Leptina y glucosa en el cerebro
La diabetes y la
obesidad son dos problemas mayores de salud pública. La diabetes tipo 2
asociada a la obesidad se caracteriza por elevados niveles sanguíneos de
glucosa. Mientras las hormonas derivadas
del páncreas regulan el metabolismo sistémico de la glucosa a través de acción
endocrina en órganos periféricos, el cerebro emerge como un blanco crucial. El
hipotálamo del cerebro actúa como sensor de cambios en los niveles de
nutrientes y hormonas, y dispara respuestas
de retroalimentación negativa para la homeostasis de la glucosa. La acción de
la leptina en el hipotálamo mantiene la homeostasis de la glucosa en presencia
de un incremento o una caída en los niveles plasmáticos de glucosa.
El cerebro utiliza preferencialmente glucosa
como su fuente de energía y todas las seis isoformas de transportadores de
glucosa se encuentran en el cerebro. El transporte de glucosa a través de la
barrera hematoencefálica es mediado por el transportador de glucosa-1 (GLUT1) y
la captación celular de glucosa por astrocitos y neuronas ocurre primariamente
a través de GLUT1 y GLUT3, respectivamente. La glucosa entra a las neuronas y a través de la glucolisis forma piruvato y
proporciona combustible neuronal. Alternativamente, está demostrado que el
L-lactato producido por los astrocitos también sirve como sustrato energético
en las neuronas. Precisamente, la glucosa que entra a los astrocitos, a través
de la glucolisis anaeróbica, forma lactato a partir de piruvato por acción de
la deshidrogena láctica-A (LDH-A). El lactato liberado por los astrocitos es
tomado por las neuronas y por acción de la LDH-B (expresada por neuronas) es
convertido en piruvato que es utilizado como combustible metabólico.
Los estudios en ratas sanas demuestran que
el metabolismo de lactato dependiente de LDH-A en los astrocitos es necesario para la función del hipotálamo como
sensor de glucosa, la regulación de la
homeostasis sistémica de la glucosa y la producción hepática de glucosa. Estos
hallazgos no cancelan el hecho que las neuronas sensores de glucosa en el
cerebro puedan monitorear cambios locales y sistémicos de los niveles de
glucosa para activar rutas de retroalimentación y regular la homeostasis de la
glucosa. Ahora bien, ya sea por la ruta astrocito-neurona
o por la captación directa de glucosa en la neurona, la conversión de lactato
en piruvato en la neurona es una etapa bioquímica necesaria para la función del
hipotálamo como sensor de glucosa. Esto es debido a que la activación directa
de la piruvato deshidrogenasa hipotalámica es suficiente para aumentar la
conversión neuronal de piruvato a acetil-CoA y reforzar el efecto reductor
de producción hepática de glucosa
inducido por el hipotálamo. En este contexto, es conocido que la administración
de glucosa no solo eleva el metabolismo de lactato y piruvato, sino también los
niveles de malonil-CoA en el hipotálamo. El incremento de malonil-CoA en la
neurona deriva de acetil-CoA y es mediado por la acetil-CoA carboxilasa, la
cual es inhibida por la proteína quinasa activada por AMP (AMPK). Más aún, la
infusión central de glucosa o lactato suprime la AMPK hipotalámica, mientras los análogos no metabolizables de glucosa
incrementan la AMPK en roedores. La inhibición molecular directa de la AMPK
hipotalámica es suficiente para disminuir la producción hepática de glucosa y
la ingesta de alimentos en roedores. Alternativamente, está documentado que cuando
el nivel hipotalámico de malonil-CoA disminuye por la sobre expresión hipotalámica
de malonil-CoA descarboxilasa (una
enzima que convierte malonil-CoA en acetil-CoA), las ratas muestran hiperfagia
y disrupción de la función del hipotálamo en la regulación de la homeostasis de
la glucosa. Estos hallazgos demuestran que una acumulación de los niveles de
malonil.CoA es necesaria para la función hipotalámica de regulación de la
glucosa y la homeostasis energética.
El malonil-CoA inhibe a la carnitina
palmitoil transferasa-1 (CPT-1). Los ácidos grasos de cadena larga (LCFA) son
esterificados por la acil-CoA sintetasa para formar LCFA-CoA y la CPT-1 media
la entrada de LCFA-CoA en la mitocondria donde se lleva a cabo la β-oxidación.
En efecto, la sobre expresión hipotalámica de malonil-CoA descarboxilasa no
solo disminuye los niveles de malonil-CoA sino también los niveles de LCFA-CoA
porque la disminución de malonil-CoA podría aliviar la inhibición de CPT-1. El
eje malonil-CoA-CPT-1 hipotalámico representa un punto de convergencia en la
función del hipotálamo como sensor de glucosa y lípidos en la regulación de la
homeostasis de la glucosa.
En las personas con obesidad, diabetes tipo
1 o diabetes tipo 2 se observa una reducción de la captación de glucosa en el
cerebro que se correlaciona inversamente con una elevación de los niveles
plasmáticos de ácidos grasos libres. El aumento de ácidos grasos libres causa
disrupción de la función del hipotálamo
como sensor de glucosa y, por tanto, desregulación de la producción
hepática de glucosa y la homeostasis de la glucosa en humanos y ratas con
obesidad y diabetes.
La leptina dispara rutas en el sistema
nervioso central para restaurar la homeostasis metabólica. La administración
directa de leptina en el cerebro de ratas y ratones regula la homeostasis de la
glucosa y los ratones con mutación del gen de receptor de leptina desarrollan
diabetes y obesidad. Una vez activado, el receptor de leptina (LepR) recluta a la tirosina quinasa Janus quinasa
2, para fosforilar residuos tirosina (Tir985, Tir1077, Tir1138) en el dominio
citoplasmático. La fosforilación de Tir985 resulta en la activación de la ruta
de señalización y el reclutamiento del
supresor de señal citoquina (SOCS)-3 que inhibe la señal leptina. En la
obesidad, la hiperleptinemia per se puede disparar resistencia a la leptina en
el cerebro vía activación de SOCS3 y la reducción del nivel plasmático de
leptina restaura la sensibilidad hipotalámica a la leptina e incrementa la
tolerancia a la glucosa. Por otra parte, la dieta rica en grasas incrementa el
nivel hipotalámico de SOCS3 vía inflamación e induce resistencia a la leptina.
La fosforilacion del residuo Tir1077
activa la señal de transducción y la fosforilación del residuo Tir 1138 induce
la activación del activador de transcripción (STAT)-3. La inhibición química de
STAT3 provoca desregulación de la homeostasis de la glucosa y de la ingesta de
alimentos en ratas.
El complejo leptina-LepR promueve la
interacción de Janus quinasa y SH2-B
causando la activación de la ruta fosfatidilinositol 3 quinasa (PI3K) mediada proteínas
sustrato de receptor de insulina (IRS) 1/2 en las neuronas del hipotálamo
mediobasal y una potencial interacción con la acción de la insulina, consistente con el hecho que la
insulina activa a la PI3K hipotalámica para disminuir la producción hepática de
glucosa en ratas sanas. La AMPK activada en el hipotálamo bloquea el efecto de
la leptina para reducir la ingesta de alimento y el peso corporal en ratones.
La inhibición de la AMPK hipotalámica no solo es suficiente para que la leptina
pueda ejercer su efecto de disminuir la ingesta de alimento, también es
suficiente para reducir la producción hepática de glucosa en ratas.
En ratas y ratones, la leptina inhibe la
activación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal en respuesta al estrés porque
inhibe la liberación de hormona liberadora de corticotropina (CRH) por el
hipotálamo, aunque los mecanismos subyacentes todavía no son conocidos. Por
otra parte, las neuronas que expresan colecistoquinina (CCK) en el núcleo
parabraquial (NPB) se proyectan a las neuronas SF1 del hipotálamo ventromedial
para disparar respuestas contarreguladoras de la hipoglucemia. Las
neuronas CCK del NPB expresan LepR y son
activadas por la hipoglucemia para disparar las respuestas contrarreguladoras
en ratones, pero también son inhibidas por la leptina de una manera dependiente
de LepR para bloquear la contrarregulación inducida por la hipoglucemia.
La infusión de leptina en el hipotálamo
disminuye los niveles plasmáticos de glucosa y la producción hepática de
glucosa en ratas y ratones. En condiciones de hiperglucemia, la leptina aumenta
(o restaura) el metabolismo de glucosa a lactato y disminuye la producción hepática de
glucosa. Durante las condiciones de exceso de glucosa por resistencia a la
insulina en ratas, la leptina aumenta los mecanismos hipotalámicos sensores de
glucosa para disminuir la producción hepática de glucosa y mantener la
homeostasis sistémica de glucosa. En este contexto, la disrupción del
metabolismo de glucosa a lactato por inhibición de la LDH-A en el hipotálamo
inducida por una dieta rica en grasa podría ser revertida por la leptina. Aunque
el mecanismo de esta acción de la leptina todavía no está muy claro, es
conocido que en condiciones diabéticas o de una dieta rica en grasa, la leptina
activa la PI3K y/o STAT3 para regular la homeostasis de la glucosa. En
paralelo, la leptina aumenta el flujo de glucosa a lactato vía LDH-A en el
hipotálamo. Estos hallazgos refuerzan la
noción que el metabolismo de lactato es necesario para la función hipotalámica
de regulación de la homeostasis de la glucosa y que la leptina potencialmente
activa blancos moleculares que convierten la glucosa en lactato para restaurar
los mecanismos sensores de glucosa en hipotálamo.
Los mecanismos moleculares y los
neurocircuitos involucrados en la interacción de la leptina con la glucosa que
impacta la homeostasis sistémica de la glucosa in vivo se mantienen elusivos.
La acción de la leptina sobre las neuronas proopiomelanocortina (POMC) del
hipotálamo es necesaria para que la hormona ejerza su efecto antidiabético
durante condiciones hiperglucémicas por deficiencia de insulina, lo cual
sugiere que la leptina podría ejercer in vivo un impacto glucorregualdor para
normalizar la homeostais de la glucosa en condiciones de diabetes no controlada
así como también en condiciones de dieta rica en grasa/obesidad/diabetes.
En conclusión, los estudios en roedores
señalan la relevancia de los mecanismos hipotalámicos sensores de glucosa en la
detección de un aumento o una caída en los niveles locales y/o sistémicos de
glucosa, disparando minuto a minuto respuestas fisiológicas (por ejemplo,
cambios bidireccionales en la producción hepática de glucosa) para mantener la
homeostasis normal de glucosa. Una parte de las rutas hipotalámicas sensoras de
glucosa se vuelven defectuosas en condiciones de una dieta rica en grasa,
obesidad y/o diabetes provocando una desregulación de la producción hepática de
glucosa y la homeostasis sistémica de la glucosa. Estudios recientes indican
que la leptina regula la homeostasis de la glucosa en condiciones de privación
de glucosa. En condiciones de una dieta
rica en grasa o diabetes no controlada, la acción hipotalámica de la leptina
aumenta los mecanismos sensores de glucosa para disminuir la producción
hepática de glucosa y restaurar la homeostasis de la glucosa.
Fuente: Li RJW et
al (2020). Interaction of glucose sensing and leptin action in the brain.
Molecular Metabolism 39: 1-10.