Selenoproteínas en el cerebro
En las décadas
pasadas, el selenio (Se) y sus compuestos
han sido estudiados principalmente en la regulación del desarrollo y el sistema
inmune y por sus propiedades antitumorales debidas a sus actividades
antioxidantes. Los datos nutricionales demuestran que en condiciones de dieta
normal, el nivel de Se es más alto en el riñón, seguido por hígado, bazo,
páncreas, corazón y cerebro. Sin embargo, cuando la captación de Se es
insuficiente, esto cambia de acuerdo al orden de prioridad de los diferentes
órganos por el Se. Entre los órganos, el cerebro retiene el Se por más tiempo,
indicando la importancia del Se en el mantenimiento de la función fisiológica del
sistema nervioso central (SNC). Las investigaciones epidemiológicas demuestran una significativa
correlación positiva entre el nivel de Se y
la capacidad cognitiva y que el nivel sanguíneo de Se disminuye
gradualmente con la edad. Más aún, los niveles de Se cambian significativamente
en la sangre y el cerebro de pacientes con enfermedades neurodegenerativas como
enfermedad de Alzheimer (EA), enfermedad de Parkinson (EP), esclerosis múltiple
y enfermedad de Batten.
Aunque hay varias rutas de utilización de Se
en el cuerpo, la principal es la síntesis de selenoproteínas mediante las
cuales el Se ejerce numerosas funciones biológicas. Hasta ahora, se han
identificado 25 genes que codifican selenoproteínas en las secuencias genómicas
humanas. La glutatión peroxidasa (GPX) fue la primera selenoproteína
identificada y participa en reacciones redox. Las isoenzimas GPX (GPX1, GPX2,
GPX3, GPX4 y GPX6) contienen Se y exhiben diferentes patrones de expresión y
localización subcelular en los tejidos. Las tioredoxina reductasas (TXNRD1,
TXNRD2 y TXNRD3) son otras antioxidasas que contribuyen no solo al sistema
antioxidante sino también a la proliferación y apoptosis celular. Las desyodasas
de hormonas tiroideas (DIO1, DIO2 y DIO3) participan en la producción de T3 y
T4 y regulan las actividades de las hormonas tiroideas. La
metionina-sulfoxido-reductasa 1 (MSRB1), también llamada SELENOR, es la
principal responsable de reparar proteínas metionina-oxidadas. La selenofosfato
sintetasa 2 (SEPHS2), una enzima involucrada en la biosíntesis de
selenocisteína, es también una
selenoproteína. La proteína plasmática SELENOP, transportadora de Se, también
exhibe actividad de hidroperóxido reductasa de lípidos. SELENOK, SELENOM,
SELENOE, SELENOS, SELENOT, DIO2 y SELENON son selenoproteínas residentes en el
retículo endoplásmico (RE) y participan principalmente en la regulación de
procesos fisiológicos, incluyendo flujo de Ca2+, plegamiento de
proteínas y estrés de RE. La SELENOO, la más grande de las selenoproteínas,
posee un dominio proteína quinasa y puede tener una función en la respuesta al
estrés oxidativo. Otras selenoproteínas
(SELENOW; SELENOH; SELENOL, SELENOU y SELENOV) carecen de un claro
reconocimiento, excepto por su función antioxidante.
Los análisis bioquímicos y bioinformáticos
han demostrado que la mayoría de selenoproteínas son expresadas en el cerebro y
que algunas de ellas están estrechamente asociadas con la función del cerebro.
El gen tRNA[Ser]Sec (Trsp) es requerido para la expresión de todas las
selenoproteínas funcionales. Los ratones Tsrp específico de neuronas knockout
tienen una significativa reducción de los niveles de expresión de
selenoproteínas en el cerebro y muestran retardo en el crecimiento y
extensa degeneración neuronal.
Adicionalmente, los ratones SELENOP-/- exhiben muchas
características de disfunción cerebral. La ferroptosis regulada por GPX4 puede inducir alteración cognitiva
progresiva y neurodegeneración del hipocampo en ratones. Por tanto, las
selenoproteínas relacionadas con la función cerebral pueden estar involucradas
en la ocurrencia y el desarrollo de la EA. Sin embargo, las selenoproteínas
involucradas y sus roles en estos procesos aún no están claros.
Los niveles de expresión de selenoproteínas
en tejidos y órganos están directamente asociados con las funciones biológicas
de las selenoproteínas. Los datos actuales de los niveles diferenciales de
expresión de selenoproteínas en el cerebro han sido obtenidos a partir de
estudios bioinformáticos. Los transcriptos de 24 selenoproteínas son expresados
en cerebro de ratón. GPX, SELENOR y SELENOW son expresadas en altos niveles en
más de 90% de las regiones cerebrales.
En humanos, un análisis transcriptómico de genes reveló que 6 selenoproteínas
(GPX3, DIO3, GPX2, DIO1, SELENOV y GPX6) tienen nivel muy bajo de expresión en
el cerebro humano, mientras SELENOW, GPX4, SELENOP, SELENOF y SELENOK tienen
los niveles de expresión altos. Entre todas las selenoproteínas, la SELENOW
exhibe el nivel de expresión más alto. La SELENOP es altamente expresada en el
cerebro debido a su función como transportadora de Se. Las diferencias en los
niveles de expresión espacial de las selenoproteínas también determinan su función
fisiológica en el cerebro. Las selenoproteínas cerebrales son altamente
expresadas en hipocampo, bulbo olfatorio, neocorteza y corteza del cerebelo.
Los niveles de expresión de GPX4, SELENOW y SELENOF son más altos en estas
cuatro regiones cerebrales. Excepto por SELENOP, todos los genes de
selenoproteínas tienen al menos nivel de expresión moderado en el hipocampo. El
núcleo oculomotor, el núcleo de Edinger-Westphal, el núcleo pontis del rafe, el
núcleo anteroventral periventricular y el núcleo premamilar dorsal tienen los
niveles de expresión más bajos de selenoproteínas, indicando que estas regiones
pueden ser menos dependientes de selenoproteínas y Se.
La importancia del Se en el desarrollo
cerebral ha sido confirmada en ratones Selenop-/-. En un ambiente
bajo en Se, estos ratones exhiben hipoplasia severa y muerte. Sin embargo, después
de la sobre expresión de SELENOP en hepatocitos, las manifestaciones
neuropatológicas fueron revertidas cuando los ratones fueron alimentos con una
dieta con contenido adecuado de Se. Las selenoproteínas GPX4 y SELENOT también
son indispensables para el desarrollo neural en ratones. Los ratones GPX4
knockout exhiben neurodegeneración masiva, la cual puede estar asociada con
pérdida selectiva de interneuronas parvalbúmina en hipocampo y corteza
cerebral. Por otra parte, aunque los
ratones gen GPX1 knockout no tiene afectado el desarrollo normal, la sobre
expresión de GPX1 mejora la diferenciación de stem cells embrionarias en stem
cells neurales centrales, especialmente neuronas dopaminérgicas. La SELENOT
tiene una función neuroprotectora en el desarrollo cerebral y la SELENOW
protege las neuronas contra el estrés oxidativo durante el desarrollo cerebral.
Estudios recientes demuestra que la SELENOI (etanolamina fosfotransferasa 1,
EPT1) tiene un rol indispensable en la mielinización y el neurodesarrollo así
como en el mantenimiento de la homeostasis de fosfolípidos en humanos. Las
hormonas tiroideas influyen en el desarrollo cerebral a través de la regulación
de la diferenciación de neuronas y células gliales, y la formación de mielina y
sinapsis. La DIO2 media la transformación de T4 en T3 activa en
los astrocitos y la DIO3 degrada T3 y T4 en las neuronas para estabilizar la
homeostasis de hormonas tiroideas en el cerebro.
Siete selenoproteínas residentes en el RE
están involucradas en la regulación del flujo de calcio, el plegamiento de
proteínas y el balance redox en el RE. Otras selenoproteínas también están
involucradas en estos procesos fisiológicos. Por ejemplo, SELENOP responde al
estrés RE en hepatocitos y SELENOW regula canales de Ca2+ en células
musculares. Sin embargo, de acuerdo con los reportes actuales, solamente cinco
selenoproteínas residentes en el RE (SELENOK, SELENOM, SELENOS, SELENOT y DIO2)
participan en la regulación de la homeostasis del RE en el cerebro o las
células neurales. SELENOS y SELENOK juegan roles importantes en el plegamiento
de proteínas y la ruta de degradación asociada en el RE. La expresión neuronal
de SELENOS aumenta con el estrés RE. Por otra parte, la SELENOK puede
interactuar con una palmitoiltransferasa (DHHC6) para afectar el flujo de Ca2+
a través de la regulación de la palmitoilación del receptor de inositol 1,4,5 trifosfato (IP3R) y la sobre
expresión de SELENOK incrementa los niveles de Ca2+ libre mediados
por IP3R en microglias. Más aún, un incremento en los niveles de Ca2+
mediado por cAMP en células neuronales mejora significativamente la expresión
de SELENOT. La sobre expresión de SELENOT también afecta el nivel basal de Ca2+
en las células, indicando que esta
selenoproteína regula la homeostasis
intracelular de Ca2+.
Varios estudios han demostrado que la
neurotransmisión mediada por Se es activa principalmente en el sistema dopaminérgico
y que la deficiencia de Se puede inducir daño químico en las neuronas y
terminales dopaminérgicos. Sin embargo, pocos estudios han confirmado la
relación directa entre las selenoproteínas y la transmisión de señal neuronal.
La SELENOP fue la primera selenoproteína identificada asociada con la
transmisión de la señal sináptica. Adicionalmente, la SELENOP interactúa con el
receptor de apolipoproteína E-2 (ApoER2) postsináptico que participa en la
transmisión de la señal sináptica mediada por la proteína reelina. El ApoER2
también forma un complejo funcional con el receptor N-metil-D-aspartato (NMDAR)
localizado en la membrana postsináptica de
sinapsis excitadoras. El NMDAR es un receptor para glutamato durante la
transmisión sináptica neuronal y la alteración sináptica está directamente
asociada con desórdenes de NMDAR en la EA.
Un estudio reciente reporta niveles desbalanceados de dos subunidades
funcionales del NMDAR, propiamente NMDAR2A y NMDAR2B en el cerebro de ratones
SELENOK knockout. Por tanto, la SELENOK
puede jugar un rol en la transmisión sináptica neuronal. Otro estudio sugiere
que GPX4 y SELENOP participan en el
proceso de transducción GABAérgica neuronal. Por otra parte, la SELENOT es
necesaria para la producción de dopamina en las neuronas dopaminérgicas. Durante
el estrés oxidativo inducido por neurotóxinas, la SELENOT regula la actividad
tirosina hidroxilasa para incrementar
los niveles de dopamina y mantener la funcionalidad de las neuronas
dopaminérgicas.
La neuroinflamación en el cerebro es la
reacción excesiva de las células gliales a los cambios patológicos y usualmente
se presenta como excesiva activación y proliferación de microglias y
astrocitos. La capacidad antioxidante de GPX1 puede participar en la regulación
de la reacción de la cascada inflamatoria en el cerebro. Funcionalmente, la
GPX4 es la única GPX que puede usar fosfolípidos hidroperóxidos como sustratos
y controla la apoptosis mediada por oxidación de lípidos. La expresión de
GPX4 en astrocitos es regulada al alza
en modelos de isquemia cerebral. El mismo fenómeno se observa con la SELENOS.
En comparación con su alta expresión en neuronas, la expresión de SELENOS es
escasa en astrocitos. Sin embargo, en condiciones patológicas, la expresión de
SELENOS aumenta significativamente, especialmente en astrocitos reactivos. La sobre expresión de SELENOS influye en las
funciones de los astrocitos y reduce la secreción de citoquinas
pro-inflamatorias para aumentar la resistencia al estrés oxidativo y la
neuroinflamación. La SELENOK promueve la migración y fagocitosis de microglias
a través de la regulación del flujo de Ca2+ y es la única
selenoproteína que tiene funciones reguladoras directas en las microglias. La
SELENOM puede reducir el nivel de estrés
oxidativo en astrocitos, además de neuronas, del cerebelo a través de la
regulación del flujo de Ca2+.
El hipocampo, el bulbo olfatorio, la
neocorteza y la corteza del cerebelo, los cuales tienen alta expresión de
selenoproteínas, son también vulnerables a enfermedades neurodegenerativas, en
particular el hipocampo y la corteza cerebral son las principales regiones
patológicas de la EA en el cerebro. La expresión de SEPHS2, SELENOK, SELENOR,
DIO2, SELENOS, SELENOW y SELENOT es más pronunciada en hipocampo y regiones
corticales que en otras regiones cerebrales, sugiriendo que estas
selenoproteínas pueden estar fuertemente asociadas con la EA. La ferroptosis
inducida por la peroxidación de lípidos participa en la muerte neuronal en la
EA. La GPX4 reduce la producción de
peróxidos de lípidos catalizada por Fe2+ y lipooxigenasa, y es el
regulador clave de la ruta de ferroptosis. Una significativa acumulación de
hierro y peroxidación de lípidos combinada con reducciones en glutatión y GPX4
se observan en el hipocampo de pacientes con EA. El incremento en la
peroxidación de lípidos es un evento temprano en la EA. La acumulación de
hierro promueve la agregación de amiloide β (Aβ) y proteína tau, mientras el
polipéptido amiloide (PPA) y tau colectivamente promueven el transporte de
hierro para causar el círculo vicioso de la ferroptosis.
La expresión de SELENOP, la selenoproteína
más estudiada en investigación sobre EA, aumenta en el cerebro con la edad y la
expresión del gen SELENOP incrementa significativamente en el cerebro de
pacientes con EA. Los iones de numerosos metales como aluminio, zinc, cobre y
hierro pueden promover la agregación de Aβ durante el proceso patológico de la
EA. Los residuos Sec y Cis y un dominio rico en His en la SELENOP determinan su
capacidad para unirse a metales. La SELENOP forma un complejo con Zn2+
y Aβ in vitro para inhibir la agregación de Aβ y la neurotoxicidad. La SELENOP
también interactúa con el dominio C-terminal de la α-tubulina, la cual se une
con la proteína tau para mediar la regulación del ensamble de microtúbulos,
implicando que la SELENOP puede estar asociada con la estructura o función de
la proteína tau. La función antioxidante de la SELENOP también protege las
neuronas contra la toxicidad inducida por Aβ.
La SELENOW, como la mayoría de
selenoproteínas, es un antioxidante dependiente de GSH y está involucrada en
reacciones redox. La SELENOW protege a los mioblastos en desarrollo contra el
estrés oxidativo e inhibe las
interacciones entre proteínas 14-3-3 y activadores de la transcripción para
participar en el crecimiento y diferenciación muscular. Sin embargo, pocos
reportes hacen referencia al rol de esta selenoproteína en el cerebro. La
SELENOW es altamente expresada en corteza cerebral, girus dentado e hipocampo,
así como también en sinapsis, sugiriendo que tiene funciones biológicas en las
sinapsis neuronales. Un estudio reciente encontró que los residuos Cis37 de
SELENOW y Cis322 de tau forman un enlace disulfuro para inhibir la agregación
de proteínas tau, indicando que la selenoproteína puede afectar la patología
tau y estar asociada con la EA.
La SELENOK, en comparación con otras
selenoproteínas, es altamente expresada en células inmunes y su sobre expresión
incrementa significativamente el nivel de Ca2+, la expresión de IP3R
y promueve la migración y fagocitosis de microglias para regular la
neuroinmunidad y la neuroinflamación en el cerebro. La expresión de SELENOK
disminuye significativamente en el cerebro de pacientes con EA y los ratones
SELENOK knockout presentan cambios patológicos como desregulación del flujo de
Ca2+ intracelular en neuronas y un desbalance en la distribución de
receptores sinápticos, lo cual es consistente con patología EA.
Las neuronas dopaminérgicas están
estrechamente asociadas con la patología EA y varias alteraciones en el sistema
dopaminérgico han sido reportadas en pacientes con EA. Las neuronas
dopaminérgicas en la corteza prefrontal participan en la formación de memoria
cognitiva. La pérdida de neuronas dopaminérgicas afecta la plasticidad
sináptica en neuronas CA1 del hipocampo en la EA. Debido a su efecto sobre el
flujo de Ca2+ en células neurales y la neurotransmisión
dopaminérgica, la SELENOT puede estar asociada con EA. La SELENOT regula la función de las neuronas
dopaminérgicas en regiones cerebrales relacionadas con EA.
En condiciones patológicas, el clivaje del
polipéptido amiloide (PPA) por β-secretasas produce un fragmento C-terminal de
99 aminoácidos (C99) del PPA que
posteriormente es convertido en Aβ. Un alto nivel de C99 es el factor
determinante de EA. La unión de SELENOS a las proteínas SELENOK y la proteína
chaperona Derlin puede mantener la homeostasis del RE. Estudios recientes demuestran
que en modelos celulares de EA deficientes en SELENOS, la degradación de C99
dependiente de ubiquitinización es inhibida y que el nivel de Aβ 1-42 aumenta
significativamente, indicando que la SELENOS participa en el proceso de
degradación de C99.
En
conclusión, el Se ejerce sus funciones fisiológicas principalmente a través de las
selenoproteínas, las cuales juegan roles vitales en el mantenimiento óptimo de
la función cerebral. De las 25 selenoproteínas expresadas en el cerebro, las selenoproteínas GPX4, SELENOP, SELENOK, SELENOT, GPX1,
SELENOM, SELENOS y SELENOW son altamente expresadas, específicamente en
regiones relacionadas con la EA. Existen reportes que demuestran que estas
selenoproteínas, además de estar estrechamente asociadas con la función
cerebral, pueden participar en procesos patológicos de la EA, incluyendo
apoptosis neuronal, agregación y aclaramiento de proteínas patológicas,
disfunción sináptica y neuroinflamación mediada por células gliales. Las
potenciales funciones de estas selenoproteínas en la EA son diversas, por
ejemplo, la función de GPX4 en la
ferroptosis y los efectos de la proteína SELENOK, residente en el RE, sobre la
homeostasis de Ca2+ y funciones sinápticas mediadas por receptor.
Fuente: Zhang ZH, Song
GL (2021). Roles of selenoproteins in brain function and the potential
mechanism of selenium in Alzheimer´s disease. Frontiers in Neuroscience
15:646518.
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