Vitamina A, tejidos endocrinos y hormonas
La vitamina A (retinol) es un micronutriente
lipofílico que es crítico para el desarrollo del embrión y el niño. En adultos,
la vitamina A y sus metabolitos
(principalmente ácido retinoico (AR))
son críticos para el control de la proliferación y diferenciación celular, y
para el mantenimiento de algunas funciones celulares específicas como la foto-transducción. La deficiencia de
vitamina A es un marcador de malnutrición que se correlaciona con infección y
mortalidad en niños y adultos. En niños, la deficiencia de vitamina A
causa anomalías de desarrollo como la ceguera porque tanto la vitamina A como sus metabolitos
actúan como morfogenes que modulan la transcripción de genes durante la
embriogénesis. En adultos, la vitamina A y sus metabolitos juegan roles claves en la visión, la función
inmune, la remodelación tisular y el metabolismo. La vitamina A está presente
en alimentos de origen animal como
hígado y huevos. Una fuente alternativa
de vitamina A es la absorción de
provitamina A (carotenoides) de las plantas. Sin embargo, aunque los
carotenoides son abundantes, su absorción es un orden de magnitud menos
eficiente que la vitamina A.
Los retinoides constituyen una familia de
moléculas que incluye compuestos con actividad de vitamina A que ocurren
naturalmente así como análogos sintéticos de retinol o ácido retinoico. La
vitamina A del cuerpo deriva de animales
(retinol todo trans o retinil esteres) o plantas (carotenoides). La absorción de retinol,
retinil esteres y carotenoides depende de la absorción de lípidos,
enzimas específicas, proteínas de unión y transportadores. El retinol es tomado
directamente por los enterocitos, mientras los retinil esteres deben ser
hidrolizados por hidrolasas extracelulares en la luz intestinal. Los retinoides
son hidrofóbicos y usualmente se unen en las células a proteínas de unión
específicas. Por ejemplo, la proteína de unión a retinol tipo II (CRBPII) es
expresada en la mucosa intestinal para
facilitar la captación y almacenamiento de retinol y retinal en el enterocito.
En los enterocitos, el retinol es esterificado con ácidos grasos de cadena
larga por la lecitina:retinol aciltransferasa a retinil esteres que a través de los quilomicrones llegan a los hepatocitos
(aproximadamente 70% del retinol de la dieta). Los retinil esteres son
hidrolizados en los hepatocitos y transferidos -posiblemente vía proteína de
unión de retinol (RBP) tipo I- para la re-esterificación y almacenamiento en las células estrelladas
hepáticas. Cuando el retinol es necesario es otros tejidos, las células
estrelladas hidrolizan los retinil esteres y el retinol es transferido
nuevamente a los hepatocitos y liberado con proteína de unión de retinol
(RBP). En el plasma, el retinol y la
RBP forman un complejo ternario con la transtiretina
que también transporta tiroxina a los tejidos. Estos tejidos no hepáticos
también pueden incorporar el retinol ingerido no captado por los hepatocitos
(aproximadamente 30%). Los carotenoides pueden ser importados a través de un
receptor y posteriormente ser convertidos enzimáticamente en retinoides o incorporados sin modificación
en los quilomicrones. Aunque los carotenoides son abundantes en los alimentos,
la cantidad de retinol que se origina a
partir de los carotenoides es limitada:
la conversión de 12 µg beta-caroteno
genera aproximadamente 1 µg de vitamina A. Entonces, la llegada de retinoides a
las células no hepáticas depende de la distancia temporal con la comida previa:
en las células en estado de ayuno son manejados principalmente unidos a RBP y
transtiretina, mientras en el estado postprandial, los retinil esteres son
manejados principalmente por lipoproteínas.
En los tejidos, la captación celular de
retinol depende de difusión pasiva. En las células que tienen alta necesidad de
retinol, la captación usualmente es facilitada por un transportador de RBP
conocido como STRA6 (STimulated by Retinoic Acid 6). El STRA6 también puede
facilitar la salida de retinol. Las mutaciones de esta proteína causan
severas y a menudo letales anormalidades del desarrollo. En las células,
el retinol es metabolizado y la mayoría
de sus funciones son ejercidas por sus
metabolitos. Las concentraciones intracelulares de estos retinoides son
controladas por la actividad de varias enzimas metabólicas cuya expresión y
actividad varía entre los tipos de
células. Las deshidrogenasas metabolizan al retinol todo trans en retinaldehido
todo trans que a su vez es metabolizado en ácido retinoico todo trans (ttAR) por
la retinaldehido deshidrogenasa (RALDH). El ttAR es degradado por hidroxilación por enzimas
citocromo P450, principalmente CYP26A1, una enzima inducida por ácido
retinoico. Existen varios isómeros de ácido retinoico, el más abundante es el
ttAR (tretinoin); el menos abundante es 13-cis AR (isotretinoin) y posiblemente
el 9-cis AR (alitretinoin). El metabolito de retinol 11-cis-retinal es esencial
para la fototransducción en la retina.
Las acciones fisiológicas del ttAR son
mediadas primariamente por su unión a
receptores de AR (isoformas RAR α, β y
γ) y la posterior formación de
heterodímeros de RAR y receptores retinoico X (RXR) (isoformas RXR α, β y γ).
RAR y RXR son miembros de una
familia de receptores de hormonas,
vitaminas y lípidos: receptores para
esteroides, hormonas tiroideas, vitamina D y receptor activado por el proliferador de peroxisoma (PPAR).
Estos receptores actúan como factores de transcripción. RAR y RXR forman
heterodímeros que regulan la activación
transcripcional sobre los elementos de
respuesta de AR (RARE) de los
genes blancos de retinoides. Muchos tejidos son blanco de los retinoides a través de diferentes complejos
heterodiméricos. Aparentemente, hay un alto grado de redundancia funcional entre los diferentes heterodímeros de RAR
y RXR. En ausencia de ligando retinoide, los heterodímeros RAR/RXR actúan como represores
transcripcionales a través de un complejo correpresor que incluye N-CoR1 o
N-CoR2 y proteínas con actividad histona deacetilasa. Cuando se une el ligando
retinoide, los heterodímeros RAR/RXR modifican su estructura e interactúan con
gran afinidad con proteínas activadoras que incluyen SRC 1, 2 y 3 y proteínas
con actividad histona acetiltransferasa como la p300.
Los metabolitos de la vitamina A actúan como
ligandos intracelulares sobre receptores
identificados y otros blancos celulares. Sin embargo, la acción del AR a través
de receptores nucleares puede no ser limitada por los efectos transcripcionales
inducidos por el RAR. En primer lugar, el AR puede actuar sobre receptores RXR
a través del metabolito 9-cis AR. Sin embargo, aunque el 9-cis AR es un
poderoso agonista de RXR, no hay muchas
pruebas de su presencia en las células. En segundo lugar, el AR puede ejercer
efectos no genómicos a través de
receptores presentes en el
citosol o en la membrana celular.
Adicionalmente, el AR puede modular rápidamente
MAP quinasas, fosfatidilinositol 3 quinasa, quinasas dependientes de
calmodulina, etc. Esto podría establecer interacciones entre cascadas de
quinasas y rutas genómicas activadas por RAR que llevan a fosforilaciones
coordinadas entre los mismos RAR, otros receptores, correguladores e histonas.
En animales, la deficiencia de vitamina A
causa hipertrofia tiroidea con reducción de la captación de yodo
y de la síntesis de tiroglobulina y hormonas tiroideas. Las dietas que
combinan deficiencia de yodo y vitamina A producen mayores alteraciones en el
metabolismo tiroideo que las dietas deficientes únicamente en yodo o vitamina
A. En niños con deficiencia moderada de vitamina A, aumentan la concentración
de TSH, el volumen tiroideo y la T4 total. Hay interacciones entre vitamina A y
metabolismo de yodo. Por ejemplo, en los niños con deficiencia de yodo, la
deficiencia de vitamina A incrementa la estimulación con TSH y el tamaño
tiroideo pero reduce el riesgo de
hipotioroidismo. Los estudios que han investigado las acciones del AR sobre los
tirocitos sugieren que las isoformas de AR pueden tener diferentes
consecuencias sobre las funciones de los tirocitos. Varias etapas de la
síntesis de hormonas tiroideas inducida por TSH
dependen de AR. El AR reduce los niveles de ARNm de receptor de TSH,
suprime la acumulación de tiroperoxidasa y tiroglobulina. Sin embargo, la
principal razón del reciente interés acerca del rol del AR en la tiroides es su
potencial uso terapéutico en el cáncer tiroideo. En este contexto, el AR
incrementa la expresión del NIS, lo cual a su vez incrementa la captación de I-.
Por otra parte, el AR modula los efectos de las hormonas tiroideas sobre sus
órganos blancos. En primer lugar, el AR induce
la expresión del transportador monocarboxilato de hormona tiroidea. Esto
tiene un rol importante durante las etapas críticas del desarrollo cerebral en
el embrión. En segundo lugar, aunque físicamente el RAR y los receptores
tiroideos no interactúan directamente,
ellos exhiben algunos cofactores como CART1, un de-represor en el citoplasma, y NCoR2, un co-represor en
el núcleo. En tercer lugar, hay interferencias entre las señales tiroideas y
retinoides. Por ejemplo, en ratas, la
dieta deficiente en vitamina A disminuye la expresión de receptores retinoides y tiroideos. Entonces,
hay muchos niveles donde el AR interactúa con la fisiología del eje hipotálamo-hipófisis-tiroides.
Hay argumentos para una acción del AR sobre
el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA). Por ejemplo, el tratamiento crónico
de ratas jóvenes con AR incrementa la concentración basal de corticosterona.
Sin embargo, la literatura reciente se refiere al posible uso de AR en tumores
de hipófisis o adrenales. En primer lugar, el RAR-α se co-localiza en neuronas
CRH y vasopresina del núcleo paraventricular del hipotálamo, lo cual sugiere
una regulación de estas células por el AR. Más aún, el AR se localiza en algunas neuronas hipotalámicas aunque no
se sabe si estas neuronas regulan el eje HHA. En segundo lugar, el AR podría
actuar sobre las células corticotropas de la hipófisis. En ratas normales, la administración
de ttAR incrementa la concentración basal de corticosterona posiblemente a
través del incremento de la expresión de ARNm
de CRH y RAR-α en el hipotálamo. En tercer lugar, el AR podría actuar
sobre las adrenales y especialmente sobre la ontogenia, fisiología y tumorigénesis
de las adrenales a través de señal SMRT y proteínas morfogénicas de hueso
(BMP). El AR regula la señal BMP promoviendo la degradación de Smad1 fosforilada. Por otra parte, el AR
promueve la transcripción de GATA-6 que a su vez promueve la transcripción de BMP2. Por último, parte
de la interacción entre vitamina A y
acción de glucocorticoides puede ocurrir en la regulación hacia abajo de la
producción de hormonas adrenales porque la vitamina A y los receptores de glucocorticoides pueden
interactuar directamente o indirectamente. Por lo tanto, el AR es capaz de
disminuir la expresión de receptores de glucocorticoides y modificar la señal
glucocorticoide. Adicionalmente, el AR puede modular la activación local de
glucocorticoides por la 11β-hidroxiesteroide deshidrogenasa (HSD1).
El AR es un factor crítico para la
formación de las gónadas en el hombre y
una de las principales consecuencias de
la deficiencia de vitamina A aparte de la ceguera es la infertilidad. En las
células de Leydig así como en células ováricas, el AR estimula la expresión de
la proteína reguladora aguda de la esteroidogénesis (StAR)
y la 17α-hidroxilasa y por consiguiente la esteroidogénesis. El rol del
AR en la producción de hormonas gonadales
parece ser menos importante aunque el AR estimula la síntesis de
hormonas esteroides. Por otra parte, algunos estudios sugieren una relación
entre AR y estrógenos en células de cáncer de mama particularmente con acciones opuestas sobre
la proliferación celular. El RARα podría ser parte integral del complejo
transcripcional ERα.
El AR juega un rol en la diferenciación de
las células somatotropas de la hipófisis
a través del factor de transcripción pit-1 y la expresión de receptores de hormona liberadora de
hormona de crecimiento ((GHRH). En las células somatotropas desarrolladas, los
retinoides afectan la secreción de hormona
de crecimiento basal y estimulada por GHRH. La síntesis de los factores de
crecimiento similares a insulina 1 y 2 (IGF1 e IGF2) es aumentada por los
retinoides. En tumores de hipófisis, el AR incrementa la expresión de
receptores de dopamina tipo 2. Por otra parte, la acción del AR ha sido
descrita en células secretoras de prolactina normales o tumorales. Un posible
mecanismo de acción es el rol de BMP-4, miembro de la familia factor de crecimiento
transformante β (TGFβ), sobreexpresada en diferentes modelos de prolactinoma e
inductora del desarrollo de estos adenomas.
La señal del receptor de AR es
requerida en células progenitoras
pancreáticas y también para el mantenimiento de la función y la masa de
células β en el páncreas adulto. Hay
varios estudios que relacionan la función de las células β con el AR. Por
ejemplo, las concentraciones plasmáticas de vitamina A son mayores en sujetos con intolerancia a la
glucosa y la relación RBP/retinol es elevada
en pacientes con diabetes tipo 2. En células β, el ttAR incrementa la
transcripción de los genes glucoquinasa,
transportador de glucosa 2 y pre-proinsulina y promueve la secreción de
insulina. Por el contrario, el 9-cisAR, ligando de receptores RXR, disminuye la secreción de insulina inducida por glucosa. El páncreas es uno de
los pocos tejidos donde ha sido
detectado el 9-cisAR endógeno. El 13-cisAR también puede ser un rol en la
viabilidad de las células pancreáticas.
Hay varios estudios en animales que reportan
los efectos del AR sobre la producción de renina o angiotensina. El tratamiento con ttAR
incrementa la expresión de la enzima convertidora de angiotensina 2 con la consiguiente reducción de la presión
arterial en ratas hipertensas. Por otra parte, el AR estimula la síntesis de
eritropoyetina en ratas fetales. En ratas adultas, sin embargo, este efecto
desaparece. El complejo RAR/RXR es reemplazado
por un receptor orfan, factor nuclear de hepatocito 4, el cual se
une al mismo elemento cis para facilitar
la interacción con el factor inducible por hipoxia 1 unido en un sitio
adyacente.
En conclusión, la vitamina A (retinol) es un
micronutriente crítico para la proliferación y diferenciación celular. En
adultos, hay evidencia que la vitamina A y sus metabolitos como ácido
retinoico (AR) juegan roles importantes en la visión, las funciones inmunes, la
remodelación tisular y el metabolismo. Por otra parte, actualmente es bien
conocido que la vitamina A y sus metabolitos están involucrados en el desarrollo de algunas
glándulas así como también en las funciones
de esas glándulas en adultos. Uno de los roles más críticos de la
vitamina A en la salud humana es su
efecto sobre la función tiroidea.
Asimismo, el rol de la vitamina A es importante en la regulación del eje HHA
aunque las consecuencias endocrinas de
este efecto son más difíciles de explorar.
Fuente: Brossaud
J et al (2017). Vitamin A, endocrine tissues and hormones: interplay and
interactions. Endocrine Connections 6: R121-R130.
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