La correlación entre melatonina y hormonas
reproductivas
La melatonina,
N-acetil-5-metoxitriptamina, es una hormona conocida por estar asociada con la
modulación de los ritmos circadiano y estacional en muchas funciones biológicas
del cuerpo. Esta hormona es liberada rítmicamente en la noche por la glándula
pineal y su síntesis está bajo el control del oscilador endógeno en el núcleo
supraquiasmático (NSQ) del hipotálamo, el cual a su vez está sincronizado con
el ciclo luz/oscuridad ambiental. Más aún, el tiempo y el intervalo de la
producción nocturna de melatonina cambian de acuerdo a la duración de las
noches. La secreción de melatonina es el reflejo interno del fotoperíodo
externo. Entre otras acciones, la melatonina es conocida por integrar
alteraciones rítmicas para controlar la fisiología circadiana y estacional en
varios procesos como metabolismo, inmunidad, función cerebral y reproducción.
Particularmente, el rol de la melatonina en el control de la fisiología
reproductiva ha sido documentado en los últimos años. Este control es adquirido
a nivel del eje hipotálamo-hipófisis-gonadal (HHG), el cual determina el desarrollo
del ciclo reproductivo. La influencia de la melatonina en la síntesis y
liberación de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) por el hipotálamo
es bien conocida, eventualmente regulando una variedad de respuestas
fisiológicas en la función y actividad gonadal.
La síntesis de melatonina involucra al
triptófano como precursor que es convertido en serotonina después de
hidroxilación y descarboxilación para producir melatonina. La regulación de la
síntesis de melatonina en la glándula pineal es controlada por una ruta neural
multisináptica que involucra al tracto retinohipotalámico y al NSQ del hipotálamo. La información llega a la
glándula pineal vía fibras simpáticas postganglionares periféricas. Las
elevaciones nocturnas en estimulación noradrenérgica vía receptores β y α1
adrenérgicos en los pinealocitos, activa la proteína quinasa C (PKC) e
incrementa el movimiento de Ca2+, provocando un incremento en la
concentración intracelular de cAMP. La acumulación de cAMP activa la proteína
quinasa A (PKA) la cual a su vez incrementa la actividad de la
arilalquil-amina-N-acetiltransferasa (AANAT). Una vez sintetizada, la
melatonina es secretada directamente en el líquido cerebro espinal del tercer
ventrículo y en la circulación sanguínea, alcanzando todos los tejidos del
cuerpo en un corto período de tiempo.
La melatonina es capaz de regular varias funciones fisiológicas a partir del
ciclo sueño/vigilia y la modulación de ritmos circadianos para el desarrollo
neural y la protección y regulación del sistema inmune y las funciones
endocrinas. Estas acciones son manejadas a través de la activación de
receptores de membrana acoplados a proteína G, MT1 y MT2, y un potencial
receptor citoplasmático MT3. Debido a la conexión entre receptores y proteínas Gαi/o,
la modulación del segundo mensajero cAMP y los niveles de calcio y también la
activación de subtipos de PKC son las rutas de señalización disparadas por la
melatonina más aceptadas. Receptores de membrana de melatonina funcionales han sido descritos en varias estructuras
cerebrales y también en tejidos no neurales como sistema cardiovascular,
sistema inmune, sistema endocrino, tracto gastrointestinal, hueso y órganos
reproductivos. Adicionalmente, la melatonina también exhibe múltiples acciones
a través de un mecanismo independiente de receptor.
Un estudio, usando un protocolo de rutina
constante, determinó una posible influencia de diferencia de sexo en el
metabolismo y la excreción de melatonina. Los hallazgos indican que las hembras
exhiben una mayor amplitud en el ritmo de los niveles plasmáticos de
melatonina, pero no reporta diferencia entre hembras y varones en los niveles
urinarios de 6-sulfatoximelatonina (aMT6), el principal metabolito urinario de
la melatonina. Diferencias individuales en peso corporal, edad, consumo de
cafeína, medicaciones, privación de
sueño y diferencias metodológicas en la medición de melatonina han sido
asociadas con la variabilidad en los
niveles de melatonina. La presencia de receptores de melatonina en los órganos
reproductivos humanos y la evidencia de receptores de hormonas sexuales en la
glándula pineal sugiere una relevante interacción entre hormonas sexuales y
melatonina.
Muchos reportes apoyan un rol crítico de la
melatonina sobre los niveles de hormonas reproductivas y, por tanto, en las
actividades reproductivas a través de la activación de receptores localizados
en el eje HHG. En hombres, las investigaciones no reportan diferencias en la
síntesis de hormona luteotrópica (LH), hormona estimulante de folículo (FSH) y
testosterona después de la administración de melatonina. Por el contrario, en
mujeres, los hallazgos indican una clara respuesta de las hormonas
reproductivas al tratamiento exógeno con melatonina. Por ejemplo, el
tratamiento con melatonina aumenta la amplitud
del pulso de LH y los niveles de LH durante la fase folicular del ciclo
menstrual. Adicionalmente, la administración nocturna de melatonina disminuye
los niveles de FSH. Estos estudios proporcionan
evidencia convincente de un ajuste de hormonas del sistema reproductivo
femenino por la melatonina.
La melatonina secretada por la glándula
pineal regula a la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), un componente
central del eje HHG, afectando la secreción de hormonas reproductivas.
Adicionalmente, la melatonina puede ajustar los niveles de hormonas
reproductivas vía un circuito indirecto a través del sistema KISS-1/GPR54. El
consenso actual es que los efectos de la melatonina sobre las hormonas
reproductivas pueden ser coordinados por tres diferentes sitios de acción (1)
Las neuronas hipotalámicas GnRH, (2) la hipófisis, (3) gónadas/órganos
reproductivos.
Los receptores de las hormonas reproductivas
están presentes en la glándula pineal de roedores, bovinos y humanos, sugiriendo
un posible rol de las hormonas reproductivas sobre la síntesis de melatonina.
Es aceptado que los niveles plasmáticos de testosterona pueden ser
indispensables para preservar el pico nocturno de melatonina. Por otra parte,
en mujeres, está bien documentado que los niveles plasmáticos de melatonina disminuyen
con la edad, alcanzando niveles mínimos en la menopausia. La secreción nocturna
de melatonina incrementa en mujeres que usan anticonceptivos orales. Con
respecto a la progesterona, la síntesis de melatonina disminuye en mujeres
postmenopáusicas tratadas con progesterona durante el período de oscuridad. Por
tanto, es posible sugerir que las hormonas reproductivas afectan el pico
nocturno de melatonina, los niveles circulantes y la duración de la secreción.
Es viable considerar que las alteraciones hormonales asociadas con la edad
ajustan los niveles de melatonina a través de la regulación de actividad de la
AANAT. También es posible que las acciones directas o indirectas de la melatonina
apoyen las fluctuaciones de las hormonas reproductivas. La melatonina puede
actuar en las células de Leydig del testículo y las células tecales del
ovario. La melatonina regula la
secreción de testosterona, aumenta la respuesta de las células de Sertoli
a la FSH durante el desarrollo
testicular y tiene un rol en el crecimiento celular, la proliferación y la
actividad secretora de las células testiculares. Adicionalmente, esta hormona
puede proteger al testículo contra la generación local de especies reactivas de oxígeno (ROS) y la
agresión inflamatoria. También, la melatonina protege a los espermatozoides de
la apoptosis. La melatonina presenta un
rol modulador del balance oxidante/antioxidante que mantiene la fertilidad
masculina y la espermatogénesis, pues el microambiente testicular se
caracteriza por baja tensión de oxígeno y estrés oxidativo debido a la
abundancia de ácidos grasos insaturados y la presencia de sistemas generadores
de ROS incluyendo las mitocondrias y una variedad de enzimas que participan en
la espermatogénesis.
La melatonina regula la esteroidogénesis a
través de la proteína StAR. La melatonina también puede inducir la expresión de
la 5-α reductasa, la cual es importante para la conversión de testosterona en
la forma activa 5α-dihidrotestosterona. La melatonina también inhibe la
expresión de la 3α- hidroesteroide deshidrogenasa, una enzima que cataliza la
interconversión entre 5α- dihidrotestosterona y 3α-androstanediol.
Adicionalmente, la melatonina incrementa significativamente la inhibina B,
considerada un marcador de daño de las células de Sertoli. La melatonina tiene
múltiples rutas de transducción para modular la fisiología de las células de
Sertoli e influir en la espermatogénesis.
La melatonina presenta varios efectos en los
ovarios. (1) Influye en la acción de la LH, (2) juega un rol en el
mantenimiento de la morfología folicular, importante para el proceso de
ovulación, (3) la melatonina está involucrada en la dinámica folicular, la ovulación, la
degradación del cuerpo lúteo, la calidad del oocito y la esteroidogénesis. El
nivel de estrógenos puede interferir con la actividad de los receptores de
melatonina (MT1 y MT2) en células granulosas de ratas. Por tanto, los
estrógenos pueden cambiar el efecto del receptor de melatonina sobre la señal
cAMP. Consecuentemente, melatonina y estrógenos coparticipan en los procesos de
crecimiento folicular, angiogénesis y mantenimiento de la calidad del oocito.
Esto puede explicar la razón porque la concentración folicular de melatonina es
tres veces mayor que la de la circulación. Adicionalmente, la melatonina juega
un rol en la morfología del ovario, la dinámica folicular y la integridad del
folículo ovárico. La melatonina puede mantener la salud folicular a través de
la inhibición de la apoptosis de células granulosas. La melatonina también
activa las rutas StAR y PI3K/AKT en las células tecales del ovario e influye en
la producción de andrógenos. La ruta PI3K/AKT es importante para la
esteroidogénesis y la apoptosis. Por tanto, la melatonina puede modular la
acción de la LH en la esteroidogénesis y la apoptosis a través de esta ruta, al
menos en las células tecales.
Además de sus efectos autocrino y
paracrinos, la melatonina actúa como un antioxidante directo e indirecto, su estructura
molecular consiste en un anillo pirrólico que contiene electrones que
fácilmente atrapan ROS y especies nitrosativas reactivas (NOS). Estas
reacciones generan otras moléculas antioxidantes estables como
3-hidroximelatonina cíclica, N1-acetil-N2-formil-5-metoxikinuramina y N1-acetil-5-metoxikinuramina,
cuyos potenciales de atrapamiento de radicales libres son aún mayores que los
observados para la melatonina. Con relación a los efectos antioxidantes
indirectos, la melatonina incrementa la expresión de enzimas antioxidantes como
superóxido dismutasa, glutatión peroxidasa y catalasa. Adicionalmente, la
melatonina por su naturaleza anfipática cruza libremente todas las membranas del
organismo, alcanzando las mitocondrias donde su rol es crucial para eliminar
radicales libres en la cadena trasportadora de electrones. La melatonina ejerce
sus efectos antioxidantes por mecanismos
dependientes de receptor y mecanismos independientes de receptor.
La transición endocrina en la menopausia se
caracteriza por disrupción de los sistemas regulados por estrógenos como
termo-regulación, sueño y ritmos circadianos. Está bien documentado que entre
mujeres menopáusicas y postmenopáusicas, uno de los mayores problemas reside en
la desregulación de los ciclos sueño/vigilia probablemente como resultado de
una reducción no solo de estrógenos sino también de los niveles de melatonina.
La administración de melatonina resincroniza los ritmos circadianos, afectando
síntomas asociados con fluctuaciones hormonales. En ratas ovariectomizadas, el
tratamiento con melatonina reduce la ingesta de alimentos y previene el
incremento de peso corporal y colesterol, cambios metabólicos asociados con la
menopausia y la postmenopausia. Basados en la evidencia disponible actualmente,
es razonable sugerir que la melatonina es una alternativa terapéutica para el
control de la complejidad de síntomas del climaterio relacionados con la
deficiencia de hormonas esteroides en mujeres menopáusicas y postmenopáusicas.
En conclusión, está claro que la melatonina
interactúa con las hormonas esteroides sexuales de una manera recíproca, donde
la acción de la melatonina influye pero también es influenciada por los
esteroides sexuales. Esta comunicación depende de los niveles de melatonina, la
edad, el estatus hormonal y las condiciones ambientales. Más aún, las rutas
directas o indirectas involucradas en esta interacción tienen un alto nivel de
complejidad. Clínicamente, la relación entre la melatonina y las hormonas
esteroides sexuales es de particular importancia en la reproducción masculina y
femenina así como también en la transición a la menopausia.
Fuente:
Cipolla-Neto J et al (2022). The crosstalk between melatonin and sex steroid hormones. Neuroendocrinology
112: 115-129.
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