Vitamina D y cáncer de la piel
La vitamina D es
una prohormona soluble en grasa comúnmente suplementada a través de plantas o
animales de la dieta. Hay dos formas químicas de vitamina D llamadas vitamina D3
(colecalciferol) y vitamina D2 (ergocalciferol), las cuales derivan
de animales o plantas, respectivamente. La vitamina D3 puede ser producida
naturalmente en la piel a partir del 7-dihidrocolesterol endógeno a través de
una reacción fotoquímica por los rayos solares ultravioleta (UV) o a partir de
fuentes dietéticas de origen animal. Por otra parte, la vitamina D2 es
producida a partir del ergosterol de plantas, levaduras y hongos estimulados
por irradiación UV. Tanto la vitamina D2
como la vitamina D3 son biológicamente inertes y necesitan experimentar dos
etapas de conversión para volverse activas. En el hígado, la vitamina D3
primero es convertida en calcidiol (25-hidroxivitamina D3 (25(OH)D3)),
por la enzima CYP24B1 como la principal forma circulante de la vitamina. El
calcidiol es el más estable y abundante metabolito de la vitamina D en la
circulación sanguínea, y tradicionalmente es usado como biomarcador del estatus
de vitamina D. En las células del túbulo proximal del riñón, la mayor parte del
calcidiol es convertida por hidroxilación en calcitriol (1,25-dihidroxivitamina
D3 (1,25(OH)2D3) por la enzima renal CYP27B1
(1-OHasa) formando la hormona endocrina activa. El sistema vitamina D tiene una
potente regulación por retroalimentación
que inhibe el exceso de 1,25(OH)2D3 a través de la enzima CYP24A1. Esta enzima
cataboliza 1,25(OH)2D3 en 24,25(OH)2D3
destinado para la excreción. Por otra parte, tipos específicos de células
tienen la maquinaria enzimática para sintetizar y metabolizar localmente
vitamina D2/D3 con funciones paracrinas y autocrinas.
La 1,25(OH)2D3 actúa
como un ligando de alta afinidad que se une al receptor de vitamina D (VDR), el
cual se encuentra en la mayoría de células del cuerpo para llevar a cabo una
diversidad de funciones. El VDR activado controla la expresión de genes
funcionando como un factor de transcripción, y como un regulador epigenético a
través de su acetilación directa y el control de la estructura de la cromatina
vía interacciones con el complejo remodelador de cromatina PBAF/BAF. Como
factor de transcripción, el VDR puede interactuar con secuencias de ADN
específicas llamadas elementos de respuesta (VDRE). Los VDRE forman parte de
aumentadores, promotores, regiones exónicas y/o intrónicas de genes que
codifican o no codifican proteínas como microARN a menudo trabajando en
sinergia con otros factores. El VDR también puede funcionar de manera no
genómica a través de interacciones en la membrana de la célula.
En condiciones normales, la vitamina D
mantiene la integridad de la epidermis y los procesos de cicatrización de las
heridas cutáneas. Entre muchos tipos de células, el VDR es expresado en los
queratinocitos que residen en la capa basal de la epidermis de la piel y en la
protuberancia del compartimento de folículos pilosos. En la piel, la vitamina D
funciona para suprimir la formación de tumor en la epidermis, facilita la
inmunidad innata antimicrobiana, regula la proliferación de queratinocitos y la
diferenciación y mantenimiento de la barrera de permeabilidad de la piel. La
ablación de VDR perturba los procesos de expresión de marcadores de
diferenciación inducida por calcio y la formación de complejos
E-caderina/catenina críticos para los procesos de diferenciación.
Adicionalmente, la ablación de VDR altera la morfología de los queratinocitos a
partir de su clásica forma cuboidal con uniones intercelulares estrechas a una
colección de células similares a fibroblastos que sugiere una transformación
epitelial-a-mesenquimal. También, la suplementación oral con dosis altas de
vitamina D resulta en un incremento de la diferenciación epidérmica en la capa
basal de la piel. Desde una perspectiva clínica, la aplicación tópica de
1,25(OH)2D3 o un análogo sintético (Dovonex) son usados
para tratar la psoriasis, una condición de hiperproliferación de
queratinocitos. Más aún, los ratones que carecen de Cyp27b1 no producen
1,25(OH)2D3 y tienen pelo normal, exhiben cambios en la
diferenciación de la epidermis, alteración de la barrera de permeabilidad y una
respuesta defectuosa en el proceso de cicatrización de heridas de la piel.
El cáncer de piel es uno de los tipos de
cáncer más prevalentes en la población humana. Hay tres tipos principales de
canceres de piel: carcinoma de células escamosas (CCE), carcinoma de células
basales (CCB) y melanoma. El CCE y el CCB colectivamente son llamados carcinoma
de queratinocitos, donde el CCE está íntimamente asociado con la exposición a
la luz solar. La expresión de VDR, CYP24A1 y CYP27B1 es mayor en CCB y CCE en
comparación con células de piel no cancerosa, lo cual sugiere que la síntesis
endógena y el metabolismo de vitamina D y de los transcriptos regulados por VDR
tienen el potencial para controlar el crecimiento y la conducta de las células
cancerosas. La luz solar consiste de dos tipos de rayos peligrosos: UVA de onda
larga y UVB de onda corta, ambos causan daño en el ADN. Los rayos UVA pueden penetrar la dermis,
mientras los rayos UVB afectan las capas más superficiales. La exposición a rayos UVA causa producción de radicales
libres que provocan estrés oxidativo e indirectamente daño al ADN. Los rayos
UVB causan daño al ADN provocando mutaciones y transformación celular y
malignidad. A pesar de la fotocarcinogénesis y la supresión inmune de los
efectos de la luz solar, los rayos UVB de longitud de onda de 290-315 nm
también son responsables de la síntesis de vitamina D.
Después de la exposición a rayos UV, el crecimiento celular se detiene
para reparar el daño en el ADN. La reparación inadecuada o la remoción de las
células dañadas resultan en células que se expanden clonalmente y forman
tumores. En estudios en animales, el tratamiento de corta duración con rayos UV
disminuye la proliferación de queratinocitos en ratones normales, mientras las
células con ablación de VDR se vuelven más
proliferativas, lo cual sugiere que el VDR promueve la detención del
crecimiento después del tratamiento con rayos UV. Adicionalmente, menos número
de células apoptóticas se observa en la piel sin VDR en comparación con la piel
normal después de la exposición a rayos UV, sugiriendo que el VDR es importante
para eliminar células severamente dañadas. Además de la exposición a los rayos
UV, el tratamiento oral o tópico con carcinógenos incrementa los tumores de la
piel en los ratones que carecen de VDR. Entonces, el VDR juega un rol protector
contra la carcinogénesis promoviendo la regeneración de la epidermis.
La ruta de señalización nuclear
Wnt-β-catenina ha sido estudiada extensamente en el CCB. En los queratinocitos
basales de la epidermis, la señal Wnt-β-catenina nuclear induce genes como
ciclina D1 y cMyc para promover la proliferación. La ruta β-catenina es
regulada por la vitamina D y es alterada en ausencia de VDR. La β-catenina
también está asociada con complejos de uniones de adherencia incluyendo
E-caderina y juega un rol en la diferenciación de los queratinocitos. La
supresión de VDR en los queratinocitos resulta en un incremento en la
transcripción de ciclina 1 mediada por β-catenina y concomitantemente una disminución en los
complejos de membrana β-catenina-E-caderina. Adicionalmente, los ratones con
una ganancia de la función de β-catenina exhiben actividad β-catenina
constitutiva y pelo ectópico, pero no formación de CCB. Estos datos reflejan
las interacciones entre β-catenina y el sistema vitamina D para promover el
CCB.
El VDR es requerido para la activación de la
señal Wnt-β-catenina en los queratinocitos de la epidermis. EL VDR regula
directamente la expresión de genes de la ruta Wnt-β-catenina, concretamente
AXIN2, el cual es un regulador negativo de la señal Wnt. El AXIN2 forma un
complejo multiproteína con pólipos adenomatosis poliposis coli (APC),
β-catenina, glucógeno sintetasa quinasa 3-β y conductina, lo cual provoca la
degradación de β-catenina. Entonces, es posible que la pérdida de VDR pueda
provocar una acumulación nuclear de β-catenina a través de la desregulación de
la degradación del complejo
AXIN2-β-catenina para promover la
formación de tumor CCB.
El CCB también puede provenir de defectos en
otra ruta de señalización llamada Hedgehog. El Sonic hedgehog (SHH), miembro de la ruta
Hedgehog, promueve la activación nuclear de factores de transcripción Gli. Con
la activación de Gli 1/2, aumenta la expresión de factores anti-apoptosis y
ciclinas mientras los genes de diferenciación de queratinocitos son suprimidos.
Más aún, con la carcinogénesis química o la exposición a rayos UVB, los
componentes de la ruta de señalización
Shh son regulados al alza en las células de la epidermis. En ratones que
carecen de Vdr, el Shh está elevado en la epidermis, utrículos de folículos
pilosos displásticos y en el borde externo de células de quistes dérmicos.
Estos hallazgos sugieren que el VDR puede tener funciones antagónicas hacia la
ruta de señalización Shh y jugar un rol protector durante la formación del CCB.
El melanoma, cáncer de melanocitos, es la
forma más agresiva de cáncer de la piel influenciado por factores ambientales y
genéticos. La señal vitamina D puede jugar un rol regulador en la formación y
progresión del melanoma maligno cutáneo (MMC). Adicionalmente, las variaciones
en el gen VDR son un factor de riesgo para el desarrollo y la patogénesis de
melanomas. Aunque la relación causa-efecto es desconocida, los individuos con
bajos niveles de 25(OH)D3 tienen un elevado riesgo de MMC. Los datos
in vitro sugieren que la vitamina D tiene efectos antiproliferativos en
cultivos de células de melanoma. Esto es apoyado por estudios que demuestran
que la vitamina D puede bloquear la proliferación de células de melanoma. Estudios recientes demuestran que los efectos
antiproliferativos de la vitamina D son gobernados por el grado en que son
inducidos el VDR y la CYP24A1. Sin embargo, algunos estudios concluyen que la
mayoría de líneas de células de melanoma son resistentes a los efectos
antiproliferativos de 1,25(OH)2D3 y que la vitamina D
podría tener un efecto positivo solo en una minoría de casos de pacientes
con melanoma. Por otra parte, el co-tratamiento de líneas
de células de melanoma con drogas que modulan mecanismos epigenéticos es capaz
de incrementar la respuesta a 1,25(OH)2D3, lo que sugiere
la posibilidad de una terapia combinada en ciertos casos.
Los estudios prospectivos sobre la
incidencia del cáncer de la piel han demostrado que el riesgo de desarrollar CCE
es menor en individuos con altos niveles plasmáticos de vitamina D. Los ratones
que carecen de Vdr desarrollan tumores CCE cuando son expuestos a radiación UV,
sugiriendo un rol protector de la señal VDR. El VDR y las enzimas que
metabolizan a vitamina D son expresados en células CCE, lo cual sugiere que la
vitamina local puede modular la formación del tumor. Los queratinocitos
derivados de pacientes con CCE sintetizan 1,25(OH)2D3,
sin embargo, exhiben resistencia y alteración de la diferenciación en respuesta
al calcio y la 1,25(OH)2D3. Por tanto, es razonable
considerar que otros factores de transcripción también son requeridos para la
diferenciación apropiada de CCE mediada por el VDR. Más aún, dependiendo del
estadio del CCE (proliferación o diferenciación), el VDR se une a proteínas
accesorias específicas que controlan la expresión de genes y la repuesta
diferencial del tratamiento con 1,25(OH)2D3. Durante la proliferación de células CCE, la
proteína accesoria Drip/Med1 interactúa con el VDR, mientras durante los
estadios tardíos de diferenciación, la proteína Src media la respuesta a la
vitamina D uniéndose al VDR. Los polimorfismos del VDR humano incrementan el
riesgo de desarrollar CEE, así como también de desarrollar queratosis solar. La
aplicación tópica de 1,25(OH)2D3 también inhibe la
progresión del CCE in vivo e in vitro promoviendo la detención del ciclo
celular o la supresión de la ruta del
blanco de rapamicina (mTOR). Los análogos de 1,25(OH)2D3
pueden disminuir el crecimiento del CCE suprimiendo la síntesis de ADN y
promoviendo la apoptosis. La ruta genómica del VDR es la principal responsable
de los efectos antiproliferativos del VDR.
La vitamina D no solo suprime células
cancerosas y “stem cells” cancerígenas, también regula el microambiente del
tumor. Varios estudios sugieren que la vitamina D puede regular el inicio y las
metástasis del tumor influyendo en las interacciones célula-microambiente. Las
células tumorales con una pequeña proporción de stem cells cancerígenas existen
en un microambiente estromal que consiste en vasos sanguíneos, fibroblastos
asociados a cáncer, células inmunes y componentes extracelulares. Por ejemplo,
es bien conocido que la inflamación es uno de los principales contribuyentes en
la iniciación de los tumores. En este contexto, la vitamina D ejerce efectos
anti-inflamatorios en tumores específicos. La 1,25(OH)2D3
inhibe la ruta prostaglandina (PG) involucrada en respuestas pro-inflamatorias
a través de la inhibición de la ciclooxigenasa-2 (COX-2), receptores de PG y
degradación de PG en células de tumores de próstata y mama. La 1,25(OH)2D3
también suprime la ruta pro-inflamatoria regulada por p38/MAPK en células de
cáncer de próstata y bloquea la ruta pro-inflamatoria del factor nuclear κB
(NF-κB), la cual a su vez inhibe a la AKT en macrófagos. La 1,25(OH)2D3
puede modular los fenotipos cáncer e inmune suprimiendo citoquinas
pro-inflamatoria como TNF-α e IL-6.
El ADN celular es dañado por una variedad de
factores como luz UV, radiaciones ionizantes, estrés oxidativo y ciertas
drogas. Las células desarrollan rutas para controlar su metabolismo y responden
al daño del ADN, lo cual colectivamente es conocido como respuesta al daño de
ADN (RDA). Cuando el daño del ADN es excesivo, la integridad del genoma es
preservada por la detención del ciclo celular antes que la célula pueda
replicarse para maximizar su tiempo de supervivencia. Las células expresan
proteínas sensoras de daño de ADN (por ejemplo, miembros de la familia PIKK)
que localizan una proteína de replicación específica en el ADN. Estos sensores
responden al daño del ADN coordinando su reparación y activando
“checkpoint del ciclo celular (por
ejemplo, vigilancia del genoma) y/o cambios metabólicos. Las proteínas sensoras
facilitan la integridad genómica apropiada reclutando complejos de proteínas
reparadoras de ADN hacia los sitios de daño del ADN. Los miembros de la familia
PIKK incluyen ataxia telangiectasia
mutada (ATM), ataxia telangiectasia y
Rad3 relacionada (ATR) y estas proteínas responden de manera diferencial
dependiendo de la fuente del daño. Los hallazgos emergentes sugieren que la
ruta de señalización mTOR juega un rol importante en la modulación de la red
RDA para proteger las células contra el estrés metabólico y genotóxico. El mTOR
es un complejo de proteína quinasa (C1 o C2) que regula y relaciona crecimiento
celular y metabolismo con factores ambientales. La desregulación de la señal mTOR puede provocar enfermedades como cáncer y
desórdenes metabólicos. Las células normales cesan la señal mTORC1 en respuesta
al estrés metabólico. Concomitantemente con la regulación de checkpoint, la
señal mTOR es inhibida vía proteínas sensoras de estrés llamadas sestrinas. El
ADN dañado puede inducir la expresión de sestrinas vía p53, la cual a su vez
inhibe al mTORC1 por fosforilacion de AMPKLa señal mTORC1 constitutiva puede
incrementar la inestabilidad del genoma resultando en proteólisis acelerada y
RDA defectuosa. Por tanto, corregir la señal mTORC1 puede proporcionar
beneficios terapéuticos.
El eje de señalización PI3K-AKT (llamada
proteína quinasa B) es el ejemplo más característico de la comunicación que
existe entre las redes RDA y el mTORC1. Una vez en la membrana celular, la AKT
es fosforilada y a su vez fosforila muchos blancos relacionados con la
progresión del ciclo celular. La AKT es activada por PIKK quinasas inducidas
por el ADN dañado. La AKT activada puede fosforilar directamente al complejo
esclerosis tuberosa (TSC) 2 en múltiples
sitios, seguido por la disociación del TSC2 por los lisosomas provocando la
activación de mTORC1.
La señal vitamina D puede influir en la RDA
a nivel de la ruta mTOR. El mTOR es informado de un potencial daño en el ADN
por varios sensores de daño del ADN para inducir sus niveles de proteínas y
actividad quinasa. Dependiendo de la extensión del daño, las células pueden ser
corregidas adecuadamente por la activación
de los mecanismos de reparación y resolución de actividad mTOR, o
acumular daño celular a través de la activación excesiva o descontrolada del
mTOR. El transcripto inducible por daño de ADN-4 (DDIT4), también llamado
desarrollo regulado y respuesta al ADN dañado-1 (REDD1), es un regulador
negativo de la ruta mTOR. La disminución de la expresión de DDIT4 está asociada con múltiples
enfermedades incluyendo tumores malignos, donde el mTORC1 se encuentra hiperactivo. La importancia del DDIT4 en la
protección y supervivencia celulares ha sido demostrada en ratones que carecen
de Ddit4, los cuales exhiben actividad aumentada de mTOR. Los ratones que
carecen de Ddit4 son resistentes a
diversas condiciones de estrés. Por el contrario, el aumento en la
expresión de DDIT4 puede promover la muerte celular por apoptosis o
diferenciación terminal de ciertos tipos de células incluyendo folículos
pilosos que carecen de Vdr. La interacción entre vitamina D y la señal mTOR
ocurre a nivel de DDIT4. En los queratinocitos de la piel, el DDIT4 es un gen blanco del VDR que actúa de una
manera dependiente de ligando para suprimir la señal mTORC1. Sin embargo, la
persistente supresión de mTORC1 por la vitamina D puede ser una etapa en el
inicio de mecanismos de auto-destrucción como la autofagia que puede iniciar la
muerte celular. El DDIT4 inhibe al mTORC1 activando al TSC. El DDIT4 puede
promover la desfosforilación e inactivación de la AKT, un represor del TSC2.
Adicionalmente, el DDIT4 también está involucrado en la supresión de especies
reactivas de oxígeno, un factor contribuyente del daño oxidativo del ADN.
Entonces, la regulación del sistema DDIT4-mTOR por un suplemento natural como
la vitamina D puede ser una ruta altamente efectiva para influir en numerosos
reguladores de la RDA.
En conclusión, la exposición de la piel a la
luz solar está asociada con riesgos y beneficios. Por una parte, la radiación
UV de la luz solar puede causar cáncer de la piel a través de mutaciones del
ADN. Por otra parte, los rayos UV pueden
ser absorbidos por 7-dehidrocolesterol para iniciar la síntesis endógena de
vitamina D para efectos anti-cáncer. Entonces, proteger la piel de la luz solar
para evitar el cáncer de la piel puede provocar alteraciones de los niveles de
vitamina D. Para limitar el cáncer, los metabolitos de la vitamina D pueden
promover diversos eventos como reparación de ADN dañado, apoptosis de células
malignas y supresión de la supervivencia y la proliferación inmune. Los
hallazgos recientes sugieren que parte de los efectos anti-cáncer de la
vitamina D en el CCE, un tipo de cáncer relacionado directamente con la
exposición a la luz solar, involucra a la ruta de señalización DDIT4-mTOR para
aumentar la autofagia celular. Como la actividad mTOR y el metabolismo celular
son modulados como parte de la RDA, los mecanismos por los cuales el mTOR puede
ser controlado por la vitamina D para suprimir el cáncer son de importancia
molecular y clínica.
Fuente: Vishlaghi
N, Lisse TS (2020). Exploring vitamin D signalling within skin cancer. Clinical
Endocrinology 92: 273-281.
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