Roles
de los osteocitos en el metabolismo de fosfato
Los osteocitos, células
terminalmente diferenciadas de los osteoblastos, son células dendríticas
embebidas en la matriz ósea mineralizada. Aunque los osteocitos son los más
abundantes entre todas las células del hueso, su localización e inaccesibilidad
ha retardado el entendimiento de su función a nivel molecular. La evidencia
indica que los osteocitos juegan roles importantes en la homeostasis ósea.
Ellos producen esclerotina, un potente supresor de la formación de hueso.
El fosfato es un nutriente esencial que
media la mayoría de procesos fisiológicos. El factor de crecimiento de
fibroblasto 23 (FGF23) funciona como regulador central del metabolismo de
fosfato en los mamíferos y es producido principalmente por los osteocitos.
Además del FGF23, otras moléculas responsables de la homeostasis del fosfato
son expresadas en los osteocitos, incluyendo endopeptidasa del gen regulador de
fosfato en el cromosoma X (PHEX), proteína de la matriz de dentina 1 (DMP1), y
el miembro C de la familia consecuencia similar 20 (FM20C), los genes
responsables de la hipofosfatemia hereditaria.
Los
osteocitos constituyen 90-95% de las células óseas en el hueso adulto y tienen
la mayor duración de vida. En el proceso de la osteocitogénesis, una
subpoblación de osteoblastos productores de matriz en la superficie ósea, los
cuales son embebidos en proteínas de la matriz, producen y se diferencian en
osteocitos con una disminución en la
producción de matriz ósea, marcados cambios en morfología y la expresión de
genes que constituyen la firma de
osteocitos. Aproximadamente 5-20% de los osteoblastos maduran en
osteocitos, mientras el resto mueren por apoptosis o forman parte de las
células de la superficie. Durante la maduración de osteoblastos en osteocitos,
la morfología de la célula cambia a una forma estrellada con procesos largos.
Los osteocitos residen en lagunas con matriz ósea mineralizada e
interconectados unos con otros en la
superficie ósea por sus largos procesos citoplasmáticos a través de
canalículos. Un osteoblasto diferenciado en osteocito adquiere la expresión de
moléculas que regulan la homeostasis ósea y el metabolismo de fosfato.
Los osteocitos embebidos en la matriz ósea
son sensores de señales mecánicas y regulan la formación de hueso y la
resorción ósea. La esclerostina, codificada por el gen SOST, es secretada por
los osteocitos y suprime la formación de hueso. La esclerostina se une a la
proteína relacionada con el receptor de lipoproteína de baja densidad 5 (LRP5)
y LRP6 para inhibir la señal Wnt/β- catenina, la cual juega un rol crítico en
el control de la masa ósea promoviendo
células progenitoras y diferenciación de osteoclastos. La señal mecánica
suprime la expresión de esclerostina, lo cual promueve la formación de hueso
por aumento de la señal Wnt/β-catenina. El canal mecano-sensor Piezo1está
involucrado en la supresión de SOST por fuerza mecánica. Los efectos anabólicos
de la hormona paratiroidea (PTH) también son mediados por la regulación a la
baja de SOST. Los osteocitos también regula la resorción ósea produciendo RANKL.
Por tanto, los osteocitos juegan roles críticos en la homeostasis ósea
controlando la formación de hueso y la resorción ósea en la vida postnatal.
Como los osteoblastos maduran en osteocitos,
ellos adquieren la expresión de varias moléculas involucradas en la homeostasis
de fosfato, incluyendo los genes responsables de enfermedades hipofosfatémicas
hereditarias. La alta expresión de estas moléculas indica que los osteocitos
juegan roles esenciales en la regulación del metabolismo del fosfato y en el
control de la masa ósea. El FGF23 es un regulador clave del metabolismo de
fosfato, consiste en 251 aminoácidos incluyendo una secuencia señal
amino-terminal de 24 aminoácidos. Es producido principalmente por los
osteocitos y ejerce sus efectos en órganos distantes como los riñones. Su
función endocrina es conferida por su baja afinidad de unión a heparina/heparan
sulfato. En los riñones, blanco principal del FGF23, incrementa la excreción de
fosfato reduciendo la expresión de los co-transportadores sodio/fosfato
(Na+/Pi) tipos IIa y IIc (designados como
NaPi-IIa y NaPi-IIc, respectivamente). Adicionalmente, el FGF23 reduce la
producción de 1,25-dihidroxivitamina D [1,25(OH)2D], un metabolito activo
de la vitamina D, mediante la supresión de la expresión de 25-hidroxivitamina D
1α-hidroxilasa e induciendo la 24-hidroxilasa, la cual provoca la disminución de
la absorción de fosfato en los intestinos. El FGF23 requiere una proteína transmembrana,
αkloto, como un co-receptor para la transcripción de la señal a través del
receptor FGF (FGFR). El FGF23 es inactivado por acción proteolítica entre Arg179
y Ser180. Esta acción es prevenida por la O-glucosilación de FGF23
en Thr178, un proceso que es mediado por
UDP-N-acetil-D-Galacosamina: polipéptido N-acetilgalactosamiltransferasa 3
(GalNacT3).
PHEX, DMP1 y FAM20C son altamente expresados
en los osteocitos. Las variantes inactivantes de estos genes causan sobre
producción de FGF23 en los osteocitos. Por lo que se considera que funcionan
como reguladores negativos locales de la producción de FGF23 en los osteocitos.
El gen PHEX es responsable del raquitismo hipofosfatémico relacionado con el cromosoma X (XLH), la forma más común de
hipofosfatemia hereditaria. El DMP1 codifica una proteína de la matriz
extracelular perteneciente al ligando de unión a integrinas, familia de
glucoproteínas unidas a N (SIBLING) y sus variantes inactivantes causan
raquitismo hipofosfatémico recesivo autosómico tipo 1 (ARHR1). En humanos, la
displasia osteoglofónica causada por variantes inactivantes de FGFR1 a menudo
está asociada con hipofosfatemia debida a los elevados niveles de FGF23. El gen
FAM20C codifica una quinasa secretada
que fosforila un amplio rango de
sustratos incluyendo FGF23 y proteínas de la familia SIBLING como DMP1. El FAM20C fosforila directamente al FGF23 en
Ser180, lo cual inhibe la O-glucosilación del FGF23 por GalNAc-T3. Por tanto,
la inactivación de FAM20C puede incrementar los niveles del FGF23 intacto
reduciendo su degradación enzimática.
La esclerostina también puede funcionar como
un regulador local de FGF23, lo cual sugiere una conexión entre las dos
funciones importantes de los osteocitos: el control de la masa ósea y la
regulación del metabolismo de fosfato. La liberación en la circulación
sanguínea de FGF23 producido por los
osteocitos es acelerada en asociación con la resorción ósea. Además de los
reguladores locales, la producción de FGF23 por los osteocitos es influenciada
por varios factores sistémicos, de los cuales el principal parece ser el
1,25-(OH)2D que incrementa la expresión de FGF23 en células del linaje osteoblasto a través de la
transactivación de su gen mediada por el receptor de vitamina D (VDR). La PTH
también estimula la producción de FGF23. El mismo fosfato regula la producción de FGF23 en los osteocitos.
Estudios recientes demuestran que la señal
insulina suprime la producción de FGF23 por los osteocitos a través de la
activación de la ruta ATK y la inhibición de las rutas forkhead box proteína 1 (FOXO1) y mTORC1. Por
otra parte, la deficiencia de hierro incrementa la producción de FGF23 a través
de la transactivación del gen mediada por el factor inducible por hipoxia 1α
(HIF1α). La activación de la ruta HIF promueve la producción de la hormona
eritropoyetina, la cual incrementa la producción de FGF23. Niveles aumentados
de FGF23 en suero pueden ser observados en pacientes con enfermedades
inflamatorias y varias citoquinas pro-inflamatorias como factor de necrosis
tumoral α, IL-1β e IL-6 incrementan la expresión de FGF23.
Los niveles de fosfato en suero son mayores
en niños que en adultos, lo cual puede deberse a la alta necesidad de fosfato
para el crecimiento del esqueleto y tejidos blandos. Para mantener la
homeostasis de fosfato, los organismos necesitan sensores de niveles internos y
ambientales de fosfato. La respuesta de las células a los elevados niveles de
fosfato extracelular indica que la disponibilidad de fosfato es detectable por
las células a nivel individual. Las glándulas paratiroides también responden a
los niveles extracelulares de FGF23 alterados. La secreción de PTH es
estimulada por fosfato y un estudio reciente sugiere que este proceso es
mediado por una acción directa del fosfato sobre el receptor sensor de calcio. El
receptor sensor de calcio puede funcionar como un sensor de fosfato en las
glándulas paratiroides.
En conclusión, los osteocitos embebidos en
la matriz ósea mineralizada juegan roles centrales en la regulación del
metabolismo de fosfato y el control de la masa ósea. Ellos controlan la
formación de hueso y la resorción ósea produciendo esclerostina y RANKL,
respectivamente. El FGF23 producido principalmente por los osteocitos, funciona
como un regulador clave de la homeostasis de fosfato, incrementa la excreción
renal de fosfato y disminuye la síntesis de 1,25(OH)2D. La
producción de FGF23 por los osteocitos es influenciada por múltiples factores
locales y sistémicos. Los niveles de fosfato en suero son mayores en niños
debido a las altas necesidades de fosfato durante el crecimiento. Como los
osteocitos gobiernan la homeostasis de fosfato, ellos pueden ser responsables
de sensar la disponibilidad de fosfato en el cuerpo entero.
Fuente: Michigami T
(2022). Roles of osteocytes in phosphate metabolism. Frontiers in
Endocrinology 13: 967774.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario