Alopregnanolona e ingesta de alimentos
La ingesta de
alimento está bajo un estricto control interactivo por parte del intestino, el tejido adiposo y
el cerebro a través de mecanismos homeostáticos (basados en necesidades
energéticas) y hedónicos (basados en recompensa). En el cerebro, el hipotálamo
juega un rol mayor en el control de la alimentación en el sistema homeostático, particularmente
el núcleo arqueado (ARC). El ARC está localizado cerca de la eminencia media,
donde la barrera hematoencefálica es débil y por lo tanto, recibe fácilmente
señales de la periferia a través de hormonas. En el ARC hay dos poblaciones
celulares: las neuronas que expresan proteína relacionada con el Agouti
(AgRP)/neuropéptido Y (NPY), las cuales estimulan la ingesta de alimento
(orexigénicas) y las neuronas que expresan proopiomelanocortina (POMC) que
inhiben la ingesta de alimentos (anorexigénicas). La leptina y la insulina inhiben
las neuronas AgRP/NPY, pero estimulan las neuronas POMC promotoras de saciedad,
mientras la ghrelina tiene el efecto opuesto. Las neuronas del ARC se proyectan
al núcleo paraventricular (NPV) y al
hipotálamo lateral. En el NPV, los péptidos AgRP y NPY promueven la ingesta de
alimento inhibiendo la saciedad a través de la activación de neuronas
GABAergicas. Las neuronas POMC son
activadas por señales de saciedad como la leptina y también se proyectan al NPV
en donde promueven la saciedad. En el ARC, las neuronas AgRP/NPY también
inhiben las neuronas POMC a través de la activación de receptores GABAA
y con ello inhiben las señales de saciedad al tiempo que promueven el hambre y la sobre alimentación. El
efecto de la ghrelina es aumentado por el esteroide alopregnanolona.
La importancia del ácido γ-amino butírico (GABA)
en la regulación de la ingesta de alimento ha sido demostrada en varios
estudios. Por ejemplo, el GABA estimula la ingesta de alimento cuando se
inyecta en el hipotálamo o el núcleo accumbens (NAc). En ratas con 20 horas de
ayuno, la bicuculina, antagonista del
receptor GABAA, atenúa la ingesta de alimento de una manera
dependiente de dosis. Otros estudios destacan la importancia de la transmisión GABA
en la regulación normal de la ingesta de
alimentos y el peso corporal. En este contexto, los ratones que carecen de NPY,
AgRP o ambos tienen ingesta de alimento y peso corporal normales, lo que indica
que el NPY o el AgRP no son necesarios. Sin embargo, la destrucción de las
neuronas que expresan AgRP/NPY –y GABA-
reduce la ingesta de alimento y causa pérdida de peso en ratones, lo que
indica que el GABA es importante para la regulación del balance energético. Por
otra parte, el tratamiento con bretazenil, agonista de receptor GABAA,
restaura la alimentación y el peso normal con neuronas AgRP/NPY lesionadas. La
importancia del GABA y el receptor GABAA es corroborada por estudios que demuestran
que la inactivación del gen del transportador de GABA en las neuronas AgRP/NPY
causa resistencia a la obesidad inducida por dieta en ratones.
El sistema hedónico influye en qué, cómo y
cuándo comemos, pero regula la ingesta de alimento a través de mecanismos que involucran
recompensa, emociones y cognición más que el hambre solamente. Los sistemas
homeostático y hedónico influyen uno sobre el otro e interactúan entre sí. Por
ejemplo, el balance energético (y por tanto los niveles de hambre) influye en
la atracción de una comida rica en calorías. Los circuitos neuronales
involucrados en el sistema hedónico están localizados en el sistema cortico-límbico y los sistemas
de señalización incluyen rutas
dopaminérgicas, opioides y canabinoides. Hay pocos enlaces directos entre la
regulación de la ingesta de alimento mediada por GABA y el sistema hedónico,
pero algunos estudios indican que el GABA puede participar en el sistema
hedónico a través de los sistemas
opioide y dopamina. Por ejemplo, la inhibición GABAergica de neuronas en el
área tegmental ventral (ATV) puede incrementar la actividad de las neuronas
dopaminérgicas. Adicionalmente, el
receptor GABAA, a través de la modulación del esteroide
alopregnanolona, incrementa la liberación de dopamina en el NAc de ratas.
Entonces, GABA y alopregnanolona pueden influir indirectamente en la ingesta de alimento inducida por
dopamina.
El GABA es el principal neurotransmisor
inhibidor en el sistema nervioso central (SNC). Los principales receptores de
GABA son GABAA, los cuales son canales de cloruro de respuesta
rápida. Generalmente, la concentración intracelular de Cl- es baja
en células adultas y el efecto mediado por el receptor GABAA es
inhibitorio. Sin embargo, la concentración intracelular de Cl-
también puede ser alta con efectos excitadores, especialmente en cerebro fetal,
en el nacimiento y durante la primera semana postnatal (al menos en roedores),
en células progenitoras de hipocampo adulto y células β pancreáticas. Los
receptores GABAA tienen cinco subunidades que colectivamente forman
el canal de cloruro. Varios tipos de subunidades han sido identificados: α1-6,
β1-3, γ1-3, δ, π, ε, θ. La composición de subunidades puede variar, pero los
receptores GABAA están compuestos
de dos α, dos β y una γ, δ, ε, θ
o π. Cada una de estas subunidades tiene distinta distribución regional y
celular en el cerebro y pueden mediar diferentes propiedades fisiológicas y
farmacológicas. Por ejemplo, en el ARC del hipotálamo, las neuronas AgRP/NPY
contienen la subunidad α3 mientras las neuronas POMC contienen las subunidades
α1, α2 y α3. Los estudios sobre ingesta de alimento inducida por benzodiacepina
reportan que podrían estar involucrados los receptores GABAA con las
subunidades α3 y α2, pero no los receptores GABAA que contienen subunidades α1 o α5.
Las hormonas esteroides como progesterona,
estrógenos y andrógenos están involucradas en la regulación de la ingesta de
alimento y el balance energético. En algunas mujeres, la ingesta de alimento
fluctúa durante el ciclo menstrual, es mayor durante la fase luteal que durante
la fase folicular. Los niveles de estradiol alcanzan un pico durante la fase folicular cuando la ingesta de
alimento es menor, pero el pico de la
ingesta de alimento ocurre durante la fase luteal cuando aumentan los niveles
de progesterona y su metabolito alopregnanolona. La importancia del incremento
en la ingesta de energía, mediado por progesterona/alopregnanolona, durante la
fase luteal es apoyada por estudios que indican que tal incremento solamente
ocurre en ciclos menstruales ovulatorios en los cuales
progesterona/alopregnanolona es formada por el cuerpo lúteo. Muchas mujeres
tienen una gran ganancia de peso durante el embarazo, lo cual es un factor de
riesgo de sobre peso permanente. El estrés también puede incrementar las concentraciones
de alopregnanolona y en algunos individuos estimula la ingesta de alimento.
Adicionalmente, es conocido que la testosterona estimula la ingesta de alimento
y la progestina artificial acetato de medroxiprogesterona también es un fuerte modulador positivo de
receptores GABAA.
Los esteroides que regulan funciones
fisiológicas del SNC son llamados esteroides neuroactivos y los esteroides que
son sintetizados y actúan en el SNC son llamados neuroesteroides. Ellos, igual
que las hormonas esteroides, son sintetizados a partir del colesterol. Las
enzimas requeridas para la síntesis de neuroesteroides están presentes en el
cerebro y la etapa limitante en la síntesis es el transporte de colesterol en
la mitocondria por la proteína transportadora (TSPO). Los esteroides
precursores y los esteroides neuroactivos son moléculas lipofílicas, por lo que
atraviesan fácilmente la barrera hematoencefálica. Varios esteroides
neuroactivos y neuroesteroides son moduladores positivos del receptor GABAA
(GAMS). En los receptores GABAA se han identificado dos sitios de unión.
Uno está localizado en la región transmembrana de la subunidad α y los
esteroides neuroactivos que se unen a
este sitio potencian el efecto del GABA. El otro sitio está localizado entre
las subunidades α y β y los esteroides neuroactivos que se a unen a este sitio
pueden activar directamente al receptor. Típicamente, los esteroides
neuroactivos en bajas concentraciones potencian los efectos del GABA y en altas
concentraciones activan directamente al receptor. La alopregnanolona y el
androstanediol están entre los esteroides neuroactivos más intensamente
estudiados con efectos potentes sobre receptores GABAA. La
alopregnanolona es sintetizada a partir de
la progesterona y el androstanediol a partir de la testosterona, a través de
dos etapas catalizadas por la enzima 5α reductasa y 3α-hidroxiesteroide
deshidrogenasa. La alopregnanolona puede ser sintetizada en el cerebro, el
cuerpo lúteo, las glándulas suprarrenales y la placenta. La alopregnanolona es
reconocida como uno de los más potentes moduladores positivos de receptores
GABAA, se une con alta afinidad a ellos e incrementa los efectos del
GABA afectando la frecuencia y duración
de la apertura del canal de Cl-. Los receptores GABAA
son los principales mediadores de la hiperfagia inducida por alopregnanolona.
El androstanediol también se une a estos
receptores y es un GAMS, pero tiene acciones GABAergicas menos potentes que la
alopregnanolona.
Una nueva hipótesis sobre el control d ela
ingesta de alimento señala que alopregnanolona y/o androstenadiol actúan aumentando la acción del GABA sobre
los receptores GABAA de una manera similar a las benzodiacepinas, al menos en ARC y NPV.
Esta acción puede involucrar la activación alostérica de los receptores. Esto
podría aumentar las señales que inhiben la saciedad e incrementar la ingesta de
alimento en el ARC. En el NPV, AgRP y NPY
promueven la ingesta de alimento a través de la activación de neuronas
GABAergicas que inhiben la saciedad. Adicionalmente, las neuronas AgRP/NPY
inhiben las neuronas que expresan POMC en el ARC a través de la activación de
receptores GABAA y por tanto, inhiben las señales de saciedad,
promoviendo la sobre alimentación. La importancia de la transmisión GABAergica
en la alimentación ha sido demostrada mediante lesiones específicas de neuronas
de la transmisión GABAergica, lo cual provoca la atenuación de la respuesta
hiperfágica inducida por la ghrelina y resistencia a la obesidad inducida por dieta.
De acuerdo con esta hipótesis, los individuos con alta producción de GAMS tienen
comidas más grandes, preferencia por alimentos ricos en energía, reducida o
ninguna saciedad y mayor ganancia de peso debido a la influencia de los GAMS
sobre el receptor GABAA.
La alopregnanolona ha sido asociada con la
ingesta de alimento en varios estudios
en animales y clínicos. En roedores, la alopregnanolona induce incrementos de
ingesta de alimentos dosis-dependientes
en comparación con placebos. Estos efectos varían diurnamente, siendo
mayores durante la noche cuando las ratas tienen su período normal de
alimentación. Adicionalmente, la alopregnanolona induce incrementos en el
tamaño de la comida asociados con obesidad en ratas y humanos. Cuando se trata
de escoger entre una comida sabrosa y otra rica en energía, la alopregnanolona
induce una preferencia por la última. Más aún, hallazgos recientes demuestran que
el tratamiento de ratas con alopregnanolona
por varios días induce incrementos sostenidos en la ingesta de alimento
y, por consiguiente, ganancia de peso en comparación con las ratas tratadas con
placebo. La alopregnanolona y otros esteroides neuroactivos también están
involucrados en desordenes de alimentación. Por ejemplo, niveles aumentados de alopregnanolona han sido
detectados en mujeres con bulimia y anorexia nerviosa. Más aún, niveles elevados de alopregnanolona
han sido detectados en hombres y mujeres obesos. Los niños con sobrepeso u
obesidad también tienen concentraciones elevadas de alopregnanolona. Durante el
embarazo, los niveles de alopregnanolona aumentan y alcanzan valores hasta de 100-250 nmol/l. Las concentraciones más
altas de alopregnanolona han sido detectadas en mujeres con ganancia de más de
11 kg durante el embarazo. Otro grupo de mujeres con altas concentraciones de
GAMS (alopregnanolona y androstanediol) son pacientes con síndrome de ovarios
poliquísticos (PCOS).
En conclusión, el GABA y los moduladores
positivos del receptor GABAA
incluyendo neuroesteroides como la alopregnanolona estimulan la ingesta de
alimento y la ganancia de peso. Los niveles elevados de alopregnanolona están
asociados con incrementos en la ingesta de alimento (principalmente alimentos
ricos en energía) y obesidad en humanos y otros mamíferos. El incremento de peso
durante el embarazo se correlaciona con
incrementos en los niveles de alopregnanolona. En mujeres con PCOS, los altos
concentraciones de alopregnanolona están asociadas con obesidad.
Fuente: Holmberg
E et al (2018). Allopregnanolone involvement in feeding regulation, overeating
and obesity. Frontiers in Neuroendocrinology 48: 70-77.
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