Vitamina K, regulación de la glucemia y diabetes
mellitus
La vitamina K (VK)
es una vitamina soluble en grasa que existe en dos formas naturales: VK1
(filoquinona) y VK2 (menaquinona). La VK1 es la principal forma de VK en la
dieta y está presente abundantemente en las hojas verdes. La VK2 está presente
en los productos lácteos y alimentos
fermentados. La menaquinona-4 (MK-4), un homólogo de VK2, es la principal forma de VK en tejidos
animales y es convertida a partir de una porción de la VK1 ingerida y otras
menaquinonas. La evaluación postmorten del
estatus de VK en tejidos humanos, incluyendo cerebro, corazón, riñón,
hígado, pulmón y páncreas revela que la VK1 es almacenada en todos los tejidos,
pero con niveles relativamente altos en hígado, corazón y páncreas, mientras la
VK2 es almacenada en la mayoría de los tejidos y tiene una distribución
relativamente alta en el cerebro, los riñones y el páncreas. En roedores, VK1 y
MK-4 están presentes en todos los tejidos, incluyendo cerebro, corazón, riñón,
hígado, pulmón, páncreas, grasa mesentérica, aorta abdominal, hueso,
testículos, estómago, piel, intestino,
músculo esquelético y bazo. Estos datos son consistentes con los resultados de
varios estudios que indican que la MK-4
es la principal forma de VK en el cuerpo y se está presente en grandes
cantidades en hígado, huesos, cerebro y órganos reproductivos. La acumulación
de VK en los tejidos sugiere que tiene roles fisiológicos específicos en el
cuerpo humano. Varios estudios recientes mencionan que la VK no solo juega un
rol en la coagulación sanguínea y el metabolismo óseo sino que también tiene
funciones específicas en la regulación del estatus glucémico; por tanto, un
mayor estatus de VK puede implicar un menor riesgo de diabetes mellitus (DM).
Varios estudios han evaluado el efecto de la
VK sobre la respuesta a la insulina y el estatus glucémico. La evidencia indica
que el estatus de VK sanguínea se correlaciona positivamente con el nivel
plasmático de insulina y que el estatus de glucosa plasmática en ayunas no
cambia marcadamente con la ingesta de VK. En estudios observacionales, 30
minutos después de la ingesta de una carga de glucosa, el nivel de glucosa
plasmática tiende a disminuir y el índice insulinogénico a aumentar con una
alta ingesta de VK, sugiriendo que la ingesta de VK mejora la respuesta aguda a
la insulina con relación a la tolerancia a la glucosa. Otro estudio que analizó
la asociación entre la ingesta de VK1 y la sensibilidad a la insulina en adultos
mayores demostró que una gran ingesta de VK1 se correlaciona con mayor sensibilidad a la insulina y estatus
glucémico en la prueba de tolerancia a la glucosa, sugiriendo que la ingesta de
VK1 puede tener un efecto beneficioso
sobre la homeostasis de la glucosa en
hombres y mujeres adultos. Alternativamente, en la prueba de tolerancia a la
glucosa oral, los hombres con baja
ingesta de VK1 tienen disminución de los niveles de insulina y un incremento en
el nivel de glucosa en comparación con los hombres con alta ingesta de VK1.
Estudios de intervención más recientes reportan que la suplementación con VK1
por cuatro semanas mejora el estatus glucémico y la sensibilidad a la insulina
en mujeres premenopáusicas y prediabéticas.
Los estudios recientes reportan la
posibilidad que dos tipos de agentes, los miméticos de incretina y los
amplificadoes del efecto incretina,
pueden disminuir la glucosa sanguínea a
través del sistema incretina. Los agentes clínicos incluyen agonistas del receptor
de péptido similar a glucagón-1(PLP-1) e inhibidores de la dipeptidil peptidasa
4 (DPP4). Los miméticos de incretina incrementan la concentración plasmática de
incretinas y contribuyen a reducir el nivel de hemoglobina glucosilada, el
nivel de glucosa plasmática en ayunas y el peso corporal. La MK-4 puede
funcionar como un nutriente similar a incretina al aumentar la secreción de
insulina estimulada por glucosa a través
de la elevación de los niveles de cAMP.
La VK trabaja como un cofactor para la
γ-glutamil carboxilasa microsomal y tiene un rol en la carboxilación de
residuos glutamato a γ-carboxiglutamato (Gla) de proteínas dependientes de VK
(VKDP) como la proteína Gla de matriz (MGP) y la osteocalcina (OC),
involucradas en la inhibición de la calcificación vascular y la mineralización
ósea, respectivamente. Estas proteínas juegan varios roles beneficiosos en los
procesos biológicos y regulan funciones fisiológicas. Varios estudios reportan correlaciones entre la progresión de
enfermedades y el estatus de VKDP, sugiriendo que las VKDP pueden
potencialmente ser biomarcadores para varias
enfermedades y que el estatus de VK puede jugar un rol crucial en
enfermedades como DM.
La MGP activa es reconocida como un
inhibidor de la calcificación vascular in vitro e in vivo y es considerada un
biomarcador para la deficiencia de VK. La MGP inactiva es identificada en sus
formas carboxilada o fosforilada, incluyendo MGP no carboxilada (ucMGP), MGP
carboxilada pero no fosforilada (dpcMGP), MGP fosforilada pero no carboxilada
(pucMGP) y la MGP no carboxilada desfosforilada (dpucMGP), completamente
inactiva. Varios estudios describen que
la calcificación arterial que se observa en pacientes con DM se correlaciona
con la presencia de VKDP. Uno de estos trabajos indica que la calcificación
arterial es mayor en pacientes con DM que en la población no diabética. Otros
estudios reportan que la acumulación de productos finales de la glicación se
correlaciona con la calcificación de arterias coronaria en pacientes con DM
tipo 1 y aquellos pacientes con estenosis aórtica severa. Más aún, niveles
altos de ucMGP son detectados en pacientes con DM e indican un riesgo de
calcificación arterial.
Otra VKDP, la OC secretada por osteoblastos,
está involucrada en la regulación del metabolismo de la glucosa. Varios
estudios reportan un asa endocrina hueso-páncreas donde la insulina estimula la
diferenciación de osteoblastos y la
producción de OC, la cual a su vez regula la secreción de insulina por
las células β de los islotes pancreáticos. Los estudios revelan que la
osteocalcina carboxilada (cOC) modula el crecimiento de los cristales de
hidroxiapatita, mientras la OC no carboxilada (ucOC) actúa como una hormona
endocrina en el metabolismo de la glucosa, el metabolismo energético y la
fertilidad. Los hallazgos de los estudios con animales sugieren que la ucOC
mejora la sensibilidad a la insulina en los tejidos y las funciones de las
células β en el páncreas a través de la estimulación de ciclina D1 y la
expresión de adiponectina en los adipocitos. Sin embargo, en estudios clínicos,
los pacientes que reciben suplementación con VK1 tienen niveles plasmáticos de
ucOC menores que el grupo control, sugiriendo que el efecto protector de la VK
en la progresión de la resistencia a la insulina puede ser mediada por la
disminución de los niveles de ucOC, lo cual contradice los resultados de los
estudios con animales. Esto podría deberse a la diferencia de especie entre
roedores y humanos. Es posible que la VK pueda mejorar la sensibilidad a la
insulina y regular el metabolismo de la glucosa a través de la modulación de OC
y la supresión de la inflamación. En modelos animales, la administración de VK1 puede prevenir la
hiperglucemia protegiendo los islotes pancráticos en ratas con DMT1 inducida
por estreptozotocina (STZ). Un trabajo reciente propone que la disminución de
los niveles sanguíneos de cOC puede ser una manifestación temprana de la resistencia
a la insulina en la obesidad.
La obesidad causa una inflamación de bajo
grado que contribuye al desarrollo de resistencia a la insulina y DMT2,
sugiriendo al incremento de citoquinas proinflamatorias como mediadores claves
de la respuesta inflamatoria innata, la cual contribuye al desarrollo de
resistencia a la insulina. Varias enfermedades crónicas causadas por desórdenes
inflamatorios están asociadas con deficiencia de VK. La evidencia demuestra que
la VK puede atenuar la respuesta a la insulina y el estatus glucémico a través
de la inhibición de la inflamación. La VK suprime la producción de IL-6 en
modelos de inflamación inducida por lipopolisacáridos. Por otra parte, la alta concentración plasmática de VK1 y la
ingesta de VK1 están asociadas con disminución de las concentraciones de los marcadores
inflamatorios TNFα e IL-6.
Las complicaciones relacionadas con la
diabetes generalmente son descritas como complicaciones microvasculares y
macrovasculares, incluyendo retinopatía, enfermedad renal, neuropatía y
enfermedad cardiovascular. En ratas con diabetes inducida por STZ, la catarata
ocular se acompaña con hiperglucemia, alta actividad de la aldosa reductasa 2
(ALR2) en el cristalino, acumulación de sorbitol y formación de productos
finales de la glicación en el cristalino que provocan la formación de cataratas
relacionadas con la diabetes. Sin embargo, en las ratas tratadas con VK1
disminuyen los niveles sanguíneos de glucosa, la actividad de ALR2 y la
acumulación de sorbitol en el cristalino. La VK1 es un potente inhibidor de la
ALR2 a través de la inhibición de su sitio de unión al sustrato, lo cual
sugiere un posible mecanismo de acción de la VK1 en la prevención de cataratas
relacionadas con la diabetes.
Varios estudios han demostrado un pobre
estatus de VK y, por consiguiente, bajos niveles plasmáticos de VKDP en
pacientes con enfermedad renal crónica (CKD). Con relación al estatus VK, el
nivel de MGP se correlaciona altamente con el estado de CKD. Hay una fuerte
correlación inversa entre los niveles circulantes de dpucMGP y estados de CKD,
sugiriendo que la MGP es un predictor de mortalidad en pacientes con nefropatía
diabética. Más aún, el nivel plasmático de dpucMAG se correlaciona con
albuminuria y proteinuria y está inversamente asociada con la tasa de
filtración glomerular estimada. Los pacientes con hemodiálisis muestran un alto
nivel plasmático de dpucMAG. Un estudio reciente indica que el nivel de dpucMAG
se correlaciona con el índice resistivo renal (RRI), los factores de riesgo
cardiovascular y la función renal. La expresión de mARN de MGP
tubulointersticial se correlaciona fuertemente con inflamación renal, fibrosis
y daño tubular agudo. Estas evidencias explican el rol renoprotector de la MGP
e indican que la VK ejerce un efecto
beneficioso sobre la función renal.
La
neuropatía periférica es otra complicación metabólica, frecuente y severa, de
la DM. El pobre control glucémico y la dislipidemia son conocidos factores de
riesgo de la neuropatía diabética. La evidencia apoya que el estatus VK puede
estar relacionado con la homeostasis del sistema nervioso. La MGP es expresada
por neuronas y células gliales. La diferenciación temprana y el crecimiento de
las neuronas, la formación de dendritas,
el desarrollo de células de Schwann maduras y la mielinización son
reguladas a través de las interacciones de la matriz extracelular y la MGP. Los
niveles plasmáticos de dpucMGP aumentan en pacientes con neuropatía periférica
diabética y un pobre estatus VK, sugiriendo que la MGP juega un rol en la
homeostasis del sistema nervioso. Dado que la retinopatía y la nefropatía son
morbilidades que generalmente coexisten
con la neuropatía diabética, el efecto renoprotector que ejerce la VK puede
extenderse a la prevención de otras complicaciones relacionadas con la
diabetes.
Una de las complicaciones más comunes de los
pacientes con DM es la enfermedad cardiovascular, incluyendo insuficiencia
cardiaca, enfermedad vascular y choque. La calcificación vascular es
considerada una causa de morbilidad y mortalidad cardiovascular. La VK juega un
rol en la modulación de VKDP involucradas en la migración de células
vasculares, la angiogénesis y la calcificación vascular. Debido a que la
deficiencia de VK resulta en niveles aumentados de ucMGP, varios estudios
consideran a esta proteína como factor de riesgo para la calcificación vascular
y la enfermedad cardiovascular. La administración de VK disminuye los niveles
plasmáticos de dpucMGP y enlentece la calcificación de válvulas cardíacas. Un
creciente número de reportes indican que la mayor ingesta de VK y la actividad
VKDP están asociadas con atenuación de factores de riesgo de enfermedad cardiovascular
a través de la inhibición de la calcificación vascular.
La DM es un factor de riesgo para fracturas
osteoporósicas. La VK juega un rol importante en la prevención de fracturas y
el mantenimiento de la densidad minera ósea y la calidad ósea. Los resultados
de varios estudios sobre la asociación entre osteoporosis y VK en mujeres
postmenopáusicas sugieren que el tratamiento con MK-4 previene efectivamente la
ocurrencia de fracturas osteoporósicas y disminuye el nivel plasmático de ucOC.
Sin embargo, el efecto de la MK-4 ocurrió sin incremento en la densidad mineral
ósea.
En conclusión, la VK es una vitamina soluble
en grasas que juega un rol importante en la regulación del estatus glucémico.
La suplementación de VK reduce el riesgo de DM y mejora la sensibilidad a la
insulina. Los efectos de la VK sobre la DM han sido demostrados en diversos
estudios y varios reportes mencionan la seguridad y el efecto beneficioso de la
suplementación de VK en humanos.
Fuente: Ho et al
(2020). Beneficial effects of vitamin K status on glycemic regulation and
diabetes mellitus. Nutrients 12: 2485.
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