FGF21 en músculo esquelético y hueso
La familia de
factores de crecimiento de fibroblastos (FGF) es un grupo de 22 proteínas
relacionadas dividido en seis subfamilias, de acuerdo con las similitudes
genéticas y funcionales, que tienen una
variedad de funciones. El FGF21 junto con el FGF19 (ortólogo humano del FGF15
de ratón) y el FGF23 pertenecen a la subfamilia FGF19, la cual representa a un
grupo atípico de FGF debido a la carencia de afinidad por sulfatos de heparina
que les permite actuar de una manera endocrina para influir en la circulación
enterohepática de ácidos biliares, regular el metabolismo de glucosa y lípidos
y mantener la homeostasis de fósforo y calcio. El FGF19 es producido en el
hígado en respuesta a la liberación postprandial de ácidos biliares, vitaminas
A y D solubles en grasas y colesterol, y primariamente funciona como un
mecanismo de retroalimentación negativa para disminuir la síntesis de ácidos
biliares. Adicionalmente, el FGF19 también regula el metabolismo de lípidos y
glucosa a través de su acción en hígado,
tejido adiposo y sistema nervioso central. El FGF23 es producido principalmente
por los osteocitos y funciona como un importante regulador del metabolismo de
fósforo y calcio en múltiples órganos, especialmente en el riñón. El FGF21 es
producido primariamente por el hígado y el tejido adiposo en respuesta a varios
estímulos metabólicos, oxidativos,
nutricionales, hormonales y ambientales, lo cual proporciona señales a
múltiples tejidos incluyendo sistema nervioso central y tejido adiposo para mediar
el metabolismo de carbohidratos y lípidos.
El FGF21 funciona no solo como regulador del
metabolismo energético sino también como hormona del estrés para el
mantenimiento de la homeostasis tisular de una manera autocrina, paracrina o
endocrina. La expresión de FGF21 es inducida por la ruta de la respuesta
integrada al estrés (RIE), un sistema adaptativo para la restauración de la
homeostasis celular en respuesta a diversos estímulos, incluyendo
envejecimiento, obesidad y estresores nutricionales. Los efectos beneficiosos o
perjudiciales del FGF21 dependen de una integración de variables, haciendo
terapéuticamente funcional y biomarcador de enfermedades a esta única y
controversial hormona. Aunque complejo en su función y regulación, el actual
rol fisiológico integrador del FGF21 es como un regulador clave en la
adaptación al estrés que puede limitar la progresión de enfermedades
metabólicas con el objetivo de restaurar la homeostasis.
Los estudios recientes han demostrado que el
FGF21, además de la producción en el hígado y el tejido adiposo, puede ser expresado y secretado por otros
tejidos periféricos, como músculo esquelético, timo y páncreas. En humanos, el
músculo esquelético es el tejido más abundante en el cuerpo (más de 40% del
peso corporal en individuos sanos) y es reconocido como un sitio de actividad
metabólica y un importante modulador de la homeostasis metabólica sistémica. La
creciente evidencia sugiere que los factores de crecimiento derivados del
músculo esquelético, o citoquinas conocidas mioquinas, pueden ser responsables
de efectos endocrinos. Las funciones y los mecanismos de acción del FGF21 han
recibido mucha atención debido al hallazgo de cantidades considerables de FGF21
expresado y secretado en ciertas condiciones patológicas. En este contexto, la
expresión ectópica de FGF21 y sus potenciales efectos sobre el sistema
músculo-esqueleto han proporcionado nuevas avenidas para la investigación de la
relevancia del FGF21 en salud y enfermedad.
Las mioquinas son citoquinas o péptidos
sintetizados y liberados por el músculo esquelético en respuesta a la
contracción muscular o varios estímulos. En condiciones basales, la expresión
de FGF21 es predominantemente en hígado y tejido adiposo. Sin embargo, la
expresión y secreción de FGF21 por el músculo esquelético aumenta
significativamente bajo ciertas condiciones como disfunción mitocondrial,
distrofia muscular y ejercicio. Por tanto, el FGF21 además de ser hepatoquina y
adipoquina también es considerado una mioquina. Los niveles aumentados de FGF21 en
músculo esquelético y suero han sido demostrados en modelos de ratones con
oftalmoplegía externa progresiva, una deficiencia progresiva de la cadena
respiratoria mitocondrial de inicio en la adultez, y deficiencia de atrofia
óptica-1 (OPA1, una proteína de fusión mitocondrial) específica de músculo
esquelético, lo cual resulta en disfunción mitocondrial. Adicionalmente, la
sobre expresión de proteína desacopladora 1 (UCP-1), una molécula reguladora
clave de la función mitocondrial resulta en la expresión ectópica de FGF21. Por
otra parte, la alteración de la oxidación mitocondrial de grasa induce la
expresión de FGF21 en el músculo esquelético. La sobre expresión de perilipina
5 (una proteína de las gotas de lípidos), la cual incrementa el almacenamiento muscular
de lípidos que, a su vez, afecta su utilización como fuente de energía por el
músculo esquelético, estimula la
expresión de FGF21. Por el contrario, la carencia de perilipina 5 incrementa la
oxidación de ácidos grasos y disminuye la producción de FGF21 por el músculo
esquelético. La ausencia de carnitina palmitoiltransferasa-1b en el músculo
esquelético, la cual transporta ácidos grasos de cadena larga en la β-oxidación
mitocondrial, también induce la expresión de FGF21. En humanos, los niveles de
FGF21 en suero aumentan significativamente en pacientes con deficiencia de
cadena respiratoria en músculo esquelético, particularmente aquella causada por
mutaciones en el ADN mitocondrial.
Los niveles elevados de FGF21 en suero han
sido demostrados en modelos de animales con distrofia muscular de Duchenne
(DMD) y derivan primariamente de los músculos distróficos. Sin embargo, los
mecanismos que manejan la expresión de FGF21 en
el músculo esquelético distrófico son aún desconocidos. La deficiencia
mitocondrial, la autofagia y el estrés de retículo endoplásmico (RE)
incrementan la expresión de FGF21 en músculo esquelético y han sido implicados
como parte de la patogénesis de la DMD. Una de las características de la DMD es
la constante degeneración y regeneración de músculo esquelético. Por otra
parte, la expresión de FGF21 ha sido detectada durante la diferenciación
miogénica y la proteína de diferenciación de mioblastos 1 (MyoD) ha sido
implicada como controladora de la transcripción del gen FGF21. Entonces, es
posible que la alta expresión de FGF21 en la DMD pueda ser debida a al
incremento en la diferenciación miogénica.
Múltiples estudios han demostrado que la
expresión de FGF21 está asociada con el ejercicio. Sin embargo, la literatura
sobre los cambios inducidos por el ejercicio en FGF21 en suero, hígado y
músculo esquelético es inconsistente y contradictoria. Por ejemplo, los
estudios en ratones y humanos demuestran que el ejercicio induce incremento,
reducción o ningún cambio en el FGF21 circulante.
Algunos estudios reportan una inducción de la síntesis hepática de FGF21 en
respuesta al ejercicio a través de la ruta mediada por ATF4/PPARα, la relación
glucagón/insulina y los niveles de ácidos grasos libres, mientras otros
estudios no reportan ningún incremento en el FGF21 hepático después del
ejercicio. La fuente de FGF21 durante el ejercicio depende del nivel de
entrenamiento del individuo (atleta vs no entrenado) y la intensidad, el tipo y
la duración del ejercicio. Entonces, se reconoce que el ejercicio influye en el
FGF21 sistémico, hepático y derivado de músculo esquelético, aunque los
mecanismos aún son desconocidos.
Aunque los estudios iniciales implicaron al
FGF21 como un factor pro-longevidad, la investigación reciente ha cuestionado
esta noción. El FGF21 posee propiedades
que pueden impactar el proceso de envejecimiento. El FGF21 estimula la señal de
la proteína quinasa activada por adenosina monofosfato (AMPK), una ruta
establecida como pro-longevidad, tanto directamente a través del complejo
FGF21/kloto como indirectamente vía inducción de adiponectina. El FGF21 también
puede facilitar la interacción de
sistemas hormonales como el eje somatotrópico y la ruta
hipotálamo-hipófisis-adrenal. Adicionalmente, el FGF21 regula la longevidad a
través de su capacidad para promover interacciones entre el metabolismo
energético y las respuestas al estrés. A pesar de estos efectos beneficiosos
observados en modelos animales, la noción que el FGF21 es un factor
pro-longevidad es motivo de discusión en la literatura. Los estudios indican
que los niveles circulantes de FGF21 están elevados en varias enfermedades metabólicas como obesidad,
diabetes tipo 2 y enfermedad hepática grasa. El FGF21 aumenta con la edad entre
individuos sanos independientemente de la composición corporal (% de grasa
corporal e índice de masa corporal). El órgano o tejido fuente de los niveles
elevados de FGF21 durante el envejecimiento aún no está claro.
Hasta ahora se desconoce el rol del FGF21
derivado de músculo esquelético en sus potenciales efectos sobre la salud y la
extensión de vida. El músculo esquelético emerge como un importante mediador de
la homeostasis metabólica sistémica y las mioquinas son, en parte, responsables
de la modulación de la fisiología del envejecimiento. Hay evidencia que indica
que la expresión elevada de FGF21 derivado de músculo esquelético en una
variedad de condiciones de estrés puede regular el metabolismo del cuerpo y
prevenir la obesidad inducida por dieta y la resistencia a la insulina. Si esta
expresión ectópica del FGF21 derivado del músculo esquelético tiene efecto
beneficioso sobre la longevidad aún es desconocido. Dado que los efectos
pro-longevidad han sido observados en ratones transgénicos con sobre expresión
de FGF21 hepático, algunos investigadores señalan la posibilidad que tales
efectos pueden ser hígado-específicos.
Los estresores nutricionales y la
composición de macronutrientes de la dieta que resultan en obesidad
metabólicamente no saludable pueden regular la expresión y la señal de FGF21 en
la coordinación y restauración de la homeostasis metabólica. El ayuno en humanos y ratones induce la expresión de FGF21 hepático vía receptor activado por proliferador de
peroxisoma α (PPARα). Esta inducción de FGF21 incrementa la oxidación de ácidos
grasos y la cetogénesis, sugiriendo que el FGF21 funciona en la adaptación al
ayuno o la cetosis. Mientras la inducción de FGF21 ocurre en las primeras 24
horas de ayuno en ratones, las
elevaciones de FGF21 en humanos no se observan en regímenes de ayuno cortos, y solo aparecen en ayunos de al menos 7 días. La mayor tasa
metabólica de los ratones en comparación con los humanos ha sido propuesta como
una explicación para esta discrepancia. La contribución del FGF21 como mioquina en la respuesta de adaptación al ayuno en
ratones o humanos permanece desconocida.
La sobrecarga de nutrientes y la obesidad
también son capaces de influir en la expresión del gen y los niveles
circulantes de FGF21 en ratones y humanos. Los estudios han demostrado
alteración de la señal FGF21 en hígado, páncreas y tejido adiposo, sugiriendo
que la obesidad es un estado de resistencia al FGF21. Sin embargo, el concepto
de resistencia al FGF21es incompletamente entendido debido a las diferencias
entre los efectos fisiológicos y farmacológicos del FGF21 además de sus
mecanismos de acción en diferentes tejidos. El concepto actual es que el hígado
es el órgano contribuyente primario del FGF21 circulante en la obesidad no saludable.
El FGF21 producido por el hígado y el tejido
adiposo en respuesta al ayuno es controlado principalmente por el PPARα y el
PPARγ, respectivamente, mientras la expresión ectópica de FGF21 derivado de
músculo esquelético es manejada por varias rutas de señalización relacionadas
con el estrés. En condiciones fisiológicas, la insulina estimula la expresión
de FGF21 derivado de músculo esquelético vía ruta de señalización fosfoinositido3-quinasa/proteína
quinasa B (PI3K-Akt1). En modelos de animales con deficiencia mitocondrial, la
expresión de FGF21 derivado de músculo esquelético es manejada principalmente
por la activación de la RIE. Específicamente, la deficiencia mitocondrial causa
estrés de RE, lo cual provoca la fosforilación de elF2a vía activación de la proteína de
retículo endoplásmico quinasa R (PERK). La fosforilación de elF2 incrementa la actividad del factor de
transcripción activante (ATF4), el cual aumenta la transcripción del gen FGF21.
La ruta de señalización AMPK-Akt1 maneja la expresión de FGF21 derivado de
músculo esquelético cuando la oxidación mitocondrial de grasa es inhibida. La
ruta p38MAPK (proteína quinasa activada por mitogeno)/AFT2/MyoD está involucrada en la expresión de FGF21
durante la miogénesis. Las rutas de señalización del blanco de rapamicina de
mamífero (mTOR) también han sido involucradas en la regulación de la expresión
de FGF21 de músculo esquelético. La activación de los complejo mTORC1 y mTORC2
inducen la expresión del FGF21 muscular.
Aunque históricamente el músculo esquelético
no era considerado un tejido blanco del FGF21 debido a la carencia de expresión
de β-kloto, los estudios recientes confirman la expresión de FGFR y β-kloto en
músculo esquelético de ratones y humanos, aunque en niveles muy bajos en comparación
con el hígado. La expresión de β-kloto parece ser dependiente del tipo de fibra
muscular, con expresión significativamente mayor en el músculo soleo (fibras
musculares oxidativas lentas) cuando se
compara con el músculo gastrocnemio (fibras musculares rápidas glucolíticas).
Los niveles de expresión de β-kloto en músculo esquelético se correlacionan con
niveles circulantes aumentados de FGF21. La regulación coordinada de FGF21 y
β-kloto en músculo esquelético sugiere un rol en la homeostasis muscular. Por
otra parte, los estudios con modelos animales sugieren que el FGF21 derivado de
músculo esquelético puede estar involucrado en la patogénesis de la atrofia
muscular. Más aún, la sobre expresión in vivo de FGF21 en músculo esquelético
induce mitofagia que resulta en pérdida de
músculo. Es posible que el FGF21 derivado de músculo esquelético juegue
un rol permisivo o medie la pérdida de músculo en condiciones patológicas
específicas que puedan causar atrofia muscular.
El FGF21 es un regulador del metabolismo de
carbohidratos y lípidos que media la respuesta al ayuno primariamente a través
de su acción sobre el hígado y los tejidos adiposos blanco y marrón. La acción
del FGF21 en el hígado resulta en la inducción de oxidación de ácidos grasos, cetogénesis,
gluconeogénesis y supresión de la lipogénesis de novo. En los adipocitos, la
acción del FGF21 resulta en incremento de la sensibilidad a la insulina,
captación de glucosa, almacenamiento de ácidos grasos y capacidad oxidativa. El
músculo esquelético es responsable de 70-80% de la captación de glucosa
estimulada por insulina y es también un determinante mayor del metabolismo de
glucosa y lípidos. El efecto directo del FGF21 sobre los miotubos de músculo esquelético en el aumento de la
captación de glucosa vía GLUT1 (y posiblemente GLUT4), al menos con dosis
suprafisiológicas, ha sido demostrado en
varios estudios. Los estudios han demostrado que la exposición a FGF21
incrementa la captación de glucosa en los
músculos soleo y extensor digitorum longus aislados de ratón, lo cual sugiere
un efecto sensibilizador a la insulina. Entonces, la sensibilización a insulina
representa el mecanismo primario que subyace a la acción glucémica del FGF21.
Un estudio reciente reporta que el tejido
adiposo intramuscular (TAIM) juega un rol importante en las enfermedades
asociadas con resistencia a la insulina. Es conocido que los adipocitos son un
blanco del FGF21 y que los altos niveles
de TAIM están asociados con resistencia a la insulina y pérdida de la fuerza
muscular. En este contexto, es razonable especular que la relación
músculo/grasa vía FGF21/adiponectina puede jugar un rol importante en la
regulación de la homeostasis energética en el músculo esquelético.
El músculo esquelético está compuesto por
diferentes tipos de fibras y la composición y distribución de fibras es
establecida durante el desarrollo embrionario, pero en la vida postnatal puede
ser modulada por factores neurales y hormonales además del ejercicio. Los
estudios demuestran que los mioblastos expresan considerables cantidades de
FGF21 durante la diferenciación miogénica. El FGF21 derivado de mioblastos
facilita la transformación de fibras musculares anaeróbicas en aeróbicas a
través de la estimulación del eje FGF21-sirtuina tipo 1 (SIRT1)-AMPK-coactivador
de PPAR1a (PGC1α). Por otra parte, en hígado y tejido adiposo, el FGF21 regula
la función mitocondrial oxidativa a través de la activación de PGC1α y dado que
el FGF21 es inducido en –y secretado por- el músculo esquelético en las miopatías
mitocondriales, podría también actuar como un mediador adaptativo del
estrés mitocondrial en el músculo vía
activación de SIRT1, AMPK y PGC1α.
Si el FGF21 tiene un efecto beneficioso o
perjudicial sobre el hueso en humanos no está claro. Los estudios en humanos
muestran inconsistencias. Las inconsistencias pueden ser debidas a poblaciones
heterogéneas y estados de enfermedad. Aunque el mecanismo exacto de cómo el
FGF21 regula la homeostasis ósea no está
claro, se han propuesto varios mecanismos
directos e indirectos. La expresión de FGFR/β-kloto en el tejido óseo no ha
sido completamente establecida. Sin embargo, un estudio reciente demuestra que
la expresión de β-kloto y FGFR es inducida significativamente en osteoclastos
maduros. Estos datos indican que el hueso es un blanco directo del FGF21, el
cual puede afectar la osteoclastogénesis. Además de los mecanismos directos,
hay evidencia que sugiere también efectos indirectos del FGF21 sobre el hueso.
Los estudios también demuestran estimulación directa de la adipogénesis en stem
cells mesenquimales derivadas de médula ósea por el FGF21 con disminución de la
formación de hueso. El FGF21 tiene conexiones con el eje somatotrópico, el cual
juega un rol importante en la síntesis de proteínas y la homeostasis ósea. Los
ratones con sobre expresión de FGF21 muestran evidencia de resistencia a la
hormona de crecimiento (HC) en el hígado, con una significativa disminución del
nivel en suero de factor de crecimiento similar a insulina-1 (IGF-1). El FGF21
bloquea la señal HC en el hígado vía inhibición de la ruta de la STAT5,
aumentando la expresión de la proteína ligadora de IGF-1 (IGFBP1) y el supresor
de la señal citoquina 2 (SOCS2), lo cual indirectamente inhibe el crecimiento
óseo. Adicionalmente, el FGF21 inhibe la acción de la HC sobre la proliferación
y diferenciación de condrocitos directamente en la placa de crecimiento. Más
aún, el FGF21 promueve la liberación de IGFBP1por el hígado, lo cual aumenta la
osteoclastogénesis y provoca resorción ósea. Aunque los datos clínicos son aún
controversiales, la literatura actual
sugiere efectos adversos del FGF21 sobre los huesos.
En conclusión, el conocimiento sobre el rol
del FGF21 en los sistemas biológicos ha avanzado en las últimas dos décadas.
Aunque la principal función del FGf21 como hormona secretada por el hígado, y
el tejido adiposo, e inducida por el
ayuno es bastante conocida, los estudios recientes demuestran que el FGF21
también puede ser producido por el músculo esquelético. La expresión ectópica y secreción por el músculo esquelético y su potencial rol
en desórdenes mitocondriales y musculares ha recibido atención últimamente. Hay
evidencia que indica que el FGF21 tiene
efectos sobre el músculo esquelético y el hueso con interacciones con otras
rutas de señalización como AMPK-SIRT1 y HC. Los efectos del FGF21 derivado de
músculo esquelético pueden ser dependientes del contexto patológico. Aunque
algunos mecanismos han sido propuestos, los mecanismos celulares y moleculares
exactos de la secreción del FGF21 derivado de músculo esquelético bajo
diferentes condiciones patológicas y las células blanco en el sistema músculo-esqueleto,
específicamente músculo esquelético y hueso son aún desconocidos.
Fuente: Sun H et
al (2021). Skeletal muscle and bone-emerging targets of fibroblast growth
factor-21. Frontiers in Physiology 12: 625287.