Regulación de la glucólisis por el HIF
La glucólisis, la
cual tiene lugar en el citoplasma, describe la conversión anaeróbica de una
molécula de glucosa en dos moléculas de piruvato. El metabolismo de la glucosa
es activado a través de la actividad independiente de oxígeno de diez enzimas
metabólicas que comprende la ruta glucolítica que resulta en la generación de
equivalentes energéticos bioquímicos en la forma de adenosina trifosfato (ATP),
la reducción concomitante de nicotinamida adenosina dinucleotido (NAD) a NADH y
la generación de piruvato. En presencia de niveles suficientes de oxígeno
molecular (O2), el piruvato generado es metabolizado en la
mitocondria por el ciclo de ácidos tricarboxílicos (TCA) que proporciona
electrones a la cadena transportadora de electrones (ETC) para generar 36
moléculas de ATP por cada molécula de glucosa que entra a la ruta glucolítica.
En condiciones de estado estacionario, las actividades combinadas de la
glucolisis, el ciclo TCA y la ETC usualmente resultan en la generación de
niveles suficientes de ATP para los
requerimientos energéticos de las células, los tejidos y el organismo, y por
tanto para el mantenimiento de la homeostasis.
En las células de mamíferos, la captación de
glucosa es activada por dos mecanismos: el transporte activo de glucosa como
ocurre en las células epiteliales del intestino delgado a través de
transportadores de glucosa dependientes de sodio (SGLT), o alternativamente,
vía difusión facultativa a través de transportadores de glucosa (GLUT)
localizados en la membrana celular de múltiples tipos de células. Una vez en el
interior de la célula, la glucosa es oxidada a una tasa definida por las
enzimas limitantes de la glucólisis. Estas enzimas: hexoquinasa,
fosfofructoquinasa (PFK) y piruvato quinasa son reguladas alostéricamente y
tienen roles importantes en la regulación del flujo glucolítico.
En condiciones donde la demanda de oxígeno
por un tejido excede al aporte (hipoxia), las células reducen la fosforilación
oxidativa (OXPHOS) mitocondrial dependiente de O2 y usan
preferencialmente la ruta glucolítica independiente de O2 para la
mantener una producción de suficiente ATP para satisfacer los requerimientos
bio-energéticos. Este “switch” metabólico en respuesta a la hipoxia es iniciado
por el control alostérico de las enzimas glucolíticas por el ATP. En
condiciones de hipoxia, donde la OXPHOS es inhibida se produce un bajo nivel de
ATP, lo cual disminuye la relación ATP/AMP (adenosina monofosfato). Esta
reducción en la carga energética reduce la inhibición alostérica del ATP sobre
la PFK. La PFK activada utiliza ATP para producir fructosa1,6-bifosfato y
promover el flujo a través de la ruta glucolítica. El ATP inhibe alostéricamente
a la piruvato quinasa para reducir la tasa de glucólisis cuando la carga de
energía es alta. Por tanto, bajo condiciones de hipoxia, la reducción en la
carga de energía disminuye la inhibición alostérica del ATP sobre la piruvato quinasa, lo cual resulta en
la generación de piruvato a partir de fosfoenolpiruvato. La piruvato quinasa
también es activada por fructosa-1,6-bifosfato para promover el flujo completo
a través de la ruta glucolítica.
La regulación alostérica de la glucólisis
bajo condiciones de hipoxia es seguida por la regulación transcripcional al
alza de transportadores de glucosa y enzimas glucolíticas por el factor inducible por hipoxia (HIF). Esta regulación
de enzimas glucolíticas permite un incremento en el flujo a través de la ruta
glucolítica y mantener la producción celular de ATP bajo condiciones de
hipoxia. Cuando el balance de oxígeno (y la relación ATP/AMP) es restaurado,
las células usualmente pueden revertir su estrategia metabólica primaria a la
OXPHOS, un fenómeno conocido como efecto Pasteur. Mientras este incremento en
el flujo glucolítico es beneficioso para la supervivencia de la célula durante
la hipoxia, los mecanismos que incrementan este flujo pueden ser manipulados
por las células cancerosas para promover su supervivencia aun en presencia de
niveles suficientes de O2 (conocido como glucólisis aeróbica o
efecto Warburg). Por tanto, los mecanismos centrales que median este “switch”
metabólico son de mucha importancia en la salud y en la enfermedad. Hasta el
presente, han sido descritos múltiples mecanismos como reguladores de la
glucólisis bajo condiciones de hipoxia, incluyendo aquellos dependientes de las
acciones de la ruta HIF, la ruta
PI3K/AKT y la modificación post-translacional de enzimas glucolíticas, entre
otros.
El HIF es una proteína heterodimérica que
consiste en una subunidad α sensible al O2 (HIF-1α, HIF-2α, HIF-3α)
y una subunidad β expresada constitutivamente (HIF-1β/ARNT (Aryl hidrocarbon
receptor nuclear translocator). De los tres homólogos identificados en animales
superiores, el HIF-1α es el responsable de regular la glucólisis en condiciones
de hipoxia. En presencia de niveles suficientes de O2 (normoxia), el
HIF-1α tiene una vida media corta, estimada en 5-10 minutos. En condiciones
normóxicas, la proteína HIF-1α es
rápidamente degradada como resultado de la hidroxilación dependiente de O2
en los residuos prolina (Pro402 y Pro564) de la subunidad
α. Esta hidroxilación la llevan a cabo miembros de la familia del dominio
prolil hidroxilasa (PHD), de los cuales tres isoformas han sido caracterizadas
en células de mamíferos. La hidroxilación del HIF-1α promueve su unión a la
proteína von Hippel-Lindau (VHL), un componente del complejo E3 ubiquitina
ligasa, el cual permite la poliubiquitinización
y posterior degradación proteosomal de la subunidad α. El HIF-1α también
es hidroxilado por el factor inhibidor de HIF (FIH) en el residuo asparagina
(Asn803) del dominio de activación transcripcional del C-terminal para impedir la activación
transcripcional del HIF en condiciones de normoxia a través de la inhibición de
la unión con la proteína de unión al elemento de respuesta del coactivador AMP
cíclico (CBP)/p300. Por tanto, la hidroxilación dependiente de O2
sirve para reprimir al HIF-1α en condiciones de normoxia.
La hidroxilación del HIF-1α por PHD y FIH
dioxigenasas es dependiente de la disponibilidad de O2 y los
co-factores 2-oxoglutarato, Fe (II) y ascorbato. La hidroxilación del HIF-1α es
suprimida bajo condiciones de hipoxia, resultando en la estabilidad de la
subunidad HIF-1α y su acumulación en el citoplasma cuando la célula está
desprovista de un adecuado aporte de O2. El HIF-1α acumulado es
posteriormente trasladado al núcleo donde se dimeriza con HIF-1β/ARNT. La unión
del heterodímero a los elementos de respuesta (HRE) a la hipoxia en la región
promotora/aumentadora de los genes blanco inicia la transcripción de aquellos
genes que promueven la adaptación a la hipoxia.
Entre las respuestas adaptativas mediadas
por el HIF-1α para promover la supervivencia celular en condiciones de hipoxia
está la reprogramación dependiente de HIF-1α del metabolismo de la glucosa para
reducir la dependencia de la producción de energía dependiente de O2.
Esta reprogramación es activada por la regulación al alza dependiente de HIF-1α
de los genes que codifican transportadores de glucosa (por ejemplo, GLUT1 y
GLUT3) y enzimas de la ruta glucolítica así como también la supresión de la
OXPHOS para promover un incremento en el
flujo glucolítico. El incremento en la captación de glucosa y su posterior
metabolismo bajo condiciones de hipoxia ayuda a mantener la producción celular
de ATP concomitantemente con una reducción del metabolismo oxidativo. La
regulación al alza de los transportadores de glucosa y las enzimas glucolíticas
es mediada por la unión del HIF-1α a la secuencia 5´-(AG)/CGTG-3´de los
elementos de respuesta a la hipoxia en la región promotora de los genes que
codifican estas proteínas para incrementar su expresión. Los genes que
codifican a las enzimas glucolíticas PFK-tipo hígado (PFKL), aldolasa (ALDA),
fosfoglicerato quinasa-1 (PGK1), enolasa (ENOL) y lactato deshidrogenasa-A
(LDHA) contienen sitios de unión para el HIF-1α en sus regiones aumentadoras y
son reguladas al alza directamente por el HIF-1α en respuesta a la hipoxia.
Además de la regulación al alza dependiente
de HIF-1α de las enzimas glucolíticas en respuesta a la hipoxia, el HIF-1α
puede suprimir la OXPHOS bajo condiciones de hipoxia reduciendo la entrada de
metabolitos al ciclo TCA vía inducción dependiente de HIF-1α de la piruvato
deshidrogenasa quinasa 1 (PDK1) y la LDHA. La PDK1 fosforila al complejo
piruvato deshidrogenasa (PDH), previniendo la conversión de piruvato en acetil
CoA y, por consiguiente, impidiendo el inicio del ciclo TCA. El HIF-1α también
activa la transcripción de LDHA que cataliza la conversión del piruvato
generado en el metabolismo glucolítico en lactato y la concomitante generación
de NAD+, un cofactor esencial para permitir la actividad glucolítica continua.
Conjuntamente LDHA y PDK1 impiden la entrada de piruvato al ciclo TCA
disminuyendo la generación de acetil CoA a partir de piruvato y en cambio
incrementan la producción de lactato. El lactato producido a partir del
piruvato puede ser removido de la célula por los transportadores
monocarboxilato 4 (MCT4) para evitar la inhibición competitiva de la LDHA.
El IGF-1α también regula la capacidad OXPHOS
alterando directamente la actividad mitocondrial. El HIF-1α induce autofagia
mitocondrial en respuesta a la hipoxia confiriendo un efecto protector a la
célula hipóxica al reducir los niveles de especies reactivas de oxígeno (ROS).
Más aún, la hipoxia reduce la capacidad respiratoria regulando la expresión de la
citocromo oxidasa de una manera dependiente de IGF-1α para limitar la
generación de ROS bajo condiciones de hipoxia promoviendo, por tanto, la
evasión de la muerte celular inducida por estrés oxidativo.
EL HIF-1α, además de la estabilización y
posterior activación en respuesta a la
hipoxia, también puede ser activado farmacológicamente usando moléculas que
inhiben las acciones de las enzimas PHD, como quelantes de hierro (por ejemplo,
deferoxamina, DFO) o moléculas que compiten por el 2-oxoglutarato. La
modulación de la actividad de las enzimas PHD es beneficiosa para promover
respuestas anti-inflamatorias a través de la inducción selectiva de muerte
celular en monocitos, neutrófilos y aumentando la función de la barrera epitelial
intestinal en respuestas pro-angiogénesis vía regulación al alza dependiente de
HIF-1α del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), ofreciendo
protección en la enfermedad isquémica y ayudando a mejorar la anemia en
pacientes con enfermedad renal a través de la estimulación de la producción de
eritropoyetina (EPO) y regulando la absorción y el metabolismo de hierro.
En el contexto del metabolismo de la
glucosa, la inhibición de la hidroxilasa protege a las células epiteliales
alveolares de la insuficiencia bioenergética y la muerte celular in vitro e in
vivo aumentando el metabolismo glucolítico a través del HIF-1α. La inhibición
de la hidroxilasa también es citoprotectora en las células epiteliales del
túbulo proximal renal en una situación de privación de oxígeno-glucosa por
isquemia, a través de la regulación al alza de la ruta glucolítica. Mientras
estas observaciones sugieren que la promoción de la glucólisis a nivel celular
a través de la activación farmacológica del HIF-1α es citoprotectora, a nivel
del organismo, la activación sostenida de la ruta HIF-1α resulta en una
reducción de la capacidad respiratoria mitocondrial, reducida capacidad de
ejercicio y mayor concentración sanguínea de lactato a través de la regulación
al alza dependiente de HIF-1α de los genes glucolíticos y la supresión de la
OXPHOS bajo condiciones de normoxia. Por otra parte, aunque estos hallazgos
enfatizan que el HIF-1α juega un rol prominente en la regulación del
metabolismo de la glucosa, también hay datos que demuestran que la promoción de
la glucólisis, por ejemplo, a través de la inhibición de la hidroxilasa, puede
ser perjudicial para el organismo a nivel integrativo. Los estudios recientes
reportan que el incremento en el metabolismo glucolítico en hipoxia puede tener
efectos sobre la fisiología celular en células inmunes y endoteliales.
El HIF-2α también es regulado negativamente
por la prolil y asparaginil hidroxilación. Mientras el HIF-1α es expresado en
todos los tipos de células, la expresión del HIF-2α es específica de tipo de
célula y ha sido reportada en células endoteliales vasculares, células
epiteliales de riñón y tracto gastrointestinal, células del parénquima hepático
y neumocitos tipo II. En condiciones de hipoxia, el HIF-2α se dimeriza con
el HIF-1β, expresado constitutivamente,
para regular la transcripción de numerosos genes. A pesar de las similitudes
entre el HIF-1α y el HIF-2α en términos de secuencia de aminoácidos, la
estabilización y el reconocimiento de los HRE de los genes blanco puede ser
diferente. Procesos como la eritropoyesis, la absorción y el metabolismo del
hierro y el desarrollo y la función de los cuerpos carotídeos dependen
grandemente de la expresión de HIF-2α mientras la expresión de los genes que
codifican a los transportadores de glucosa GLUT1 y al VEGF parece ser regulada por HIF-1α y
HIF-2α. Mientras los genes regulados por HIF-1α y HIF-2α pueden superponerse,
múltiples estudios reportan que los genes glucolíticos son regulados
exclusivamente por el HIF-1α. Es evidente que los efectos mediados por el
HIF-1α en la promoción del flujo glucolítico y la reducción de la capacidad
OXPHOS juegan un rol importante en la adaptación celular a la hipoxia.
En conclusión, bajo condiciones de hipoxia,
la mayoría de células eucariotas pueden cambiar su estrategia metabólica
primaria de una respiración predominantemente mitocondrial a un incremento en
la glucólisis para mantener los niveles de ATP. Los estudios con modelos in
vivo e in vitro han demostrado una profunda capacidad de las células hipóxicas
para adaptarse a la privación de O2 alterando las respuestas
transcripcionales y traslacionales para promover la captación de glucosa y su
posterior metabolismo anaeróbico. Esta reprogramación del metabolismo inducida por
la hipoxia es clave para satisfacer los requerimientos energéticos celulares
durante el estrés hipóxico agudo. A nivel transcripcional, este cambio
metabólico puede ser regulado por varias rutas incluyendo al HIF-1α, el cual
induce un incremento en la expresión de enzimas glucolíticas. Mientras este
incremento en el flujo glucolítico es beneficioso para el mantenimiento de la
homeostasis bioenergética durante la hipoxia, las rutas que median este
incremento también pueden ser explotadas por las células cancerosas para
promover la supervivencia y el crecimiento tumoral. El incremento en el
metabolismo glucolítico durante la hipoxia también puede tener profundos
efectos en la fisiología celular en células inmunes y células endoteliales.
Fuente: Kierans SJ,
Taylor CT (2021). Regulation of glycolysis by the hipoxia-inducible factor
(HIF): implications for cellular physiology. Journal of Physiology 599: 23-37.
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