Oxitocina y ERβ en
el cerebro
El nonapéptido oxitocina (OT) es producido primariamente
en las neuronas de los núcleos supraóptico (NSO) y paraventricular (NPV) del
hipotálamo, liberado a la circulación sistémica y juega un importante rol en la
lactancia, el parto, la conducta maternal y la formación de pareja.
Adicionalmente, la OT es liberada por los axones terminales del NPV que se
proyectan en regiones del cerebro como
hipocampo, cuerpo estriado y amígdala, implicadas en la regulación de la
memoria, el estrés y la conducta social. La OT, además de su liberación a
través de una sinapsis, también es liberada por somas y dendritas y puede
alcanzar regiones cerebrales cercanas por difusión a través del tejido neural.
La OT se une a receptores (OTR) acoplados a proteína G y
activa la subunidad Gq para excitar la célula. Los estudios con autoradiografía
han identificado la expresión de OTR en
varias regiones del cerebro de rata, incluyendo sistema olfatorio, ganglios
basales, hipocampo, amígdala central e hipotálamo. El OTR también se
encuentra en neuronas serotonérgicas
implicadas en efectos ansiolíticos en
depresión y ansiedad. La OT central es
importante en procesos homeostáticos
como la termorregulación, la ingesta de alimentos y la conducta maternal. Ratas hembras que reciben abundante cuidado materno exhiben
niveles elevados de OTR en regiones
límbicas como el núcleo del lecho de la
estría terminal (BNST), el núcleo central de la amígdala (CeA), el septum
lateral, el NPV y el área preóptica medial. Por otra parte, ratones hembras OT
“knockout” (OTKO) tienen parto y conducta maternal normales pero son incapaces de amamantar a sus crías,
lo que demuestra que la OT no es necesaria para la conducta maternal o el trabajo de parto pero es esencial para la eyección de
la leche. Los ratones machos OTRKO, a diferencia de los OTKO, exhiben agresión aumentada. Es posible que la
elevada conducta agresiva de los ratones OTRKO
sea mediada por la carencia de la señal OT en el CeA pues la
administración de OT en este núcleo
disminuye la conducta agresiva. La localización regional de OTR varía entre las
especies, Por ejemplo, ratones y humanos exhiben diferente localizaciones de OTR, el OTR se
localiza en hipocampo de ratones pero en
humanos el OTR no se localiza en esta área. Adicionalmente, la señal OT varía
entre machos y hembras. Las ratas hembras tienen pocos OTR en el BNST,
hipotálamo ventromedial y amígdala medial en comparación con las ratas machos.
La liberación de
OT por las neuronas del NPV y la presencia de OTR en este núcleo sugiere la
posibilidad de que la OT pueda modular directamente el eje hipotálamo-hipófisis-adrenales
(HHA). El eje HHA responde a los estresores y activa neuronas en el NPV las
cuales incrementan la síntesis y liberación de
hormona liberadora de corticotropina (CRH). La liberación de CRH en el
sistema porta hipofisiario aumenta la síntesis y liberación de hormona adrenocorticotrópica (ACTH) en la hipófisis anterior. A su vez, la ACTH actúa sobre las glándulas
suprarrenales para estimular la liberación
de glucocorticoides. Los aumentados niveles circulantes de glucocorticoides
pueden inhibir la actividad del eje HHA
a través de receptores GR y MR en el cerebro y también actuar sobre
sitios cerebrales específicos para
modular conductas. La OT puede impactar varios sitios en el eje HHA. Por
ejemplo, las neuronas del NPV que se proyectan
a la eminencia media liberan OT en los vasos porta hipofisiarios para
estimular la liberación adrenal de glucocorticoides, potenciando la acción de
la CRH en la hipófisis anterior. Por el contrario, neuronas OT del NPV que se
proyectan al cerebro anterior y liberan OT en respuesta a los estresores
ejercen acciones ansiolíticas. Los
niveles endógenos de OT son suficientes
para alterar la reactividad del eje HHA.
La OT está implicada en la formación de pareja y en la
conducta social, pero también puede jugar un rol en desordenes psiquiátricos
como la ansiedad y la depresión. El
efecto de la OT en estos desordenes puede estar relacionado con la conducta
social anormal, pero la OT puede también impactar independientemente estos
desordenes a través de la regulación del
eje HHA. La desregulación del eje
HHA y la respuesta aumentada a los
estresores ocurren frecuentemente en la
ansiedad. En un estudio clínico con participantes pediátricos y adultos, los
niveles de OT en plasma y líquido cerebroespinal fueron mayores en los
participantes con menor ansiedad. Sin embargo, algunos estudios sugieren que los
síntomas de ansiedad severa pueden estar relacionados con la activación del
sistema OT. Por otra parte, niveles nocturnos disminuidos de OT han sido
reportados en individuos deprimidos. A pesar de estas inconsistencias en los
datos sobre los niveles de OT en trastornos psiquiátricos, un meta-análisis
reciente sugiere que la OT puede tener efectos
beneficiosos en el tratamiento de la ansiedad y la depresión.
Las hormonas esteroides alteran la señal OT. Los
esteroides constituyen una familia de hormonas
que incluye estrógenos, andrógenos, progestinas, mineralocorticoides y
glucocorticoides. Estas hormonas cruzan rápidamente la membrana celular y se
unen –y activan- a sus respectivos
receptores intracelulares, los cuales
tienen dominios de unión a ADN y ligando. Antes de la unión del ligando,
el receptor es mantenido en estado inactivo
por un complejo de proteínas chaperonas.
Cuando ocurre la unión del ligando, el receptor se dimeriza y se une a los elementos de respuesta del
promotor de OT, recluta cofactores y maquinaria de transcripción para promover la transcripción de genes. En
el cerebro de ratón, los estrógenos pueden actuar de manera sinérgica con la OT
para aumentar sus efectos ansiolíticos e incrementar los niveles de OTR. En
humanos, una dosis única de estradiol es suficiente para incrementar los
niveles plasmáticos de OT en mujeres, la
testosterona altera la expresión de OTR dependiendo de la región cerebral, la
progesterona puede inhibir la unión de OT al OTR y el tratamiento con
glucocorticoides sintéticos altera significativamente la expresión de OTR en
amígdala, BNST e hipotálamo ventromedial. Por otra parte, la testosterona disminuye
la actividad del eje HHA, mientras los estrógenos pueden incrementarla o
disminuirla. Estas alteraciones pueden llevarse a cabo, al menos en parte, a
través de modulaciones de la actividad OT. La diferencia en los efectos de los
estrógenos sobre la conducta y la respuesta neuroendocrina al estrés puede
estar relacionada con la actividad diferencial de los receptores de estrógenos
ERα y ERβ. La activación de ERα puede estimular al eje HHA mientras la
activación de ERβ tiene el efecto opuesto. El ERα modula la transcripción de OTR mientras el ERβ altera los niveles de
ARNm de OT. Más aún, la modulación de OT
por los andrógenos es mediada en parte
por un metabolito 3β-diol de la testosterona, el cual activa al ERβ para que se
una al promotor OT e incremente los niveles de ARNm de OT.
Los receptores ERβ son expresados ampliamente en el
cerebro y a menudo se superponen con la expresión de ERα. Aproximadamente 85%
de las neuronas OT en el NPV co-expresan ERβ y la activación con agonistas
específicos de ERβ o metabolitos 3β- diol de testosterona reduce la actividad
del eje HHA La sustancial similitud en la distribución de ERβ y OT sugiere una
interacción entre ambos en la regulación de la actividad del eje HHA. Estudios
recientes han investigado la compleja interacción entre ERβ y promotor OT. El
tratamiento de neuronas del NPV con
agonistas ERβ, 3β-diol o estradiol
incrementan los niveles de ARNm de OT y la ocupación del promotor OT. En
presencia de 3β-diol, el ERβ se une al promotor OT y recluta al coactivador
SRC-1 dependiente de ligando, el cual se une a la proteína ligadora del elemento de respuesta de AMPc y forma un
complejo funcional que acetila la histona H4
para manejar la expresión del gen OT.
En conclusión, la OT tiene un amplio rango de roles en el
cerebro. Los datos actuales indican que
las neuronas OT del NPV proporcionan la principal inervación OTergica del
cerebro anterior. La función de la OT, a través de OTR, es regionalmente
específica, sin embargo, la localización de OTR varía con la edad y el sexo.
Los moduladores del sistema OT, especialmente las hormonas esteroides, también
proporcionan blancos reguladores adicionales pues la OT modula la reactividad
del eje HHA y participa en diversas funciones.
En particular, el ERβ es expresado por muchas neuronas del NPV y su
activación incrementa la síntesis de OT
y reduce la ansiedad y la actividad del eje HHA.
Fuente:
Acevedo-Rodríguez A et al (2015). Oxytocin
and estrogen receptor β in the brain: an overview. Frontiers in Endocrinology 6:160.
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