. La expresión de APJ ha sido
demostrada en varios tejidos incluyendo cerebro, ovario, riñón, páncreas, mama
y corazón. En humanos, la expresión de APJ es alta en el cerebro y el bazo y
ligeramente menor en el ovario y la placenta. Por el contrario, en ratas y
ratones la mayor expresión de APJ se observa en células cardiacas. La expresión
de APJ es regulada por muchos factores, por ejemplo, los estrógenos, la insulina, el cAMP y el estrés estimulan
significativamente la secreción de APJ por células del tejido adiposo.
El reciente descubrimiento de un nuevo
péptido endógeno como ligando de APJ, conocido como Elabela y Toddler, en
varias especies de vertebrados incluyendo humanos, ha sido involucrado en el
desarrollo temprano. Este péptido existe en múltiples isoformas endógenas. Los
estudios sobre activación de receptor revelan que el péptido toddler-21 actúa
uniéndose al APJ e induce la internalización del receptor. Los perfiles de
expresión de elabela/toddler y apelina son diferentes durante el desarrollo. En
particular, durante la gastrulación, elabela/toddler es altamente expresado,
mientras la expresión de apelina se mantiene baja. Sin embargo, después de este
período, la expresión de elabela/toddler cae bruscamente y los niveles de
apelina comienzan a aumentar. Estos hallazgos indican que elabela/toddler es un
ligando de APJ crítico durante el desarrollo cuya señal difiere
significativamente de la señal de la apelina. El ligando elabela/toddler actúa
en el corazón humano a través de una ruta de señalización dependiente de
proteína G y β-arrestina y en el corazón de la rata incrementa la
contractilidad cardiaca de una manera dependiente de ERK1/2.
El sistema nervioso central, especialmente
en hipotálamo e hipófisis, contiene sitios primarios de la acción de la
apelina. Las neuronas apelinérgicas tienen múltiples roles en el control de la
conducta, la liberación de hormonas por la hipófisis y los ritmos circadianos. La
expresión de apelina y APJ ha sido observada en el núcleo supraóptico (NSO) del hipotálamo y en las partes
magnocelular y parvocelular del núcleo paraventricular (NPV) en ratas. En el
hipotálamo, las fibras nerviosas apelinérgicas han sido detectadas en los
núcleos periventricular, supraquiasmático, ventromedial y dorsomedial y en
el área retroquiasmática. En el núcleo
arqueado (ARC) del hipotálamo, la apelina se localiza con propopiomelanocortina
(POMC) y neuropéptido Y (NPY). El receptor APJ está presente en las neuronas
POMC del ARC. El sistema apelina/APJ también ha sido detectado en hipófisis
anterior y posterior de la rata. La localización hipotalámica de la apelina
sugiere un rol en el control de la liberación de hormonas. En este contexto, la
apelina-17 incrementa significativamente la liberación basal de hormona
adrenocorticotrópica (ACTH) por la hipófisis anterior. Más aún, la apelina-17 incrementa
la liberación de hormona estimulante de melanocitos-α (MSH-α), lo que sugiere
que la apelina liberada somatodendriticamente o axonalmente por las neuronas
POMC puede estimular la liberación de MSH-α de una manera autocrina. En el hipotálamo, la apelina puede estar
involucrada en la ingesta de alimento. En ratas, la inyección intracerebroventricular
(icv) de apelina-13 incrementa la ingesta de alimento a través de la inhibición
de la expresión del transcripto regulado
por anfetamina y cocaína (CART) y la estimulación de la secreción de serotonina
a través del incremento en la expresión de orexina en el hipotálamo. En
ratones, la infusión crónica icv de apelina-13 incrementa la expresión de
factores proinflamatorios asociados con niveles plasmáticos elevados de
interleucina-1β (IL-1β). La apelina-13 también está involucrada en la supresión
de la autofagia de células neurales. Por otra parte, la apelina-13 disminuye
los niveles de prolactina (PRL), hormona luteinizante (LH) y hormona
estimulante del folículo (FSH). La administración icv de apelina produce un
efecto anticonceptivo mediado por el receptor APJ.
El sistema apelinérgico es expresado en el
ovario de muchas especies, incluyendo bovino, mono Rhesus, porcino y humano. La
expresión de APJ aumenta en las células tecales (CT) con el crecimiento del
folículo. Experimentos in vitro demuestran que varios factores regulan la expresión de apelina/APJ; por ejemplo, la progesterona
(P4) y la FSH estimulan la expresión de
APJ en células granulosas (CG), mientras la LH induce la expresión de apelina y
APJ en CT. En el ovario bovino, el nivel de expresión de apelina durante el
ciclo estral es significativamente mayor que durante la gestación. Más aún, el
nivel de apelina es alto durante el ciclo estral y disminuye después de la
regresión del cuerpo lúteo (CL), mientras en los folículos ováricos la
expresión de apelina/APJ es regulada al alza significativamente en los folículos
con una concentración de estradiol (E2) de más de 5ng/ml, lo cual sugiere que el
sistema apelina/APJ está involucrado en
el mecanismo de regulación de la angiogénesis durante la maduración folicular
así como también en la formación y función del CL. La localización de apelina
ha sido detectada en el citoplasma de células luteales en todos los estadios
del desarrollo del CL. El sistema apelina/APJ también ha sido identificado en
células de ovario humano, con los mayores niveles en CG en comparación con las
CT. La presencia de apelina/APJ en varias células del ovario y sus cambios durante
el desarrollo del folículo y el CL sugiere un rol de la apelina en el control
de varios aspectos de la función del ovario como la foliculogénesis, la
secreción de hormonas esteroides, la proliferación o la apoptosis.
Los estudios in vitro indican que la apelina
puede regular directamente la estroidogénesis en células ováricas. La apelina a
través de la activación del receptor APJ causa un incremento significativo en
la secreción de P4 y E2. Como mecanismo molecular de acción de la apelina en el proceso de
síntesis de hormonas esteroides, varios
autores consideran la activación de la proteína quinasa activada por mitogeno
(MAPK). En ovario de rata, la apelina estimula la proliferación de CG e inhibe
el proceso de apoptosis a través de la activación de la ruta Akt. En células de
ovario bovino, un estudio in vitro demuestra que la apelina estimula la
producción de P4 y la proliferación de estas células a través de la activación
de la Akt. Adicionalmente, los investigadores demostraron un efecto inhibidor
de la apelina sobre la maduración de oocitos y la liberación de P4 por células
del cúmulus, indicando el rol directo de
esta adipoquina en la maduración de oocitos. Otro estudio, también en ovario
bovino, sugiere un rol de la apelina en la atresia folicular inducida por
apoptosis de CG en concordancia con la
alta expresión del receptor APJ en los folículos atrésicos. La apelina
es también un regulador del proceso de luteolisis. En la mitad de la fase
luteal, se observa en el CL (sensible a
PGF2α) un incremento transitorio en el flujo sanguíneo asociado con la
estimulación de la sintetasa de óxido nítrico endotelial (eNOS), considerada como la primera señal del inicio
de la luteolisis. La apelina activa la producción de óxido nítrico que resulta
en la expansión de vasos sanguíneos.
Con relación a los efectos de la apelina en
la reproducción masculina, la infusión de apelina-13 en ratas machos suprime
significativamente la liberación de LH en comparación con un grupo control,
mientras los niveles de FSH no difieren significativamente. Más aún, los
niveles plasmáticos de testosterona en el grupo apelina-13 son
significativamente menores que en el grupo control. El examen histológico
demuestra que la infusión de apelina-13 disminuye significativamente el número
de células de Leydig, lo cual sugiere que la apelina puede jugar un rol en la
regulación central de la liberación de testosterona a través de la supresión de
la secreción de LH.
En conclusión, el sistema apelinérgico
(apelina/APJ) ha sido identificado en hipotálamo, hipófisis, ovario y testículo
de muchas especies y tiene efectos autocrinos y/o paracrinos sobre la
regulación de la reproducción femenina y
masculina. Los estudios recientes indican que la apelina tiene un efecto
inhibidor sobre la secreción de gonadotropinas y PRL en hembras, mientras en
ratas machos, se reporta un efecto inhibidor de la apelina sobre la secreción
de LH y testosterona. La apelina también
participa en la regulación directa de la fisiología del ovario, está claro que
la apelina tiene un efecto estimulador sobre la esteroidogénesis y la
proliferación celular y una acción inhibidora sobre la apoptosis celular a
través de la activación de varias proteínas quinasas como AMPK, ERK y Akt.
Fuente: Kurowska P
et al (2018). Apelin in reproductive physiology and pathology of different
species: A critical review. International Journal of Endocrinology Article
ID9170480.
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