FGF21 y diabetes mellitus gestacional
La diabetes
mellitus gestacional (DMG) es definida como intolerancia a la glucosa con
inicio o primer diagnóstico durante el embarazo. Durante el embarazo, los
tejidos maternos progresivamente se vuelven insensibles a la insulina debido a
los cambios metabólicos que aseguran una adecuada nutrición al feto. Uno de
esos cambios es que la disposición de glucosa para todo el cuerpo mediada por
insulina disminuye 40%-60%, por lo que es necesario un incremento de 200%-250%
en la secreción de insulina para mantener la concentración sanguínea normal de
glucosa. La DMG se desarrolla cuando una mujer embarazada no produce suficiente
insulina para compensar esta resistencia a la insulina. La DMG incrementa el
riesgo de desórdenes hipertensivos en la madre, macrosomía fetal y lesiones
traumáticas en la madre y el niño durante el parto. Más aún, la DMG también
está asociada con un significativo incremento en el riesgo de desarrollar problemas de salud a largo plazo en la madre
y el niño como obesidad, diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) y enfermedad
cardiovascular.
El factor de crecimiento de fibroblastos 21
(FGF21), identificado en el año 2000, es expresado principalmente en el hígado
pero también en otros tejidos metabólicamente activos como páncreas, músculo esquelético, tejido adiposo
y placenta. El FGF21 emerge como un importante regulador del metabolismo
energético que tiene efectos beneficiosos sobre la homeostasis de la glucosa y
los lípidos. En estudios en modelos animales, el FGF21 disminuye los niveles
sanguíneos de glucosa e inhibe la
secreción de glucagón. La capacidad del
FGF21 para mejorar el control glucémico puede ser debido a un incremento en la
captación de glucosa, independiente de insulina, por los adipocitos mediado por
el transportador, GLUT1. En humanos, los niveles de FGF21 aumentan en
condiciones de resistencia a la insulina como obesidad y DMT2. En los estudios
epidemiológicos, un alto nivel plasmático de FGF21 es un predictor
independiente de DMT2. Aunque los mecanismos subyacentes para el desarrollo de
DMG no están claros, la fisiopatología de DMG y DMT2 parece ser similar; ambas
involucran resistencia a la insulina e insulina insuficiente debido a una
alteración de la función de la célula β pancreática. Esto ha dado lugar a la pregunta de si hay
una relación entre niveles de FGF21 y DMG, como es el caso con los niveles de
FGF21 y la DMT2.
El FGF21 es parte de la subfamilia de FGF
endocrinos que tiene tres miembros: FGF19, 21 y 23, todos con acciones
hormonales. El FGF21 ejerce sus acciones a través de receptores de factor de
crecimiento de fibroblastos (FGFR) 1-4, aunque la mayor parte de sus acciones
son mediadas a través del FGFR1. El complejo funcional del receptor de
FGF21 consiste del FGFR y su co-receptor
β kloto (KLB), el cual es esencial para
la señal del FGF21. La unión del FGF21 al complejo receptor provoca la
dimerización monomérica del FGFR y la autofosforilación de los residuos
tirosina del FGFR. Esto provoca la fosforilación de los residuos tirosina de la
proteína receptor de factor de crecimiento de fibroblastos sustrato 2 (FRS2). La FRS2 fosforilada forma
un complejo con la proteína adaptadora, proteína 2 unida al receptor de factor
de crecimiento (Grb2) y el factor de intercambio nucleótido guanina Ras, Sos,
(Son of Sevenlesss). Esto resulta en la activación de las rutas de señalización
Akt y quinasa regulada por señal extracelular (ERK). Los niveles circulantes de
FGF21 exhiben un característico ritmo en humanos, con una mayor elevación entre
la medianoche y el amanecer. Este ritmo del FGF21 apoya la hipótesis que el
FGF21 es un importante regulador metabólico y se integra con el ritmo circadiano de la
homeostasis energética. Los niveles de FGF21 se correlacionan con diferentes
condiciones cardiometabólicas y los mayores niveles están asociados con
factores de riesgo de enfermedad cardiovascular como inflamación crónica,
obesidad, hipertrigliceridemia y niveles elevados de las enzimas hepáticas.
Varios estudios han revelado que los altos niveles de FGF21 predicen alteraciones
del metabolismo de la glucosa.
La administración de FGF21 mejora la
sensibilidad hepática y periférica a la insulina en ratones con dieta
normal o dieta rica en grasas. Esto es
activado a través de la reducción de intermediarios lípidos en el hígado,
incluyendo triglicéridos y diacilglicerol del citoplasma y la membrana. La
reducción del contenido hepático de diacilglicerol disminuye la activación de
la proteína quinasa Cε y simultáneamente incrementa la fosforilación de la Akt2
estimulada por insulina. El FGF21 puede promover el aclaramiento de lípidos en
el hígado a través de la inhibición de la señal de hormona de crecimiento en el
hígado de ratón. El FGF21 incrementa el
contenido de insulina y la secreción de insulina estimulada por glucosa en los
islotes pancreáticos de ratones diabéticos. Más aún, la activación de las rutas de señalización ERK172 y Akt por
el FGF21 previene la liberación de citoquinas pro-inflamatorias y promueve la
apoptosis en islotes aislados. El FGF21 es expresado en músculo esquelético de
humanos y roedores donde actúa como una mioquina. En el músculo esquelético
humano, la exposición a FGF21 incrementa la captación de glucosa estimulada por
insulina, el transporte de glucosa estimulado por insulina y la sensibilidad a
la insulina. Por otra parte, el tratamiento con FGF21 incrementa la captación
de glucosa mediada por insulina en tejido adiposo blanco y tejido adiposo
marrón de ratones. El FGF21 también inhibe la lipólisis a través de la
reducción de la actividad de la lipasa y la regulación a la baja de
fosfoproteína perilipina. Algunas acciones metabólicas específicas del FGF21
como la regulación de la sensibilidad a la insulina y el gasto de energía son
mediadas por la adiponectina, pues el FGF21 estimula la expresión y secreción
de adiponectina en los adipocitos. Adicionalmente, el FGF21 es un importante
regulador de la termogénesis en el tejido adiposo marrón.
De acuerdo con los estudios sobre el rol del
FGF21 en diferentes enfermedades metabólicas con mecanismos fisiopatológicos
similares a la DMG, es posible especular que la regulación al alza de FGF21
puede ser un mecanismo compensatorio de la resistencia a la insulina para
incrementar la disponibilidad de glucosa. Los niveles elevados de FGF21 también
pueden reflejar una resistencia al FGF21 debida a alteraciones en las
interacciones del FGF21 con su receptor y la regulación a la baja de la ruta de
señalización, lo cual resulta en concentraciones suprafisiológicas de FGF21 que
son requeridas para activar una función fisiológica protectora. En un estudio
con mujeres con DMG que iban a ser sometidas a cesárea electiva, los niveles de
FGF21 fueron medidos en líquido cerebroespinal (LCE) y en plasma; los niveles
en LCE fueron similares entre las pacientes con DMG y las mujeres embarazadas controles.
Dado que el FGF21 circulante puede necesitar
cruzar la barrera hemato-encefálica antes de ejercer su efecto en la
periferia, los resultados de este estudio apoyan la hipótesis de una
resistencia central al FGF21. Esto es consistente con otro estudio que
demuestra la presencia de un mecanismo central mediador del efecto del FGF21 administrado
periféricamente para mejorar la sensibilidad a la insulina en el hígado. En ese
estudio, la infusión intracerebroventricular continua de FGF21 en ratas mejora
la sensibilidad a la insulina incrementando la inhibición dependiente de
insulina de la gluconeogénesis hepática, aunque no tuvo ningún efecto sobre la
utilización de glucosa. Los resultados de ese estudio también indican que el
FGF21 interactúa con el FGFR1 en los núcleos arqueado y ventromedial del
hipotálamo. Los mayores niveles plasmáticos de FGF21 en mujeres con DMG pueden
ser una respuesta compensatoria y los niveles similares con las mujeres
embarazadas controles en LCE pueden indicar una insuficiencia central en esta
respuesta compensatoria. Los mecanismos para esto pueden incluir una disminución
en el transporte del FGF21 circulante para cruzar la barrera hemato-encefálica
o una disfunción del FGF21 en el cerebro. Por lo tanto, una reducción de la
relación LCE/plasma de FGF21 en
pacientes con DMG podría ser un marcador de resistencia central al FGF21.
La placenta es un órgano metabólicamente
activo que secreta hormonas y factores de crecimiento en la circulación materna
y fetal en donde ejercen efectos paracrinos y endocrinos. La expresión de FGF21
en la placenta podría influir en el metabolismo placentario así como también en
la transferencia de nutriente y, por tanto, en el crecimiento fetal. El FGF21
también podría llevar a cabo sus efectos metabólicos directamente en el feto. Con
la placenta como un importante órgano para la expresión de FGF21 y el potencial
incremento en los niveles placentarios de FGF21 en las mujeres con DMG, es
posible especular que el FGF21 placentario puede pasar a la circulación materna
en las embarazadas con DMG y aumentar los niveles circulantes de FGF21.
El potencial efecto beneficioso del FGF21 en
la DMG es principalmente extrapolado de los estudios sobre DMT2 que demuestran
que la administración sistémica de FGF21 reduce marcadamente la glucosa
sanguínea y los niveles de insulina en modelos de roedores y primates no
humanos de DMT2. Los estudios en ratones con obesidad inducida por dieta (DIO)
también demuestran que la administración de FGF21 disminuye los niveles de
triglicéridos hepáticos, triglicéridos plasmáticos y glucosa sanguínea e induce
pérdida de peso porque incrementa el gasto de energía y reduce la masa grasa
sin afectar la ingesta de alimentos. La administración sistémica de FGF21
también tiene un profundo efecto sobre la sensibilidad a la insulina. Una
simple inyección de FGF21 recombinante en ratones con resistencia a la insulina
disminuye las concentraciones de glucosa sanguínea y mejora la tolerancia a la
glucosa y la sensibilidad a la insulina. El tratamiento de ratones DIO con
FGF21 por largos períodos (3-6 semanas) también revierte la esteatosis
hepática, disminuye la producción hepática de glucosa e incrementa la captación
de glucosa estimulada por insulina en corazón, tejido adiposo y músculo
esquelético. Estas acciones farmacológicas, combinadas con su capacidad para
disminuir la resistencia a la insulina, hacen del FGF21 una opción atractiva
para el tratamiento de la diabetes mellitus y posiblemente la DMG.
Aunque el FGF21 surge como un potencial
blanco para el tratamiento de la obesidad y la DMT2 en estudios preclínicos, es
necesario señalar que los niveles circulantes de FGF21 ya se encuentran
elevados en los pacientes con DMT2 debido a la resistencia al FGF21 y pueden
predecir la progresión glucémica en esos pacientes. Más aún, un estudio
reciente reporta que incrementar sistemáticamente los niveles de FGF21 puede
tener efectos perjudiciales, como por ejemplo pérdida ósea. Por lo tanto, incrementar más los niveles de
FGF21 puede no ser la estrategia apropiada para la DMT2 y la DMG. El
requerimiento de dosis suprafisiológicas de FGF21 para detener la patogénesis
de estas enfermedades es consistente con la presencia de resistencia a la
FGF21. Entonces, la suplementación con FGF21 puede ser beneficiosa en
individuos con bajos niveles de FGF21, pero no en aquellos con resistencia al
FGF21.
En conclusión, en la DMG la disposición de glucosa
dependiente de insulina en el cuerpo disminuye 40%-60%, por lo que se necesita
un incremento de 200%-250% en la secreción de insulina para mantener la
normoglucemia. La DMG se desarrolla cuando una mujer embarazada no produce
suficiente insulina para compensar la reducción de la disposición de glucosa.
En animales, el FGF21 disminuye los niveles sanguíneos de glucosa y mejora la
sensibilidad hepática a la insulina. En humanos, los niveles circulantes de
FGF21 aumentan en patologías con resistencia a la insulina como la obesidad y
la DMT2. Un elevado nivel de FGF21 es también un predictor independiente de
DMT2. De acuerdo con el rol del FGF21 en diferentes enfermedades metabólicas
con mecanismos fisiopatológicos similares
a la DMG, la regulación al alza del FGF21 puede ser un mecanismo
compensatorio frente a la resistencia a la insulina. Los elevados niveles de
FGF21 también pueden reflejar resistencia al FGF21 debida a alteraciones en la
interacción con el FGFR, lo cual resulta en concentraciones suprafisiológicas
de FGF21. La resistencia al FGF21 se desarrolla en DMG y otras enfermedades
metabólicas. La existencia de FGF21 en
sangre de cordón umbilical, así como su expresión en la placenta, sugieren un
potencial rol del FGF21 en la regulación del desarrollo fetal intrauterino y el
crecimiento y metabolismo postnatal.
Fuente: Yuan D et
al (2019). Role of fibroblast growth factor 21 in gestational diabetes
mellitus. Clinical Endocrinology 90: 47-55.
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