Hormona de crecimiento bioactiva en humanos
La historia de la
investigación sobre hormona de crecimiento (GH) cubre más de 80 años, a menudo
con resultados controversiales. Uno de los hallazgos controversiales es la
detección de un factor de crecimiento que escapa al inmunoensayo, pero que
tiene actividad GH en un bioensayo de tibia de rata. En el transcurso de las
investigaciones han surgido tres conceptos claves: (1) una subpoblación de
células somatotropas de la hipófisis responde a señales de los núcleos
hipotalámicos y secreta formas bioactivas similares a HC (bGH-L) que son
pobremente reconocidas por antisueros GH dirigidos contra la forma nativa
(22kDa). (2) Señales periféricas y/o propioceptivas (aferentes neurales)
producidas por músculos de las extremidades
regulan el contenido y liberación de bGH-L. (3) La hipófisis humana
contiene un péptido, no relacionado estructuralmente con la GH, que es activo
en bioensayos de tibia.
¿Cómo se define bGH-L? La definición está
restringida a las respuestas de crecimiento in vivo de las pruebas del organismo tras inyección. Estas incluyen:
a) ensanchamiento de la placa de crecimiento de la epífisis tibial en ratas
hipofisectomizadas (test tibial) o b) respuestas anabólicas en ratas hipofisectomizadas
(cambio muscular y peso corporal).
La historia del aislamiento de HG de tejidos
de hipófisis de varias especies mamíferas comienza en los años 40. En 1956, CH
Li propuso que un mejor nombre para la
hormona podría ser “hormona metabólica”. Actualmente, no hay una respuesta
directa y simple a la pregunta de cómo se debe medir la actividad biológica de
la hormona. En 1978, los estudios de Ellis y colaborados demostraron que el
tratamiento de extractos de hipófisis de rata con antisuero GH falló en
neutralizar a este factor biológicamente activo. Más tarde, sus experimentos
demostraron que los resultados de los ensayos biológicos e inmunológicos no se
correlacionan. A partir de estos experimentos surgió el concepto de una
dicotomía entre la hormona bioactiva (bGH-L) y la hormona inmuno-reactiva
(iGH), una dicotomía que fue confirmada por otros investigadores poco tiempo
después. Aunque la(s) razón(es) sigue siendo desconocida, la modificación
estructural de la proteína nativa, 191 aminoácidos, 22 kDa, durante su
liberación por la hipófisis fue propuesta como un mecanismo para explicar la
dicotomía. Durante este período, los tres bioensayos de crecimiento más usados
fueron a) el ensayo de ganancia de peso en ratas hembras, b) el ensayo de
ganancia de peso en ratas hipofisectomizadas inmaduras y c) el test tibial. El
test tibial es especialmente útil para medir concentraciones de bGH-L en plasma
humano. La sensibilidad del ensayo es
relativamente alta (3-5 µg), pequeños volúmenes de muestra pueden ser
examinados y el ensayo puede realizarse en un período relativamente corto (4
días).
¿Por qué es la dicotomía un problema tan
complejo? En 2009, Baumann identificó la respuesta: la heterogeneidad surge a
nivel del gen GH, el “splicing” de mARN, el procesamiento post-traslacional y el
metabolismo de GH. Baumann también definió otros factores de confusión tales
como: a) variantes de hGH que no están disponibles en forma pura, b) la
posibilidad que la actividad biológica
de las variantes pueda variar entre las especies (por ejemplo, rata y humano y
c) el rol e importancia de las proteínas ligadoras de GH en el metabolismo de
la GH, cada una de las cuales contribuye a la complejidad del problema. Baumann
concluye: “la heterogeneidad de GH es una importante razón para la notoria
disparidad entre los resultados de los ensayos… y el significado biológico de esta
heterogeneidad se mantiene grandemente desconocido”.
Las concentraciones de bGH-L en hipófisis
humanas obtenidas en autopsias fueron reportadas por Parlow en 1974. Los datos
obtenidos en 542 individuos, expresados en términos de GH bovina estándar,
claramente relejan que las concentraciones de bGH-L aumentan con el avance de
la edad. Por otra parte, los resultados del laboratorio del Dr Grindeland
indican las siguientes concentraciones de bGH-L de hipófisis (ensayo tibial):
rata 200-300 µg (iGH); 24-36 µg (bGH-L); humano 4,4 mg (iGH); 0,53 mg (bGH-L).
Las pruebas médicas sugieren un rango de 4-8 mg iGH/glándula en la hipófisis
postmorten. Casi 10% del peso seco de la hipófisis es GH. Esta concentración es
aproximadamente 800 veces mayor que cualquier otra hormona de la hipófisis.
Los
resultados de 10 estudios recientes comparan las concentraciones de bGH-L e iGH
en plasma humano después de ejercicio y contracciones musculares voluntarias.
Los estudios revelan que las mediciones de la
actividad bGH-L están consistentemente en el rango de varios miles de µg/L
mientras las mediciones de iGH en estas muestras son solo de unos pocos µg/L.
Esta disparidad es una función del punto final del ensayo. En este contexto es
importante señalar que las preparaciones de GH, purificadas de hipófisis de
diferentes especies mostraron curva dosis respuesta paralelas en el ensayo
tibial. Las curvas de crecimiento tibial similares mostradas por estas
preparaciones permitieron expresar la potencia biológica en términos de una
hormona estándar de 22 kDa. De 292 individuos (190 hembras, 102 varones), la
mayoría (n= 226) eran jóvenes (19-27 años). Las concentraciones de bGH-L en 938
muestras de plasma fueron varios miles de µg/L de plasma (2000-4000), pero este
rango fue extremadamente variable. 917 de las 938 muestras de plasma contenían
cantidades detectables de bGH-L por el ensayo tibial. Sin embargo, 21 muestras
tenían concentraciones indetectables. Estas 21 muestras se obtuvieron de
personas con edad promedio de 81 años, aunque las muestras de plasma de otras
personas de esa edad en el mismo grupo contenían concentraciones de bGH-L en el
rango de 7000-9000 µg/L.
La principal variable en 8 de los 10
estudios fue el ejercicio de diferentes tipos: ejercicio de resistencia para
grupo grande de músculos, ejercicio de resistencia para grupo pequeño de
músculos para flexión tobillo plantar o ejercicio aeróbico. En estos 8
estudios, los objetivos primarios fueron: a) encontrar si las concentraciones
plasmáticas de bGH-L cambian después de un ejercicio agudo y b) cómo se
relacionan con las mediciones de iGH. En 4 de los 10 estudios el ejercicio
agudo incrementó las concentraciones plasmáticas de bGH-L, respuesta
aparentemente relacionada con el entrenamiento previo al ejercicio; en 2
estudios disminuyó la concentración plasmática de bGH-L mientras en los 4 restantes no se reportaron cambios
con respecto a los controles apropiados. Colectivamente, estos resultados
apoyan la hipótesis que el entrenamiento al ejercicio prepara a la hipófisis
para que incremente la liberación de bGH-L en respuesta a los futuros
estresores del ejercicio. La variabilidad en la respuesta al ejercicio que se
observa en la bGH-L aparentemente se debe a diferentes variables externas que
modifican el contenido de la hipófisis, la plasticidad celular. Estas variables
como edad, sexo, composición corporal, dieta, ambiente, modalidad de ejercicio
y estado de entrenamiento pueden contribuir a las variaciones en la
concentración plasmática de bGH-L.
En los años 70, los estudios en plasma y
extracto de hipófisis de rata revelaron la presencia de un potente factor de
crecimiento hipofisario que no fue detectado por los métodos basados en
anticuerpos, pero que era activo en el bioensayo tibial. El factor de
crecimiento fue llamado GH bioactiva para distinguirla de la forma fácilmente
detectada por inmunoensayo (la nativa GH 22 kDa); el antisuero GH falló en
neutralizar la respuesta al crecimiento y, en este sentido, fue similar a la
conducta de la actividad similar a insulina no suprimible (NSILA), una
actividad atribuida a los péptidos IGF-1 e IGF-2. Los resultados indicaron una
potencia bGH-L equivalente a 3000 veces la de la iGH. En esos años se propuso
un enlace metabólico, debido a que los
pre-tratamiento de las ratas (hipoglucemia inducida por insulina, ayuno o
exposición al frío) redujeron el contenido hipofisario de bGH-L por 65%,
incrementaron las concentraciones plasmáticas de bGH-L, pero no tuvieron ningún
efecto sobre la concentración plasmática de la iGH hipofisaria.
Años más tarde, Grindeland, Hymer y sus
colaboradores reportaron mayores diferencias entre la secreción de iGH y bGH-L
en tejido de hipófisis de rata después de la exposición a un ambiente de baja
gravedad. Estos hallazgos estimularon experimentos que examinaron la hipótesis
que perturbaciones propioceptivas en el sistema neuromuscular de la rata
también podrían modular la liberación hipofisaria de bGH-L. Estos estudios
permitieron el descubrimiento de un nuevo eje aferente muscular-hipófisis que
regula la secreción de bGH-L. Las ratas entrenadas a correr sobre una correa
sin fin por 15 min a 27 m/min tenían concentraciones plasmáticas de bGH-L 300%
mayor y concentraciones hipofisarias de bGH-L 50% menores que los controles,
pero las concentraciones de iGH en estas muestras no fueron diferentes a las de
los controles. Más aún, la estimulación de ciertos nervios de las extremidades,
afectaron diferencialmente la secreción de bGH-L. Específicamente, la
estimulación de los nervios peroneal o
tibial (los cuales inervan músculos de contracción rápida) incrementó la bGH-L
plasmática más de 250% mientras redujo 60% el contenido hipofisario de bGH-L. Por
el contrario, la estimulación del nervio sural cutáneo no afectó y la
estimulación del nervio soleo o la activación de músculos de contracción lenta,
inhibieron la secreción de bGH-L. Los patrones de estimulación en estos
estudios identificaron fibras aferentes de bajo umbral y diámetro grande como
un mecanismo para provocar la respuesta bGH-L. En resumen, la activación de
aferentes musculares rápidas o lentas tienen efectos opuestos sobre la
liberación de bGH-L. La ruta muscular precisa que controla la bGH-L hipofisaria
debe involucrar proyecciones neuronales bien establecidas de la médula espinal
lumbar al hipotálamo a través del tracto espino-hipotalámico que provoque la
liberación de GHRH en el sistema porta.
Una segunda ruta posible es sugerida por
estudios que combinan técnicas neuroanatómicas, de desnervación e
inmunoquímica que demuestran (a) que las
fibras que liberan sustancia P inervan directamente la hipófisis anterior a
través del ganglio nodoso (cervical inferior) y (b) que la sustancia P, el
péptido relacionado con el gen de la calcitonina y las fibras nerviosas
positiva a galanina están presentes en la hipófisis anterior de humanos, monos,
perros y ratas. Estos hallazgos aumentan la posibilidad que los péptidos
hipotalámicos así como también conexiones neurales peptidérgicas directas puedan
teóricamente regular la secreción de bGH-L. Esto ha dado lugar a la hipótesis
que…”el estrés metabólico agudo y/o activación de grupos de músculos
específicos juegan un rol importante en el control del metabolismo de
carbohidratos por movilización de bGH-L durante amenazas a la homeostasis”.
Los estudios de separación de células de
hipófisis de rata se basan en las diferencias en las características físicas de
las células como tamaño y/o densidad. Estos estudios revelaron que dos
poblaciones de células están presentes en la suspensión inicial obtenida por
centrifugación; una (somatotropas ligeras, también llamadas células tipo I) con
densidad < 1.071 g/cm3, mientras la otra (somatotropas pesadas,
también llamadas células tipo II) tiene densidades entre 1.071-1.085 g/cm3.
Cada una de estas dos fracciones representa aproximadamente 40% del total de
células somatotropas contenidas en la suspensión inicial. Las células densas
son granuladas con gránulos de secreción de 300 nm, y escasas regiones de
retículo endoplásmico y aparato de Golgi. Las células menos densas son
escasamente granuladas, pero tienen abundantes regiones de retículo endoplásmico y aparato de Golgi.
Aproximadamente 48% del total de células somatotropas son de tipo denso. Las
células somatotropas tipo I producen péptido tibial que es liberado en la forma
bGH-L 5 kDa en el espacio pericapilar.
Los avances en la tecnología de
imágenes in vivo revelaron que las
células endocrinas y no endocrinas de la hipófisis anterior están organizadas
en redes estructurales y funcionales. Los resultados indican que los cambios
manejados por geometría se correlacionan con la función de las células GH. Los
principales hallazgos indican que (a) la red GH es sexualmente dimórfica; (b)
la red GH muestra plasticidad funcional en su relación con la fisiología del
animal; (c) la plasticidad de la red GH continúa en la adultez aunque puede ser
más “flexible” en animales viejos. Las células GH forman una red dinámica,
funcionalmente reversible. Todas las células GH, en bandas que se cruzan, están
conectadas unas con otras por uniones adherentes. Estos hallazgos solidifican
el concepto que el acoplamiento localizado de células, en regiones específicas
de la hipófisis, ofrece un mecanismo dominante para el control interno de la
función celular en grupos de células GH en la glándula individual. Las técnicas
de imágenes tridimensionales demuestran que 30% de las células somatotropas
están completamente aisladas de espacios perivasculares mientras 70% están
próximas a endotelio vascular. La distribución citoplasmática de los gránulos
de secreción es uniforme en el primer caso o asimétrica en el segundo caso,
pues los gránulos se acumulan en áreas citoplasmáticas próximas a los vasos a
los vasos.
La biología vascular de la hipófisis es
compleja. Dos de los tres principales tipos de capilares (fenestrados y
sinusoidales) están presentes en la hipófisis. Mientras los capilares
fenestrados tienen poros con un diafragma que permite el paso de solutos con
una permeabilidad variable, el endotelio de los capilares sinusoidales tiene un
espacio entre las células que permite el paso de grandes solutos como las
proteínas plasmáticas. El mantenimiento de los vasos hipofisarios es regulado
por hormonas hipotalámicas a través de la señal VEGF. Por otra parte, la
sustancia P puede ser parte de una red reguladora para la secreción de hormonas
por la hipófisis anterior de varias especies, incluyendo rata y humano. Los
tractos de fibras que liberan sustancia P se encuentran en las regiones caudal
y central de la glándula.
La fragmentación de la hormona nativa 22kDa
en dos péptidos, hGH 1-43 y hGH 44-191
afecta su fisiología, el fragmento más corto tiene una potencial actividad
insulínica mientras el fragmento más largo tiene actividades anti-insulina, lo
cual implica que la hormona nativa actúa como una prohormona. El clivaje
enzimático entre los residuos treonina-142 y tirosina 143 de la molécula hGH
produce una variante de dos cadenas con un fragmento amino-terminal unido por
puente disulfuro a un fragmento carboxilo terminal más pequeño que mantiene las
dos cadenas juntas. El clivaje proteolítico puede ocurrir durante la secreción
por acción de una proteasa unida a la membrana. Aproximadamente 50% de la GH 22
kDa está unida a una proteína ligadora de alta afinidad (GHBP). Esta proteína
es la versión soluble del dominio extracelular del receptor de GH (GHR) en
humanos. Dos trabajos recientes documentan la importancia del GHR en salud y
enfermedad. Uno de los trabajos puntualiza que el GHR virtualmente está
presente en todas las células del cuerpo. Los autores enfatizan dos clases de
actividad para la GH: 1) acción a través de mediadores/citoquinas de
señalización; 2) modulación a través de su acción clásica sobre la regulación
de la producción de IGF-1. Ahora bien, ¿tiene la GHBP actividad bGH-L? Los
investigadores han abordado esta importante pregunta en una serie de estudios
con preparaciones de a) GHBP sola, o b) GHBP en combinación con GH humana
recombinante (rhGH) inyectadas diariamente en ratas hipofisectomizadas y
evaluadas 8 días después por cambios en ganancia de peso, crecimiento óseo, hGH
e IGF-I en plasma. Los principales hallazgos
fueron que a) la GHBP por sí misma no tiene efecto sobre la ganancia de peso,
pero aumenta considerablemente el efecto promotor de crecimiento de la rhGH
especialmente en hígado y riñón; y b) la GHBP prolonga la presencia de rhGH en
el plasma. Este importante trabajo podría apoyar la idea que el monómero de GH,
unido a GHBP en el plasma, califica como otra isoforma bGH-L.
Las
somatotropas son células secretoras que contienen vesículas secretoras y
almacenan y transportan proteínas a la membrana celular por exocitosis. Las
preparaciones de gránulos
citoplasmáticos de hipófisis son activas en el ensayo tibial. La presencia de
péptido tibial en plasma e hipófisis humana aumenta el número de preguntas
sobre su relación con las formas nativas de bGH-L, los sitios de
procesamiento intracelular y la importancia fisiológica. En un gránulo, la
bGH-L unida a iones Zn, existe en forma de agregados en alta concentración (4
nm) con dos iones Zn asociados cooperativamente por dímeros GH. Cada gránulo
contiene 5000-10000 moléculas. Algunos gránulos contienen citocromo C,
citocromo oxidasa y ATP. Varios estudios demuestran que las interacciones
Zn-ATP modulan la liberación de GH de los gránulos GH. Los reportes más
recientes demuestran que la GH es almacenada como un amiloide funcional en los
gránulos. Los amiloides son definidos por sus hojas cruzadas altamente
organizadas en regiones en agregados de proteínas o péptidos. En muchas
proteínas el estado amiloide es termodinámicamente estable en alta
concentración y no energéticamente favorable en concentraciones bajas de
proteína/péptido. La configuración amiloide no solo asegura la liberación
eficiente de la forma GH 22 kDa del depósito amiloide, sino también protege a
la GH de la degradación enzimática, alta temperatura y rango amplio de pH.
¿Cómo pueden interactuar el péptido tibial y la molécula GH (en su
configuración amiloide) en el gránulo de secreción? El péptido tibial puede
jugar un rol conector con moléculas GH y Zn en su configuración amiloide. Por
otra parte, los exosomas y las vesículas pequeñas son partículas que contienen
composiciones moleculares únicas de proteína, lípidos y ácido nucleico, y
ofrecen un mecanismo de comunicación intercelular. En este contexto, se
especula que el péptido tibial podría ser liberado por las células somatotropas
de la hipófisis humana en la forma de un exosoma/vesícula extracelular.
En conclusión, el modelo sobre los puntos
esenciales que subyacen al elemento regulador fisiológico para la producción y
liberación de bGH-L por la hipófisis señala la siguiente secuencia de eventos:
en respuesta a la señal de a) el hipotálamo y/o b) aferentes neurales de los
flexores de las extremidades, algunas células somatotropas (tipo II) son inducidas
a agruparse en nodos de la red de células GH. El agrupamiento induce a las
células somatotropas tipo II a producir, almacenar y liberar bGH-L. La bGH-L
pasa al espacio perivascular para su posterior procesamiento. El péptido tibial
puede tener un rol en 1) una función de
conexión al interactuar con GH y Zn en los gránulos de secreción o 2) formar
parte de la bGH-L 5 kDa. El Zn también podría aumentar la fusión de moléculas
para desarrollar una forma “super
potente” de bGH-L. Estos procesos son controlados en parte por factores
fisiológicos y/o ambientales como ejercicio, edad, % de grasa corporal, estrés
y gravedad.
Fuente: Hymer WC
et al (2020). Bioactive growth hormone in humans: controversies, complexities
and concepts. Growth Hormone & IGF Research
50: 9-22.
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