Efecto antidiabético del BDNF
El factor
neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) es un miembro de la familia neurotrofina
(NT) que juega un importante rol en el desarrollo del sistema nervioso central (SNC). El BDNF
regula la maduración, la conexión sináptica, la reparación neuronal y la plasticidad
en muchos grupos de neuronas del SNC y el sistema nervioso periférico. Adicionalmente,
el BDNF también influye en la patología y el tratamiento de enfermedades
neurológicas. Por otra parte, varios estudios reportan una asociación entre
BDNF plasmático y condiciones inflamatorias sistémicas o periféricas, como
síndrome coronario agudo y diabetes mellitus tipo 2 (T2DM). Recientemente, el
BDNF ha recibido mucha atención, con relación a un posible rol en la protección contra la progresión de la T2DM. Algunos estudios sugieren que el BDNF puede ser un futuro
blanco para el desarrollo de nuevas
terapias antidiabéticas.
Los receptores de superficie celular del
BDNF como el p75NT (p75NTR), miembro de la familia del receptor del
factor de necrosis tumoral, y el receptor tirosina quinasa B (TrKB), miembro de
la familia de quinasas relacionadas con la tropomiosina, median funciones
opuestas en las neuronas. El pro-BDNF tiene una alta afinidad por el p75NTR
y estimula la apoptosis neuronal. Por el contrario, el BDNF maduro, considerado
la forma biológicamente activa, tiene
una gran afinidad por el receptor TrKB.
El BDNF promueve el desarrollo y la diferenciación de neuronas, la supervivencia celular y la
plasticidad sináptica. Hay dos isoformas del receptor TrKB abundantemente
expresadas en el cerebro: el TrKB de
longitud completa (o simplemente TrKB)
y el trKB truncado. El BDNF activa cascadas de señalización
intracelulares a través del TrKB para inducir
proliferación y supervivencia neuronal. El TrKB truncado regula la
concentración extracelular de BDNF y activa rutas de señalización
intracelulares. El TrKB truncado induce el crecimiento de neuritas a través de mecanismos
independientes de BDNF. Aunque el mecanismo no está claro, es mutuamente
inhibitorio con el crecimiento mediado por
el TrKB. Además del sistema nervioso, el TrKB está presente en numerosas
células/tejidos como el miocardio y las células α del páncreas. En los
mamíferos, BDNF y TrKB, producidos y
liberados en varios núcleos de hipotálamo e hipocampo, están involucrados en la
homeostasis energética y de la glucosa. Es conocido que la estimulación del receptor melanocortina-4 (MC4R)
disminuye la ingesta de alimentos e incrementa el gasto de energía. Más aún,
varios estudios reportan que el BDNF es un importante mediador de la activación
de la ruta de señalización melanocortinérgica, la cual es ampliamente
expresada en el hipotálamo ventromedial
donde su expresión es regulada por la señal MC4R. Aunque el BDNF está presente principalmente
en el sistema nervioso, también se encuentra en células endoteliales, músculo
esquelético, hígado, tejido adiposo y células del sistema inmune.
Adicionalmente, el BDNF es almacenado en grandes cantidades en plaquetas. Sin
embargo, la regulación del BDNF en sangre periférica es pobremente entendida.
El BDNF es una proteína clave en la
regulación de la ingesta de alimentos y el control del peso corporal. En 1992,
se demostró por primera vez que la infusión intracerebroventricular (icv) crónica
de BDNF atenúa la ganancia de peso en
ratas. Estudios posteriores confirmaron la reducción de la ingesta de alimentos
inducida por BDNF. Además del rol clave en la regulación de la ingesta de
alimentos, el BDNF está relacionado con
la regulación de los niveles de glucosa. La administración intermitente de BDNF
durante tres semanas reduce significativamente las concentraciones sanguíneas
de glucosa y hemoglobina glucosilada (HbA1c) en ratones db/db que se caracterizan
por tener receptores no funcionales de leptina. Asimismo, en estos ratones, la
administración icv de BDNF disminuye la
glucosa sanguínea a niveles normoglucémicos
e incrementa la secreción pancreática de insulina. En islotes de
Langerhans de ratón, el BDNF regula a la baja la secreción de glucagón a través
de receptores TrKB. Los estudios en humanos también demuestran el rol clave del
BDNF en la homeostasis energética. Estos datos sugieren que el BDNF puede
aumentar el gasto de energía y mejorar el balance sistémico de glucosa y la
sensibilidad a la insulina. Por lo tanto, el BDNF puede ser usado en la
prevención y el manejo de la T2DM.
Los experimentos en animales y las
investigaciones clínicas han demostrado que el BDNF juega un rol importante en
la T2DM. Un estudio en 233 pacientes con T2DM reporta disminución de los
niveles plasmáticos de BDNF en
comparación con sujetos no diabéticos. Más aún, los niveles de BDNF se
correlacionaron negativamente con los
niveles de glucosa en ayunas y el
marcador HOMA-IR (una medida indirecta de resistencia a la insulina). Es
posible que los niveles circulantes de BDNF
sean regulados negativamente en respuesta a los niveles plasmáticos de
glucosa. Otro estudio reporta una relación inversa entre los niveles de BDNF y
la duración de la enfermedad. Un dato interesante de este estudio es que los
niveles de BDNF de pacientes femeninas
fueron significativamente mayores que los
correspondientes a pacientes masculinos. Muchos estudios reportan que los estrógenos
modulan la expresión de BDNF. Ratones hembras ovariectomizadas tratadas con
estradiol por 10 días incrementaron la expresión de BDNF en comparación con
ovariectomizadas que recibieron inyección con vehículo. Es bien conocido que
las hormonas sexuales juegan un rol clave en el metabolismo de la glucosa y
tienen un impacto significativo en el
desarrollo de resistencia a la insulina y T2DM. Estos hallazgos sobre las
hormonas sexuales pueden explicar la diferencia de género de los niveles de BDNF en pacientes con T2DM.
La inflamación juega un rol clave en la resistencia a la insulina y la T2DM. La
inflamación de grado bajo ha sido descrita como un factor de riesgo del futuro
desarrollo de T2DM. Muchos estudios han
demostrado una asociación de niveles de BDNF y condiciones inflamatorias. El
nivel plasmático de BDNF se correlaciona
positivamente con citoquinas inflamatorias como la proteína C reactiva de alta
sensibilidad (hs-CRP) y el interferón gamma (IFN-γ) en los pacientes con
hemodiálisis. Esta observación puede sugerir que el BDNF plasmático refleja la condición inflamatoria urémica en
los pacientes con hemodiálisis. Otro estudio reporta una correlación positiva
entre los niveles plasmáticos de BDNF y
leucocitos en pacientes diabéticos. Adicionalmente, se describe una correlación
significativa entre disminución de la concentración de BDNF y CRP en pacientes
con T2DM independiente de obesidad. El BDNF periférico es almacenado en grandes
cantidades en las plaquetas y la concentración plasmática de BDNF puede ser
atribuida a su liberación por las
plaquetas a través de la activación o el
proceso de coagulación. La T2DM es un estado de hipercoagulación y está asociado con hiperreactividad de las
plaquetas. La etiología de la alta reactividad de las plaquetas es compleja y
está relacionada con disturbios metabólicos, hiperglucemia e inflamación
coexistente. En particular, la reactividad plaquetaria aumenta y los marcadores
de inflamación y coagulación tienen concentraciones mayores en los pacientes con T2DM en comparación con
sujetos sanos. Un estudio reciente demuestra que los productos finales de la
glicación avanzada (AGE), los cuales son
expresados en plaquetas humanas y se encuentran elevados en pacientes con T2DM,
tiene efectos adversos sobre las
funciones cardiovasculares. La liberación de BDNF inducida por AGE es un
sistema de defensa biológica en la fase temprana de la diabetes y la elevación crónica de AGE puede inducir
la depleción de BDNF en las plaquetas
durante la progresión de la T2DM.
El incremento en el riesgo de T2DM en la obesidad puede ser parcialmente
descrito por la función alterada del tejido adiposo, el cual es un órgano
endocrino que secreta adipocitoquinas activas como leptina, resistina y
adiponectina. Estas adipocitoquinas son importantes en la regulación de la
homeostasis, el metabolismo de lípidos y carbohidratos y la inflamación. La
leptina es una hormona peptídica y actúa
en el hipotálamo provocando disminución del apetito e incremento del gasto
energético, modulando por tanto el metabolismo y el peso corporal. La expresión
de BDNF en el hipotálamo es regulada por la leptina, la insulina y la glucosa.
La baja expresión de BDNF de BDNF en el núcleo ventromedial del hipotálamo está
asociada con un incremento en la secreción de leptina y la masa grasa
visceral en ratas con T2DM. La administración de BDNF disminuye
significativamente los niveles plasmáticos de peptina concomitantemente con la
supresión del apetito en ratas con T2DM e hiperleptinemia. Otro estudio reporta
que la administración repetida de BDNF disminuye significativamente la
concentración plasmática de leptina en ratones con obesidad inducida por dieta.
Por otra parte, los estudios en humanos demuestran una correlación inversa
entre BDNF y adiponectina y una correlación positiva entre BDNF y leptina. Estos hallazgos indican que el
BDNF y la leptina pueden jugar roles importantes en la regulación central del metabolismo energético y que la desregulación de la señal BDNF resulta en obesidad.
En conclusión, el BDNF puede aumentar el
gasto de energía, mejorar el balance sistémico de glucosa y la sensibilidad a
la insulina. El BDNF también puede ser útil en la prevención y el manejo de la T2DM. Diversos estudios
reportan los efectos antidiabéticos y antilipidémicos del BDNF. Las plaquetas son la fuente
principal del BDNF periférico. El estado inflamatorio crónico, el incremento en la actividad del sistema
inmune y la alteración de citoquinas inflamatorias circulantes en T2DM están
asociados con la expresión de BDNF.
Fuente: Eyileten
C et al. (2017) Antidiabetic effect of brain-derived neurotrophic factor and
its association with inflammation in type 2 diabetes mellitus. Journal of
Diabetes Research, Article ID 2823671.
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