Activación de JAK2
por hormona de crecimiento
Un buen número de receptores citoquina clase I utilizan
la Janus quinasa 2 (JAK2) para su señalización intracelular. Los primeros de
esos receptores en ser reportados fueron los de hormona de crecimiento (GH) y
eritropoyetina (EPO), posteriormente se reportó que los receptores de
prolactina (PRL), interleuquina 3, 5 y 6, factor estimulante de colonias
granulocito-macrófago (GM-CSF), interferón γ (IFNγ), trombopoyetina (TPO) y
leptina también reclutan JAK2. El espectro de procesos fisiológicos regulados por la JAK2, por tanto, es bastante
amplio, variando desde el crecimiento postnatal, la reproducción y la lactancia
hasta la regulación del metabolismo y la composición corporal, la formación de
hueso, la activación de la stem cell neural, la eritropoyesis, la mielopoyesis,
la trombopoyesis y la respuesta inflamatoria.
Estos receptores transmembrana usan primariamente la JAK2 para activar
los reguladores STAT de la transcripción de genes, pero también disparan otras rutas de señalización como
proteína quinasa activada por mitogenos (MAPK) y Akt/fosfoinositosido 3-quinasa (PI3K). El
esquema del proceso de activación de la JAK2 señala que la citoquina posee
múltiples sitios de unión para su
receptor y esa unión facilita la
dimerización o multimerización del
receptor citoquina clase I. Esto resulta en la íntima aposición dentro de la célula de los dominios quinasa de dos
JAK 2 asociadas a receptor de membrana proximal y por consiguiente en su transactivación. La
activación de la JAK2 es seguida por la
fosforilación de tirosinas en el dominio citoplasmático del receptor lo cual
genera sitios para proteínas que contienen
dominios SH2 como STAT3 o STAT5 que son fosforiladas y activadas. La
fosforilación del receptor es acompañada
por la fosforilación directa de otras proteínas por la JAK2. Este esquema
simple proporciona una explicación para los cambios genómicos y en el
citoesqueleto inducidos por citoquinas.
Los receptores citoquina clase I tienen un dominio
extracelular (ECD) que contiene al menos un dominio de homología de receptor
citoquina (CRH) que a su vez posee dos dominios similares a fibronectina III
(FNIII), cada uno con un dominio similar a inmunoglobulina β con siete hebras
en dos capas. El dominio proximal de membrana contiene un segmento que crea un
nicho aromático necesario para la expresión y estabilidad del receptor. En el
caso del receptor de GH, la hormona tiene dos sitios de unión asimétricamente
colocados, un sitio 1 de alta afinidad y
un sitio 2 de baja afinidad, los cuales son suplementados por la unión
receptor-receptor en el dominio FNIII más bajo (sitio 3). La interacción del
sitio 3 es esencial para la transmisión
de la señal hormonal. Una segunda
característica es el segmento intracelular Box1 rico en prolina, el cual junto
con la secuencia Box2 distal de residuos
aromáticos y ácidos sirve para unir a la JAK2 cerca de la membrana celular
interna. Aunque todos los receptores
citoquina clase I tienen la estructura característica de dos dominios FNIII
usada para capturar al ligando, hay variaciones entre grupos similares de
receptores. Los tipos más simples solo tienen dos dominios FNIII y son
homodiméricos cuando se unen a su ligando, mientras otros requieren la
interacción de dos subunidades del receptor donde una subunidad forma parte de
diferentes complejos citoquina-receptor. En general, estos receptores son
activados por asociación de receptores dependiente de ligando. Los dominios
transmembrana (TMD) y la secuencia yuxtamembrana (JM) son los responsables de la formación
constitutiva del receptor dimérico.
El modelo de asociación
de receptor inducida por ligando indica que el ECD del receptor de GH
puede ser dimerizado por la hormona. Esta dimerización induce la proximidad de la
JAK2 asociada y por consiguiente su
transactivación y el inicio de la señal
intracelular. Sin embargo, estudios recientes demuestran que la dimerización de
EDC solamente es insuficiente para disparar la activación del receptor por lo
que es necesario la alineación o el cambio conformacional del receptor. La realineación de subunidades del receptor
en un dímero pre-existente parece ser el mejor candidato para la generación de
señal por el receptor de GH. La unión bivalente de la GH reorienta y rota
subunidades del receptor resultando en
una transición a partir de una forma
con TMD paralelos (estado 1) a una de TMD entrecruzados en el punto de entrada
en el citoplasma (estado 2). Surge aquí
la pregunta clave: ¿cómo la separación de los TMD más bajos resulta en la activación de la JAK2 asociada con el Box1 del receptor? De particular
relevancia es la existencia de un dominio pseudoquinasa (PK) adyacente al dominio
quinasa, el cual es conocido por ser inhibitorio. De las 518 proteínas quinasa
conocidas, 48 contiene dominios PK, pero solo cinco de ellas (las cuatro JAK y la quinasa serina/treonina
GCN2) contienen un dominio quinasa adicional. Por lo tanto, cualquier modelo
para la activación de JAK debe remover
el dominio PK del dominio quinasa. El proceso de activación es un evento trans
con un dímero receptor/JAK2 más que un proceso de cis-activación. Si el dominio
inhibidor PK de una JAK2 bloquea al
dominio quinasa de la otra JAK2 podría
remover la inhibición trans y colocar
los dos dominios quinasa en proximidad lo cual podría inducir la activación
trans. De acuerdo con el modelo trans, en el estado inactivo, dos moléculas
JAK2, cada una unida a un dominio
intracelular del receptor de GH, interactúan de tal manera que el dominio
quinasa de una JAK2 es inhibido por el
dominio PK de la otra JAK2. La unión de la GH al receptor homodimérico causa en el dominio intracelular la
separación de BOX1 y provoca la separación de la interacción trans PK-quinasa,
lo cual resulta en una trans-interacción quinasa-quinasa y por lo tanto en la activación de JAK2. Esto resulta en la fosforilación y activación
de STAT y otras rutas de señalización relacionadas con el receptor de GH. El
modelo trans del proceso de activación
de JAK2 contrasta con las propuestas previas de autoinhibición con desplazamiento del módulo inhibitorio PK.
La inhibición de JAK2 es un importante blanco clínico,
particularmente para desordenes mieloproliferativos. Estos desordenes
comúnmente resultan de la activación
constitutiva de la señal JAK2 a través
de mutaciones de la quinasa, frecuentemente vía mutación JAK2 V617F
(especialmente en policitemia vera). Se ha hecho un considerable esfuerzo para
desarrollar inhibidores de JAK2 terapéuticamente efectivos, pero hasta la fecha
los resultados son limitados. Solamente el ruxolitinib (inhibidor selectivo de
JAK1 y JAK2) ha recibido la aprobación
de la Administración de Alimentos
y Drogas (FDA) para el tratamiento de la
mielofibrosis, mientras otros compuestos han sido discontinuados debido a su toxicidad. El
ruxolitinib mejora los síntomas constitucionales y la esplenomegalia pero no reduce
sustancialmente la carga de alelos mutantes en los pacientes y sus beneficios
frecuentemente tienen el costo de anemia y trombocitopenia.
Varios miembros de
la familia de receptores citoquina clase I (especialmente PRLR y EPOR) existen
como dímeros inactivos constitutivos, lo
que implica que su activación debe resultar a partir de cambios
estructurales en el receptor
transmitidos a través de los TMD. Dada
la naturaleza de la transición de la hélice del dímero de una forma paralela a una forma entrecruzada que resulta en la
aposición N-terminal y la rotación de la
hélice, cualquier hélice que pueda
encajar en la estructura será capaz de disparar la señal. Esto ha sido
comprobado reemplazando la hélice TMD del receptor de GH por la hélice TMD del
receptor LDL. Es de hacer notar que todos los receptores clase I examinados tienen residuos ácidos proximales
a la membrana externa, lo cual hace pensar en la posibilidad de un mecanismo de
activación similar al descrito con el receptor de GH, una hipótesis que aún no
ha sido confirmada.
En conclusión, el receptor de GH y citoquinas
estructuralmente relacionadas interviene
en numerosos procesos fisiológicos y patológicos. Estos receptores citoquina
clase I hacen eso acoplando su dominio
transmembrana a tirosina quinasas citoplasmáticas. Estudios recientes han
revelado que muchos de estos receptores existen como dímeros constitutivos más que dimerizados
como consecuencia de la unión de ligando, lo cual ha dado lugar a un
nuevo paradigma para describir el proceso de activación. La activación de
receptores citoquina clase I por la unión de ligando requiere la activación de
la señal a ser transmitida a la JAK intracelular asociada por rearreglos
estructurales de ECD y TMD. Por lo
tanto, las moléculas que se unen a la secuencia ECD y/o TMD son potenciales modificadores de la señal, inhibiendo la activación o activando al
receptor en ausencia de ligando. Sobre
la base de datos bioquímicos y
simulaciones dinámicas moleculares se
propone un modelo para la activación de la
JAK2 por el receptor de GH homodimérico. Según este modelo, la unión del
ligando (GH) bivalente reorienta y rota subunidades del receptor, lo cual
resulta en una transición de una forma
con TMD paralelos a otra forma con TMD entrecruzados en el punto de entrada al citoplasma. Este movimiento
desliza el dominio PK de una JAK del dominio quinasa de la otra JAK en el
complejo receptor dimérico-JAK, permitiendo la interacción de los dos dominios
quinasa y su transactivación. Esto
resulta en la fosforilación y
activación de STAT y otras rutas de
señalización relacionadas con el
receptor de GH para
la regulación del crecimiento postnatal,
el metabolismo y la activación de stem cell.
Fuente: Waters MJ y Brooks AJ (2015). JAK2 activation
by growth hormone and other cytokines. Biochemical Journal 466: 1-11.
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