Melatonina y reproducción femenina
La melatonina
(5-metoxi-N-acetil triptamina) es una indolamina descubierta por Aaron Lerner
en 1958 y sintetizada de novo a partir de la
serotonina (5-hidroxi-triptamina). Históricamente, la melatonina ha sido
considerada una hormona endocrina liberada por la glándula pineal, la cual
actúa sobre receptores acoplados a proteína G en tejidos de adultos y fetos.
Sin embargo, la evidencia reciente indica que la melatonina es sintetizada en
pequeñas cantidades por una variedad de células y tejidos donde presumiblemente
tiene acciones paracrinas y autocrinas, algunas de las cuales probablemente son
independientes de receptores de melatonina específicos. Por otra parte, está
demostrado que la melatonina interactúa con muchas proteínas celulares,
incluyendo enzimas, canales, transportadores, moléculas de señalización, etc. Estudios
recientes sugieren que la síntesis de melatonina por mitocondrias puede ser importante para los
procesos fisiológicos subcelulares. Entonces, la melatonina es quizá mejor
definida como un hormona pineal y una amina bioactiva con blancos celulares
cerca de su sitio de síntesis en algunos tejidos.
Los humanos están expuestos a niveles
variables de melatonina desde la concepción hasta la muerte. La melatonina
tiene una variedad de roles en las diversas etapas de la vida (embrión,
neonato, adolescente o adulto), muchas de estas acciones pueden ser permisivas
o sinérgicas con otras hormonas. Un avance significativo en esta dirección son
los hallazgos de regulación de los genes reloj circadianos por melatonina en
varios tejidos del eje reproductivo en embriones y adultos. La melatonina a
menudo es descrita como una señal química del oscilador circadiano central (el
núcleo supraquiasmático (NSQ) del hipotálamo). El soporte más claro para este
concepto es la abolición de la ritmicidad de la melatonina plasmática que sigue
a la disrupción de la conexión neural entre el NSQ y la glándula pineal.
Con relación a la pubertad humana y su
regulación por melatonina, hay reportes conflictivos. Mientras algunos grupos
encontraron altos niveles plasmáticos de melatonina asociados con la
pre-pubertad y la pubertad retardada y niveles bajos de melatonina después de
la pubertad o en casos de pubertad precoz, otros grupos no encontraron
diferencias significativas entre pubertad normal y desórdenes de la pubertad.
En varones y hembras jóvenes, la disminución de los niveles de melatonina relacionados
con la pubertad ha sido correlacionada más con el avance de los estados de
Tanner que con la edad cronológica, pero sin establecer claramente las bases causales de esta relación
en humanos. En vista de la secreción circadiana de melatonina por la glándula
pineal y la naturaleza circadiana de los niveles de hormonas hipofisarias
durante la pubertad y la adultez, se ha sugerido que la melatonina regula los
ciclos reproductivos humanos. La liberación pulsátil de hormona liberadora de
gonadotropinas (GnRH) por el hipotálamo y, por tanto, la frecuencia de pulsos
de secreción de gonadotropinas (hormona luteinizante (LH) y hormona estimulante
del folículo (FSH)) por la hipófisis es
alta en la noche durante la pubertad y el pico mensual de la secreción de LH y
FSH en la ovulación en las hembras también ocurre durante las últimas horas de
la fase de oscuridad. Sin embargo, no está claro en qué extensión la
coincidencia temporal de las secreciones hipofisarias y la liberación de
melatonina refleja la activación coordinada de las rutas neurales controladas
por el oscilador circadiano central en el NSQ.
Los receptores de melatonina son expresados
en una variedad de tipos de células en el tracto reproductivo femenino. La
mayoría de estudios demuestran la expresión de los receptores MT1 y MT2 en
estas células y, por tanto, son potenciales blancos de la acción de la
melatonina. Por otra parte, los estudios iniciales demostraron que el líquido
folicular preovulatorio humano contiene melatonina en niveles mayores que los
niveles plasmáticos. Esto fue confirmado posteriormente y, además, se demostró
que el nivel de melatonina varía inversamente con la duración de la fase diurna
y concomitantemente con los niveles de progesterona (P4), lo cual sugiere una
captación preferencial de melatonina circulante por el ovario. Por otra parte
se demostró que los folículos preovulatorios grandes tienen mayores niveles de melatonina que los folículos inmaduros más pequeños. Otro
hallazgo en esta dirección es la observación que dosis crecientes de melatonina
oral resultan en concentraciones
significativamente elevadas de melatonina en el líquido folicular. La
combinación de progesterona y melatonina en dosis altas es capaz de suprimir la ovulación humana. Más
recientemente, en un estudio piloto, se administró dosis farmacológicas de
melatonina oral por seis meses a mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos
(PCOS) con una significativa mejoría en los ciclos menstruales y el balance de
andrógenos. Una reducción similar del hirsutismo relacionado con PCOS y los
niveles de andrógenos después de 12 semanas de suplementación con melatonina,
es reportada por otra investigación.
Aunque la etiología de la infertilidad es
compleja y no está completamente clara, un aspecto recurrente parece ser la
excesiva producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) en el líquido
folicular. Los marcadores de daño oxidativo intra-folicular disminuyen después
del tratamiento con melatonina en comparación con el ciclo previo, lo cual
sugiere que el tratamiento con melatonina reduce el estrés oxidativo
intra-folicular y puede tener un efecto beneficioso sobre la fertilización. Con
relación al potencial efecto beneficioso de la melatonina en el proceso de
oogénesis, los altos niveles de melatonina requeridos para este efecto son
consistentes con las altas concentraciones de melatonina en el líquido
folicular. Algunos investigadores han propuesto que las células granulosas
foliculares tienen la capacidad de sintetizar melatonina localmente, lo cual,
si es confirmado, podría arrojar luces en el rol de la melatonina como
modulador paracrino en el sistema reproductivo humano. Muchas hormonas
reproductivas femeninas muestran ritmos de 24 horas en condiciones de ciclos
sueño-vigilia estándares, indicando que están bajo control circadiano endógeno.
Estos ritmos son robustos en la fase folicular temprana pero no en la fase luteal del ciclo menstrual,
la cual está bajo control de las altas concentraciones de P4. Es bastante
conocido que las perturbaciones del sistema circadiano humano alteran los
ciclos reproductivos. Sin embargo, se carece de datos consistentes sobre el
potencial rol de la melatonina en la etiología de estas alteraciones a pesar de
algunos hallazgos que demuestran una alta incidencia de ciclos menstruales
irregulares en trabajadoras nocturnas cuyos niveles de melatonina eran
significativamente bajos.
En el embarazo, está relativamente bien
establecido que una señal de entrenamiento de la circulación materna al feto es
melatonina, la cual cruza la placenta y puede unirse a receptores MT en
numerosos tejidos fetales. Los transcriptos y proteínas MT han sido detectados
en la placenta humana y son expresados durante el embarazo con niveles que
disminuyen después del primer trimestre de gestación. La expresión en la
placenta de las enzimas de la síntesis de melatonina, AANAT y HIOMT, también ha
sido reportada, lo cual sugiere una producción local de melatonina que puede
tener un rol paracrino. Un blanco de la melatonina en la placenta pueden ser
las células del trofoblasto, las cuales secretan gonadotropina coriónica (hCG).
Varios estudios in vitro reportan que altas concentraciones de melatonina
elevan significativamente la liberación de hCG por células de trofoblasto
humano. Asimismo, un estudio in vitro reciente reporta que la melatonina en
altos niveles protege a las células del trofoblasto contra la autofagia y la inflamación
inducida por hipoxia/reoxigenación. Otro potencial blanco de la melatonina
puede ser la vascularización de la placenta en el embarazo temprano a través de
la remodelación de las arterias espirales uterinas maternas, un proceso que
parece ser defectuoso en la preeclampsia. El estrés oxidativo placentario y
sistémico es considerado un mecanismo que subyace a la patología en la
preeclampsia. Considerando las propiedades antioxidantes de la melatonina, es
notorio que los niveles sanguíneos y la síntesis placentaria de melatonina
disminuyen significativamente en las mujeres con preeclampsia severa. Estos
datos fueron corroborados en un meta-análisis que demuestra que los niveles de
melatonina se correlacionan con la severidad de la enfermedad. En términos de
un posible efecto beneficioso de la melatonina sobre los tejidos placentarios,
está demostrado que la melatonina in vitro regula al alza los genes de la
respuesta antioxidante en el trofoblasto humano así como también en las células
endoteliales de la vena umbilical, aunque en niveles extremadamente altos (1mM).
Un estudio clínico reciente corrobora estos hallazgos.
En la rata, el tiempo de nacimiento
está bajo control circadiano y la
melatonina puede servir como una señal circadiana clave para disparar este
evento. Esto sugiere que el reloj circadiano puede jugar un rol importante en
el proceso reproductivo. Sin embargo, hay que tener cuidado cuando se
extrapolan los datos de la rata a los humanos que son predominantemente
diurnos, mientras la mayoría de roedores de laboratorio son nocturnos. El modo
de acción preciso de la melatonina en el útero aún no está completamente
entendido, aunque es claramente especie-específico. Algunos estudios con
roedores demuestran efectos inhibidores directos de dosis farmacológicas de
melatonina sobre la contractilidad uterina así como la presencia de sitios de
unión específicos para melatonina en el útero. Hay reportes de los efectos
inhibidores de la melatonina sobre la síntesis de prostaglandinas en varios
tejidos de roedores. La melatonina también modula la señal de calcio en varios
tejidos, incluyendo músculo liso vascular, a menudo a través de acciones
sinérgicas con otros procesos mediados por receptores.
En contraste con los roedores,
estadísticamente, el trabajo de parto y el parto en humanos son más comunes
durante la noche. Los datos de varios estudios in vitro reportan una acción
sinérgica significativamente positiva de melatonina y oxitocina (OT) sobre las
células de músculo liso de miometrio humano, en la cual la melatonina amplifica
la señal IP3 inducida por OT y las contracciones inducidas por OT.
Estos hallazgos pueden explicar el alto nivel de contracciones uterinas
nocturnas al final del embarazo a término que provoca el trabajo de parto
nocturno. Un estudio reciente ha identificado una acción sinérgica de
melatonina y OT sobre células de músculo liso miometrial para la inducción del
gen circadiano BMAL1, un factor de transcripción en el sistema circadiano que
regula la expresión de genes cuyos promotores contienen el dominio E-box, lo
cual incluye a receptores de melatonina. Aunque la quiescencia uterina es una función
clave de la progesterona durante el embarazo, no está claro si la activación de
receptores de melatonina en el miometrio humano en el embarazo a término
involucra cambios en la señal progesterona.
En contraste con la niñez, cuando altos
niveles de melatonina se correlacionan con baja secreción de gonadotropinas, la
presencia de bajos niveles de melatonina en personas mayores se correlaciona
con envejecimiento reproductivo, es decir, alta secreción de gonadotropinas.
Está bien establecido que los niveles de melatonina en la vejez están reducidos
y que el tiempo circadiano del pico nocturno de melatonina está adelantado. El
cese normal de la fertilidad reproductiva femenina (menopausia) está determinado por la incapacidad de los ovarios
para producir folículos viables y cambios en la secreción hormonal que provocan
la falta de ciclos menstruales. Entonces, clínicamente, el envejecimiento
ovárico se caracteriza por una disminución de la reserva folicular, la cual se
correlaciona con una elevada secreción de gonadotropinas por la hipófisis.
Algunos estudios han propuesto un rol para la melatonina en el envejecimiento
ovárico, incluyendo supresión del estrés oxidativo, protección de la integridad
mitocondrial, etc. Sin embargo, como la mayoría de las investigaciones han sido
en roedores, hasta ahora no ha sido adecuadamente demostrada una clara relación etiológica entre la disminución
de los niveles endógenos de melatonina y la menopausia humana.
En conclusión, potencialmente la melatonina
puede alcanzar todas las células del cuerpo, proporcionando información
circadiana (vía ritmos de melatonina plasmática) y servir como modulador
paracrino del estado oxidativo local, respuestas inflamatorias, autofagia, etc
(por ejemplo, en el ovario y la placenta). Algunas de estas acciones de la
melatonina son dependientes de receptor mientras otras son independientes de
receptor. En algunos casos, la melatonina puede servir como una señal permisiva
o sinérgica afectando la respuesta de los tejidos a otras moléculas (por
ejemplo, oxitocina en el útero). La melatonina no tiene un fuerte impacto sobre
la pubertad humana, aunque su contribución como factor endocrino del reloj
circadiano necesita un exhaustivo estudio. Su impacto sobre la oogénesis y la
ovulación, aunque modesto, podría ser valioso en el desarrollo de nuevos
tratamientos para ciertas formas de infertilidad femenina. Por otra parte, la
melatonina farmacológica puede tener aplicación en la terapéutica placentaria,
incluyendo el tratamiento de inflamación placentaria, estrés oxidativo y
preeclampsia. Adicionalmente, los receptores de melatonina en músculo liso
uterino humano pueden ser un nuevo blanco para el manejo del trabajo de parto y
el parto a término y pre-término.
Fuente: Olcese JM
(2020). Melatonin and female reproduction: an expanding universo. Frontiers in
Endocrinology 11: 85.
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