Prolactina y secreción de gonadotropinas
En 1964 John
Everett describió una relación recíproca entre prolactina y gonadotropinas,
según la cual cuando los niveles de prolactina son altos, como ocurre durante
la lactancia o en mujeres con tratamiento crónico de estradiol, los niveles de
gonadotropinas son bajos. Esto ha sido
confirmado muchas veces con evidencia que los niveles elevados de prolactina
provocan la supresión de la secreción hipotalámica
pulsátil de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) e infertilidad. Por
otra parte, a partir de 1983, con el hallazgo que las gonadotropinas son
secretadas de una manera pulsátil, múltiples reportes señalan que el patrón de
secreción de prolactina está relacionado con el de las gonadotropinas, con
pulsos “concordantes” de prolactina
y hormona luteinizante (LH), lo
cual sugiere que un “pulso generador” común puede manejar la secreción de las
dos hormonas. Por supuesto, el mejor ejemplo de secreción concordante de
prolactina y LH ocurre durante el período preovulatorio del ciclo menstrual que
se caracteriza por picos concurrentes de ambas hormonas inducidos por estradiol
en muchas especies.
El descubrimiento de las kisspeptinas ha
sido un gran aporte en el entendimiento de los sistemas neuroendocrinos que
controlan la reproducción porque pueden estar involucradas en diversas formas
de coordinación entre prolactina y LH. La mayoría de células kisspeptina
expresan el receptor de prolactina y la supresión de kisspeptinas inducida por
prolactina subyace a la infertilidad asociada con la hiperprolactinemia. Un
trabajo reciente indica que las
kisspeptinas pueden ser importantes en
el manejo de la secreción concordante de prolactina y LH por la hipófisis. Este
estudio demuestra que el tratamiento con kisspeptinas puede estimular
agudamente la liberación de prolactina por la hipófisis, una respuesta que es altamente sensible a los
niveles de esteroides ováricos. Esta
acción involucra la inhibición aguda de la secreción de dopamina por las neuronas dopaminérgicas
tuberoinfundibulares (TIDA) y por consiguiente la desinhibición de la secreción
de prolactina por la hipófisis. Está claro actualmente que las neuronas kispeptina
del núcleo arqueado del hipotálamo son el “pulso generador” que gobierna la
secreción pulsátil de GnRH. Cada episodio de liberación fásica de kisspeptina
por estas neuronas dispara un pulso de secreción de GnRH y, por consiguiente,
un pulso de LH y simultáneamente reduce la salida de dopamina de la eminencia
media e induce un pulso de secreción de
prolactina. En este escenario, los receptores de prolactina en las neuronas
kisspeptina pueden formar parte de una retroalimentación negativa. Este efecto
puede explicar cómo a largo plazo la elevación crónica de prolactina podría tener un efecto supresor sobre la
reproducción.
No es sorprendente que las neuronas
kisspeptina del núcleo arqueado influyan en la secreción de prolactina. Desde
el año 2012, estas células han sido reconocidas como neuronas kisspeptina y
poco tiempo después se demostró que coexpresan neurokinina B (NKB) y dinorfina,
por lo que actualmente son conocidas como células KNDy. Las neuronas KNDy se
proyectan hacia -y regulan- las neuronas
TIDA que son cruciales para el control de la secreción de prolactina. Esta
evidencia anatómica ha sido confirmada por la demostración de aferencias KNDy
en las neuronas TIDA. Entonces, existe la conexión entre las neuronas KNDy del
núcleo arqueado y las neuronas TIDA para regular la secreción de prolactina.
Las neuronas KNDy del núcleo arqueado, actuando como un pulso generador
hipotalámico, pueden iniciar la secreción pulsátil concordante de LH y
prolactina a través de la estimulación
de pulsos de liberación de GnRH en el hipotálamo y la reducción
transitoria de la liberación de dopamina
por las neuronas TIDA. La conexión
anatómica ha sido demostrada, pero el mecanismo de acción, al menos en términos
de la inhibición de neuronas TIDA, se mantiene incierto.
Ahora bien, hasta cierto punto, es
sorprendente el rol de las kisspeptinas en el pico preovulatorio de prolactina.
Un estudio reciente reporta que la administración de un antagonista de
kisspeptina a ratas ovariectomizadas preparadas con estradiol bloqueó
completamente el pico preovulatorio de LH inducido por estradiol. Este
tratamiento también suprimió el pico de prolactina que ocurre en estos
animales. Este hallazgo sugiere que la acción de las kisspeptinas también es requerida
para el pico de prolactina. Lo que resulta más sorprendente aún es el hecho que
el pico de secreción de LH no involucra la misma población de neuronas KNDy del núcleo arqueado. La
evidencia reciente sugiere que el pico preovulatorio de LH inducido por
estradiol es estimulado por una
población diferente de neuronas kisspeptina que se encuentra en la región
periventricular rostral del tercer ventrículo (RP3V). Las dos poblaciones de
neuronas kisspeptina parecen segregar la
acción de retroalimentación positiva del estradiol para estimular la liberación de kisspeptinas
(neuronas RP3V) del efecto de retroalimentación negativa del estradiol para
inhibir la liberación de kisspeptinas (neuronas kisspeptina del núcleo
arqueado) y por consiguiente suprimir la secreción pulsátil de LH. Por otra
parte, los nuevos datos sugieren que las kisspeptinas tienen un rol fisiológico
para estimular el pico preovulatorio de prolactina, en el cual está involucrada
la población RP3V. Las neuronas kisspeptina RP3V manejan el pico preovulatorio
de LH y también juegan un rol en la
estimulación del pico concurrente de prolactina. Por lo tanto, la elevación
crónica de prolactina podría provocar la supresión de la secreción de LH. Sería
interesante determinar si este efecto de las neuronas kisspeptina RP3V también
es mediado por una acción sobre las neuronas TIDA o por otro mecanismo aún no
determinado que potencialmente involucra un factor liberador de prolactina. Un
efecto sobre las neuronas TIDA no está fuera de razón pues hay evidencia
anatómica de una proyección de las neuronas kisspeptina RP3V en el núcleo
arqueado.
En conclusión, las kisspeptinas pueden
estimular la secreción de prolactina y LH. La evidencia reciente sugiere una
interacción compleja de neuronas kisspeptina con las neuronas dopaminérgicas
TIDA que controlan la secreción de prolactina e involucra neuronas KNDy del
núcleo arqueado y potencialmente
neuronas kisspeptina RP3V. Cada brote fásico de liberación de
kispeptinas por las neuronas del núcleo arqueado dispara un pulso de liberación
hipotalámica de GnRH y por consiguiente un pulso de LH en la hipófisis, pero
simultáneamente reduce la liberación de dopamina por las neuronas TIDA e induce
un pulso de secreción de prolactina por la hipófisis.
Fuente: Grattan
DR (2018). Coordination or coincidence?
The relationship between prolactin and gonadotropin secretion. Trends in
Endocrinology & Metabolism 29: 3-5.
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