Proteína
de unión a vitamina D y secreción de glucagón
El glucagón es la
principal hormona contra reguladora que previene la hipoglucemia inhibiendo la
secreción de insulina e incrementado la producción endógena de glucosa. Como el
segundo tipo de células más abundante en los islotes de Langerhans, las células
alfa son la principal fuente de (pro) glucagón y trabajan en cooperación con
las células beta que secretan insulina y las células delta que secretan
somatostatina en el control de la homeostasis de la glucosa. Durante la diabetes tipo 2 (T2DM) y diabetes
tipo 1 (T1DM), la función de las células alfa es desregulada, provocando
inapropiada secreción de glucagón, exacerbación de los niveles sanguíneos de
glucosa y alteración de la respuesta contra reguladora. Por otra parte, la
hipersecreción de glucagón y la alteración de la contra regulación contribuyen
a la insuficiencia de células beta y al desarrollo de T2DM. El gen GC/Gc en las
células alfa codifica la proteína de unión a vitamina D (DBP), también conocida
como globulina GC, es considerada el
mayor transportador de metabolitos de vitamina D en la circulación sanguínea.
Sin embargo, la DBP es una proteína multifuncional que se une a ácidos grasos y
activa macrófagos.
Los islotes pancreáticos controlan la glucemia
a través de una secreción muy coordinada de hormonas. La hiperglucemia estimula a las
células beta para secretar insulina, la captación de glucosa en el tejido
muscular e inhibe la producción endógena de glucosa en el hígado, lo cual
resulta en disminución de los niveles sanguíneos de glucosa hasta alcanzar la
normoglucemia. En la medida que los niveles de glucosa continúan disminuyendo
hasta llegar a la hipoglucemia, las células alfa comienzan a secretar glucagón,
estimulando la glucogenolisis y la gluconeogénesis en el hígado, liberando glucosa
a la circulación sanguínea como parte de la respuesta contra-reguladora. El
control de la secreción de glucagón opera a través de rutas dependientes de
glucosa (endógenas) y rutas independientes de glucosa (exógenas).
Las células alfa expresan varios canales
iónicos que en conjunto contribuyen a la despolarización de la membrana,
entrada de iones y exocitosis. Con baja concentración de glucosa (1mM), los
canales de K+ sensibles a ATP (KATP) son moderadamente
activos, provocando un potencial de membrana de -60 mV. Esta despolarización es
suficiente para abrir canales de Ca2+ tipo T, despolarizar la
membrana a -40 mV y activar canales de Ca2+ tipo L, tipo N, tipo P/Q
y canales de Na+. La apertura de estos canales de Ca2+ activados por
voltaje permite la entrada de Ca2+ al citoplasma, generando
potenciales de acción para disparar la exocitosis de glucagón. Por el
contrario, el aumento en los niveles de los niveles sanguíneos de glucosa
incrementa la relación ATP/ADP causando el cierre de los canales de KATP.
Esta despolarización provoca la inactivación parcial de los canales de Na+
deprimiendo la amplitud del pico del potencial de acción, la activación de
canales P/Q y, por tanto, inhibe la
secreción de glucagón.
Otro mecanismo opera de manera independiente de KATP
vía canales de Ca2+ operados por almacenamiento (SOC). Con bajos
niveles de glucosa, los SOC se abren, manteniendo un potencial despolarizante.
Cuando los niveles de glucosa y ATP/ADP aumentan, el Ca2+ es
secuestrado en el retículo endoplásmico vía Ca2+-ATPasa (SERCA),
causando el cierre de los canales SOC y la repolarización de la membrana de la
célula alfa. Esto provoca una baja frecuencia de potenciales de acción y la inhibición de la secreción de glucagón.
La concentración de glucosa en el rango de hipoglucemia incrementa los niveles
de cAMP, el cual ejerce numerosos efectos sobre la función de la célula alfa,
incluyendo liberación de Ca2+ de los depósitos intracelulares e
incremento de la entrada de Ca2+ vía canales tipo L.
Los
mecanismos paracrinos activados por los altos niveles de glucosa contribuyen a
la inhibición de la secreción de glucagón. Las células alfa expresan receptores
para insulina y somatostatina, los cuales son activados por las células beta y
delta, respectivamente, suprimen la secreción de glucagón, disminuyen los
niveles sanguíneos de glucosa y glucagón postprandial. Otros secretagogos de
células beta incluyen zinc, amilina, GABA y 5-HT, los cuales inhiben la
secreción de glucagón en grados variables. Por el contrario, el glucagón es un
potente estimulador de la secreción de insulina. Por otra parte, el sistema
nervioso parsimpático es un fuerte disparador de la liberación de glucagón vía
mecanismos colinérgicos y no colinérgicos.
El péptido similar a glucagón-1 (GLP-1) y el
polipéptido inhibidor gástrico (GIP) ejercen efectos glucagonostático y
glucagonotrópico, respectivamente. Los agonistas del receptor de GLP-1 (GLP-1R) suprimen la secreción de
glucagón, mientras aumentan la liberación de insulina de una manera dependiente
de GLP-1R. El GLP-1R está ausente en las células alfa y los efectos de los
agonistas son indirectos vía otros tipos de células de los islotes
pancreáticos, aunque estudios electrofisiológicos han demostrado efectos
directos del mismo GLP-1, posiblemente vía productos de degradación que actúan
vía receptor de glucagón.
La sensibilidad de las células alfa a la glucosa está
comprometida en T2DM y la alteración de
la secreción de glucagón exacerba la hiperglucemia, lo cual altera la función
de las células beta. La
hiperglucagonemia persistente en el ayuno y el estado postprandial es
comúnmente observada en diabetes, indicando pérdida de inhibición de células
alfa en estados hiperglucémicos. Se ha sugerido que la hiperglucagonemia se
debe al desarrollo de las células alfa de resistencia a la insulina y la
hiperglucemia. Estudios recientes en células alfa humanas demuestran que la glucosa (intrínseca) y las señales
paracrinas (extrínseca) interactúan para regular la exocitosis de gránulos de
glucagón y esta interacción se vuelve disfuncional durante la T2DM. Cambios en
la masa de células alfa han sido reportados durante la diabetes con estudios en
T1DM y T2DM que demuestran un incremento en la masa de células alfa. Los cambios
en la masa de células alfa generalmente ocurren tempranamente en la progresión
de la enfermedad.
La GC, inicialmente aislada del hígado en
1959, es una proteína polimórfica del suero. En 1979, se demostró que une
vitamina D y fue referida como DBP. Los estudios posteriores indican que la DBP
está estructuralmente relacionada con la albúmina y la α-fetoproteína, con el
gen GC como miembro de la familia de genes albúmina/α-proteína en el cromosoma
4. La DBP es el mayor transportador de metabolitos de vitamina D en suero. La
principal forma circulante de vitamina D, 25(OH)D, muestra la más alta afinidad
de unión por DBP, resultando en 85% de 25(OH)D unido a DBP, 15% unido a
albúmina y menos del 1% libre en la
circulación sanguínea. La unión de 25(OH)D es fundamental para la
endocrinología de la vitamina D con captación por endocitosis facilitada de
25(OH)D-DBP vía complejo megalina-cubilina, esencial para la síntesis renal de
1,25(OH)2D en los túbulos proximales. Fuera de los riñones, un amplio rango de
tejidos expresan megalina-cubilina y, por tanto, son capaces de adquirir
metabolitos de vitamina D unidos a DBP vía captación por endocitosis. Sin
embargo, la expresión de megalina-cubilina no es universal y se requieren otros
mecanismos para la captación de 25(OH)D
y 1,25(OH)2D en muchas células. La hipótesis de hormona libre describe la
hormona no unida como la fracción biodisponible para la captación celular. La
naturaleza lipofílica de los metabolitos
de vitamina D no unidos a DBP permite la libre difusión a través de la membrana
plasmática para alcanzar blancos intracelulares como la enzima 25-OHD-1
α-hidroxilasa (CYP27B1) o l receptor nuclear de vitamina D (VDR). La DBP
también se une a G-actina y ácidos grasos. Adicionalmente, una forma
desglucolsilada de DBP puede actuar como factor activador de macrófagos. El complejo DBP-macrófago activa macrófagos y
células relacionadas, como los osteoblastos, y juega un rol en la inflamación y
remodelación ósea.
En humanos, la DBP está compuesta por 458 aminoácidos
con tres dominios α-hélices. El dominio I contiene la región de unión de
vitamina D, mientras la unión de G-actina ocurre entre los dominios II y III,
sugiriendo que la G-actina no compite con la unión de vitamina D. La DBP
también se une a grasas monoinsaturadas,
poliinsaturadas y saturadas. La DBP
también tiene un rol en la morfología de las células alfa. La pérdida de DBP
provoca alteración de la morfología, función y liberación de glucagón por las células alfa y puede representar un
marcador de inicio tardío de T1D. La DBP está presente en los gránulos de
glucagón en células alfa humanas, también actúa
directamente sobre filamentos de actina cerca de la membrana plasmática.
Se especula que la DBP es liberada en el espacio extracelular con glucagón en
respuesta a bajos niveles de glucosa, donde puede ejercer efectos paracrinos
sobre poblaciones de células vecinas o efectos autocrinos sobre las mismas
células alfa. La DBP también es expresada en las células delta de los islotes
pancreáticos.
Los patrones de expresión de genes en los
tejidos demuestran que GC es expresada predominantemente en el hígado, con los
islotes pancreáticos como un órgano con una significativa expresión de GC.
En conclusión, el
glucagón juega un rol importante contra la acción de la insulina, incrementando la producción
endógena de glucosa y balanceando los niveles de glucosa. La DBP es un
importante contribuyente de la liberación de glucagón. Conocida primariamente
por sus propiedades de unión a vitamina
D y otros sustratos como actina y ácidos grasos, la DBP tiene un rol
multifuncional. Durante los estados de enfermedad, las células alfa responden
inapropiadamente al estímulo, provocando un desregulación de la secreción de
glucagón, alteración de la tolerancia a la glucosa e hipoglucemia. La pérdida
de DBP provoca células alfa más pequeñas e hiperplásticas que secretan menos
glucagón a pesar de contar con suficiente vitamina D. Las células alfa que
carecen de DBP exhiben alteración de los flujos de Ca2+ y la conductancia
de Na+, así como cambios en la distribución de los gránulos de
glucagón.
Fuente: Viloria K et al
(2022). Vitamin D binding protein/GC-globulin: a novel regulator of alpha cell
function and glucagon secretion. Journal
of Physiology 600:1119-1133.
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