Humanina, estrés oxidativo y enfermedades
cardiovasculares
El estrés
oxidativo está involucrado en la patogénesis de enfermedades cardiovasculares relacionadas con la edad (ECVE) como
ateroesclerosis, infarto de miocardio e insuficiencia cardiaca, contribuyendo a
la apoptosis, hipertrofia y fibrosis. La fosforilación oxidativa en las
mitocondrias es la principal fuente de especies reactivas de oxígeno (ROS). El
incremento en los niveles de ROS destruye el balance dinámico entre los
sistemas oxidativo y antioxidante, provocando daño por estrés oxidativo.
La humanina (HN) es un péptido endógeno
activo codificado por el ADN mitocondrial. Los resultados de estudios recientes
demuestran que la HN está relacionado con las ECVE: (1) el nivel de HN en suero
se correlaciona negativamente con la edad. (2) La HN reduce el daño por estrés
oxidativo inducido por H2O2 en células del miocardio
promoviendo la expresión de proteínas del sistema de defensa antioxidante e
inhibiendo la actividad de los complejos I y III de la cadena transportadora de
electrones. (3) La HN reduce la producción de ROS protegiendo a las células
endoteliales contra el daño por estrés oxidativo inducido por el metabolismo
anormal de glucolípidos. (4) La HN restaura la autofagia mediada por chaperona
(AMC) regulando a la proteína de shock térmico 90 (Hsp90) y disminuyendo la
producción de ROS, lo cual protege a cardiomiocitos y fibroblastos del daño por
estrés oxidativo. (5) La HN regula al alza la expresión de enzimas
antioxidantes, preservando la función cardiaca después de infarto de miocardio,
reduciendo la muerte celular y el área de infarto.
El ADN mitocondrial codifica péptidos
derivados de mitocondrias (PDM), incluyendo
HN, ORF mitocondrial de doce Sc (MOTS-c) y pequeños péptidos similares a
humanina 1-6. La HN fue descubierta en pacientes con enfermedad de Alzheimer
(EA). La HN suprime la muerte de neuronas sugiriendo que puede ser un candidato
a droga para EA. La HN es transcripta a partir de un ARN ribosomal mitocondrial
16S en el citoplasma, generando un péptido de 24 aminoácidos. Sin embargo, el
mARN de HN es traducido en un péptido de 21 aminoácidos en la mitocondria sin
los últimos tres aminoácidos de la HN citoplasmática. Ambas variantes contienen
los aminoácidos básicos en N-terminal y C-terminal con similares funciones. La
HN media una variedad de rutas de señalización intracelulares y extracelulares
y ha sido involucrada en múltiples funciones protectoras. Por ejemplo, inhibe la translocación de
proteínas pro-apoptosis como Bax, Bid y tBid en las mitocondrias uniéndose a
ellas. Más aún, la HN suprime la liberación de citocromo C y la formación de
cuerpos apoptóticos y, por tanto, inhibe
la apoptosis dependiente de mitocondria.
El aparato de Golgi y el retículo
endoplásmico son requeridos para la liberación de HN. La HN liberada se une a
dos clases de receptores en la membrana celular, el trímero compuesto por CNTFR,
WSX-1 y gp130, y la proteína similar al receptor del péptido formil 1 (FPRL1).
Después de la unión al receptor trímero, la HN activa: (1) la proteína quinasa
activada por AMP (AMPK), suprimiendo las rutas de señalización del blanco de
rapamicina de mamíferos (mTOR) y factor nuclear kappa B (NF-κB) y (2) la ruta
de señalización fosfoinositido 3-quinasa (PI3K)/protína quinasa B (AKT)-Janus
quinasa 2 (JAK2)/transductor de señal y activador de transcripción 3
(STAT3); (3) la HN inhibe las rutas de
señalización c-jun NH2 terminal quinasa (JNK)/p38 proteína quinasa activada por
mitogeno (MAPK), protegiendo las funciones celulares y mitocondriales. Más aún,
la HN activa al receptor FPRL1 y las quinasas reguladas por señal extracelular
(ERK1/2). La HN tiene muchas funciones protectoras, como anti-envejecimiento,
inhibición de la fibrosis en el miocardio, regulación de la homeostasis
mitocondrial, anti-inflamación, regulación del sistema redox y promoción de la
autofagia. La HN promueve la biogénesis mitocondrial y disminuye la expresión
del factor de necrosis tumoral alfa (TNFα), interleuquina (IL)-1β e IL-6 para inhibir
la inflamación. Adicionalmente, la HN tiene potencial en el tratamiento de la
diabetes mejorando la supervivencia de células β, promoviendo la secreción de
insulina y disminuyendo la resistencia a la insulina.
El estrés oxidativo contribuye al daño por
isquemia-reperfusión. La expresión de HN aumenta después del daño por
isquemia-reperfusión en ratones, indicando la asociación de la expresión de HN
con el estrés oxidativo. Los niveles de HN en sangre periférica son regulados
por el factor de crecimiento similar a insulina 1 (IGF-1) y la proteína de
unión a IGF (IGFBP). La IGFBP-3 es el principal componente de las IGFBP en
sangre periférica, con alta afinidad por la HN. La IGFBP-3 puede transportar HN
a través de la barrera hematoencefálica para reducir la producción de ROS y
proteger a las células nerviosas. La hormona de crecimiento regula a la baja
los niveles de HN en sangre periférica a través de la alta expresión de IGF-1.
Los estresores mitocondriales como drogas quimioterapéuticas pueden incrementar
la expresión de HN. Por el contrario, los factores anti-apoptosis disminuyen la
expresión de HN. Por tanto, en condiciones de estrés oxidativo, los niveles de
HN pueden ser regulados incrementando los niveles de IGFBP-3 o inhibiendo los
niveles de IGF-1.
La HN promueve la expresión de enzimas
antioxidantes que inhiben la producción de ROS, a través de rutas
intracelulares y/o extracelulares. A nivel intracelular, (1) la HN protege la
función mitocondrial inhibiendo los complejos I y III de la cadena
transportadora de electrones y disminuyendo la producción de ROS; (2) la HN
activa la ruta de señalización proteína asociada ECH similar a Kelch 1
(Keap1)/factor 2 relacionado con el factor nuclear eritroide 2 (Nrf2) y la
expresión de elementos de estrés antioxidantes de genes nucleares a través de
la transducción de señal reversa entre mitocondria y núcleo; (3) la HN activa
la AMC regulando a la proteína de shock térmico Hsp90 y disminuyendo la
producción de ROS, promoviendo la absorción de productos de oxidación y
reduciendo la producción de ROS. A nivel extracelular, la HN se une a
receptores en la membrana celular disparando rutas de señalización, como
JNK/p38 MAPK, AMPK y PI3K/AKT-JAK2/STAT3 promoviendo, por tanto, la autofagia,
reducción de la producción de ROS y protegiendo la función celular y
mitocondrial.
El Nrf2 es un regulador de la transcripción
sensible a redox que se encuentra en varios tipos de células. En condiciones
fisiológicas, la Keap1 promueve la ubiquitinización y degradación proteasomal
de Nrf2. En el estrés oxidativo, la conformación de Keap1 cambia por modificación
de cisteína sulfidril. Más aún, la degradación autofágica de Keap1 es promovida
por proteínas relacionadas con la autofagia, incrementando los niveles de Nrf2
libre en el citoplasma. El Nrf2, después de ser transferido al núcleo, se une a
elementos de respuesta antioxidantes aumentando la expresión de genes
antioxidantes. El incremento en la edad está asociado con disminución de la estabilidad
de Nrf2 y reducción de la capacidad antioxidante en el estrés oxidativo. En
condiciones fisiológicas, el N-terminal del factor activador de la transcripción asociado con estrés 1 (ATFS1)/factor
activador de la transcripción 5 (ATF5), el cual es un blanco de señal mitocondrial, media eficientemente
la importación de ATF5 en la mitocondria. Por el contrario, la eficiencia
mitocondrial de importación de ATF5 disminuye en el estrés oxidativo. El
C-terminal de ATSF-1/ATF5 actúa como señal de localización nuclear, aumentando
la importación de ATSF-1/ATF5 en el núcleo, lo cual promueve la expresión de
genes de enzimas antioxidantes en el núcleo, la síntesis de polipéptidos
mitocondriales y la recuperación de la función
mitocondrial.
La autofagia depende del catabolismo
lisosomal, el cual es uno de los procesos de degradación para productos del
estrés oxidativo. La autofagia se clasifica en macroautofagia, microautofagia y
AMC. En la AMC, la chaperona citoplasmática de shock térmico de 70 kDa (HSC70)
está involucrada en el reconocimiento de proteínas que contienen un dominio
pentapéptido, formando un complejo
sustrato-chaperona. Este complejo es reconocido por la proteína de membrana asociada a lisosoma
tipo 2A (LAMP-2A) contribuyendo a la transformación de LAMP-2 simple en un
complejo multimérico de translocación. La HSP90 en el lado citoplasmático de la
membrana lisosomal facilita la unión del sustrato, aumentando la estabilidad de
LAMP-2A en la transformación de la forma monomérica en multimérica. La
chaperona luminal, Lis-HSC70, contribuye al manejo de sustratos en los
lisosomas después de la formación del complejo de translocación. El estrés
oxidativo y la hipoxia son los estimuladores clásicos de la activación de la
AMC inducida por oxidación que remueve
proteínas oxidadas para restaurar la homeostasis celular. La alteración de AMC
provoca la acumulación de productos oxidativos, incrementando el daño por
estrés oxidativo. Sin embargo, la función de la AMC disminuye con la edad,
sugiriendo una asociación negativa entre envejecimiento y capacidad
antioxidante.
La HN es un activador endógeno de la AMC de
una manera dosis-dependiente. Cuando el estrés oxidativo es inducido, la HSC70
reconoce la proteína oxidada (sustrato), la transporta a la membrana lisosomal
y la une al receptor LAMP-2A en la membrana lisosomal. La HN endógena
localizada en el lado citoplasmático de la membrana lisosomal estabiliza la unión
del sustrato y el lisosoma a través de
la Hsp90. Con la ayuda de Lis-HSC70, el sustrato es transportado al cuerpo lisosomal
y la proteína oxidada es removida para mantener la estabilidad celular,
reduciendo, por tanto, el daño celular causado por el estrés oxidativo. La
catepsina D también está implicada en la degradación autofágica. La catepsina D
como un inhibidor de la restricción lisosomal intracelular es una proteasa y catepsina.
La Gli-14 HN restaura la actividad de catepsina D a través de FPLR-1, promueve
la degradación autofágica de lipoproteínas de baja densidad oxidadas (ox-LDL)
en células endoteliales, reduce el daño por estrés oxidativo inducido por ox-LDL en las células
endoteliales y disminuye la acumulación de lípidos y colesterol en las células
endoteliales.
La HN tiene efectos protectores contra una
variedad de enfermedades cardiovasculares, incluyendo ateroesclerosis, infarto
de miocardio, daño miocárdico por isquemia-reperfusión y envejecimiento
miocárdico. La ateroesclerosis es una enfermedad relacionada con la edad. La
disfunción endotelial contribuye a la ateroesclerosis y la HN mejora la
disfunción endotelial a través de la antioxidación porque: (1) la HN inhibe a
la NOX3 disminuyendo la producción mitocondrial de ROS; (2) el inflamasoma
NLRP3 activado por ROS mitocondriales provoca daño endotelial, pero la HN
inhibe la activación del inflamasoma NLRP3 activando la AMPK. La
hipercolesterolemia está involucrada en la ateroesclerosis porque la ox-LDL
infiltra el subendotelio para formar placas ateroscleróticas después del daño
de las células endoteliales. Sin embargo, la HN previene la progresión de placas ateroescleróticas en ratones
hipercolesterolémicos con deficiencia de alipopoproteína E (APOE) reduciendo el
nivel de nitrotirosina (NT) e incrementando la expresión de la sintetasa de
óxido nítrico endotelial (eNOS). La ox-LDL es formada por la oxidación de LDL
relacionada con ROS y promueve la formación y progresión de placas
ateroescleróticas incrementando la acumulación de lípidos y colesterol. La
ox-LDL incrementa la expresión de p62 y LCRII e inhibe la función de la
catepsina D. La HN inhibe la acumulación de lípidos y colesterol inducida por ox-LDL disminuyendo los niveles
de p62 y LCRII y restaurando la función de la catepsina D, reduciendo por tanto
la formación de placas ateroescleróticas. La lipoproteína de baja densidad
oxidada similar a lectina 1 (LOX-1) es el principal receptor involucrado en la
absorción de ox-LDL por las células endoteliales. La LOX-1 media la unión, internalización y la degradación proteolítica
de ox-LDL por las células endoteliales.
Los altos niveles de glucosa también están
implicados en la ateroesclerosis, provocando disfunción endotelial. Los altos
niveles de glucosa incrementan la producción de ROS, la expresión de factores
pro-inflamatorios (TNF-α e IL-1β) e inducen en
las células endoteliales la producción de molécula de adhesión a la
célula vascular 1 (VCAM1) y E-selectina
que median la adhesión de leucocitos circulantes al endotelio,
provocando el desarrollo de ateroesclerosis. El factor similar a Kruppel 2
(KLF2) está involucrado en la disfunción endotelial inducida por altos niveles
de glucosa. La HN regula al alza la expresión del gen KLF2, inhibiendo la
adhesión de monocitos a las células endoteliales.
El estrés oxidativo está involucrado en la
patogénesis del infarto de miocardio agudo y el daño por isquemia-reperfusión.
La HN protege a los cardiomiocitos de la apoptosis a través de la ruta
antioxidante, reduciendo el tamaño del infarto de miocardio y mejorando la
función cardiaca. La HN también reduce el área de necrosis del infarto de
miocardio y mejora la función cardiaca después del infarto a través de la
reducción de la producción de ROS, lo cual protege la función de las
mitocondrias miocárdicas. Por otra parte, la HN incrementa los niveles de GSH,
GPX y SOD revirtiendo el daño por isquemia-reperfusión en el miocardio. La HN
regula al alza la ruta Akt/glucógeno sintetasa quinasa-3β e inhibe la fibrosis
en ratones envejecidos. Nrf2 y Keap1 son necesarios para incrementar la
expresión de SOD, CAT, GPX y GSH. La HN puede promover la activación de Nrf2
inhibiendo la expresión de Keap1 durante el infarto de miocardio.
Adicionalmente, el nivel de HN en pacientes con enfermedad cardiaca coronaria
disminuye y el nivel de ácido láctico aumenta, sugiriendo que el efecto
protector de la HN en el sistema cardiovascular es a través del efecto
antioxidante. La HN se correlaciona positivamente con la función endotelial de
las arterias coronarias. La insuficiencia cardiaca es la complicación más común
del infarto de miocardio. La HN disminuye la tasa de incidencia de
insuficiencia cardiaca inhibiendo la hipertrofia miocárdica. La deficiencia de
endonucleasa G induce hipertrofia de los cardiomiocitos a través del incremento
en la producción de ROS. La HN inhibe la hipertrofia de cardiomiocitos inducida
por la deficiencia de endonucleasa G.
La HN reduce el estrés oxidativo a través de
varias rutas de señalización que interactúan una con otra y forman una red que
está relacionada con las ECVE. Un estudio reciente reporta que la deficiencia
de Nrf2 provoca envejecimiento del endotelio aórtico en humanos y ratones. El proceso de envejecimiento está
relacionado con la autofagia. La regulación al alza de Nrf2 por inhibición de
Keap 1 activa la autofagia e inhibe el envejecimiento. Más aún, la regulación
al alza de Keap 1 y la inhibición de Nrf2 provoca daño por estrés oxidativo y
envejecimiento de las células de músculo liso vascular. El Nrf2 inhibe la
fosforilación de JNK, estabiliza la integridad funcional mitocondrial y reduce
el daño por estrés oxidativo. Por otra parte, la activación de AMPK induce la
autofagia, inhibe el envejecimiento de cardiomiocitos y protege al miocardio
del estrés oxidativo. La AMPK activa la autofagia a través de la inhibición de
mTOR o UKL1 fosforilado, mientras activa al Nrf2 y protege al miocardio del
estrés oxidativo inducido por altos
niveles de glucosa. La AMPK también reduce el daño por estrés oxidativo
activando la ruta AKT2/Nrf2. La activación de la ruta PI3K/AKT por la AMPK
protege al miocardio del daño por isquemia-reperfusión. Adicionalmente, la
activación de la ruta de señalización JAK2/STAT3 inhibe la remodelación
ventricular después de infarto de miocardio y protege al corazón del daño por
isquemia-reperfusión. La ruta JAK2/STAT3 también inhibe la apoptosis de
cardiomiocitos activando la autofagia. La JNK es el regulador de la ruta
JAK2/STAT3. La inhibición de JNK activa la ruta JAK2/STAT3 y protege al miocardio del estrés oxidativo inducido por
altos niveles de ácidos grasos libres. La regulación al alza de la ruta p38
MAPK/JNK promueve la translocación de NF-κB al núcleo, induce envejecimiento y
agrava el daño miocárdico. La inhibición de p38 MAPK y la fosforilación de JNK
protegen al corazón del daño por estrés oxidativo en ratas envejecidas. La ruta
PI3K/AKT inhibe a mTOR y protege al miocardio del estrés oxidativo.
En conclusión, el estrés oxidativo está
involucrado en la patogénesis de ECVE como
ateroesclerosis, infarto de miocardio e insuficiencia cardiaca contribuyendo a
la apoptosis, hipertrofia y fibrosis. La fosforilación oxidativa en las
mitocondrias es la principal fuente de ROS. La evidencia reciente demuestra la
relación entre ECVE y HN, un péptido endógeno codificado por ADN mitocondrial.
La HN protege a cardiomiocitos, células endoteliales y fibroblastos del estrés
oxidativo y, por tanto, tiene un rol protector en ateroesclerosis, daño por
isquemia-reperfusión e insuficiencia cardiaca. Las rutas de señalización
relacionadas con los efectos de la HN incluyen Keap1/Nrf2, AMC, JNK/p38 MAPK,
AMPK y PI3K/JAK2/STAT3. La HN puede ser una droga candidata para el tratamiento
de ECVE reduciendo el estrés oxidativo.
Fuente: Cai H et
al (2021). Protective mechanism of humanin against oxidative stress in
aging-related cardiovascular diseases. Frontiers in Endocrinology 12:683151.
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