Neuromodulación por
BDNF
El factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) es una
neurotrófina clásica descubierta en los años de la década de 1950 que
actúa sobre receptores de neurotrofina TrkB y pan75 (p75NTR).
La señal TrkB provoca un incremento en proliferación y supervivencia, mientras
la señal p75NTR, aunque menos
clara que la TrkB, ha sido asociada con daño celular y apoptosis. El BDNF tiene
muchas funciones en el cerebro con efectos significativos sobre la neurogénesis,
la sinaptogénesis, la transmisión sináptica y la función cognitiva. Un estudio
reciente demuestra que los vasos sanguíneos son fuente de BDNF en el cerebro.
El apoyo más fuerte de este hallazgo proviene de la remoción del endotelio de
los vasos sanguíneos en cerebro de rata, por perfusión de una solución CHAPS a
través de los vasos cerebrales, lo cual resulta en niveles de BDNF
aproximadamente 50% menores en corteza e hipocampo en comparación con cerebros
no perfundidos. Esto es una dramática disminución considerando que el endotelio
constituye solamente un pequeño porcentaje de las células del cerebro e indica
un nivel muy alto de producción de BDNF en estas células. Este hallazgo resalta
el potencial rol de los vasos sanguíneos en la función cerebral. El BDNF es
producido constitutivamente por los vasos sanguíneos en condiciones normales y
puede ser aumentado por el ejercicio. La producción de BDNF es preservada a
través del árbol cerebrovascular con
vasos cerebrales aislados fraccionados por tamaño desde vasos grandes a
capilares pequeños, con niveles similares de síntesis de BDNF.
Los vasos sanguíneos del cerebro son los más
especializados en el cuerpo. La barrera hematoencefálica (BHE) permite el
control exacto de moléculas que entran y salen del cerebro. La BHE juega un rol
crucial en la nutrición del cerebro, nutrientes importantes de la circulación
cruzan el endotelio a través de transportadores en las células endoteliales.
Sin embargo, los vasos sanguíneos cerebrales carecen de transportadores para
neurotrofinas. El control y mantenimiento de la BHE no depende solamente del
endotelio, sino también de los pericitos en la membrana basal alrededor de las
células endoteliales. Los pericitos proporcionan soporte trófico para las
células endoteliales y tiene un rol crucial en el mantenimiento de la integridad de la BHE donde controlan la transcitosis a
través de estas células. Los astrocitos que rodean al endotelio también
controlan la función endotelial y son
importantes en el acoplamiento cerebro-vascular. Esto conceptualiza la unidad
cerebro-vascular, la cual comprende al endotelio con las células de soporte
como pericitos y astrocitos y establece un enlace entre endotelio y neuronas. El
control neural sobre el flujo sanguíneo microvascular es el que ha sido
estudiado más detalladamente. El control
de la hiperemia o flujo sanguíneo aumentado no depende solamente del control
directo de las neuronas, sino también de los astrocitos. El acoplamiento
cerebro-vascular permite que las glías y las neuronas reciban un aporte
adecuado de sangre e involucra a neurotransmisores como el glutamato. El acoplamiento cerebro-vascular
funciona a través de neuronas (y la
consiguiente producción de óxido nítrico, NO) y astrocitos para mediar el
acoplamiento sangre-flujo.
Los estudios sobre el rol del BDNF cerebrovascular se han
limitado principalmente a su función sobre neuronas de la zona subventricular
(ZSV). El BDNF proporciona soporte trófico para las neuronas del recién nacido
y guía la migración de células precursoras
desde la ZSV al bulbo olfatorio. Un estudio reciente demuestra que
después de un trauma, las neuronas nuevamente formadas cambian su ruta
normal de migración al bulbo olfatorio y
migran al área dañada para reemplazar las células muertas o dañadas. Esta
migración de neuroblastos también depende del BDNF producido por células
vasculares, principalmente células endoteliales, en el área dañada. Otra
neurotrófina, NT-3, producida por el
endotelio, también tiene un rol en la ZSV. La NT-3 es producida por células
endoteliales de los vasos sanguíneos que proporcionan soporte a la ZSV y el plexo coroideo adyacente. La síntesis de
NT-3 promueve quiescencia en las stem cell neuronales en contraste con el BDNF que promueve la
migración. El BDNF vascular ha sido asociado con funciones en una pequeña parte
del cerebro donde ocurre neurogénesis,
pero el hallazgo de los vasos sanguíneos
como fuente de BDNF sugiere que puede tener roles importantes en otras áreas del
cerebro.
Los niveles de BDNF manejan la producción de NO en el endotelio. Estudios recientes reportan
que el ejercicio puede incrementar la neurogénesis en el cerebro. Sin embargo,
el mecanismo que subyace a la neurogénesis inducida por ejercicio no está
claro. Por otra parte, el ejercicio físico incrementa marcadamente los niveles
de BDNF y NO en los vasos sanguíneos cerebrales. Más aún, el incremento en
BDNF se correlaciona con la forma
fosforilada de la eNOS en los vasos sanguíneos. Una relación similar
entre BDNF y producción de NO en las células endoteliales ha sido reportada en
ratas con hipertensión espontánea. Otro
estudio reporta que la exposición de
microvasos aislados a un potente donador
de NO (gliceril trinitrito) resulta en un marcado incremento en BDNF, lo cual
proporciona soporte adicional para la producción vascular de BDNF mediada por
NO.
Las neurotrofinas son potentes moléculas con un potencial
uso en enfermedades neurológicas. Sin embargo, la carencia de transportadores
de neurotrofinas junto con la naturaleza soluble en agua de estas moléculas,
resulta en una pobre penetración de neurotrofinas a través de la BHE. Muchos estudios
“bypassing” la BHE mediante la infusión de neurotrofinas en el líquido
cerebro-espinal, pero a menudo esto resulta en concentraciones desbalanceadas
en el cerebro, con altas concentraciones alrededor de las áreas de infusión y dosis subterapéuticas en áreas distantes.
Los datos actuales producen un cambio conceptual en las terapias basadas en
BDNF, con los vasos sanguíneos como blanco y el endotelio como modulador de los
niveles de BDNF en el cerebro. Una cantidad significativa de BDNF se encuentra
en la sangre cuyos niveles aumentan con el ejercicio, pero la fuente celular del
BDNF sanguíneo sigue siendo un enigma. Aunque algunos estudios proponen que los
megacariocitos, los precursores de las plaquetas en la médula ósea, sintetizan y contribuyen a los niveles
sanguíneos de BDNF, los hallazgos actuales sugieren que los vasos sanguíneos
cerebrales también podrían contribuir a los niveles sanguíneos de BDNF. Actualmente, hay una
mayor apreciación de un componente vascular de los trastornos
neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer. Los cambios
cerebrovasculares en la producción de BDNF en estas enfermedades sugieren un
elemento vascular de estos trastornos neurodegenerativos.
En conclusión, los vasos sanguíneos son uno de los
principales productores de BDNF en el cerebro. El BDNF vascular está asociado
con funciones en áreas cerebrales donde ocurre neurogénesis. El ejercicio
físico incrementa los niveles de BDNF y NO en los vasos sanguíneos cerebrales. Los
niveles de BDNF disparan la producción de NO en los vasos sanguíneos
cerebrales. A su vez, la producción vascular de BDNF es mediada por NO.
Fuente: Ek CJ (2017). Neuromodulation by
cerebrovasculature BNDF: is it much greater than we think? Acta Physiologica
219: 709-711.
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