Modulación del receptor
canabinoide
De la planta Cannabis sativa se han aislado cerca de 400 compuestos
químicos de los cuales, los
tetrahidrocanabinoles (conocidos como canabinoides) han sido
propuestos como los componentes activos
de la marihuana. Esta mezcla contiene aproximadamente 60 componentes
psicoactivos, pero Mechoulam y Gaoni reportaron en 1965 que el principal
componente psicoactivo de la marihuana es
el (-)-∆9-6a,10a-trans-tetrahidrocanabinol (∆9-THC).
Los canabinoides sintéticos han facilitado la identificación de proteínas involucradas en la biosíntesis y
el catabolismo de los canabinoides
endógenos y de receptores acoplados a proteína G (GPCR) involucrados en la
actividad canabinoide. En el año 1990, Matsuda y colaboradores reportaron la clonación y la expresión funcional de un
GPCR en cerebro de rata, el cual cuando era estimulado
con canabinoides provocaba una reducción del AMPc intracelular. El GCPR localizado en el cerebro fue llamado receptor
canabinoide CB1. Un segundo GPCR, CB2,
fue clonado posteriormente a partir de
macrófagos esplénicos. A pesar de tener alguna homología estructural y
funcional, CB1 y CB2 tienen diferente distribución en el cuerpo.
El descubrimiento de receptores específicos para los canabinoides derivados
de plantas y sintéticos estimuló la investigación para identificar “hormonas”
endógenas para los receptores canabinoides. Una de tales moléculas,
identificada a partir de extractos de cerebro porcino, fue llamada anandamida
(AEA). La biosíntesis de AEA es
catalizada enzimáticamente por la fosfolipasa D, activada por Ca2+ y responsable de
la hidrólisis de la
N-araquidonilfosfotidiletanolamina. Otro canabinoide endógeno derivado de
lípidos y con mayor potencia que la AEA
fue identificado como 2-araquidonil glicerol (2-AG). La biosíntesis de 2-AG es
mediada por la sn-1-diacilglicerol lipasa. Otras sustancias derivadas de lípidos
que pueden unirse a los CB son el araquidonilgliceril éter, la
n-araquidonoildopamina y la virodhamina (un congénero de la AEA), pero la AEA y
el 2-AG son los agentes mejor caracterizados hasta el presente. Las enzimas
amidohidrolasa de ácidos grasos y monoacilglicerol lipasa son las responsables
de terminar hidrolíticamente la actividad de AEA y 2-AG, respectivamente.
La activación de los receptores
CB1 -o CB2- resulta en la liberación de
una proteína G heterotrimérica que impacta negativamente la producción celular de AMPc, activa canales
de K+ e inhibe canales de Ca2+. Los sitios de unión del CB1 para los agonistas canabinoides
clásicos/no clásicos como ∆9-THC y CP55940 derivan de los dominios
transmembrana 3-6-7 mientras el agonista WIN55212-2 interactúa con los dominios
3-4-5-6. Una vez estimulado, el CB1
tiene la capacidad para activar las
rutas MAPK, PI3K y quinasa de adhesión focal (FAK). El CB2 también es
capaz de activar la ruta MAPK. CB1 o CB2 pueden reclutar β-arrestinas.
Clásicamente, la β-arrestinasregulan negativamente al GPCR y promueven su
traslado a endosomas proteolíticos para su reciclaje o su degradación. Estudios recientes reportan que el 2-AG activa
en diferentes tipos de células las rutas proteína G y β-arrestina. Además de
agonistas, antagonistas y agonistas inversos, se han identificado moduladores
alostéricos para el receptor CB1. En contraste con el sitio de unión para
ligandos endógenos (sitio ortoestérico), el sitio alostérico es
estructuralmente y topográficamente distinto. Los ligando alostéricos pueden
aumentar (o inhibir) la actividad temporal y espacial del ligando endógeno proporcionando un
mecanismo para la respuesta del receptor con muy pocos efectos colaterales. El
modulador alostérico se une al receptor e induce un cambio conformacional que
puede aumentar (o inhibir) la afinidad de unión del ligando ortoestérico y/o
atenuar su eficacia como ligando. Algunos moduladores alostéricos pueden actuar
de manera independiente del ligando ortoestérico. Entre los moduladores alostéricos del receptor
CB1 se incluyen ORG27569, PSNCBAM-1, RT1371
y el ligando endógeno lipoxina A4. Hasta el presente no hay reportes de
moduladores alostéricos para el receptor CB2.
El receptor CB2 tiene 44% de identidad con el receptor CB1 y a nivel de los
dominios transmembrana, el grado de identidad estimado es de 35% a 82%. Los sitios de unión para los ligandos no son
totalmente idénticos a los sitios correspondientes en el CB1.La activación del
CB2 impacta negativamente la actividad
de la adenilciclasa. El canabinoide no clásico CP55940 actúa como agonista del
receptor CB2 para estimular el
reclutamiento de β-arrestinas, inducir la activación de MAPK e inhibircanales
de calcio dependientes de voltaje. El WIN55212-2, otro agonista del CB2,
promueve el reclutamiento de
β-arrestinas, activa MAPK pero no tiene inhibición detectable sobre los canales
de calcio dependientes de voltaje.
El receptor CB1 es ampliamente expresado en el SNC e influye en la
actividad de otros sistemas neuronales. En efecto, el CB1 es uno de los GPCR
más densamente expresados en el cerebro humano. En el cerebro, el CB1 se
encuentra en regiones con funciones cognitivas como la corteza cerebral.
También está en hipocampo, ganglios basales, cerebelo y áreas involucradas en
el sistema recompensa, la ingesta de alimentos y la ingesta de drogas,
particularmente núcleo accumbens y área
tegmental ventral. El CB1 se localiza presinápticamente y su activación puede impactar negativamente
la liberación de otros neurotransmisores
(GABA y glutamato), causando hiperpolarización de la neurona, estimulación de
canales de K+ e inhibición de canales de Ca2+ (actividad
neuromoduladora). Fuera del SNC, el CB1 es expresado en nervios periféricos,
testículo, glándulas suprarrenales, páncreas, corazón y pulmones.
La activación –y el bloqueo- del receptor CB1 pueden alterar la fisiología del cuerpo en roedores
y humanos. En este contexto, se han propuesto varias aplicaciones de los agentes canabinérgicos que incluyen
neuroprotección, medicaciones para reducir la adicción, mejorar el metabolismo
(liberación de insulina) e impactar la obesidad. La activación del receptor CB1
protege las neuronas del hipocampo del estrés excitotóxico y también ha sido explorada como medio para proteger al
cerebro de la excitotoxicidad que se presenta
en la hiperglucemia. Por otra parte, el bloqueo de CB1 ha sido
investigado en modelos de roedores como
medio para reducir la adicción y se ha
demostrado que disminuye la ingesta de alimentos y mejora los marcadores de
enfermedades metabólicas.
Metabólicamente, la presencia de receptores canabinoidesy de la maquinaria
para la biosíntesis y el catabolismo de
los canabinoides endógenos en las células α y β del páncreas endocrino plantea la pregunta sobre el rol de este
sistema en la glucodinámica. Con relación a
este punto, una serie de experimentos en cultivos de células β han
demostrado que: (i) los agonistas del receptor CB1 incrementan la liberación deinsulina;
(ii) la biosíntesis de AEA y 2-AG es inducida en condiciones de hiperglucemia y
(iii) la inactivación delas enzimas catabólicas responsables de la hidrólisis
de AEA y 2-AG está asociada con incrementos en la secreción de insulina. Estos
datos proporcionan un fuerte soporte
para el rol de CB1 y los canabinoides endógenos en algunos aspectos de
la secreción de insulina, cinéticamente asociados con la primera fase de la
secreción. Más aún, se ha demostrado que la activación del CB1 está relacionada
con rearreglos del citoesqueleto a través de la FAK consistentes con la
dinámica celular asociada con la segunda fase de la liberación de insulina. Algunos autores proponen un vínculo entre los niveles elevados de
endocanabinoides y la adaptación de las
células β en el desarrollo de resistencia a la insulina a través del impacto
asociado de hipersecreción de insulina. Esta relación también se ha propuesto para la
obesidad considerada metabólicamente como una enfermedad con manifestaciones
periféricas manejadas en gran extensión por influencias del SNC entre rutas
altamente redundantes diseñadas para regular el balance energético. El
hipotálamo es responsable del control central del hambre mientras los centros
de recompensa del núcleo accumbens proporcionan la motivación para comer. La
disfunción de alguno de estos centros
está asociada con obesidad y el receptor CB1 está presente en ambas
estructuras del cerebro. Adicionalmente,
se ha demostrado que AEA, 2-AG y ∆9-THC
estimulan la hiperfagia en modelos roedores de obesidad. Esta observación es
apoyada por el hallazgo que los niveles de endocanabinoides tienden a fluctuar
con relación al estatus de alimentación. Con la privación de alimentos, los
endocaninoides tienden a aumentar mientras tienden a disminuir cuando se ingiere
alimentos, lo cual sugiere que
los endocanabinoides son orexigénicos por naturaleza.
Otras acciones periféricas del bloqueo de CB1 asociadas con mejoras en el metabolismo están
relacionadas directa e indirectamente con
la adiposidad y con el hígado. El
SR141716A, agonista inverso del CB1, estimula la expresión y secreción de adiponectina
en cultivos de adipocitos y ratones obesos. En estos ratones, el
incremento en los niveles de adiponectina está asociado con perdida de peso y
mejoría del estatus hiperglucémico. Un
estudio reciente demuestra que el SR141716A, a través de mecanismos
dependientes del receptor CB1, activa la
grasa marrón en ratones con obesidad inducida por dieta, lo cual se manifiesta mediante un incremento de la actividad de la
lipoproteína lipasa, la estimulación dela lipolisis VLDL-TG y el incremento dela
expresión de Ucp1, el gen que codifica a
la proteína desacopladora que media la termogénesis.
El receptor CB2 se localiza principalmente en la periferia, especialmente
en células de origen inmune como linfocitos B, macrófagos, mastocitos,
microglias, células “natural killer” (NK), células mononucleares, células
CD4/CD8 y en órganos como bazo, amígdalas y timo. La aplicación mejor
caracterizada del CB2 es el desarrollo de analgésicos periféricos que clínicamente pueden ser
usados en la neuropatía diabética y en el dolor inflamatorio agudo y crónico.
El AM1241, un agonista del receptor CB2, ha demostrado ser efectivo para la
analgesia periférica en modelos animales de neuropatía. La esclerosis lateral
amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa fatal que resulta en muerte de neuronas motoras en la corteza cerebral, el
tallo cerebral y la medula espinal. La fisiopatología de la ELA no es
completamente clara, pero se piensa que podría involucrar una combinación de
neuroinflamación y estrés oxidativo.
Altos niveles de microglia, la célula inmune residente del SNC, están presentes en las regiones
cerebrales afectadas de pacientes con
ELA. Una mutación común en humanos que desarrollan ELA ocurre en la Cu/Zn superóxidodismutasa
(SOD1). Un estudio con ratones transgénicos SOD1 identificó un nivel elevado de CB2 en la médula espinal y
el tratamiento con AM1241 retarda el progreso de la ELA en esos ratones,
presumiblemente a través de un mecanismo mediado por CB2. Por otra parte, un
estudio reciente reporta niveles elevados de receptores CB2 en macrófagos y
microglias en sujetos con HIV, lo que sugiere que la infección HIV regula hacia
arriba la expresión de CB2. Este resultado confirma otros reportes que
cuantificaron la expresión de CB2en encefalitis HIV. La
regulación hacia arriba de la expresión
de CB2 asociada con la infección HIV podría permitir el desarrollo de
compuestos selectivos del receptor CB2 para minimizar el efecto
neuroinflamatorio de la infección HIV y potencialmente limitar la replicación
HIV en las microglias. La expresión de CB2
ha sido confirmada en osteoblastos, osteoclastos y osteocitos. Un
estudio en mujeres postmenopáusicas encontró que un polimorfismo en el gen que
codifica al CB2, CNR2, en el cromosoma 1p36,está asociado con disminución de la
densidad ósea y osteoporosis. Ratones de ambos sexos que carecen de CB2 tienen
menor densidad en el hueso trabecular en comparación con los animales controles
de la misma edad. El HU-308, un potente agonista selectivo de CB2, atenúa la
pérdida de hueso trabecular y los investigadores sugieren que este efecto está
asociado con una disminución en el número de osteoclastos. Estos estudios
demuestran que la activación del receptor CB2 juega un rol clave en la
diferenciación de osteoblastos y la supresión de la expansión de osteoclastos.
En conclusión, los receptores CB1 y CB2, acoplados a proteína G, son los
responsables de la actividad de los endocanabinoides en la fisiología humana. La
activación de CB1 o CB2 resulta en disminución de la producción de AMPc,
activación de canales de K+ e inhibición de canales de Ca2+.Agentes
selectivos incluyendo agonistas, antagonistas, agonistas inversos y moduladores
alostéricosde CB1 o CB2 han sido desarrollados para inhibir o aumentar su tono
basal. Las aplicaciones de los agentes canabinérgicos de CB1 incluyen neuroprotección, medicaciones
para reducir la adicción y para mejorar el metabolismo (liberación de insulina)
e impactar la obesidad. La activación
CB2 ha sido explorada como un medio para retardar el progreso de la ELA, minimizar el efecto
neuroinflamtorio de la infección HIV y restaurar el balance entre osteoblastos
y osteoclastos.
Fuente: Picone RP y Kendall DA (2015).
Therapeutic opportunities for cannabinoid receptor
modulation.Molecular Endocrinology 29: 801-813.
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