Rol de las adipoquinas en la implantación del embrión
Actualmente, se
han logrado muchos avances en el campo de la tecnología reproductiva asistida
(ART) y esta técnica podría ayudar a muchas parejas infértiles a tener sus
niños. Sin embargo, el principal problema con esta tecnología es la baja tasa
de implantación después de la transferencia del embrión. Las estadísticas
demuestran que más del 50% de los embriones podría no ser implantados después
de la transferencia en el útero y en algunas pacientes la falla en la
implantación puede verse después de varias transferencias de embriones de buena
calidad, lo cual es descrito como insuficiencia de implantación repetida.
La implantación del embrión es una de las etapas más importantes en el
inicio del embarazo, a través de la cual el blastocisto invade el epitelio del
endometrio. Para que ocurra la implantación, el embrión y el endometrio deben
encontrarse en el tiempo y lugar precisos, lo cual es conocido como la “ventana
de implantación”. Durante esta ventana
el endometrio está completamente listo para recibir al blastocisto. En un ciclo menstrual normal, este período va
del día 16 al día 24; esto podría ser aproximadamente 5-10 después del pico de
hormona luteinizante (LH). La implantación del embrión comprende tres etapas,
en el primer estadio, el blastocisto se adhiere al sitio de implantación en el
útero (oposición), luego el trofoblasto se adhiere al epitelio del endometrio
(adhesión) y, finalmente, en el último estadio, las células invaden el estroma
del endometrio (invasión). Todas estas etapas deben ser reguladas con precisión
para que hacer posible la implantación del embrión.
Varios factores están involucrados en el
proceso de implantación como citoquinas (por ejemplo IL1, IL6 y factor
inhibidor de leucemia), prostaglandinas (por ejemplo PGE2), factores de
crecimiento (por ejemplo factor de crecimiento epidermal (EGF), factor de
crecimiento del endotelio vascular (VEGF) y factor unido a heparina (EGF)),
enzimas degradantes de la matriz (por ejemplo metaloproteinas de la matriz (MMP),
Inhibidores de enzimas degradadoras de la matriz (por ejemplo inhibidor tisular
de metaloproteinasas (TIMP) y moléculas que tienen un rol en la adhesión
celular (por ejemplo integrinas, selectinas y caderinas).
El tejido adiposo actúa como un órgano
endocrino y secreta factores similares a hormonas llamadas adipoquinas. Las
adipoquinas son una clase de citoquinas que contribuyen al metabolismo
energético, la inflamación, la inmunidad, la angiogénesis, la madurez
reproductiva y la fertilidad. Con relación al último efecto está bien
documentado que la obesidad o el exceso de grasa pueden influir negativamente
en la fertilidad femenina y la función del ovario como se observa en mujeres
obesas con síndrome de ovarios poliquísticos (PCOS). El rol de las adipoquinas
también ha sido demostrado en la implantación del embrión. Muchos estudios han
demostrado la presencia de adipoquinas y sus receptores en el sistema
reproductivo de la mujer, enfatizando su rol en la fertilidad femenina. Las
adipoquinas también están presentes en el útero y la placenta donde pueden
influir en la implantación del embrión y el embarazo, así como también en la
transmisión materno-fetal de metabolitos.
Varios estudios han demostrado que las
etapas de la implantación del embrión son reguladas por esteroides, incluyendo
progesterona, estradiol y andrógenos. Por otra parte, el rol de las adipoquinas
en la regulación de la secreción de hormona liberadora de gonadotropinas
(GnRH), gonadotropinas y esteroides sugiere su involucramiento en la implantación
del embrión. Sin embargo, no hay consenso con relación a los efectos de las
adipoquinas sobre las hormonas debido a diversas razones como diferencias de
especies, la dosis de adipoquinas, el tamaño y el estadio de los folículos
ováricos y la fase del ciclo menstrual. Las adipoquinas pueden estar bajo la
regulación hormonas. Por ejemplo, los efectos estimuladores de estrógenos
testosterona, LH y hormona estimulante del folículo (FSH) sobre la expresión de
resistina han sido demostrados en folículos ováricos. Más aún, ha sido
reportado que el estradiol podría inducir la expresión de adiponectina. Sin
embargo, también han sido reportados los efectos inhibidores de los esteroides
sobre las adipoquinas en folículos ováricos.
Está bien documentado que la alteración de
los niveles de adipoquinas puede resultar en diferentes anormalidades
reproductivas femeninas. Por ejemplo, disminución e incremento anormal de los
niveles de adipoquinas han sido reportados en diabetes gestacional, PCOS,
preeclampia, endometriosis y crecimiento intrauterino retardado. Sin embargo,
algunos estudios no encontraron una asociación entre niveles de adipoquinas y
desórdenes ginecológicos. Adicionalmente, está demostrado que los niveles
aumentados de adipoquinas pueden alterar
su función y causar resistencia a adipoquina. Las adipoquinas pueden relacionar
el metabolismo energético y la
reproducción. La implantación del embrión y el embarazo son relevantes
en el balance de energía y, por tanto, las anormalidades metabólicas pueden
causar falla en la implantación del embrión.
La leptina es un polipéptido de 16 KDa
codificado por el gen OB y producido principalmente por el tejido adiposo
blanco. El receptor de leptina (OBR) transmite señales principalmente a través de la ruta Janus quinasa (JaK)/transductor
de señal y activador de transcripción
(STAT). El principal rol de la leptina
en el cuerpo es la regulación del balance energético afectando el
metabolismo celular y el apetito. La leptina también puede actuar como una citoquina
pro-inflamatoria debido a su similitud estructural con la IL6. En este
contexto, la leptina incrementa la expresión de citoquinas inflamatorias como
factor de necrosis tumoral α (TNFα) e IL6. La leptina también está asociada con
el sistema inmune adaptativo y puede aumentar la proliferación y supervivencia
de células T. Los estudios han documentado que la leptina está involucrada en
el sistema reproductivo. Por ejemplo, esta adipoquina es esencial para el
inicio de la pubertad y también pude afectar el eje
hipotálamo-hipófisis-gonadal.
En el sistema reproductivo de la mujer, el
OBR está presente en la superficie de las células granulosas y tecales y
estimula la producción de esteroides en estas células del ovario. La expresión
de OBR se observa en células endometriales y está reportado que la disminución
de la expresión de este receptor está asociada con subfertilidad. La leptina es
producida localmente por endometrio y blastocisto y los hallazgos de varios
estudios sugieren potenciales roles de la leptina en el embarazo. La expresión
de OBR en el endometrio aumenta significativamente durante la fase luteal del
ciclo menstrual, fase de receptividad. Los estudios también demuestran que la
leptina está involucrada en la proliferación y apoptosis de células epiteliales
uterinas, la receptividad uterina, el sistema inmune uterino y la
decidualización, las cuales son necesarias para la implantación del embrión.
Por otra parte, la expresión de leptina solo puede ser detectada en el
blastocisto durante el período de pre-implantación.
Con relación a los mecanismos que subyacen a
la acción de la leptina en la implantación, está documentado que en
ratones la leptina puede incrementar
significativamente la tasa de adhesión de blastocisto a través de la inducción
de la expresión de moléculas de adhesión como integrina beta 3 en células
epiteliales del endometrio. La leptina también tiene una asociación con el
sistema inmune endometrial y puede inducir la expresión de varias citoquinas inflamatorias
relacionadas con la implantación en el endometrio. En este contexto, está
reportado que el tratamiento con
leptina puede incrementar la
expresión de IL6, IL8, GROα, proteína quimioatrayente de monocitos 1 y proteína
inflamatoria de macrófagos 3α (MIP3α) en células epiteliales y del estroma en
el endometrio. La leptina también está involucrada en la decidualización, una
etapa necesaria para el inicio del embarazo. Sin embargo, el efecto de la
leptina sobre la decidualización es inhibidor y, por tanto, los niveles extra
de leptina que se observan en las pacientes con endometriosis pueden estar
involucradas en fallas en la implantación del embrión.
La adiponectina es producida por tejido
adiposo, hígado, hueso y placenta. La
adiponectina actúa a través de dos receptores, AdipoR1 y AdipoR2. El receptor
AdipoR1 transduce la señal adiponectina a través de la quinasa activada por AMP
(AMPK), mientras el receptor AdipoR2 activa al receptor activado por
proliferador de peroxisoma alfa (PPARα). La adiponectina juega un rol
importante en la regulación del metabolismo energético incrementando la sensibilidad a la insulina,
la captación de glucosa y la oxidación
de ácidos grasos; también atenúa la gluconeogénesis. La adiponectina está
involucrada en el sistema inmune y tiene propiedades anti-inflamatorias
atenuando la ruta de señalización del factor nuclear kappa B (NFκB) y la
posterior producción de IL6 y TNFα en macrófagos. En el sistema reproductivo,
la adiponectina atenúa la secreción de
LH por la hipófisis y regula la expresión del receptor de GnRH. Los niveles de
adiponectina en suero se correlacionan directamente con el número de oocitos en
mujeres sometidas a fertilización in vitro.
Los receptores AdipoR1 y AdipoR2 son
expresados en células epiteliales y del estroma en el endometrio y su expresión
aumenta marcadamente durante la fase luteal media, el tiempo de implantación
del embrión. La baja expresión de receptores de adiponectina en el endometrio
ha sido reportada en mujeres con fallas recurrentes en la implantación. La
producción de esteroides es importante para una apropiada implantación del
embrión y la adiponectina aumenta la
expresión de enzimas esteroidogénicas
como 3β-hidroxiesteroide deshidrogenasa (3βHSD) y proteína reguladora de
la esteroidogénesis aguda. Más aún, la adiponectina induce la proliferación y
atenúa la apoptosis de células epiteliales luminales uterinas y, por
consiguiente, incrementa la receptividad uterina. Estos efectos de la
adiponectina son mediados por la estimulación de las rutas fosfatidilinositol 3
quinasa/proteína quinasa B (PI3K/AKT) y MAPK. La adiponectina también induce la
receptividad del endometrio reduciendo la secreción de IL6 por las células
epiteliales endometriales. La adiponectina puede disminuir los niveles de óxido
nítrico (NO) en el endometrio. Dado que en los estadios pre y peri-implantación
la expresión de la sintetasa de óxido nítrico inducible (iNOS) aumenta en el
endometrio, se puede postular que la adiponectina juega un rol regulador en los procesos relacionados con NO
durante la implantación. La expresión de receptores de adiponectina aumenta
durante la decidualizacion, sugiriendo un potencial rol de esta adipoquina en
la decidualización. En suma, la adiponectina está involucrada en la implantación
del embrión afectando la esteroidogénesis, la proliferación de células
epiteliales uterinas, regulando la inflamación endometrial, la síntesis de NO,
la receptividad endometrial y la decidualización.
La apelina es codificada por el gen APLN
como una preproproteína y por modificaciones posttraslacionales genera varias
formas activas de apelina, incluyendo apelina 36, apelina 17 y apelina 13, con la apelina 13 con la mayor actividad
biológica. La apelina actúa a través de un receptor acoplado a proteína G
llamado APJ y está involucrada en muchas funciones biológicas, incluyendo
angiogénesis, regulación de la presión sanguínea, la contracción cardiaca,
ingesta de agua y procesos anti-inflamatorios. La apelina también tiene roles
directos e indirectos en el sistema reproductivo. En este sentido, está
demostrado que la apelina 13 atenúa la secreción de LH, FSH y prolactina por la hipófisis. La
apelina y su receptor son expresados en oocitos y folículos y su expresión
tiene una correlación positiva con el crecimiento de folículos ováricos. Estos
hallazgos apoyan el importante rol de la apelina en la fertilidad femenina.
La apelina puede estar involucrada en el
proceso de implantación del embrión aumentado la secreción basal de esteroides
en células ováricas e inhibiendo la secreción de esteroides inducida por FSH.
Más aún, la apelina estimula la secreción de progesterona en la fase luteal
media y también estimula la actividad hidroxiesteroide deshidrogenasa. La apelina
también es expresada por el tejido endometrial y su expresión es más
pronunciada durante la fase secretora del ciclo menstrual, confirmando el
posible rol de la apelina en la receptividad uterina y la implantación del embrión. Al respecto,
se ha visto que la apelina induce algunas de las rutas de señalización
relacionadas con la implantación, especialmente la ruta MAPK. Un estudio
reciente demuestra que la apelina aumenta la proliferación de células del trofoblasto a través de la fosforilación de
la quinasa regulada por señal extracelular (ERK1/2), Stat3 y AMPKα.
Adicionalmente, la apelina tiene propiedades antioxidantes y podría incrementar
la actividad catalasa y atenuar la producción de sustancias reactivas de
oxígeno (ROS). Dado que el estrés oxidativo podría tener efectos perjudiciales
sobre la implantación del embrión, las defensas antioxidantes inducidas por la
apelina apoyan una implantación exitosa.
La quemerina es altamente expresada en
tejido adiposo blanco, hígado y pulmón. Esta adipoquina está involucrada en la
diferenciación de células adiposas, la quimiotaxis de células inmunes, la
angiogénesis y la producción de citoquinas como IL6. El receptor similar a
quimioquina 1 (CMKLR1) es abundantemente expresado en células inmunes. La
quemerina ejerce un efecto inhibidor sobre el desarrollo folicular ovárico y
puede inducir la detención del crecimiento del folículo y apoptosis de células
granulosas. Adicionalmente, los estudios demuestran que la quemerina atenúa la
esteroidogénesis folicular inducida por FSH y aumenta la posibilidad de
desarrollo de PCOS.
El endometrio, la placenta y el trofoblasto
expresan miembros del sistema quemerina, lo cual puede reflejar el rol de esta
adipoquina en las interacciones madre-embrión. Más aún, la quemerina puede
prevenir el aborto del embrión regulando la fosforilación de ERK1/2, una
importante ruta de señalización en la implantación del embrión. La quemerina
puede aumentar la actividad MAPKα, involucrada en la receptividad uterina y la
implantación. Esta adipoquina juega un rol clave en la acumulación de células
naturales killer (NK) en el sitio de la implantación. Las células NK inducen la
invasión del trofoblasto produciendo diferentes citoquinas como IL18 y proteína
inducible por IFN-γ 10. La quemerina también interviene en la remodelación
vascular y la angiogénesis en el embarazo temprano. La quemerina está
involucrada en la regulación de procesos inflamatorios y es capaz de
incrementar la acumulación de células dendríticas (DC) en el sitio de inflamación.
La visfatina o nicotinamida fosoribosiltransferasa
(NAMPT) funcionalmente actúa como una enzima que restringe la conversión de
nicotinamida en nicotinamida mononucleotido (NMN), la cual posteriormente
activa la síntesis de nicotinamida adenina dinucleótido (NAD) y, por tanto,
juega un rol regulador en el metabolismo energético. La visfatina también está
involucrada en respuestas inflamatorias (secreción de IL1β, IL6 y TNFα),
prevención de la apoptosis de neutrófilos y maduración de células B. Estudios
recientes demuestran que la visfatina puede unirse y activar al receptor
similar a Toll 4 y también puede unirse al receptor de insulina y causar
resistencia a la insulina.
La visfatina es expresada en miometrio,
perimetrio y especialmente endometrio, demostrando el potencial rol de esta
adipoquina en funciones del útero. La expresión de esta adipoquina está bajo
control de esteroides como estrógenos
que incrementan los niveles de visfatina y progesterona que tiene un
efecto inhibidor sobre su expresión. Estudios con ratones reportan que la
visfatina puede estar involucrada en la implantación del embrión a través del
incremento en la expresión del antígeno nuclear de células proliferantes y el
mantenimiento del balance entre elementos pro-apoptosis y anti-apoptosis en el
útero. Otro estudio demuestra que la visfatina modula respuestas inflamatorias
regulando la expresión de eosinófilos,
mieloperoxidasa y citoquinas inflamatorias y, por tanto, juega un rol vital en
las respuestas inmunes uterinas. En línea con este estudio, la visfatina está
involucrada en la regulación de respuestas inflamatorias placentarias y
angiogénesis.
La vitamina A es indispensable para la
función del sistema inmune, el mantenimiento y diferenciación del tejido
epitelial. Adicionalmente, juega un rol en el sistema reproductivo femenino
incluyendo el desarrollo de folículos ováricos y la receptividad endometrial.
La proteína ligadora de retinol 4 (RBP4), un componente de las adipoquinas,
actúa como transportador específico de vitamina A del hígado a los tejidos
periféricos y está involucrada en la regulación de la diferenciación e invasión celular. Hay
diferentes tipos de RBP (1 a 4) que
tienen diversas funciones en los tejidos; la RBP4 es la más abundante en suero.
Además del hígado, esta proteína es producida por el endometrio. Está
demostrado que la concentración plasmática de RBP4 es regulada por la
progesterona y alcanza el nivel máximo en la mitad de la fase tardía del ciclo
menstrual para proporcionar vitamina A al útero. Los estudios indican que la
expresión de RBP4 aumenta del día 7 al día 13 de un ciclo menstrual, dos
importantes puntos para la pre-implantación. Los estudios en células del
estroma endometrial humano demuestran que la RBP4 está involucrada en la decidualización
a través de la inducción de la expresión de HSD17B. La RBP4 también induce la
secreción de VEGF, un factor esencial para la angiogénesis y la implantación
del embrión. La sobre expresión de RBP4 puede incrementar la proliferación e
invasión del trofoblasto suprimiendo la ruta de señalización PI3K/AKT y
regulando al alza las enzimas degradadoras de matriz (MMP2 y MMP9), las cuales
son importantes en los procesos de implantación y decidualización.
La progranulina (PGRN) estructuralmente
actúa como un precursor de granulina, epitelina y factor de crecimiento
derivado de células PC. En la forma
intacta, la PGRN tiene efectos anti-inflamatorios, pero actúa como un
factor pro-inflamatorio cuando es
convertida en granulina. La PGRN es expresada en casi todos los tejidos,
pero es más abundante en tejidos de división rápida como keratinocitos,
enterocitos, tracto gastrointestinal y epitelio uterino. La PGRN es altamente
expresada en el epitelio uterino durante la implantación del embrión. Más aún,
la expresión de PGRN ha sido reportada en la pre-implantación con los niveles más
altos en el blastocisto. Además del crecimiento del blastocisto, la PGRN puede
promover la adhesión del blastocisto. La expresión materna y embrionaria de
PGRN sugiere su rol en los procesos de implantación y decidualización. Dadas
las propiedades anti-inflamatorias de la PGRN y su rol en el crecimiento de
células epiteliales y también la presencia de esta adipoquina en todos los
estadios antes de la implantación, se puede postular que la PGRN está
involucrada en la implantación del embrión. Está demostrado que la expresión de
PGRN cae dramáticamente después de la implantación del embrión. De acuerdo con
los resultados de los estudios, la PGRN puede ser un factor efectivo para la
implantación del embrión.
En conclusión, la implantación del embrión
es un proceso complejo en el cual
múltiples moléculas actúan en conjunto bajo una regulación estricta. Los
estudios demuestran que las adipoquinas y sus receptores están presentes en
componentes embrionarios y uterinos sugiriendo roles significativos en la
interacción materno-fetal durante la implantación. Las adipoquinas están
involucradas en la regulación del
desarrollo del embrión en la peri-implantación, la actividad del trofoblasto,
la receptividad endometrial, la decidualización y la implantación. Más aún,
alteraciones anormales en los niveles de adipoquinas pueden resultar en
complicaciones del embarazo, incluyendo fallas en la implantación y abortos
espontáneos recurrentes.
Fuente:
Jafari-Gharabaghlou D et al (2021). Role of adipokines in embryo implantation.
Endocrine Connections 10: R267-R278.
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