Acción oncostática de la melatonina
La melatonina, una
molécula derivada del triptófano, es una
indolamina (N-acetil-5-metoxitriptamina) cuyo nombre se debe a su efecto en el
blanqueamiento de los melanóforos (mela-) en anfibios y porque su
precursor es la serotonina (tonina). La melatonina es producida principalmente por
la glándula pineal y secretada durante la noche y, desde su descubrimiento en
1958, muchas funciones fisiológicas han sido atribuidas a esta indolamina que
actúa como hormona en los mamíferos. Estas funciones incluyen: (1) el control
de la reproducción estacional. (2) La capacidad para reducir el estrés
oxidativo directamente por destoxificación, o indirectamente inhibiendo la
actividad de enzimas pro-oxidativas y estimulando enzimas anti-oxidantes. (3)
El efecto sobre el sistema inmune aumentando la inmunidad natural y
adquirida. (4) La función como molécula sincronizadora
del ritmo circadiano del ciclo sueño-vigilia actuando como un regulador fisiológico
del sueño. (5) La capacidad para prevenir el cáncer, un efecto inhibidor que
involucra mecanismos dependientes e
independientes de receptor de membrana en el inicio, la promoción, el progreso
y las fases de metástasis malignas. El
rol de la melatonina ha sido extensamente investigado en diferentes neoplasias
y hay evidencia que la hormona de la glándula pineal está asociada con un menor
riesgo de cáncer. La mayoría de los efectos anti-cáncer de la melatonina fueron
descritos inicialmente en modelos de tumor mamario endocrino. Sin embargo, los
estudios recientes demuestran un efecto anti-cáncer de la melatonina en otros
tipos de cáncer.
El desarrollo de la mama ocurre durante la
pubertad y en la madurez sexual es estimulado por el estradiol, la hormona
fisiológicamente más activa en los tejidos mamarios. Sin embargo, los
estrógenos contribuyen al inicio y progreso del tumor mamario. De acuerdo con
la American Cancer Society, más del 70% de los casos diagnosticados de cáncer
de mama son dependientes de hormonas en sus estadios iniciales y los estrógenos tienen un rol
crucial en la génesis y progresión del tumor.
En esta situación, el receptor α de los estrógenos (ERα) usualmente es sobre expresado. En 1978 se
propuso que una función disminuida de la glándula pineal puede promover un
incremento en el riesgo de cáncer de mama, como consecuencia de un prolongado
tiempo de exposición a los estrógenos circulantes. Esta hipótesis se basó en
varias observaciones: (1) la incidencia de cáncer de mama es más baja en países
en los cuales la calcificación de la glándula pineal muestra una baja
incidencia. (2) Las pacientes que toman clorpromazina, una droga que aumenta
los niveles de melatonina, tienen tasas más bajas de cáncer de mama. (3) Los
resultados de estudios in vitro sugieren que la melatonina puede tener efectos
directos sobre las células de cáncer de mama. (4) Los receptores de melatonina
están presentes en células ováricas humanas, lo cual sugiere que la melatonina
puede tener una influencia directa sobre la producción de estrógenos en el ovario.
Los niveles plasmáticos de melatonina fueron determinados en mujeres con
estados clínicos I y II de cáncer de mama. La amplitud del pico nocturno de
melatonina disminuyó en las mujeres con cáncer de mama receptor de estrógeno-positivo
en comparación con las pacientes receptor de estrógeno-negativas, lo cual
sugiere que las bajas concentraciones de melatonina durante la noche pueden
incrementar el riesgo de cáncer de mama dependiente de hormonas. En este
contexto, en 1987, se propuso la
hipótesis que las mujeres que son expuestas a la luz en la noche (LAN) tendrán
mayores tasas de cáncer de mama. En 2001, se estableció una relación entre
trabajo nocturno y riesgo de cáncer mamario en mujeres premenopáusicas,
particularmente en mujeres con más de 20 años de trabajo nocturno. Otros
estudios han evaluado la asociación entre la luz residencial durante el tiempo
de sueño con cáncer de mama y próstata en personas que nunca trabajaron en la
noche, concluyendo que ambos cánceres están asociados con una alta exposición a
LAN. Estos resultados apoyan la hipótesis que, en mujeres premenopáusicas
sanas, la exposición a LAN puede resultar en mayor riesgo de cáncer mamario a
través de la disrupción de las acciones oncostáticas de la melatonina.
Las células CMF-7, la primera línea de
células de cáncer de mama que responde a hormonas, han sido ampliamente usadas
como modelo in vitro de tumores mamarios. Las acciones anti-proliferativas de
la melatonina en concentración fisiológica nocturna (1 nM) sobre las células
CMF-7 han sido estudiadas por más de 30 años. Hay abundante evidencia que
sugiere que la acción inhibidora de la melatonina sobre líneas de células de
cáncer mamario estrógeno positivo se basa en su capacidad para regular la
síntesis de estrógenos o las rutas de señalización de los estrógenos. Con relación
a las acciones antiestrogénicas de la melatonina, está claro que la hormona de
la glándula pineal pertenece a los
moduladores selectivos del receptor de estrógenos (SERM), mientras otras
moléculas antiestrogénicas usadas en clínica, como el tamoxifeno, funcionan
como antagonistas selectivos del ERα. La melatonina no se une, al menos
directamente, al ERα. Una dosis de melatonina equivalente a la concentración
plasmática fisiológica nocturna (1 nM)
disminuye los niveles de ERα en experimentos in vitro con células CMF-7.
Adicionalmente, la melatonina interfiere con la activación transcripcional
mediada por estradiol de muchos genes a
través de la desestabilización del complejo estradiol-ER, previniendo su unión
al ADN en los elementos de respuesta a estrógenos (ERE) y los promotores que
contienen proteína activadora 1 (AP1).
Estas acciones de la melatonina son mediadas por la calmodulina, la cual
se une al ERα y la melatonina es un antagonista de la calmodulina. La
melatonina promueve cambios estructurales en el complejo calmodulina-ERα,
alterando su unión a los promotores que responden a estrógenos. Debido a las
acciones diferentes de la melatonina y el tamoxifeno sobre el ERα, ambas
moléculas pueden cooperar. Por ejemplo, dosis fisiológicas de melatonina (2,32
pg/l-23,2 ng/l) aumentan la sensibilidad de las células CMF-7 al tamoxifeno. Las
acciones SERM de la melatonina son posibles porque las células de cáncer de mama expresan
receptor de melatonina tipo 1 (MT-1) en la membrana; la unión de melatonina al
MT-1 resulta en la inhibición de la adenil ciclasa y, por consiguiente en la
disminución de los niveles intracelulares de cAMP. Por el contrario, el
estradiol activa la adenil ciclasa, lo cual resulta en altos niveles
citoplasmáticos de cAMP en un mecanismo independiente de transcripción de
genes. Los altos niveles de cAMP cooperan con los efectos genómicos del
estradiol, aumentando la activación transcripcional dependiente de ERα. Entonces,
está claro que las rutas de señalización
de estrógenos y melatonina convergen en las células de cáncer
de mama y tienen efectos opuestos sobre las concentraciones intracelulares de
cAMP.
La acción oncostática de la melatonina sobre
líneas de células de cáncer de mama también se debe a su capacidad para limitar
la producción de estrógenos. La melatonina regula a la baja la transcripción y
actividad de muchas enzimas involucradas en la síntesis de estrógenos como
modulador selectivo de enzimas de estrógenos (SEEM). La melatonina regula los
niveles transcripcionales de la esteroide sulfatasa (STS) y la 17β-hidroxiesteroide
deshidrogenasa tipo 1 (17β-HSD1), enzimas necesarias para convertir precursores
de estrógenos inactivos en estradiol fisiológicamente activo; la estrógeno
sulfotransferasa (EST), enzima que
inactiva estrógenos a través de su conversión en estrógenos sulfatos inactivos;
y la aromatasa, enzima responsable de la aromatización de andrógenos en
estrógenos. La regulación de la melatonina toma en cuenta no solo a las células
tumorales sino también a células endoteliales y fibroblastos localizados en
tejidos adyacentes a las células
tumorales. Las citoquinas sintetizadas y liberadas por las células tumorales
influyen sobre los fibroblastos
adyacentes, regulando su diferenciación y estimulando la expresión y actividad
de la aromatasa en ellos; la melatonina en concentraciones farmacológicas (1mM) contrarresta este efecto
estimulador, inhibiendo la liberación de citoquinas por las células malignas y
a través de la inhibición de la actividad de la aromatasa. El factor de
crecimiento endotelial vascular (VEGF) liberado por las células de cáncer de
mama que responden a estrógenos se une a su receptor en la membrana de las
células endoteliales adyacentes. Como resultado, las células endoteliales
proliferan, migran y se reorganizan en un proceso de angiogénesis. La
melatonina (1mM) puede regular los mecanismos paracrinos responsables de las
interrelaciones entre las células tumorales mamarias y las células endoteliales
y fibroblastos adyacentes, regulando a la baja los niveles de VEGF e inhibiendo
la producción de aromatasa en esas células.
La melatonina es un adyuvante en la
quimioterapia y radioterapia, o en combinación con otras moléculas con
actividad anti-cáncer, en los protocoles de tratamiento del cáncer de mama. En
humanos, las pacientes que reciben melatonina (una dosis terapéutica de 20 mg/día administrada
en la noche al menos por dos meses) durante la quimioterapia tienen menos
efectos colaterales que los controles que solo reciben quimioterapia. En experimentos in vitro, cuando una dosis
fisiológica de melatonina (1 nM o 10 nM) se combina con ácido valproico, la
expresión de receptores MT-1 es regulada al alza y el efecto antiproliferativo
del ácido valproico es más efectivo. La radiación induce daño celular por
mecanismos directos e indirectos que resultan en daño en el ADN y aberraciones
en los cromosomas y la melatonina es un buen candidato a agente radioprotector
debido a su capacidad para atrapar radicales hidroxilo. La melatonina en dosis
fisiológicas (1 nM) disminuye la capacidad de las células tumorales para
reparar las alteraciones de la estructura del ADN inducidas por radiación, lo
cual lleva a las células del cáncer de mama a entrar en apoptosis.
La fisiología de la próstata está bajo el
control de los andrógenos (testosterona
y dihidrotestosterona) y sus metabolitos y la terapia de privación de
andrógenos (por inhibición de la síntesis de andrógenos o privación del
receptor de andrógenos) ha sido extensamente usada en el tratamiento del cáncer
de próstata (CP). In vivo, la melatonina
(en dosis farmacológica de 150 mg/100 g de peso corporal, administrada por
cuatro semanas) induce una disminución significativa en el peso de la próstata
en ratas castradas y ratas castradas tratadas con testosterona. Por el
contrario, la pinealectomía estimula la producción de androstenediona y
testosterona, lo que indica una acción inhibidora de la glándula pineal sobre
la esteroidogénesis testicular en la rata. En pacientes con CP no metastásico,
la melatonina no muestra ritmos circadianos significativos indicando que la
modulación de los niveles plasmáticos de melatonina puede estar relacionada con
la génesis y el crecimiento del CP. Debido al efecto antigonadotrópico de la
melatonina, la hipótesis que la hormona
de la glándula pineal puede inhibir el CP fue examinada in vivo en ratas con
adenocarcinoma prostático. La principal conclusión fue que la melatonina (50
μg/rata, inyectada diariamente una hora antes de la oscuridad) suprime el
crecimiento de tumores de la próstata. En humanos, cuando el ritmo circadiano
de melatonina fue analizado en pacientes con CP primario, se encontró una
reducción de la función de la glándula pineal. La actividad oncostática directa
de la melatonina (1nM) fue demostrada in vitro en las células de CP DU145. Por otra parte, la melatonina (en
concentraciones de 1nM a 100 nM) puede regular la actividad del receptor de
andrógenos (AR). La melatonina, en una concentración 100 nM induce un aumento
de cGMP intracelular, provocando un incremento en los niveles de calcio y la
actividad de la PKC. En células de CP
dependiente de andrógeno, dosis farmacológicas de melatonina (50 nM a 1mM)
incrementan los niveles de p21, disminuyen la activación de NF-κB y regulan a
la baja a Bcl2 y survivina. Por otra
parte, en células de CP dependiente e independiente de andrógeno, la melatonina
(1mM) ejerce un efecto antiangiogénico porque reduce los niveles del factor
inducible por hipoxia (HIF-1) y la liberación de VEGF. La sirtuina 1 (Sirt1),
una desacetilasa de histona dependiente de NAD sobre expresada en el CP,
también es inhibida por la melatonina en correlación con un significativo
efecto antiproliferativo. In vitro, en células de CP sensible e insensible a
andrógeno, la melatonina (1mM) limita la glucólisis, el ciclo del ácido
tricarbóxilico y la ruta de la pentosa fosfato, lo cual indica que la
melatonina regula a la baja el metabolismo de la glucosa en ambas líneas de células de CP.
Es ampliamente aceptado que la
desincronización del reloj biológico después de alteraciones en los ritmos
circadianos está implicada en el cáncer. En este contexto, la melatonina (100
μM a 2 mM) incrementa los niveles de las proteínas Per2 y Clock, mientras
reduce los niveles de Bmal1 en células de CP. En combinación con agentes
quimioterapéuticos, la melatonina (1mM)
aumenta la sensibilidad de las células de CP a la apoptosis inducida por
citoquina. Los hombres que nunca han trabajo en turnos nocturnos tienen menor
riesgo de CP en comparación con los trabajadores nocturnos. Por otra parte, los
hombres que reportan problemas de sueño tienen bajos niveles urinarios
matutinos de 6-sulfatoximelatonina asociados con mayor riesgo de CP. La
variación genética en los ritmos de melatonina y circadiano está
significativamente asociada con el riesgo de CP, lo cual sugiere un potencial
rol de la melatonina y el ritmo circadiano en la carcinogénesis de la próstata.
Las hormonas sexuales (estrógenos,
progesterona y testosterona) incrementan el riesgo de cáncer de ovario (CO). El
uso de anticonceptivos orales tiene una fuerte asociación protectora con el
riesgo de CO. La paridad también se correlaciona con menor riesgo, con una
mayor reducción por cada embarazo adicional. Sin embargo, la menopausia
incrementa el riesgo de CO. Algunos estudios con mujeres embarazadas indican
que las altas concentraciones de testosterona y 17-hidroxi-progesterona
incrementan el riesgo de tumores serosos; si la androstenediona está elevada,
el riesgo de tumores mucinosos aumenta. Varios estudios han investigado los
efectos de la melatonina sobre el CO. Como la melatonina es sintetizada por las
células granulosas de los folículos preovulatorios se le ha atribuido un rol en
la producción de las hormonas esteroides
sexuales esenciales para la ovulación. A partir de esta hipótesis, muchos
estudios relacionan, al menos indirectamente, una producción deficiente de
melatonina con bajos niveles de progesterona y altos niveles de estradiol.
Después de la menopausia, la secreción de melatonina disminuye dramáticamente
en correlación con los ciclos anovulatorios. Un estudio reciente, en el cual
fue medida la melatonina circulante en mujeres con CO y controles sanos,
reporta una significativa reducción en los niveles de melatonina en las
pacientes con CO. En vista que la melatonina es efectiva en
reducir la proliferación en muchas líneas de células derivadas de diferentes
tipos de cáncer, ha sido examinada in vitro en la línea de células BG-1 de
adenocarcinoma de ovario dependiente de estrógenos. La melatonina en
concentraciones fisiológicas (1 a 100 nM) causa reducción en el número de
células BG-1, indicando una acción oncostática. El receptor MT-1 es expresado
en líneas de células epiteliales de ovario normal y de CO. La unión de la
melatonina al MT-1 en las líneas de células de CO, inhibe la adenil ciclasa y
por tanto reduce los niveles de cAMP.
El efecto protector de la melatonina en el
ovario también ha sido observado in vivo. En ratones, dosis farmacológicas de
melatonina (15-30 mg/kg peso corporal i,p, durante tres días) previene la
pérdida de la reserva de folículos inducida por cisplatina a través de la
inhibición de la activación de la ruta de señalización PTEN/AKT/FOXO3a. Este
efecto citoprotector de la melatonina es mediado por el receptor de membrana
MT-1. Adicionalmente, la melatonina (10 mM) estimula la apoptosis inducida por
el tratamiento con laser en células de CO. Por otra parte, la melatonina puede
modular las acciones de agentes quimioterapéuticos. En un ensayo in vitro de
quimiosensibilidad, la melatonina (0,1 nM-10 nM) resultó ser más eficiente que
la cisplatina para inhibir el crecimiento de células de CO.
En conclusión, la melatonina es una hormona
sintetizada y secretada principalmente por la glándula pineal. Los datos de los
estudios clínicos y experimentales, in vivo e in vitro, demuestran que en cáncer de mama, próstata y
ovario, la melatonina ejerce una acción inhibidora sobre la esteroidogénesis de
hormonas sexuales. Adicionalmente, la melatonina modula la actividad
transcripcional de los receptores de estrógenos y andrógenos. Con relación a
los estrógenos, hay abundante evidencia que la melatonina es una molécula capaz
de regular la síntesis de estrógenos
(actúa como un SEEM) y la actividad del receptor ERα (actúa como un
SERM). Por otra parte, la melatonina regula enzimas involucradas en la síntesis de
andrógenos así como también la actividad del receptor de andrógenos. La
exposición a la luz en la noche (lo cual elimina el pico nocturno de
melatonina) está asociada con un incremento en el riesgo de cáncer de mama y
próstata. La melatonina ejerce acciones antiproliferativas en tumores de
próstata, mama y ovario, por si misma o aumentando la sensibilidad a drogas
quimioterapéuticas. La melatonina es una molécula pro-apoptosis y algunos de
los blancos moleculares involucrados en la apoptosis eventualmente resultan ser
los mismos en los tres tipos de cáncer. La hormona de la glándula pineal altera
la transición epitelial-mesenquimal, inhibe la migración celular, la invasión y
las metástasis, sola o en combinación con
la quimioterapia. La melatonina también inhibe la angiogénesis.
Fuente: Menéndez-Menéndez J, Martínez-Campa C
(2018). Melatonin: an anti-tumor agent in hormone-dependent cancers.
International Journal of Endocrinology, Article ID 3271948.
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