ANGPTL8 y desórdenes metabólicos
Las proteínas
similares a angiopoietina (ANGPTL) constituyen un grupo de glucoproteínas
secretadas compuesto por ocho miembros (ANGPTL1-8). Las ANGPTL1-7 exhiben
características estructurales comunes y llevan a cabo distintas funciones. Las
proteínas ANGPTL3 y ANGPTL4, homologas una con otra, trabajan conjuntamente
para regular el metabolismo de lípidos en diferentes estados nutricionales. La
ANGPTL8, una proteína 22 kDa con 198 aminoácidos, carece de la estructura común
de las ANGPTL1-7. Sin embargo, la ANGPTL8 tiene
homología estructural con el dominio N-terminal de ANGPTL3 y ANGPTL4 y
exhibe similitud funcional con estas dos proteínas en la regulación del
metabolismo de triglicéridos. Por lo tanto, la ANGPTL8 es un nuevo, pero atípico, miembro en la familia
ANGPTL. La ANGPTL8, codificada por el gen C19orf80 en humanos, también es
conocida como lipasina, betatrofina y
proteína asociada con carcinoma hepato-celular. Muchos estudios epidemiológicos
han demostrado alteraciones de la
concentración de ANGPTL8 en enfermedades metabólicas incluyendo diabetes,
obesidad y síndrome metabólico. La relación entre ANGPTL8 y otros biomarcadores
de estas enfermedades también ha sido reportada. Aunque los resultados de estos
estudios son inconsistentes, sugieren que la ANGPTL8 puede jugar un rol en la
emergencia y progresión de esas enfermedades. La regulación de la expresión de
ANGPTL8 puede ser una nueva ruta para normalizar los desórdenes del metabolismo
de lípidos y glucosa. En otras enfermedades como síndrome de ovarios
poliquísticos y disfunción renal, la ANGPTL8 ha sido identificada como un
modulador relevante, lo que sugiere funciones de la ANGPTL8 adicionales al
impacto sobre el metabolismo de lípidos y glucosa.
En humanos, la fuente de ANGPTL8 es el
hígado, mientras en ratones es producida en hígado y tejido adiposo. Varios
mecanismos están involucrados en la regulación de la expresión de ANGPTL8. La
regulación nutricional juega un rol importante en la expresión de ANGPTL8. Los
ratones alimentados con una dieta rica en grasas exhiben un incremento
significativo en la expresión de ANGPTL8 en hígado y tejido adiposo, mientras
el ayuno disminuye su expresión en casi 80% en el tejido adiposo. Los efectos
del estatus nutricional sobre la expresión de ANGPTL8 también se han observado
en estudios con humanos. En sujetos obesos con síndrome metabólico, los niveles
de ANGPTL8 se correlacionan inversamente con la ingesta de proteína,
particularmente proteína de origen animal. El estado postprandial activa al
receptor hepático X e induce la expresión de ANGPTL8 vía señal de insulina. Por
otra parte, el estrés activa la ruta AMPK e induce la respuesta del receptor
hepático X provocando un incremento en
la expresión de ANGPTL8. La inflamación también puede participar en la regulación de ANGPTL8.
Los estudios en humanos y roedores han
demostrado que la ANGPTL8 es un
modulador crucial en el metabolismo de lípidos. Muchos estudios poblacionales
demuestran que la ANGPTL8 circulante se correlaciona positivamente con los
triglicéridos. En ratones, la sobre expresión de ANGPTL8 incrementa más de
cinco veces los niveles de
triglicéridos, mientras su deficiencia reduce dos veces los niveles de
triglicéridos. Los efectos de la ANGPTL8 sobre el metabolismo de triglicéridos
están asociados con la presencia de la ANGPTL3. En los ratones ANGPTL3
knockout, la ANGPTL8 pierde su impacto sobre el metabolismo de triglicéridos.
La ANGPTL8 promueve el clivaje de la ANGPTL3 y se une a su extremo
N-terminal. El complejo que forma la ANGPTL8 con el extremo N-terminal de la ANGPTL3 inhibe
a la lipoproteína lipasa (LPL). La deficiencia de ANGPTL8 incrementa la
actividad postprandial de la LPL específicamente en músculo cardiaco y
esquelético. En este modelo, ANGPTL3, ANGPTL4 y ANGPTL8 regulan coordinadamente
el tráfico de triglicéridos. La ingesta de alimento induce la expresión de
ANGPTL8 pero suprime la expresión de ANGPTL4. Por el contrario, el ayuno induce
la expresión de ANGPTL4 pero suprime la expresión de ANGPTL8, provocando la
activación de la LPL en músculo esquelético y la movilización de triglicéridos
hacia los músculos para oxidación y aporte de energía. Algunos estudios
reportan que la ANGPTL8 está asociada con adipogénesis y autofagia, lo que
indica que puede ejercer funciones alternativas independientes de la regulación
de la actividad de la LPL. La ANGPTL8 puede activar la ruta de señalización ERK
e inducir la expresión de Egr1. Esta ruta de señalización regula hacia abajo a
la lipasa de triglicéridos de tejido adiposo (ATGL), una enzima involucrada en
la hidrolisis de triglicéridos en los adipocitos, lo cual resulta en
acumulación de lípidos en el tejido adiposo. Sin embargo, el efecto de la
ANGPTL8 sobre el metabolismo de lípidos en los adipocitos depende del tipo de
tejido adiposo. Por ejemplo, el tejido adiposo marrón (TAM) produce
ANGPTL8 y a su vez la ANGPTL8 induce la
marronización de tejido adiposo blanco (TAB). La marronización del TAB se debe,
al menos en parte, al hecho que la ANGPTL promueve la maduración de
autolisosomas y la activación de la autofagia. El efecto de la ANGPTL8 sobre la
autofagia explica su rol en la degradación y catabolismo de las gotas de lípidos.
El debate sobre el rol de la ANGPTL8 en la proliferación de células β pancreáticas
ha sido cerrado recientemente. La conclusión es que la ANGPTL8 no controla la
expansión de células β. Sin embargo, la ANGPTL8 participa en varios desórdenes
metabólicos. Consistente con esto, en los pacientes con diabetes mellitus tipo
2, los niveles elevados de ANGPTL8 están
asociados con incrementos en la albuminuria y un mayor riesgo de nefropatía
diabética. La relación entre ANGPTL8 y biomarcadores de función renal también se ha observado en estudios sobre
dislipidemia. Dado que la disfunción renal
influye en el metabolismo de lipidos, la relación entre ANGPTL8 y
dislipidemia puede ser confundida por el grado de proteinuria. Adicionalmente,
los niveles plasmáticos de ANGPTL8 aumentan aproximadamente 10 veces durante el
embarazo en comparación con mujeres no embarazadas pero disminuyen con el
progreso de la gestación y retornan al rango normal en el postparto. En
comparación con controles sanos, las mujeres con diabetes mellitus gestacional
exhiben mayores niveles de ANGPTL8 en sangre materna y sangre de cordón
umbilical.
La ANGPTL8, además del metabolismo de los
lípidos y la glucosa, ha sido involucrada en varios desórdenes metabólicos.
Las alteraciones en el nivel de ANGPTL8
se han encontrado en sujetos con obesidad, pero el patrón de la
alteración es controversial. Los primeros estudios encontraron que la pérdida de
peso puede incrementar la expresión de ANGPTL8 pero los cambios en la respuesta
a la pérdida de peso dependen del método de pérdida de peso usado. Por ejemplo, la pérdida de peso inducida por
cirugía incrementa la expresión de ANGPTL8 mientras la pérdida de peso inducida por dieta no incrementa la
expresión de ANGPTL8. Otros estudios demuestran una correlación positiva entre
la ANGPTL8 y la incidencia de enfermedad hepática grasa no alcohólica (NAFLD) en
humanos y roedores. La elevación de ANGPTL8 puede estar relacionada con estrés de retículo endoplásmico, el cual tiene
un rol importante en la NAFLD. Por otra parte, un estudio reciente indica el
incremento de ANGPTL8 podría predecir un mayor riesgo de desarrollo de ovarios poliquísticos
(PCOS).
En conclusión, la ANGPTL8 es considerada
como un nuevo pero atípico miembro de la familia ANGPTL. Los niveles elevados
de ANGPTL8 incrementan la concentración plasmática de triglicéridos a través de
dos mecanismos. Primero, la ANGPTL8
favorece la secreción de VLDL en el hígado. Segundo, la ANGPTL8 puede
promover el clivaje de la ANGPTL3 e inhibir la actividad de la LPL, lo cual
disminuye la hidrólisis de VLDL. En el tejido adiposo, la ANGPTL8 puede
suprimir la expresión de ATGL y reduce la hidrólisis de triglicéridos.
Fuente: Luo M y
Peng D (2018). ANGPTL8: an important regulator in metabolic disorders.
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