Influencias del manganeso en el desarrollo de la
pubertad
El inicio de la pubertad es la
culminación de una serie de eventos en
el hipotálamo que resulta en el incremento de la secreción pulsátil de la hormona liberadora de gonadotropinas
(GnRH). Este cambio en la liberación de GnRH está asociado con la remoción gradual de impulsos inhibitorios del ácido gamma
aminobutírico (GABA), así como el desarrollo de una mayor respuesta a los impulsos excitadores de aminoácidos, factor de crecimiento similar
a insulina 1 (IGF-1) y kisspeptinas (KP). Estos componentes excitadores son los mayores contribuyentes del incremento en la secreción de GnRH y
manejan el proceso puberal en ratas, monos y humanos. El incremento puberal en
la secreción de GnRH está asociado con
la activa participación de neuronas y
células gliales cuyas funciones son influenciadas por señales metabólicas
periféricas, genéticas y ambientales.
El manganeso (Mn), un nutriente esencial muy abundante en agua, alimentos, aire y
tierra, es requerido para muchos procesos fisiológicos, incluyendo crecimiento
y reproducción. En animales de laboratorio, la deficiencia de Mn está asociado
con alteraciones en el desarrollo y la reproducción, lo cual sugiere que este
elemento juega un rol en la función reproductiva. Es bien conocido que el Mn
cruza la barrera hemato-encefálica (BHE) unido a sistemas transportadores como la
transferina y el transportador de metales divalentes-1 y por lo tanto, llega al
hipotálamo a través de los vasos cerebrales y el líquido cerebro-espinal. En
ratas, la entrada de Mn en el cerebro es cuatro veces más eficiente en animales recién nacidos y jóvenes debido al desarrollo incompleto de la BHE, lo cual permite que el Mn se
acumule en el hipotálamo. Más aún, las ratas jóvenes generalmente son más
sensibles al Mn. Sobre la base de estos hallazgos, se ha propuesto que el Mn
puede jugar un rol en el inicio de la
pubertad.
Los experimentos iniciales en animales demostraron
la capacidad del Mn para estimular acciones hipotalámicas criticas asociadas
con el inicio de la pubertad. Uno de los estudio iniciales reporta que la
inyección de Mn en el tercer ventrículo del cerebro de ratas hembras de 30 días de edad causa un incremento en los
niveles plasmáticos de hormona
luteinizante (LH) secretada por la hipófisis. Para evaluar este aparente efecto
hipotalámico, se removió el hipotálamo medio basal (HMB) de animales inmaduros, el cual se incubó in vitro para
determinar si el Mn puede inducir
directamente la liberación de la GnRH. En
este estudio, el Mn produjo un incremento dependiente de dosis en la liberación
de GnRH. La acción del Mn en el hipotálamo fue confirmada por el bloqueo in
vivo de los receptores de GnRH en la hipófisis con acilina, un antagonista de
la GnRH. Otro estudio demostró que el Mn activa la guanilil ciclasa soluble
(sGC), lo cual resulta en un incremento de la liberación hipotalámica de
guanosina monofosfato cíclico (cGMP) y GnRH. Otra serie de estudios demostró que la exposición crónica de dosis
bajas de Mn puede elevar los niveles plasmáticos de hormonas relacionadas con
la pubertad y alterar el tiempo de inicio de la pubertad. Los resultados de
este estudio revelan que el Mn se acumula en el hipotálamo, una acción asociada con un incremento en los niveles
plasmáticos de LH, hormona estimulante
de folículo (FSH) y estradiol. Más aún, los resultados indican que el Mn puede
facilitar el inicio normal de la pubertad, pero también puede contribuir a la
pubertad precoz si un individuo es expuesto a niveles elevados de Mn
tempranamente en el desarrollo.
Así como en las hembras, varios estudios
indican que la administración de Mn en ratas machos estimula la secreción de LH. Más aún, estos estudios reportan que la
ingestión crónica de Mn también afecta eventos relacionados con la
pubertad en los machos y revelan
diferencias específicas de género
cuando se comparan con las hembras. En uno de estos estudios, la dieta de las
crías machos fue suplementada con 10 o 25 mg/kg de MnCl a partir del día 15
hasta los 48 o 55 días de edad. Mientras la dosis de 10
mg/kg no produjo efectos significativos,
la dosis de 25 mg/kg causó un marcado incremento de LH, FSH y testosterona en las
ratas de 55 días de edad. Concomitantemente se produjo un incremento en la
producción de espermatozoides y la eficiencia de la espermatogénesis, lo cual
indica una aceleración de la espermatogénesis
inducida por Mn asociada positivamente con incrementos en las hormonas
relacionadas con la pubertad. En estos estudios se observaron diferencias de
género pues los machos inmaduros fueron
menos sensibles a las influencias hipotalámicas
del Mn que las hembras. Aunque una dosis mayor de Mn fue requerida para
los machos en comparación con las hembras, es de hacer notar que es mucha más
baja que las dosis de Mn que producen efectos neurotóxicos en ratas y primates
adultos. La razón de la mayor dosis en los machos puede deberse a diferencias
en el metabolismo pues es conocido que los machos aclaran el Mn más rápidamente
que las hembras.
El desarrollo de la red comunicacional
glía-neurona en el HMB es necesaria para la secreción de GnRH. En este
contexto, el tratamiento crónico con Mn causa un incremento en ARNm de igf1 en el HMB de ratas de 22-29
días de edad con un concomitante incremento en el contenido de receptor de
IGF-1. La inducción del gen de este factor de crecimiento en el HMB durante el
desarrollo temprano previo al inicio de la pubertad indica que el Mn puede promover la maduración de la
actividad neurosecretora glial-neuronal en el área hipotalámica responsable de
la secreción de GnRH. La secreción de GnRH por los terminales nerviosos en el HMB debe ser sostenida para
manejar el proceso puberal. Por otra
parte, la administración de Mn incrementa marcadamente la expresión del gen Gnrh en el área
preóptica (APO)/área hipotalámica rostral (AHR) del cerebro de ratas hembras prepuberales. Esta elevación en la síntesis y liberación de GnRH está
asociada con incrementos en los niveles de hormonas relacionadas con la
pubertad.
La expresión del gen Kiss-1 aumenta en el
hipotálamo a medida que avanza la pubertad. Este gen codifica la familia de péptidos
kisspeptinas que actúan a través de receptores acoplados a proteína G sobre las
neuronas GnRH. El sistema Kiss-1/KP es considerado crítico para el desarrollo
puberal en varias especies, incluyendo humanos. Las ratas tratadas con Mn
expresan aumentos en la expresión del
gen Kiss-1 en APO/AHR. La AHR incluye al
núcleo anteroventral periventricular (AVPV), el cual contiene neuronas que
expresan Kiss-1 y proporciona impulsos críticos a la mayoría de neuronas GnRH localizadas en el APO. La
señal del blanco de rapamicina de mamíferos (mTOR), una proteína quinasa
serina/treonina, es regulada por factores de crecimiento, aminoácidos y niveles
energéticos celulares, pero también es
considerado un modulador de la pubertad a través de la regulación del gen
Kiss-1. La regulación hacia abajo de mTOR en la región APO/AHR causa
disminución de la expresión de los genes
Kiss-1 y Gnrh. Un estudio reciente demuestra que la exposición a elevados
niveles de Mn causa un incremento
prepuberal en la expresión de los genes mTOR y Kiss-1. Por el contrario, la
administración de everolimus (EV), un inhibidor de mTOR, bloquea la capacidad
del Mn para inducir pubertad precoz. Entonces, la exposición a Mn puede inducir
precozmente la expresión de mTOR y Kiss-1/KP en el APO/AHR y estos
incrementos están asociados con el aumento en la expresión del gen GnRH
en la misma región cerebral.
El Mn puede influir en la síntesis
hipotalámica de IGF-1. El Mn induce la secreción de IGF-1 en neuronas y glias para estimular la
síntesis de KP. La inyección de Mn directamente en el tercer ventrículo del
cerebro incrementa la síntesis de receptor
de IGF-1 (IGF1R) y Akt en la región APO/AHR. Estos resultados demuestran
que el Mn puede regular la Akt. Estudios
recientes revelan que el Mn, además de la inducción de Akt, incrementa la
fosforilación del complejo esclerosis
tuberoso 2 (TSC2), el cual remueve el tono inhibitorio sobre la proteína Rheb,
provocando un incremento de sus niveles. La estimulación del IGF-1 por el Mn
induce la fosforilación del IGF1R. Esta acción resulta en la regulación hacia
arriba de Akt que a su vez incrementa la
fosforilación de TSC2 causando la remoción del tono inhibitorio sobre la Rheb.
La activación de Rheb estimula al mTOR
y, en última instancia, la síntesis de KP. Estos datos sugieren fuertemente que
el Mn actúa, al menos en parte, a través de la ruta IGF-1/Akt/mTOR en la región
APO/AHR para inducir la síntesis prepuberal de KP. Una vez liberada, la KP se
une a receptores GPR54 en las neuronas GnRH e incrementa la actividad neuronal.
La GnRH neuronal viaja caudalmente en el
HBM donde es liberada por los terminales nerviosos directamente en los vasos
porta hipofisiarios en la eminencia media. Adicionalmente, el Mn también
facilita la liberación de GnRH por los terminales nerviosos activando
directamente la ruta sGC/cGMP/proteína quinasa G (PKG).
Las acciones prepuberales del Mn son
relevantes y pueden contribuir al inicio normal de la pubertad. Sin embargo,
también existe el potencial efecto de incrementar el riesgo de desarrollo de pubertad precoz por exposición a elevados
niveles de Mn durante los años juveniles. La pubertad precoz central es un serio desorden que se inicia cuando el
sistema secretor de GnRH es activado
prematuramente, lo cual resulta en cambios hormonales que se asemejan a los que
ocurren en la pubertad normal. Varios
hechos apoyan la potencial capacidad del
Mn para provocar el desarrollo de pubertad precoz. Una vez en el cuerpo, el Mn
se acumula en áreas del hipotálamo prepuberal responsables de regular la síntesis y liberación de GnRH y por
lo tanto controla la actividad de las neuronas GnRH. Posteriormente, el Mn
induce la secreción de hormonas que están asociadas con el avance de la
pubertad en ambos sexos. El hecho que
las hembras sean más sensibles al Mn es de potencial importancia como evidencia
que indica una tendencia para mayores casos de pubertad precoz en las hembras.
En varones, menos del 10% de los casos de pubertad precoz son idiopáticos. En
general, se piensa que cualquier sustancia que puede actuar en el hipotálamo
para inducir la secreción de GnRH podría ser una causa subyacente de pubertad
precoz. En este contexto, el Mn puede ser considerado como un potencial
candidato porque induce rutas que normalmente controlan al sistema GnRH en el
tiempo de la pubertad.
En conclusión, el
Mn puede cruzar la BHE, actuar en el hipotálamo e influir en el inicio de la
pubertad. El Mn es capaz de estimular la liberación de GnRH en los terminales
nerviosos del HMB a través de la ruta sGC-cGMP-PKG que facilita la secreción de
la hormona. Adicionalmente, el Mn activa la ruta IGF-1/Akt/mTOR que incrementa
la síntesis prepuberal de KP, la cual tiene un rol crítico en el control de
GnRH en la pubertad. Sin embargo, la acumulación de Mn en el hipotálamo en la
edad juvenil potencialmente puede promover el desarrollo de pubertad precoz.
Fuente: Dees WL
et al (2017). Influences of manganese on pubertad development. Journal of
Endocrinology 235: R33-R42.
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