Regulación de la
producción hepática de glucosa mediada por insulina
El hígado juega un rol central en el mantenimiento de la homeostasis de la glucosa, ajustando la
producción de acuerdo al balance
energético. El regulador principal de la producción hepática de glucosa (PHG) es
la insulina. El hígado está expuesto a la sangre de la circulación porta que
tiene concentraciones de insulina
aproximadamente tres veces mayores que
la sangre venosa. La PHG es controlada por las acciones directas de la
insulina sobre los hepatocitos, cuando la insulina se une a su receptor suprime
la PHG a través de la activación de la ruta de transducción de señal fosfoinositido
3-quinasa (PI3K), la cual consiste en las siguientes proteínas: sustrato de
receptor de insulina (IRS), PI3K, quinasa dependiente de fosfoinositido 1 (PDK1) y Akt. Los ratones
“knockout” de receptor de insulina en el hígado o con alteración de la ruta
PI3K exhiben hiperinsulinemia e intolerancia a la glucosa con alteración de la
supresión de la PHG dependiente de
insulina. Sin embargo, la insulina
controla la PHG no solamente por mecanismos directos vía receptores hepáticos
de insulina, sino también por mecanismos indirectos mediados por la acción de
la insulina sobre otros órganos. En una investigación de los cambios en la PHG
después de la administración intravenosa
e intraportal de insulina, se demostró
que las diferencias en el nivel
de insulina en la sangre portal, es decir, la acción directa de la insulina
sobre los hepatocitos, no necesariamente se correlacionan con el efecto de la insulina sobre la
supresión de la PHG.
La supresión indirecta
de la PHG por la insulina involucra la reducción de la liberación por el tejido adiposo de
glicerol y ácidos grasos libres, los cuales son sustratos y fuente de energía
de la gluconeogénesis, y la disminución en la expresión de genes
gluconeogénicos, incluyendo fosfoenolpiruvato carboxiquinasa (PEPCK) y
glucosa-6-fosfatasa (G6Pasa). Sin embargo, la supresión de la expresión de
enzimas gluconeogénicas en ratones con deficiencia de la señal insulina en el
hígado no puede ser explicada por el
efecto de la insulina en el tejido adiposo. Por otra parte, la insulina reduce en
las células α del páncreas la secreción de glucagón, el cual induce la expresión de
enzimas gluconeogénicas en el hígado. Un estudio que comparó los efectos de la
hiperinsulinemia portal y periférica sobre la PHG bajo administración continua
de glucagón, reveló que la PHG es suprimida por el efecto indirecto de la
insulina, aún en presencia de glucagón. Estos hallazgos sugieren la posibilidad
que efectos de la insulina distintos a los que lleva a cabo en el tejido adiposo y las células α
del páncreas, controlen la PHG. En efecto, un estudio reciente demostró que la acción central de la insulina
reduce indirectamente la PHG en roedores.
La acción central de la insulina juega roles importantes en la regulación del
balance energético y el metabolismo de la glucosa. Los estudios en monos y
ratas han revelado que la administración intracerebroventricular (icv) de
insulina disminuye la ingesta de alimentos
y el peso corporal. Este efecto de la insulina es revertido por la
administración icv de un inhibidor de la PI3K. Adicionalmente, ratones “knockout”
en receptor de insulina en las neuronas cerebrales (ratones NIRKO) exhiben aumentos significativos en la ingesta de
alimentos, la masa de tejido adiposo y el peso corporal. Por otra parte, la
administración de insulina directamente en el hipotálamo atenúa la PHG y
disminuye los valores de la glucosa
sanguínea. La insulina actúa en el núcleo arcuato del hipotálamo que contiene
neuronas AgRP (agouti-related peptide), las cuales secretan factores que
promueven la ingesta de alimentos (NPY y AgRP), y neuronas POMC
(proopiomelanocortina) que secretan factores que suprimen la ingesta de
alimentos como la hormona estimulante de melanocitos-α (α-MSH). La
administración icv de insulina atenúa la
expresión de NPY, mientras incrementa la expresión de POMC, el precursor de
α-MSH. La insulina hiperpolariza e inactiva neuronas AgRP a través de la
apertura de canales de potasio sensibles
a ATP (KATP) de una manera dependiente de PI3K. La administración
icv de un inhibidor de la PI3K atenúa
los efectos mediados por la insulina sobre la glucemia y la PHG en ratas. Esto
sugiere que la acción central de la insulina controla la PHG a través de un
mecanismo dependiente de PI3K que afecta el metabolismo de glucosa en todo el
organismo.
La acción de la insulina sobre las neuronas AgRP juega un
rol importante en la supresión de la PHG mediada por la acción central de la
insulina. La PHG está aumentada en
ratones KO de receptor de insulina en las neuronas AgRP y la restauración del
receptor de insulina en esas neuronas recupera la PHG. Hasta el presente
no se ha dilucidado completamente el rol de las neuronas POMC en la regulación
de la PHG mediada por la acción central de la insulina. Sin embargo, algunos estudios reportan que
en condiciones de carencia de receptor de leptina, la acción de la insulina
sobre las neuronas POMC es importante
para la supresión de la PHG. La hiperpolarización de neuronas AgRP debida a la activación de
canales KATP dependiente de
PI3K es un mecanismo importante de la supresión de la PHG mediada por la
acción de la insulina en el hipotálamo.
La acción central de la insulina controla la PHG a través
del nervio vago. Las fibras eferentes vagales comienzan en el núcleo motor
dorsal del vago (DMV) en la médula
oblongata, descienden a lo largo del
esófago y se ramifican en el hígado justamente debajo del diafragma. Es bien
conocido que el nervio vago mantiene una
constante actividad similar a marcapaso y un estudio electrofisiológico en
ratas bajo anestesia con pentobarbital demostró que la actividad del nervio
vago es aumentada por un incremento en la glucosa sanguínea y disminuida por un incremento en la concentración plasmática de insulina. Sin embargo, la pregunta de cómo la acción central de la insulina controla la actividad del nervio vago a través de las neuronas hipotalámicas y suprime la PHG se mantiene sin respuesta. La
PHG también es suprimida por la administración icv de α-MSH, agonista de
receptores melanocortina, que causa hiperpolarización de las neuronas del DMV. El diazoxide, el cual activa canales KATP e
induce hiperpolarización de neuronas,
también suprime la PHG cuando es administrado directamente en el DMV. Estos
hallazgos sugieren que la supresión de la PHG podría ser inducida por la
inactivación del nervio vago.
Las fibras eferentes del nervio vago hacen sinapsis con
neuronas postganglionares en los
ganglios parasimpáticos de la región portal hepática y se distribuyen en el
área periportal donde tiene lugar la gluconeogénesis en los lóbulos hepáticos. Además de regular la
PHG, el nervio vago está involucrado en el metabolismo hepático de la glucosa. En
este contexto, la evidencia acumulada
incluye resistencia a la insulina
en ratas después de vagotomía, aumento de la actividad de la glucógeno
sintetasa debido a estimulación vagal en
conejos e incremento de la utilización
de la glucosa en hígado de rata perfundido causada por estimulación vagal en
presencia de insulina. No obstante, el mecanismo por el cual el nervio vago
regula el metabolismo de la glucosa en
los hepatocitos es aún desconocido. Varios estudios reportan que la vagotomía
induce resistencia a la insulina en ratas y que esta resistencia es atenuada
por la administración intraportal de acetilcolina. Sin embargo, aunque los hepatocitos expresan
receptores muscarínicos M3, los ratones M3 KO o con sobre expresión de M3 no tienen fenotipos con alguna alteración metabólica clara,
incluyendo alteración en la expresión de las enzimas gluconeogénicas hepáticas. Esto
demuestra que el control de la PHG
mediado por la acción central de la insulina no puede ser explicado por la
acción directa de la acetilcolina liberada por el nervio vago en los
hepatocitos.
Estudios recientes sugieren que la supresión de la PHG
mediada por insulina administrada icv es causada por la atenuación de la expresión de las enzimas gluconeogénicas como la PEPCK
y la G6Pasa. En este contexto, la proteína
transductor de señal y activador de la transcripción 3 (STAT3) juega un
rol importante como molécula efectora del control de la
expresión de genes de las enzimas gluconeogénicas mediada por la acción central de la insulina.
La proteína STAT3 es un factor de transcripción
activado por ligando y es bien conocido que la familia de citoquinas de la interleuquina 6 (IL-6) es su principal
ligando. La sobre expresión de STAT3 en el hígado reduce la expresión de genes PEPCK y G6Pasa
y disminuye los niveles sanguíneos de
glucosa. El STAT3 activado se une directamente
a la región promotora para suprimir la expresión de los genes PEPCK y
G6Pasa. Más aún, ratones con deficiencia
de STAT3 específicamente en el hígado desarrollan resistencia a la
insulina debido al incremento en la expresión de enzimas gluconeogénicas y de la PHG, lo cual sugiere un rol importante
de la STAT3 en el mantenimiento de la
homeostasis de la glucosa. La STAT3 y la acción directa de la insulina sobre el
hígado mediada por PI3K tienen un efecto aditivo en la supresión de la PHG.
La STAT3 es activada
en el hígado después de la administración icv de insulina y diazoxide. Por otra parte, la activación de
STAT3 en el hígado después de una prueba
de tolerancia a la glucosa es atenuada
en ratones NIRKO. Estos hallazgos
demuestran que la acción central de la insulina induce la activación de STAT3 en el
hígado. En este sentido, se ha
propuesto que la acción central de la
insulina aumenta la secreción de IL-6 por las células de Kupffer, la cual actúa
sobre los hepatocitos de una manera paracrina para activar a la STAT3. Los
ratones con deficiencia de IL-6 desarrollan obesidad y resistencia a la
insulina.
La importancia y los mecanismos de regulación de la
gluconeogénesis hepática mediados por la
acción central de la insulina han sido dilucidados en estudios en roedores. Sin embargo, se ha reportado en
estudios con perros que mientras la
insulina icv activa a la STAT3 hepática y suprime los genes de enzimas
gluconeogénicas, su PHG no es reducida.
Estos resultados indican que mientras el mecanismo mediado por la acción
central de la insulina que controla la expresión de las enzimas gluconeogénicas en el hígado
es preservado a través de las especies, su importancia en el metabolismo del organismo entero difiere grandemente
entre las especies.
En humanos, es posible incrementar los valores de
insulina en el líquido cerebroespinal
sin alterar sus valores en sangre periférica a través de la administración intranasal
de 40 UI de insulina en individuos sanos. Este
procedimiento disminuye la PHG bajo
condiciones de “clamp” pancreático, el cual mantiene un nivel plasmático
estacionario de insulina y glucagón por
la administración de somatostatina. También, en condiciones de “clamp”
pancreático humano, la PHG es suprimida por la administración oral de diazoxide
(el cual pasa la barrera hematoencefálica e induce la supresión de la PHG en
roedores). Por otra parte, la
administración intranasal de una dosis alta de insulina (160 UI) aumenta la
sensibilidad a la insulina. Sin embargo, los efectos sobre la PHG de la insulina
intranasal y el diazoxide oral se observaron en individuos sanos y no
necesariamente son reproducibles en la
diabetes mellitus tipo 2 acompañada por obesidad. En condiciones de obesidad y
esteatosis hepática, la activación de
STAT3 es alterada y esto podría contribuir a disturbios de la supresión de PHG mediada por la acción central de la
insulina. En estas condiciones, en el hígado disminuye la acetilación de STAT3,
necesaria para su activación, lo cual provoca alteraciones en su activación.
En conclusión, la insulina controla la PHG directa e indirectamente a través del receptor de insulina en los hepatocitos y
la acción central de la hormona, respectivamente. La insulina actúa en el núcleo arcuato del
hipotálamo, activa canales KATP de una manera dependiente de PI3K e
induce hiperpolarización de las neuronas
hipotalámicas. La acción central de la insulina activa la señal IL-6/STAT3 en
el hígado a través del nervio vago y las
células de Kupffer. La STAT3 activada
suprime la expresión de genes de enzimas
gluconeogénicas y, por consiguiente, reduce la PHG.
Nutrientes como glucosa, ácidos grasos y aminoácidos (prolina, leucina,
histidina, etc) actúan en el hipotálamo conjuntamente con la insulina, afectando la PHG. Por otra
parte, el control de la PHG por la acción central de la insulina falla en la
obesidad debido a disturbios en la señal
PI3K en el hipotálamo o por inhibición
de la señal STAT3 en el hígado. Aunque el mecanismo de control de la expresión de genes de
enzimas gluconeogénicas por la acción
central de la insulina es
conservado a través de las especies, su
importancia en el metabolismo de la
glucosa en humanos no está completamente
claro.
Fuente: Inoue H (2016). Central insulin-mediated
regulation of hepatic glucose production. Endocrine Journal 63: 1-7.
Complejo, completo e interesante artículo sobre la fisiología hepática y el procesamiento de la glucosa. Sin embargo, no dejemos de complementar este conocimiento con los estímulos externos del medio ambiente y cultural, que tienen un peso importante en el metabolismo de esta sustancia.
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