Vitamina K y metabolismo óseo
El hueso es un
tejido metabólicamente activo en constante remodelación durante toda la vida. Los
huesos viejos regularmente son reabsorbidos por los osteoclastos y
constantemente reemplazados por hueso nuevo. Diferentes técnicas y sustitutos
de hueso han sido usados para aumentar la formación de hueso. En este contexto,
han sido evaluados como promotores de la formación de hueso varios factores de
crecimiento (como las proteínas morfogénicas de hueso), drogas (como
simvastatina) y nutriente (como vitamina D y vitamina K). La vitamina K es una
vitamina multifuncional conocida por su eficacia para aumentar el recambio
óseo. La vitamina K promueve la formación de hueso estimulando la
diferenciación de osteoblastos, incrementando el nivel de algunos marcadores de
formación de hueso [fosfatasa alcalina y
factor de crecimiento similar a insulina (IGF-1)] y regulando la mineralización
de la matriz extracelular a través de la carboxilación de γ-glutamil.
Adicionalmente, la vitamina K previene la resorción ósea a través de sus actividades anti-catabólicas que disminuyen la diferenciación de
osteoclastos e inhiben la apoptosis de osteoblastos.
La vitamina K es una vitamina soluble en
grasas identificada por primera vez en un estudio sobre la coagulación
sanguínea en Dinamarca. La letra K deriva de la palabra “koagulation”, un
término danés usado para referirse a la coagulación sanguínea. La vitamina K
tiene un amplio rango de actividades biológicas incluyendo regulación del
metabolismo del calcio en los tejidos, crecimiento y proliferación celular,
estrés oxidativo, reacciones inflamatorias y coagulación sanguínea. En la
naturaleza, la vitamina K se encuentra en dos formas: vitamina K1 y vitamina
K2. Aunque es soluble en grasas, su análogo sintético conocido como menadiona o
vitamina K3, es soluble en agua, y es convertida en vitamina K2 en el hígado. La vitamina K1 también conocida
como filoquinona o fitonadiona tiene origen herbal y es una parte inseparable
de la dieta humana. La vitamina K se encuentra en muchas frutas y vegetales (kiwi,
aguacate, brócoli, uvas verdes y lechuga) así como también en aceites. Un tipo
de esta vitamina, dihidrofiloquinona, presente en algunos aceites hidrogenados,
es menos prominente en el cuerpo que la filoquinona. La vitamina K2
(menaquinona) se refiere a un grupo de compuestos químicos con una fórmula
específica. Estos compuestos exhiben un anillo naftoquinona y una cadena
lateral de longitud variable. La fórmula química de la vitamina K2 es MK-n
(MK-2 a MK-14) donde “n” es el número de cadenas de isoprenoides. Aunque la
mayoría de estos residuos isoprenes son insaturados, algunas formas de
menaquinonas que son producidas por bacterias tienen unidades prenil saturadas.
Las menaquinonas, excepto MK-4, son sintetizadas por bacterias. Las bacterias
anaeróbicas presentes en el colon son capaces de sintetizar MK10 a MK-13. La MK-4,
presente en peces, hígado, leche, vegetales y huevos, es la forma dominante de
vitamina K en el cuerpo humano en donde es producida primariamente por la
conversión de menadiona (vitamina K3), sintetizada directamente a partir de la
filoquinona de la dieta. Los osteoblastos humanos aplican el mismo
procedimiento para producir MK-4. Los tipos de vitamina K de cadena larga también
pueden ser convertidos en MK-4.
La vitamina K, absorbida en pequeñas
cantidades, comienza el ciclo de absorción en el intestino delgado y llega al
hígado y otros tejidos a través del sistema linfático. La mayor parte de
vitamina K1 es almacenada en el hígado y el resto, conjuntamente con la
vitamina K2, es transferido por
lipoproteínas de baja densidad a otros tejidos. En el cuerpo humano, las
vitaminas MK4 a MK10 son absorbidas en cantidades mayores -y exhiben mayor
actividad biológica- que la vitamina K1. El hígado almacena vitamina K1 y
formas largas de vitamina K2. El cerebro así como el páncreas y los órganos
genitales se encuentran entre los sitios que almacenan MK-4. Por lo tanto, la
deficiencia de vitamina K no afecta igualmente a todos los tejidos. Por
ejemplo, el hígado, el principal reservorio de vitamina K, es el último órgano
en ser afectado por la insuficiencia o deficiencia de vitamina K. La vitamina K
es reciclada a través del llamado ciclo de la vitamina K que permite al
organismo reciclar y reusar vitamina K cuantas veces sea necesario para obviar la
necesidad de la ingesta a través de la dieta. El ciclo opera de la siguiente
manera: la vitamina K entra en la célula y funciona como cofactor de la
γ-glutamil carboxilasa (GGCX), enzima residente en el retículo endoplásmico que
carboxila residuos glutamato de
proteínas, lo cual permite a estas proteínas unirse al calcio. Posteriormente,
la enzima vitamina K reductasa convierte la vitamina K de la dieta (quinona) en
su forma reducida (hidroquinona, KH2), lo cual permite a la GGCX
cargar un grupo –COOH en proteínas específicas y la enzima vitamina K
γ-glutamil transferasa convierte a la KH2 en vitamina K epóxido (KO), la forma oxidada de
la vitamina K. Después de la
carboxilación, la enzima vitamina K epóxido reductasa convierte la KO en quinona para iniciar nuevamente el ciclo. La
coumarina (Ej: warfarina), droga anticoagulante, es un antagonista de la
vitamina K epóxido reductasa e interfiere con el reciclaje de la vitamina K.
Los diferentes tipos de vitamina K varían en
su actividad biológica. Esto se debe principalmente a las diferencias en la
afinidad por la GGCX y en la distribución tisular. La vitamina K1 es almacenada
principalmente en el hígado y juega un rol mayor en la producción de proteínas
de la coagulación, mientras la vitamina K2 es extensamente distribuida en el
cuerpo humano. La vitamina K2 tiene mayor afinidad por la GGCX que la vitamina
K1. Los diferentes subtipos de vitamina K también difieren en los niveles de
bioactividad. Por ejemplo, la MK-7 tiene mayor biodisponibilidad y vida media
en el plasma que la vitamina K1 y la MK-4. Más aún, la MK-7 supera a la
vitamina K1 y la MK-4 en el nivel de actividad anti-NF-κB. Sin embargo, la MK-7
no puede inducir los genes factor de diferenciación de crecimiento y
estaniocalcina, identificados como genes blancos de la MK-4 en los
osteoblastos.
La principal función de la vitamina K es
servir como cofactor de GGCX en la producción de las proteínas dependientes de
vitamina K (VKDP). Hasta el presente han sido identificadas 14 VKDP: siete
proteínas (II, VII, IX, X, proteína S, proteína X y proteína Z) están
involucradas en la coagulación sanguínea y son sintetizadas en el hígado,
cuatro proteínas transmembrana pertenecientes a la familia Gla, y en los
huesos se encuentran la osteocalcina (también conocida como proteína Gla
del hueso), la proteína Gla de matriz (MGP) y la proteína específica de detención
del crecimiento 6 (Gas 6). Una de las principales proteínas no colágeno del
hueso es la osteocalcina (OC) secretada por los osteoblastos y otras células.
La OC se une a iones calcio y cristales de hidroxiapatita. La OC es capaz de
ejercer efectos reguladores sobre la organización de la matriz extracelular del
hueso y modular el tamaño y la forma de los cristales de hidroxiapatita. La
transcripción y translación del gen OC son reguladas por 1,25(OH)2D3,
pero su capacidad para unirse a los iones calcio depende de la vitamina K, la
cual es responsable de la γ-carboxilación de tres residuos de ácido glutámico
en las posiciones 17, 21 y 27 en la molécula OC.
La OC, además del metabolismo óseo,
tiene roles en otras actividades
fisiológicas como el metabolismo de la glucosa,
el metabolismo energético, la fertilidad y la calcificación ectópica.
Sobre la base de su grado de carboxilación, las diferentes formas de OC difieren
en su afinidad por los iones calcio. Las formas no carboxilada y de baja
carboxilación de la OC tienen poca
afinidad por la hidroxiapatita y son fácilmente liberadas en la circulación
sanguínea. La OC circulante es usada como biomarcador de la formación de hueso.
Independientemente de la concentración de vitamina K, la concentración
plasmática de OC se correlaciona con el recambio y el metabolismo óseo. Sin
embargo, el nivel de OC no carboxilada es dependiente de vitamina K y es
considerado como un indicador del estatus de vitamina K. La MGP, pertenece a las proteínas Gla extrahepáticas y es sintetizada
por osteocitos, condrocitos y células de músculo liso vascular. De acuerdo con
los hallazgos de los estudios en humanos y animales, la MGP inhibe la calcificación
de los cartílagos y la capa media
arterial, mientras facilita el metabolismo óseo. La MGP alcanza su actividad biológica óptima
después de la carboxilación posttranslacional. La proteína S es sintetizada
principalmente en el hígado y está involucrada en la ruta anti-coagulación;
pero también es secretada por los osteoblastos y tiene un rol en el recambio
óseo.
La vitamina K afecta la proliferación y
diferenciación de osteoblastos, previene la inducción de apoptosis en
osteoblastos y mejora la función de los osteoblastos. La vitamina K incrementa
la actividad de la fosfatasa alcalina y el nivel de marcadores anabólicos óseos
como la OC. El rol esencial de la vitamina K en la función osteoblástica a
través de la ruta γ-carboxilación está bien establecido. Sin embargo, la vitamina
K2 lleva a cabo algunas de sus funciones osteoprotectoras regulando genes de
marcadores óseos. La vitamina K2 activa el receptor esteroide y xenobiótico
(SXR) y opera como regulador transcripcional de genes de marcadores
osteoblasticos y genes relacionados con la matrix extracelular. El SXR, también
conocido como receptor pregnano X (PXR), es un receptor nuclear que modula la
transcripción de genes y su rol protector sobre el metabolismo óseo ha sido
demostrado en estudios con ratones PXR-knockout. La vitamina K2 puede inducir
la regulación al alza de CYP3A4 (gen blanco de SXR). La MK-7 regula al alza la
expresión de los genes Tenascina C y proteína morfogénica de hueso-2 (BMP-2).
Los efectos de la vitamina K no se limitan a estas rutas. La MK-4, a través de
una ruta independiente de SXR y γ-carboxilación, resulta en la activación de
dos genes: factor de crecimiento y diferenciación 15 y Stanniocalcina. La
inducción de estos genes es exclusiva de MK-4. La MK-4 regula la expresión de
sus genes blancos a través de un mecanismo dependiente de la fosforilacion de la
proteína quinasa A (PKA). Más aún, la vitamina K2 favorece la formación de
hueso y suprime la resorción de hueso estimulando la expresión de citoquinas
como la osteoprotegerina (OPG) y la inhibición de la expresión del ligando del
receptor del factor nuclear kappa-B
(RANKL) en osteoblastos/osteoclastos y de esta manera mejora la diferenciación
de osteoblastos. La vitamina K2 induce la regulación a la baja la activación de
NF-κB (factor nuclear κ inducido por citoquina), un proceso independiente del
mecanismo de γ-carboxilación. El efecto de la vitamina K sobre la función de
los osteocitos también ha sido investigada. La vitamina K promueve la
transición de osteoblasto a osteocito. Este efecto es independiente de la ruta
de γ-carboxilación. La vitamina K2 también tiene un efecto regulador sobre la
transcripción de marcadores óseos en los osteocitos.
El tratamiento con vitamina K2 tiene un
efecto inhibidor sobre la resorción ósea. La vitamina K previene la resorción
ósea a través de varios mecanismos: previene la formación de osteoclastos
directa e indirectamente, interfiere con la expresión de RANKL y regula al alza
la expresión de OPG en los precursores de osteoclastos. Adicionalmente, la
vitamina K disminuye la proliferación de células positivas a fosfatasa ácida
resistente a tartrato (TRAP +) y la actividad TRAP en medios de cultivo
osteogénicos. Más aún, la vitamina K2 inhibe la resorción ósea inducida por
factores como PGE2, IL1α y 1,25(OH)2D3. La vitamina K2
regula a la baja la activación de NF-κB inducida por citoquina y por lo tanto
previene la resorción ósea. La
activación de la señal de transcripción NF-κB es esencial para la formación de
osteoclastos. Aparentemente, el efecto
inhibidor de la menaquinona sobre la pérdida ósea es independiente del
mecanismo de acción de γ-carboxilación y
es disparado por la cadena lateral de la vitamina K2 (geranilgeraniol). En
suma, la evidencia actual sugiere que la vitamina K2 reduce la actividad
osteoclástica a través de diferentes estrategias.
La MK-4 exhibe la más alta bioactividad
entre los diferentes compuestos de menaquinonas y es también la más
extensamente estudiada. Sin embargo, la MK-7 tiene mayor biodisponibilidad y
vida media que las vitaminas K1 y MK-4. La soya fermentada es una buena fuente
de MK-7 producida por el Bacillus subtilis y forma parte de la dieta en
diferentes culturas en el mundo. La MK-7 afecta la formación de hueso
aumentando la función de los osteoblastos. Este compuesto regula al alza la
expresión del gen SXR e induce la síntesis de OPG y OC en osteoblastos. OPG y
OC son marcadores osteogénicos. Adicionalmente, la MK-7 regula a la baja la
activación de NF-κB en osteoblastos y osteoclastos. Aparentemente, la MK-7
ejerce este efecto independiente de la ruta γ-carboxilación.
En conclusión, la evidencia acumulada apoya
los efectos osteoprotectores de la vitamina K2 en el metabolismo óseo. La
vitamina K2, especialmente MK-4 promueve la formación de hueso, estimulando la
diferenciación de osteoblastos, regulando la mineralización de la matriz
extracelular, regulando al alza la expresión de genes de marcadores óseos e
inhibiendo la osteoclastogénesis.
Fuente: Akbari S y
Rasouli-Ghahroudi AA (2018). Vitamin K and bone metabolism: a review of the
latest evidence in preclinical studies. BioMed Research International, Article
ID 4629383.
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