Oxitocina y neuroplasticidad sináptica
El cerebro
continuamente organiza una multitud de impulsos sensoriales en productos con
significado. Como humanos, subconscientemente manejamos un conjunto cambiante
de información sensorial. Los impulsos sensoriales pueden variar desde el olor
de un alimento recién preparado hasta la complejidad de una decisión en el
ámbito social. Más aún, estos impulsos no solo cambian rápidamente en el
tiempo, sino que a menudo se presentan simultáneamente. El cerebro humano ha evolucionado
para acomodar flujos rápidos de información a través de múltiples formas de
plasticidad. La plasticidad sináptica es aceptada como la base del aprendizaje
y la memoria. Sin embargo, en los últimos treinta años, la evidencia indica que
las neuronas nacidas en el cerebro adulto tienen la capacidad para integrarse
continuamente en los circuitos existentes en el cerebro adulto para
proporcionar medios adicionales de plasticidad. Estos mecanismos de plasticidad
trabajan en dos escalas temporales muy diferentes pero sirven al mismo
propósito de adaptar los circuitos cerebrales existentes en beneficio del
organismo.
La neuroplasticidad sináptica es definida
como la propiedad de la sinapsis de fortalecerse o debilitarse en respuesta a
cambios en la actividad presináptica. Esta plasticidad a menudo se manifiesta
como un cambio en el número de sinapsis en una neurona particular, alterando,
por tanto, la conectividad neural del cerebro en una escala de larga duración.
Este proceso es guiado por factores ambientales y la expresión de genes en las
células. Efectivamente, la plasticidad
en la sinapsis y a nivel celular permite la remodelación o recuperación de los circuitos neurales existentes.
La remodelación de circuitos neurales puede ser guiada por el desarrollo
natural o algunas veces por enfermedad o daño. Varios genes asociados con el
control neuroplástico son mutados en pacientes con desórdenes psiquiátricos o
del espectro autista. Esta conexión sugiere que el cerebro no puede adaptarse
apropiadamente a su ambiente o que se adapta demasiado rápido y se manifiesta
en enfermedad.
Los científicos que estudian la
neuroplasticidad y la neurogénesis han dirigido
su atención, casi exclusivamente,
a neurotransmisores pequeños y de acción rápida. Esto se debe a su
capacidad para trasmitir información sináptica rápidamente y eficientemente en
combinación con su presencia global en regiones plásticas del cerebro. Décadas
de investigación dedicadas a cómo los neurotransmisores rápidos regulan la
plasticidad sináptica han proporcionado grandes resultados, pero algunas veces
a expensas de ignorar la contribución de los neuropéptidos. La investigación
reciente reconoce a los neuropéptidos como orquestadores claves del inicio y el
mantenimiento de estados plásticos en una diversidad de sistemas sensoriales.
Los neuropéptidos son particularmente candidatos interesantes porque su
liberación a menudo correlaciona un estímulo fisiológico y el estado cerebral
para cambiar la dinámica del circuito neural. Notablemente, el trabajo en
hipocampo relaciona la liberación local de neuropéptidos con estresores
ambientales o del aprendizaje social. Más aún, los neuropéptidos tienen una
naturaleza de larga duración y amplias acciones efectivas, lo cual convierte a
los neuropéptidos en sensores ideales del estado cerebral y los circuitos
reguladores.
Recientemente, el neuropéptido oxitocina ha
generado interés como un modulador potente de la neurogénesis y la plasticidad
sináptica. La oxitocina es un nonapéptido producido en el hipotálamo. La forma
procesada del péptido es transportada en vesículas densas a través de
proyecciones axonales a regiones distantes. La oxitocina liberada puede ser
sináptica o extra-sináptica, con un amplio espectro de acciones debido a su
larga vida media y múltiples sitios de liberación. El receptor de oxitocina
(OXTR) es un receptor acoplado a proteína G con siete dominios transmembrana
ampliamente expresado en el cerebro. En las neuronas, el OXTR puede estar
acoplado a las subunidades Gq y Go/Gi,
provocando una fosforilación variable de la PLCβ y la PKC, activación de las
cascadas EGFR y MAPK o activación de canales de potasio. El acoplamiento de
diferentes proteínas G y, en última instancia, la cascada de eventos
intracelulares causada por la activación del OXTR dependen de los niveles de
expresión de OXTR, la concentración de oxitocina presente y la expresión de
subunidades G específicas. Por tanto, debido al diverso repertorio de cascadas
de señalización asociadas a OXTR, la activación del OXTR tiene una amplia
variedad de efectos. La expresión de OXTR en distintas regiones cerebrales
facilita las conductas especie-específicas. Por ejemplo, los animales que se
comunican primariamente por factores
visuales tienen un enriquecimiento
de OXTR en las regiones cerebrales que responden a la información visual. La
correlación entre la expresión regional de OXTR y la conducta específica de
especie sugiere una función común de la oxitocina en la evolución.
Específicamente, la oxitocina tiene la capacidad para inducir o re-abrir un
período crítico en los circuitos cerebrales existentes en los sistemas
sensoriales. La consecuencia de esto puede ser tanto molecular a nivel de la
sinapsis como también modificaciones en el rendimiento conductual.
El rol más popular de la oxitocina es como
“la hormona del amor” debido a los sentimientos verdaderos y positivos que
engendra hacia los demás. Por ejemplo, en la conducta maternal de roedores, la
oxitocina induce cambios sinápticos potentes y de larga duración para manejar y
mantener esta conducta. Un estudio reciente demuestra que el enriquecimiento de
OXTR en un pequeño dominio de la corteza auditiva (A1) en el ratón sensibiliza
a las madres a las vocalizaciones ultrasónicas de las crías recién nacidas. La
oxitocina endógena liberada activa al OXTR en A1 e induce una ventana temporal y espacial en la actividad de A1 de
la madre en respuesta a los gritos de las crías. Adicionalmente, el estudio
demuestra que la oxitocina cuando es emparejada con los gritos de las crías,
dispara un efecto desinhibidor. Este mecanismo de señalización de la oxitocina
es mediado grandemente por un potenciación de larga duración (LTP) dependiente
de NMDA, donde la oxitocina promueve un efecto desinhibidor que facilita la
aparición de respuestas normalmente subumbrales, las cuales posteriormente son
reforzadas y consolidadas por la LTD dependiente de NMDA. Entonces, la
oxitocina sensibiliza a la madre a los sonidos de sus crías incrementando
la relación señal/ruido a través de la
desinhibición de la corteza auditiva. Esto dispara una respuesta precisa por
las neuronas de A1 de la madre a sus propias crías, estableciendo una base para
la conducta maternal.
En otras regiones sensoriales de la corteza
cerebral, la oxitocina incrementa la excitación y, por tanto, dispara la
plasticidad sináptica. Los animales privados sensorialmente muestran reducción
de la síntesis de oxitocina en el hipotálamo y disminución de la transmisión de
oxitocina a la corteza sensorial correspondiente. Esta reducción en la síntesis
y en la transmisión resulta en una menor actividad en la corteza sensorial. Sin
embargo, la sobre excitación de las fibras que transportan oxitocina o la
aplicación in vivo de oxitocina, incrementan la actividad excitadora rescatando
los efectos sinápticos de la privación sensorial. Este efecto se correlaciona
fuertemente con la plasticidad sináptica cortical que se manifiesta a partir
del enriquecimiento ambiental, el cual también maneja niveles aumentados de
oxitocina. Entonces, la oxitocina media la plasticidad sináptica cortical que
acompaña al enriquecimiento sensorial. Estos hallazgos corroboran el concepto
que la oxitocina maneja la plasticidad sináptica aumentando la relación
señal/ruido a través de varias regiones del cerebro. De una manera similar,
pero a través de un mecanismo diferente, la oxitocina incrementa la relación
señal/ruido de factores socio-sexuales olfatorios de la rata. Las interneuronas
inhibidoras del bulbo olfatorio principal (MOB), o células granulares, inhiben
lateralmente las neuronas excitadoras del MOB para filtrar señales olfatorias
previamente a su procesamiento cortical. La oxitocina recluta impulsos
corticales para manejar la activación de las células granulares del MOB. Esta
modulación sensorial maneja una gran representación de odorantes sociales de la
rata, facilitando un mejor reconocimiento y una mejor memoria social. En este
sentido, la olfacción implementa plasticidad a nivel del circuito mediado por
oxitocina para manejar la conducta social.
La investigación reciente indica que la
oxitocina maneja directamente la formación de sinapsis más fuertes, mejorando
por tanto las relaciones señal/ruido de regiones que median conductas
relacionadas con la memoria. La malformación sináptica en el hipocampo por daño
del OXTR célula-específico resulta en
alteración del desarrollo de la memoria de reconocimiento social de la larga
duración. La pérdida condicional de la señal oxitocina no tiene efecto sobre la
sociabilidad, preferencia por novedad social o conductas relacionadas con la
ansiedad. Por otra parte, las neuronas con daño en el OXTR exhiben defectos en
la inducción de LTP, pero no muestran defectos en la depresión de larga
duración (LTD). En estudios ex vivo, los bloqueadores de OXTR potencian las
respuestas sinápticas excitadoras que dependen de la activación del receptor
NMDA. Adicionalmente, la aplicación de oxitocina maneja el refinamiento
dendrítico y sináptico en cultivos de neuronas glutamatérgicas del hipocampo,
lo cual apoya un modelo en el que la oxitocina maneja pocas –pero fuertes-
sinapsis. En conjunto, estos hallazgos apoyan que la oxitocina juega un rol
importante en el aumento de conexiones excitadoras en el hipocampo para mediar
la LTP y la formación de memoria social mientras también media algunos aspectos
de la neurogénesis en el hipocampo. Entonces, en conjunto con los mecanismos de
plasticidad sináptica en neuronas en desarrollo, la oxitocina también regula
potentemente la plasticidad neurogénica.
Hay dos nichos bien establecidos para la
neurogénesis en el cerebro adulto de mamíferos: el girus dentado (DG) del
hipocampo y la zona subventricular (SVZ), la cual es fuente de nuevas neuronas
en el sistema olfatorio. La neurogénesis adulta en el hipocampo comienza en el
DG con nuevas neuronas que se vuelven células granulares dentadas maduras. El
desarrollo e integración de neuronas depende grandemente del estado fisiológico
del animal, con neuronas inmaduras que muestran un período crítico dependiente
de actividad tres semanas después del nacimiento de nuevas neuronas. La
neurogénesis continua en el hipocampo adulto puede proporcionar la plasticidad
estructural y funcional necesaria para conductas complejas como el aprendizaje y
la formación de la memoria. Aunque el fenómeno de la neurogénesis adulta está
bien estudiado en el hipocampo, el campo solo comienza a revelar los factores
presinápticos que regulan este proceso. El descubrimiento de moléculas de
señalización que relaciona el estado fisiológico del animal con el estatus de
actividad o integración de circuitos de nuevas neuronas, es críticamente
importante. Descubrimientos recientes
implican a la oxitocina como potencial candidato a puente entre el estado
fisiológico y la integración de neuronas
recién nacidas. Concretamente, la oxitocina tiene roles duales regulando
la neurogénesis del adulto y manejando la integración de circuitos de neuronas
nacidas en el adulto. El OXTR es altamente expresado en neuronas en desarrollo
en las regiones CA2 y CA3 del hipocampo. Adicionalmente, las varicosidades que
contienen oxitocina que se extienden desde el hipotálamo al nicho neurogénico
del hipocampo proporcionan una fuente de oxitocina a las neuronas recién nacidas. La lesión genética del OXTR del
hipocampo reduce efectiva y dramáticamente la generación de nuevas neuronas.
Por el contrario, la aplicación de oxitocina exógena en el hipocampo incrementa
la proliferación de neuronas en ratas. Sin embargo, estos efectos no son
célula-autónomos, pues la oxitocina incrementa la excitabilidad de neuronas en
CA3, cuya actividad regula directamente la neurogénesis adulta en el hipocampo.
La oxitocina altera la actividad de neuronas recién nacidas adyacentes,
modificando su morfología dendrítica y sus propiedades de disparo. Este
concepto es ilustrado por experimentos en los cuales la administración de
oxitocina exógena incrementa la diferenciación y complejidad de las dendritas
de las neuronas recién nacidas. En última instancia, los cambios celulares
mediados por oxitocina alteran la actividad en el hipocampo y, por
consiguiente, manejan los fenotipos conductuales. Este cambio conductual es
ilustrado por la atenuación de las interacciones sociales en ratones que tienen
lesionado el OXTR en el hipocampo. Esta atenuación implica un defecto en la
formación de la memoria social. Entonces, el desarrollo mediado por oxitocina
en las neuronas recién nacidas
puede gobernar cómo el animal responde e
integra críticamente los estímulos sociales.
En el cerebro de roedores, las regiones
densamente inervadas por fibras que liberan oxitocina también expresan
fuertemente OXTR. Esto indica una conectividad funcional y potenciales
programas de señalización de oxitocina en estas áreas del cerebro. Sin embargo, uno de los pocos
sitios que no cumplen con lo anterior es el MOB. El sistema olfatorio de
mamíferos constituye uno de los más potentes nichos neurogénicos, recibe miles
de nuevas células granulares nacidas en
el adulto (abGC) cada día. Estas células comienzan como progenitoras en la SVZ,
migran a través de la vía migratoria rostral expuestas a un medio de factores
neurotróficos extrasinápticos y llegan al MOB donde se integran a los circuitos
olfatorios existentes. Las abGC dependen de la actividad presináptica para su
supervivencia durante su período crítico de desarrollo. Los neuropéptidos
conducen la actividad fisiológica y/u olfatoria de las abGC, las cuales
expresan receptores para numerosos neuropéptidos. Por ejemplo, las células que
producen hormona liberadora de corticotropina (CRH) manejan el desarrollo
sináptico y la supervivencia de las abGC durante el período crítico. La
ablación genética de la señal CRH en las abGC causa muerte celular y sinapsis
mal formadas, mientras la sobre activación del receptor de CRH media un
incremento en la supervivencia y la integración sináptica.
Las abGC del MOB expresan moderados a altos
niveles de OXTR, pero no reciben impulsos directos de alguna proyección que
libere oxitocina. La etiología y las consecuencias de esta situación no son
bien entendidas. Sin embargo, la fuerte expresión de OXTR en neuronas nacidas
en la adultez ofrece el potencial para la relevancia funcional en el desarrollo
de las neuronas nacidas en adultez, la formación de sinapsis y la integración
de circuitos. Las células granulosas del MOB son altamente plásticas y exhiben
un alto recambio de espinas dendríticas a través de su desarrollo. Esta
plasticidad estructural en el nivel sináptico subyace la flexibilidad y
plasticidad de los circuitos olfatorios en el ratón. Algunos estudios indican
que la aplicación local de oxitocina directamente en el MOB aumenta la
actividad de células granulares inhibidoras a nivel local, lo cual apoya la noción que el OXTR es
funcional en estas neuronas. Sin embargo, no está claro si la oxitocina juega
un rol importante en la plasticidad de las neuronas del MOB nacida en la
adultez.
La oxitocina es conocida por su rol en
mediar circuitos neurales que gobiernan conductas complejas en los mamíferos.
Muchas de estas conductas involucran interacciones sociales y dependen del
aprendizaje social. Los circuitos relacionados con la oxitocina defectuosos
pueden resultar en enfermedades humanas que incluyen déficit social como los
desórdenes del espectro autista (ASD), los cuales se caracterizan por déficits
en comunicación e interacciones sociales. La relación entre oxitocina y ASD
está sustentada en el hallazgo que el polimorfismo en OXTR y los cambios en
metilación en el promotor OXTR están asociados con ASD. Más aún, el tratamiento
de pacientes con ASD con oxitocina permite una mejoría de los síntomas. El
desbalance entre excitación e inhibición ha sido asociado con desórdenes neuropsiquiátricos, incluyendo
ASD. La oxitocina es un potencial mediador del balance excitación-inhibición en
circuitos neurales humanos, lo cual sugiere que la señal oxitocina es un
potencial blanco terapéutico para estas enfermedades.
En conclusión, los neuropéptidos constituyen
uno de los muchos factores que contribuyen a los cambios dependientes de
actividad en el cerebro, y la oxitocina en particular es un potente regulador
de la plasticidad sináptica y celular. La oxitocina es reconocida por su rol en
la mediación de cambios en los circuitos neurales dependientes de actividad.
Estos cambios ocurren a nivel sináptico y modifican la composición celular de
los circuitos neurales. La disrupción en este sistema, particularmente durante
períodos críticos del desarrollo sensorial, puede causar malformaciones debido
a desbalances en los circuitos neurales subyacentes.
Fuente: Pekarek BT
et al (2020). Oxytocin and sensory network plasticity. Frontiers in
Neuroscience 14:30.
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