Retinoides y esquizofrenia
La esquizofrenia
es un desorden psiquiátrico influenciado por factores genéticos y ambientales.
El desarrollo de nuevos tratamientos debe enfrentar la compleja etiología de la
esquizofrenia, múltiples sistemas biológicos están involucrados y su contribución
a la fisiopatología puede ser específica para cada individuo, su composición
genética y/o exposiciones especificas a estrés biológico o psicosocial. Esto es
consistente con la hipótesis del neurodesarrollo de la esquizofrenia, donde la
interacción de factores genéticos y ambientales altera el neurodesarrollo
temprano. Esto corresponde a una reducción del volumen y la densidad
dendríticos, lo cual se manifiesta macroscópicamente como adelgazamiento
cortical y reducida conectividad neural. La investigación inicial de esta
hipótesis estaba centrada en el sistema
dopamina, debido a su claro rol en la psicosis, pero actualmente hay muchas
rutas biológicas involucradas en la esquizofrenia y los desórdenes psicóticos relacionados.
Hay un sistema, en particular, involucrado en la biosíntesis y señalización de
retinoides, que debe ser considerado en el contexto de la esquizofrenia por su
bien conocido rol en el desarrollo neural a través del control de la
diferenciación neural. Los retinoides son metabolitos de la vitamina A (retinol
todo trans, comúnmente referido como retinol), una vitamina soluble en grasa
derivada de los alimentos en su forma activa o en forma de precursores como un β-caroteno. El ácido
retinoico todo trans (atRA) es el retinoide más activo biológicamente y ejerce
efectos genómicos y no genómicos. Los retinoides juegan un rol en un conjunto
de rutas del desarrollo pero también en
procesos postnatales incluyendo plasticidad sináptica, homeostasis de linfocitos,
inflamación y el ciclo visual. Ellos pueden ser modulados por agonistas y
antagonistas naturales y sintéticos.
La vitamina A es almacenada primariamente en
el hígado donde la principal forma de almacenamiento es como retinol
esterificado (retinil ester) en las gotas de lípidos de las células estrelladas
hepáticas. La proteína ligadora de retinol 4 (RBP4) es el principal
transportador del retinol circulante con ~95% del todo el retinol. Los
hepatocitos secretan retinol unido a RBP4 y en la circulación sanguínea forma
un complejo con la proteína tetramérica transtiretina (TTR). La TTR, una vez
unida con RBP4 y retinol, juega un importante rol en la determinación de la
concentración plasmática de retinol a través de la regulación a la baja de la
filtración renal de la proteína RBP4. La proteína de membrana STRA6, estimulada
por ácido retinoico 6, ha sido implicada en el transporte de retinol a través
de la membrana celular interactuando con el complejo TTR:RPB4:retinol, con
disminución de la concentración de retinol en varios tejidos incluyendo cerebro
y retina en los ratones Stra6-/- knock-out homozigotos.
Los retinil esteres, a diferencia del
retinol activo, pueden ser transportados en el plasma por las lipoptoteínas o
unidos con ácido glucurónico (C6H10O7) vía
enlace glicosídico, formando retinil-β-glucurónidos. El atRA también es
detectado, en bajas concentraciones plasmáticas, unido a albúmina (ALB,
proteína de origen hepático) o como complejo retinoil-β-glucurónido. En el
cerebro, el rol de estas rutas secundarias aún no está bien caracterizado, la
proteína STRA6 es altamente expresada por la barrera hemato-encefálica (BBB),
lo cual sugiere que el mecanismo RBP4-TTR facilita la entrada de retinol en
tejidos neurales. El manejo de retinol en el cerebro es esencial para la
biosíntesis de atRA, factores específicos pueden regular el transporte y el
paso a través de la BBB, los cuales podrían ser de particular relevancia
fenotípica en la esquizofrenia.
La ruta que produce atRA a partir de su
precursor retinol comprende una serie de reacciones redox catalizadas por
distintas enzimas. Una vez en la célula, el retinol se une a proteínas
ligadoras de retinoide celular (CRBP) para el transporte intracelular y como
protección contra oxidaciones no específicas y, por tanto, servir como sustrato
para la síntesis de atRA. Inicialmente, el retinol es oxidado a una forma
intermedia, todo trans-retinal (atRAL), comúnmente referido como un
retinaldehído, a través de enzimas citoplasmáticas retinol deshidrogenasas como
la RDH12. La síntesis de retinaldehído es reversible y es una etapa limitante
en la producción de atRA. Varias retinaldehído reductasas (RALR) son capaces de
catalizar la reducción de retinaldehído a retinol. Finalmente, el retinaldehído
es oxidado a atRA por la acción de retinaldehído deshidrogenasas (RALDH),
específicamente RALDH1A1, RALDH1A2 y RALDH1A3. El atRA sintetizado se une a su
propio transportador celular (CRABP) y ejerce su función biológica de una
manera autocrina o paracrina. La CRABP protege al atRA de degradación no
específica y lo transporta al núcleo. Las enzimas citrocromo p450 familia 26
(CYP26) pueden convertir al atRA en compuestos menos bioactivos incluyendo
4-oxo ácido retinoico y 18-hidroxi ácido retinoico. El catabolismo del atRA en
isoformas menos activas es esencial para la homeostasis celular. El atRA
influye en la expresión de varias enzimas involucradas en estos procesos
catabólicos, formando un asa de retroalimentación que puede modular su
abundancia celular. El control regulador sobre la transcripción inducido por
atRA subyace a estos mecanismos de retroalimentación e involucra discretas rutas de señalización del receptor, una vez
que el atRA está unido a un receptor.
Hay tres clases de receptores nucleares en
los cuales el ácido retinoico actúa como un ligando: receptor de ácido
retinoico (RAR), receptor retinoide X (RXR) y receptor activado por
proliferador de peroxisoma beta/delta (PPARβ/δ). Los receptores RAR y RXR
tienen tres subtipos (α, β y γ) y, por tanto, en total son siete los receptores
retinoides caracterizados hasta ahora. Estos receptores reconocen al ADN y se
unen a dominios de secuencias llamados elementos de respuesta a ácido retinoico
(RARE). Las secuencias RARE comprenden dos segmentos de un dominio hexamérico
separados por un número variable de nucleótidos. Uno de los RARE mejor
caracterizado es el par de dominios separados por cinco nucleótidos (DR5-RARE).
La unión del ligando provoca un cambio conformacional que inicia la señal atRA,
específicamente, co-activadores incluyendo histona acetil transferasas que
promueven la transcripción de genes proximales al complejo DR5-RARE/receptor.
Los subtipos RAR se unen a los RARE como homodímeros o heterodímeros con RXR.
Sin embargo, el RXR tiene una variedad de patrones de unión incluyendo al
receptor de vitamina D (VDR), receptor de hormonas tiroideas (TR) y varias isoformas
de PPAR. Esto apoya el concepto que los
componentes de la señal retinoide pueden influenciar los blancos de muchas
otras proteínas ligadoras de ADN, y, por tanto, una amplia variedad de genes. El número preciso de genes influenciados por
el atRA en tejidos y tipos de células aún no está precisado cuantitativamente,
pero algunas publicaciones sugieren que podría ser mayor de 15000.
La señal ácido retinoico tiene importantes
implicaciones en la función neuronal normal. La
concentración de atRA es finamente regulada por retroalimentación homeostática
a partir del ambiente celular, con ligeras desviaciones con potenciales
consecuencias patológicas. Esto es particularmente crítico con las cascadas
apoptóticas o pro-supervivencia que pueden ser inducidas por el atRA
dependiendo del tipo de receptor activado. En el útero, el atRA actúa como un
potente morfógeno, concentraciones de 0,5 µm son suficientes para inducir
diferenciación neuronal a partir de “stem cells” embrionarias. Los gradientes
de concentración durante la embriogénesis influyen en las características
neuronales de las stem cells progenitoras así como en la especificación de su
posición. A medida que las estructuras neuronales maduran, se produce un
incremento en la complejidad neurovascular para sostener las demandas
metabólicas con el aporte de nutrientes. El atRA también actúa como un
importante regulador del desarrollo cerebrovascular. Sin embargo, mientras las
acciones embrionarias del atRA han sido caracterizadas hace bastante tiempo, su
significado en el cerebro adulto ha establecido recientemente.
La disrupción del desarrollo neuronal está
claramente relacionada con enfermedades psiquiátricas y el atRA es clínicamente
relevante cuando se considera su función a través de la vida. Esto incluye su
rol en la plasticidad sináptica. La plasticidad sináptica homeostática (HSP) es
empleada por los circuitos neurales para estabilizar la actividad en respuesta
a incrementos en la modulación. En periodos de inhibición prolongada, la
disminución de la concentración de calcio bloquea la acción de la fosfatasa
calcineurina que regula al alza la síntesis de atRA. Los estudios en ratones
han demostrado que la carencia de calcineurina está relacionada con
esquizofrenia asociada con fenotipos que incluyen conducta anormal y
alteraciones de la memoria de trabajo. Por tanto, un déficit en la síntesis de
atRA o en la disponibilidad neuronal de precursores retinoides puede desregular
la HSP. El atRA regula directamente la expresión de enzimas de las rutas de
síntesis y metabolismo de dopamina, incluyendo tirosina hidroxilasa y
dopamina-β-hidroxilasa. El receptor dopaminérgico DRD2, el principal blanco
antipsicótico para esquizofrenia, es también proximal a un dominio RARE y es
regulado por atRA. Varios dominios cognitivos han sido relacionados con la
función retinoide. La evidencia reciente sugiere que los retinoides juegan un
rol en el mantenimiento del rendimiento cognitivo. La deficiencia
postnatal de vitamina A esta asociada con alteración de la memoria relacional y
espacial, un déficit que en roedores puede ser revertido con suplementación de
retinoide. Esto puede ser significativo en la esquizofrenia, un déficit
cognitivo que responde pobremente a la farmacoterapia antipsicótica
convencional, y el sistema retinoide puede actuar como un aumentador del
rendimiento cognitivo.
Los procesos inflamatorios son reconocidos
actualmente como un factor de riesgo de esquizofrenia. Como la señal retinoide
juega un rol significativo en la función de las células inmunes es posible que
los factores que afectan a este sistema tengan implicaciones importantes para
el estrés inflamatorio asociado con esquizofrenia. Por ejemplo, la señal atRA
es integral para la diferenciación de una población reguladora especializada de
linfocitos T (Treg). Esta subpoblación Treg ejerce un
efecto inmunosupresor a través de la regulación a la baja de linfocitos T
efectores y, por tanto, previene la inflamación aberrante y la autoinmunidad. Los
retinoides actúan como reguladores de la barrera sangre-intestino, una
estructura vital para prevenir la inflamación en respuesta al microbioma
intestinal. La permeabilidad aberrante en esta barrera ha sido relacionada con
varias condiciones inflamatorias y puede tener implicaciones para respuestas
inmunes adversas asociadas con la esquizofrenia. Una relación más directa entre
retinoides y neuroinflamación es mediada por la acción del atRA sobre poblaciones
de astrocitos y microglias, en las cuales el atRA regula a la baja su
actividad. Como resultado, las perturbaciones retinoides han sido relacionadas
con varios desórdenes autoinmunes como la esclerosis múltiple.
La evidencia acumulada sugiere que los
retinoides son disfuncionales en la esquizofrenia, distintos factores
biológicos y clínicos han sido caracterizados para apoyar esta hipótesis. En
este contexto se han propuesto tres líneas de evidencias que indican que el
atRA está involucrado en la patogénesis de la esquizofrenia. (1) Las
anormalidades neurológicas congénitas reportadas en algunos casos de
esquizofrenia son comparables con las
observadas en deficiencia de vitamina A o alteraciones del atRA. (2) los estudios genéticos han implicado
al loci asociado con retinoides en el genoma. (3) Los genes de riesgo de
esquizofrenia contienen un potencial dominio RARE funcional. Por otra parte,
los datos epidemiológicos recientes proporcionan alguna evidencia preliminar
que el déficit de retinol materno incrementa el riesgo de desarrollo de
esquizofrenia en las crías. Por ejemplo, un estudio examinó la asociación entre niveles maternos
de retinol en el segundo y el tercer trimestres de gestación y las crías que
desarrollaron esquizofrenia. Las muestras de las madres cuyas crías
desarrollaron desórdenes del espectro de esquizofrenia fueron analizadas con
controles de madres con crías sanas, ajustadas por edad materna y educación.
Este efecto fue estadísticamente significativo solamente para las concentraciones
maternas de retinol durante el segundo trimestre de gestación, en estos casos las crías mostraron una
particular sensibilidad a las perturbaciones retinoides.
La arquitectura genómica de la esquizofrenia
es multifactorial (poligénica), con contribuciones de muchas variantes, cuya
frecuencia varía de común a ultra-rara en la población. Los estudios a gran
escala han revelado casi 150 loci asociados significativamente con la
esquizofrenia. Cinco de las variantes identificadas contienen un gen involucrado
en la biología de retinoides, la asociación más significativa se encuentra en
el gen RERE, el cual codifica a una proteína de la familia atrofina que actúa
como un importante regulador in útero de atRA. Otros dos SNP (single nucleotide
polymorphism) que involucran a retinoides en la esquizofrenia son los genes
ZNF536 y CYP26B1; el primero es una nucleasa en dedo de zinc con particular
abundancia en el cerebro en desarrollo que regula al atRA durante la
diferenciación neuronal. La degradación del atRA en compuestos menos bioactivos
es importante para el mantenimiento de la homeostasis celular y la CYP26B1 es
una de las enzimas involucradas en este proceso de degradación.
El análisis de la expresión de genes ha
proporcionado evidencia que apoya un rol de los retinoides en la fisiopatología
de la esquizofrenia. El estudio de
muestras de corteza cerebral postmorten de más de 500 casos de esquizofrenia
reveló la expresión diferencial de varios genes de la ruta retinoide. La
desregulación sistémica de la expresión de genes en la esquizofrenia también es
considerada un aspecto importante del desorden. Los genes regulados por RARE
pueden proporcionar los mecanismos por los cuales la desregulación retinoide
puede estar involucrada en la patogénesis de la esquizofrenia. Por ejemplo, los
genes expresados diferencialmente en esquizofrenia próximos a RARE son sobre
representados en rutas relacionadas con el neurodesarrollo y la inflamación,
los cuales son importantes para la esquizofrenia.
Los datos extraídos de la literatura
sugieren la potencial utilidad de las terapias basadas en retinoides en la
práctica clínica. Primero, los retinoides son un blanco particularmente
atractivo dado que este sistema puede ser modulado por intervenciones
dietéticas. Los alimentos ricos en vitamina A preformada incluyen hígado, pescado y algunos productos lácteos, mientras
muchos productos vegetales son una buena fuente de beta-caroteno, el cual puede
ser convertido en retinol. Los datos de estudios clínicos sugieren que el
agonista sintético específico de XRX, Bexaroteno, puede ser un adyuvante
efectivo para la esquizofrenia. Este compuesto actúa a través del mecanismo pro-apoptosis del XRX.
El estudio de otros compuestos retinoides como las drogas que incrementan la
interacción proteína-proteína, como el tamibarotene, sugiere que actúan a través del RAR.
Los retinoides también han sido implicados
en otros desórdenes psiquiátricos y neurológicos. En vista que los retinoides juegan un rol intrínseco en el
desarrollo embrionario, varios desórdenes que se caracterizan por síntomas
relevantes para la esquizofrenia, incluyendo discapacidad intelectual, han sido
atribuidos a variantes relacionadas con retinoides. En los desórdenes del espectro autista, la
evidencia preliminar sugiere que el retinol plasmático es bajo en los individuos afectados; aunque no
está claro si esto proviene de alteraciones en la dieta o de un déficit en el
metabolismo del retinol. El rol de los retinoides en los desórdenes afectivos
se mantiene controversial, particularmente con el estereoisómero sintético de
atRA, ácido 13-cis retinoico (isotretinoin), indicado para condiciones
dermatológicas, que ha sido asociado con intentos de suicidio. La evidencia in
vivo apoya esta observación, particularmente debido a los efectos opuestos del
isotretinoin, con relación al atRA, en importantes procesos neurológicos
incluyendo la neurogénesis en el hipocampo. Con relación a la fisiopatología
específica de la esquizofrenia, el rol de los retinoides sigue siendo difícil
de definir, debido principalmente a la heterogeneidad de las presentaciones clínicas del desorden.
En conclusión, los retinoides, metabolitos
de la vitamina A, son compuestos vitales para el desarrollo embrionario, con
particular importancia para la neurogénesis en el cerebro humano. Los
retinoides ejercen influencia sobre la expresión de miles de transcriptos en el
genoma y actúan como reguladores master
de muchos procesos biológicos. La evidencia
reportada en la literatura apoya la hipótesis que la desregulación del sistema
retinoide está involucrada en la etiología de la esquizofrenia. Esto incluye
estudios genómicos, transcriptómicos y proteómicos a gran escala, los cuales implican a la disrupción
de aspectos de la biología de los retinoides como transporte, metabolismo y
señalización. Como resultado, los retinoides pueden representar una valiosa
pieza en la esquizofrenia a través de farmacoterapias e intervenciones
dietéticas.
Fuente: Reay WR,
Cairns MJ (2020). The role of retinoids in schizophrenia: genomic and clinical
perspectives. Molecular Psychiatry 25:706-718.
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