Nuevas acciones de la esclerostina en el hueso
La proteína esclerostina
(Scl), producto del gen SOST, es un regulador crítico de la formación de hueso
y actúa como un antagonista de la ruta de señalización WNT canónica en células del linaje osteoblastos
y, por tanto, regula negativamente la formación de hueso. La inhibición de la
Scl ha sido propuesta como blanco terapéutico en enfermedades óseas. Las
mutaciones que afectan al gen SOST (cromosoma 17q12-q21) causan pérdida de Scl.
A diferencia de muchas condiciones con alta masa ósea, las cuales reflejan un
defecto en la resorción ósea, las mutaciones en el gen SOST están asociadas con
incrementos en la formación de hueso (hiperostosis).
En el adulto, la expresión de Scl está
restringida grandemente al esqueleto donde es producida por los osteocitos
maduros, pero no por los osteoblastos. Las acciones de la Scl en el esqueleto
reflejan la actividad local de la proteína que sigue a su liberación por los
osteocitos. La Scl es expresada en bajos niveles en otras células asociadas con
la matriz mineralizada, incluyendo cementocitos, condrocitos hipertróficos y
articulares y fibroblastos sinoviales. En ratones, el mARN de SOST es expresado
en células de músculo liso vascular de grandes arterias durante el desarrollo
embrionario y neonatal mientras la proteína Scl está presente en la aorta
humana. La expresión de Scl es regulada al alza en los sitios de calcificación
vascular por lo que ha sido propuesta como un potencial regulador de la
mineralización. En los osteocitos, la expresión de Scl está inversamente
relacionada con la carga mecánica, en línea con el rol de los osteocitos como
mecanosensores esqueléticos. La proteína Scl está presente en la circulación
sanguínea y sus niveles aumentan con la edad. La inmovilización del hueso está
asociada con disminución de la densidad mineral ósea y aumento de los niveles plasmáticos de Scl
en modelos animales y humanos.
La Scl (190 aminoácidos) es un nuevo miembro
de la familia Dan/Cerberus de antagonistas de proteínas morfogénicas de hueso
(BMP). En común con otros miembros de la familia, la Scl es una glucoproteína
secretada que contiene un dominio cisteína; pero, a diferencia de los
antagonistas de BMP típicos, carece de residuo cisteína libre. La Scl contiene
dos potenciales sitios de glucosilación
y muchos residuos lisina y arginina cargados positivamente. Los estudios
estructurales revelan que la Scl existe en solución como un monómero altamente flexible
con regiones ordenadas y desordenadas. Las principales características de la
estructura de la Scl incluyen brazos N-terminal y C-terminal, los cuales son
altamente flexibles y tres asas que emanan de la cisteína central. Las asas 1 y
3 son rígidas y están unidas por un
enlace disulfuro en su punta mientras el asa 2 es altamente flexible, no
estructurada y es reconocida como una región funcionalmente crítica para la
unión con la proteína relacionada con el receptor de lipoproteína de baja
densidad 5/6 (LRP5/6). Otra notable característica de la estructura de Scl
incluye una región hidrofóbica que es un potencial sitio de interacción
localizado en la cara cóncava formada por las asas 1 y 3, mientras el
estiramiento lineal de los residuos cargados positivamente a un lado de la
proteína es el sitio de unión con la
heparina.
La ruta de señalización de las proteínas del
sitio de integración relacionado con wingless (WNT) tiene un rol clave en
regulación del desarrollo y homeostasis de tejidos adultos. En humanos hay 19
ligandos WNT, cada uno de ellos codificado por un gen separado, 10 receptores
frizzled de superficie celular (FZD) y varios co-receptores WNT, los cuales
dirigen la señalización hacia una de tres rutas intracelulares distintas en
respuesta al estímulo WNT. De estas tres rutas de señalización, la ruta
canónica WNT-β-catenina es la más estudiada y la única sobre la cual actúa la
Scl. La ruta de señalización canónica WNT ocurre de manera autocrina o
paracrina y es disparada por la unión del ligando al co-receptor WNT, LRP5/6 y
al receptor FZD en la superficie celular para formar un complejo ternario,
provocando la translocación del “complejo destrucción” a la membrana celular,
la fosforilación de la región citoplasmática
de LRP5/6 y el reclutamiento de AXIN, la cual altera la actividad del
complejo destrucción. La β-catenina no fosforilada se acumula en el citoplasma
para su translocación al núcleo donde se asocia con los factores de
transcripción factor célula T/factor
aumentador linfoide (TCF/LEF) unidos al ADN para iniciar la transcripción de
los genes blanco de WNT. En común con otras rutas morfogénicas, la ruta
canónica WNT requiere de un control y una manera de controlarla es a través de la existencia de múltiples antagonistas
secretados. Estos pueden ser subdivididos en dos clases: aquellos que se unen a
los ligandos WNT y los que se unen a
los co-receptores WNT. La Scl pertenece
a la última categoría. En el caso de la inhibición por Scl, la proteína se une
a los receptores LRP4 y LRP5/6 previniendo la interacción entre ligandos WNT y
LRP5/6. Esto evita la formación del complejo ternario LRP5/6-WNT-FZD y por
tanto inhibe la ruta canónica de señalización WNT. La β-catenina citoplasmática
es fosforilada por las enzimas caseína quinasa 1 (CK1) y la glucógeno sintetasa
quinasa 3 beta (GSK3β), preparada para
su ubiquitinización por el complejo destrucción y degradada en el proteosoma. En estas
condiciones, los factores de transcripción TCF/LEF en el núcleo son asociados
con el represor transcripcional Groucho y se mantienen en un estado inactivo.
La ruta de señalización canónica WNT
promueve la formación de hueso a través de sus efectos sobre las stem cells
mesenquimales (MSC) y la activación de la ruta promueve la diferenciación de
las células de linaje osteoblástico mientras inhibe la diferenciación de
células de linaje adipogénico y condrogénico. Además de favorecer la formación
de hueso, la ruta de señalización canónica WNT disminuye la resorción ósea
incrementando la expresión del gen blanco de WNT que codifica a la osteoprotegerina (OPG), la cual actúa como receptor señuelo del
ligando del receptor activador del factor nuclear κB (RANKL) para inhibir la
osteoclastogénesis.
La Scl se une a la primera beta hélice (E1)
del LRP5/6 para inhibir la ruta de señalización WNT canónica. El dominio
extracelular del LRP5/6 contiene cuatro hélices beta y los ligando WNT pueden
ser clasificados según la interacción con estas hélices. Los ligandos de la
clase WNT1 se unen a E1 mientras los ligandos de la clase WNT3a se unen a la
hélice 3 (E3). Consistente con esto, la Scl inhibe preferencialmente la
señalización canónica clase WNT1. Por el contrario, la familia Dickkopf (DKK)
de antagonistas WNT puede unirse a E1 o E3
e inhibir la señalización clase WNT1 y WNT3a. La unión de alta afinidad
de la Scl al LRP5/6 depende del dominio NxI que se encuentra en el asa 2 de la
Scl, en la cual un residuo asparagina y un residuo isoleucina son separados por
cualquier aminoácido. La interacción del asa 2 con la primera hélice beta del
RLP5/6 es esencial para la inhibición de la señal WNT. Sin embargo, varias
observaciones implican la existencia de contactos adicionales entre Scl y
LRP5/6. En primer lugar, la Scl se une aproximadamente 10 veces más fuertemente
a una proteína que contiene la primera y segunda beta hélice (E1E2) de LRP6 que
a la LRP6 E1sola. En segundo lugar, los péptidos cíclicos derivados del asa 2
de la Scl se unen a LRP6 E1 o E1E2 con similar afinidad. Esta interacción es
aproximadamente dos órdenes de magnitud más débil que la unión de la Scl de
longitud completa a la misma proteína LRP6. Estos datos sugieren que regiones
no identificadas fuera del asa 2 pueden
participar en interacciones adicionales con E2 del LRP5/6 y contribuir a la
afinidad de la unión.
A pesar
de tener estructura similar con el RLP5/6, el RLP4 no es reconocido como
co-receptor de WNT; en cambio, actúa como co-receptor de la Scl y su sobre
expresión aumenta la eficacia de la Scl mientras su ausencia reduce la función
de la Scl. El LRP4 actúa como ancla para retener Scl en el esqueleto. Originalmente,
la Scl fue propuesta como modulador de la ruta de señalización BMP.
Ciertamente, las interacciones entre Scl
y varios ligandos BMP resultan en disminución de la señalización del receptor
BMP, pero este efecto no parece representar la principal acción de la Scl en el
esqueleto. Por otra parte, los estudios estructurales de la Scl revelan la
presencia de un área de unión a heparina formada a partir de una región lineal
de aminoácidos cargados positivamente en las asas 2 y 3 que cubre un lado de la
proteína y promueve una asociación funcional entre Scl y heparina.
Recientemente, esta área ha sido identificada en estudios in vitro como una
región de unión común para varios
glucosaminoglucanos (GAG) sulfatados, los cuales interfieren con la interacción
entre Scl y LRP5/6 y restauran la señal Wnt. Los GAG son polisacáridos no
ramificados que están presentes como proteoglucanos heparán sulfato en la
matriz extracelular del hueso. Por lo tanto, la unión de Scl a GAG de la matriz ósea puede contribuir a la
regulación local de la función de la Scl.
La Scl modula directamente la población
osteoprogenitora y regula la función de los osteoblastos. In vitro, la Scl
inhibe la proliferación celular, disminuye la actividad de la fosfatasa
alcalina y la mineralización e incrementa la apoptosis en cultivos de MSC de
ratón u osteoblastos humanos. La inhibición mediada por Scl de la
mineralización en células humanas está asociada con la regulación al alza del inhibidor
de la mineralización fosfoglucoproteína de matriz extracelular (MEPE) y una
disminución concomitante en la expresión de la enzima pro-mineralización
endopeptidasa neutra reguladora de fosfato, unida a X (PHEX). La neutralización de Scl aumenta la
proliferación y el reclutamiento de células osteoprogenitoras a la superficie
activa e incrementa la formación de hueso. La transición de osteoblasto tardío
a osteocito temprano es inhibida in vitro por la Scl, lo cual sugiere un rol de
la Scl como regulador de la maduración de los osteocitos. La Scl es también un
regulador de la apoptosis de osteocitos. In vivo, la pérdida del gen SOST
provoca un aumento de la ruta de señalización WNT canónica y disminución de la
apoptosis en los osteocitos.
La capacidad de los osteocitos para resorber
mineral es llamada “osteolisis osteócitica”. Aunque es un tópico controversial,
los estudios en animales lactantes sugieren que los osteocitos pueden ser
capaces de remover la matriz perilacunar y favorecer la movilización de calcio.
La Scl regula al alza la expresión de varias proteínas involucradas en este
proceso (anhidrasa carbónica 2 (Ca2), catepsina K (Ctsk) y fosfatasa ácida
resistente a tartrato 5b (Acp5)) de una manera dependiente de LRP4/5/6. Por lo
tanto, la Scl puede contribuir a la
regulación del mineral perilacunar por los osteocitos.
En resumen, la acción de la Scl como
inhibidor de la formación de hueso es activada a través de células del linaje
osteoblasto: control de la proliferación y reclutamiento de células
osteoprogenitoras, inhibición de la diferenciación osteogénica, regulación
negativa de la actividad de los osteoblastos, supresión de la diferenciación de
osteoblastos tardíos en osteocitos y regulación de la longevidad, forma y
conectividad de los osteocitos.
La Scl no parece regular directamente la
diferenciación o actividad de los osteoclastos, los estudios en animales
deficientes en Scl proporcionan evidencia que la Scl tiene efectos indirectos
importantes sobre el linaje osteoclasto. La unión de RANKL al receptor
activador del factor nuclear κB (RANK) en los precursores de osteoclastos
promueve la osteoclastogénesis. La actividad de RANKL es regulada negativamente
por el receptor señuelo, OPG, por tanto la relación RANKL:OPG es un determinante
clave de la osteoclastogénesis. La inhibición de la señal WNT canónica por la
Scl en los osteocitos promueve la resorción ósea. La Scl aumenta la expresión
de RANKL y, por lo tanto, incrementa la osteoclastogénesis y la resorción ósea
de una manera dependiente de RANKL. Además de su efecto sobre la relación
RANKL:OPG, hay evidencia que la Scl puede afectar la expresión de otros
reguladores positivos y negativos de la osteoclastogénesis. La neutralización
de Scl disminuye la expresión de factor estimulante de colonias 1 (Csf1) e
incrementa la expresión de la proteína secretada 1inducida por WNT (Wisp1) en
células de linaje osteoblasto, lo cual sugiere dos potenciales ejes indirectos
a través de los cuales la Scl puede regular la osteoclastogénesis.
La diferenciación de MSC en condrocitos es
inhibida cuando la señal WNT canónica es activada. El efecto de la Scl sobre
los condrocitos ha sido relativamente poco estudiado. Sin embargo, es conocido
que la proteína es expresada por condrocitos hipertróficos en la placa de
crecimiento y por condrocitos articulares. In vitro, la Scl inhibe la apoptosis
en los condrocitos porque disminuye la expresión de proteasas catabólicas e
incrementa la expresión de genes anabólicos. Un estudio reciente reporta el efecto
beneficioso que la Scl exógena puede tener sobre el progreso de la
osteoartritis (OA) post-traumática.
La Scl participa en la interacción entre el
esqueleto y el tejido adiposo, actuando como un factor endocrino para aumentar
la adipogénesis en el tejido adiposo blanco y promover la diferenciación de las
MSC hacia el linaje adipogénico en la médula ósea. El concepto que la Scl y el
metabolismo energético podrían estar relacionados refleja varias observaciones
incluyendo asociaciones positivas entre Scl y parámetros metabólicos como masa
grasa y diabetes tipo 2. Trabajos
recientes en roedores han identificado un potencial rol de la Scl en la
regulación del tejido adiposo. Los ratones alimentados con una dieta rica en
grasas incrementan el peso corporal y la masa grasa, desarrollan enfermedad
metabólica y aumentan los niveles plasmáticos de Scl. In vitro, la inhibición
de la señal WNT por la Scl en MSC o preadipocitos promueve la adipogénesis y la
neutralización de Scl previene la acumulación de tejido adiposo blanco. El
tejido adiposo de la médula ósea (BMAT) comienza a formarse temprano en la vida
en la cavidad medular del hueso. La extensión del BMAT aumenta con la edad y su
formación progresa de las extremidades del esqueleto apendicular hacia el centro
del cuerpo. El BMAT proviene de precursores mesenquimales en la médula ósea y
es un depósito adiposo activo, funcionalmente distinto del tejido adiposo
blanco y el tejido adiposo marrón, altamente relacionado con el estatus
metabólico y la masa ósea. El BMAT está
elevado en condiciones asociadas con baja masa ósea, incluyendo osteoporosis,
envejecimiento y enfermedad renal crónica. En ratones, la ausencia de Scl está
asociada con disminución de BMAT. En humanos la severidad de la enfermedad
renal crónica está asociada con aumentos en el BMAT y los niveles plasmáticos
de Scl, lo cual sugiere que la Scl contribuye al incremento en BMAT en los
pacientes con enfermedad renal crónica.
Los resultados de los estudios de
manipulación genética en ratones confirman que la Scl es un regulador negativo
de la masa ósea y la fuerza ósea a través de la inhibición de la formación de
hueso. Estos datos apoyan la hipótesis
que la inhibición farmacológica de Scl puede proporcionar beneficios a los
pacientes con condiciones de baja masa ósea y mayor riesgo de fracturas por
osteoporosis, a través de la inducción de un incremento en la formación de
hueso y una sostenida reducción de la resorción ósea.
En conclusión, el descubrimiento que la Scl
actúa como un inhibidor de la ruta de señalización WNT canónica indica que esta
proteína juega un rol crítico en el
control de la formación de hueso y puede jugar un rol indirecto en la
estimulación de la resorción ósea. El rol emergente de la Scl como regulador de
los depósitos adiposos indica la existencia de ejes biológicos adicionales para
la Scl. Los recientes hallazgos en modelos animales sugieren dos roles
adicionales para la Scl: como un regulador local de MSC en la médula ósea, lo
cual promueve la producción de BMAT; y
como una molécula endocrina secretada por los osteocitos que relaciona al hueso
con el tejido adiposo anatómicamente distante.
Fuente: Holdsworth
G et al (2019). Novel actions of sclerostin on bone. Journal of Molecular
Endocrinology 62: R167-R185.
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