Sirtuinas en la piel
Las sirtuinas (SIRT) comprenden la clase III
de las cuatro clases de desacetilasas de histonas (HDAC I-IV) que juegan roles
importantes en una variedad de funciones celulares. La clase III de HDAC está
enteramente dedicada a las SIRT, sobre
la base de su homología con la proteína de levadura SIR2 (silent information
regulator 2), su dominio catalítico conservado y la dependencia de nicotinamida
adenina dinucleótido (NAD+). Hasta el presente se han identificado siete
miembros de la familia SIRT (SIRT1-7). Aunque el dominio “core” es conservado,
las SIRT difieren en sus dominios N- y C-terminal. Desde un punto de vista
evolucionista, las SIRT son conservadas
desde procariotes hasta células eucariotas y aunque son clasificadas
como HDAC, la familia SIRT es responsable de varios tipos de modificaciones
post-translacionales en proteínas histonas y no histonas, las cuales son
importantes para una variedad de procesos celulares. Por otra parte, a pesar de
las similitudes estructurales, cada SIRT tiene su propio nicho biológico,
desarrollando funciones únicas a través de
mecanismos de regulación críticos en la célula.
En concordancia con sus roles biológicos,
las diferentes SIRT se encuentran localizadas en compartimentos celulares
relativamente discretos. Por ejemplo, las SIRT 1, 6 y 7 están localizadas
principalmente en el núcleo, consistente
con sus roles en la facilitación de la transcripción y la regulación
epigenética. La SIRT2 se encuentra
principalmente en el citoplasma, donde interactúa con proteínas involucradas en
la gluconeogénesis, la estabilización de los microtúbulos y la respuesta inmune
e inflamatoria. Las SIRT 3, 4 y 5 comúnmente se encuentran en las mitocondrias,
los cual está de acuerdo con su importancia en el metabolismo celular. Algunas
de estas SIRT son nucleares y citoplasmáticas, lo cual sugiere un recorrido
núcleo-citoplasma y localizaciones y
roles intracelulares que podrían ser
tipo de célula y tejido dependientes.
La piel, el órgano más grande del
cuerpo, lleva a cabo muchas
funciones vitales. A través de su
compleja estructura, actúa protegiendo al cuerpo del daño al tiempo que proporciona una superficie para interacciones externas. Las funciones de la piel varían desde simples actividades de barrera
hasta complejas actividades de
señalización endocrina y síntesis de
biomoléculas. El daño de la piel altera
su capacidad para realizar estos roles
cruciales y puede ocurrir de muchas formas, incluyendo el estrés ambiental, el
estrés psicosocial y las lesiones físicas. Cada uno de estos estresores tiene diferentes efectos sobre la piel y
algunos pueden no mostrar efectos visibles por un largo tiempo, como la
exposición a rayos UV y el estrés oxidativo. Por otra parte, algunos agentes
potencialmente dañinos como la radiación UV pueden ser beneficiosos o
esenciales para un cuerpo saludable cuando son usados con moderación. Para
mantener el balance necesario de
protección y penetración selectiva, la piel debe regular finamente sus
actividades a través de complejas redes de células, nervios, sustancias
químicas y lípidos que son estructuradas de acuerdo con sus diversos roles.
Keratinocitos, melanocitos, células de
Langerhans y células de Merkel forman la mayoría de células en la piel. La piel
consiste en una serie de capas que van desde la epidermis hasta la dermis. La
epidermis, la capa más externa de la piel, está formada principalmente por
keratinocitos y es responsable de las funciones de barrera. Debajo de la
epidermis está la dermis. Esta capa
contiene los componentes estructurales y nutricionales necesarios para
mantener una epidermis saludable, así como vasos sanguíneos, glándulas y
nervios que hacen tan compleja a la piel. La proximidad de la piel al ambiente
facilita el envejecimiento, el daño celular y tisular, las heridas y las enfermedades.
Desde su descubrimiento, las SIRT han sido
implicadas en el proceso de envejecimiento. Las SIRT interactúan con otros
factores de longevidad como la proteína quinasa activada por AMP (AMPK),
fosfatidilinositol-3-OH quinasa, factor de crecimiento similar a insulina-1
(IGF-1) y blanco mecanístico de rapamicina (mTOR). Sin embargo, el proceso de
envejecimiento aún no es claramente entendido e incluye aspectos de la duración
de la vida, cambios celulares (apoptosis, modificaciones de proteínas y
senescencia aumentada), y cambios cosméticos. Las teorías actuales para estos cambios incluyen disminución de la longitud del telómero a partir de repetidas
divisiones celulares, agotamiento de poblaciones neuronales o “stem cells”,
acumulación de toxinas celulares o daño
del ADN por estresores ambientales. Sobre la base de hallazgos que apoyan su rol en la
longevidad, hay abundante evidencia de la relación entre SIRT y envejecimiento en el cuerpo.
En la piel, las características físicas asociadas con el envejecimiento son
visualmente aparentes. La piel envejecida se vuelve delgada y muestra un
incremento en arrugas, así como disminución en
hidratación y elasticidad. Los investigadores han encontrado que varias
SIRT tienen un perfil de expresión que
cambia dependiendo de la edad de la persona. Por ejemplo, en 2014, un estudio encontró
que los niveles de SIRT1 disminuyen con
la edad en fibroblastos de la dermis aislados de mujeres donantes con edades entre 20 y 67 años. Otro estudio
encontró que los niveles de SIRT1 y SIRT6
disminuyen en fibroblastos de dermis humana y que estos niveles estaban
asociados con disminución de biomarcadores de envejecimiento en las mismas
células. Como los fibroblastos están involucrados en la producción de la matriz extracelular, estos estudios sugieren
que la disminución de los niveles de SIRT en fibroblastos envejecidos puede
tener un efecto en el proceso cronológico del envejecimiento. Adicionalmente,
agregar SIRT6 mientras se reprograman células envejecidas incrementa la
eficiencia de la reprogramación. Estos hallazgos sugieren que la SIRT1 y la
SIRT6 son moléculas importantes en el envejecimiento de las células de la piel.
El desarrollo prematuro de los cambios
fisiológicos observados en el envejecimiento dermatológico de la piel así como la pigmentación
irregular, la profundización de arrugas y una textura maltratada pueden ocurrir
como resultado de un proceso conocido como fotoenvejecimiento. El
fotoenvejecimiento se correlaciona fuertemente con la exposición al sol, con
las radiaciones UVA (320-400 nm) y UVB (290-320 nm) contribuyendo a su
progresión. Los rayos UVB son absorbidos en la epidermis donde causan quemadura
y daños del ADN celular a través de la formación de dímeros ciclobutano
pirimidina y fotoproductos de pirimidona. El daño del ADN que no es
adecuadamente reparado puede provocar un incremento en la senescencia celular,
la apoptosis y la carcinogénesis. Los rayos UVA penetran más profundamente en las capas de la dermis, dañando ADN,
proteínas y lípidos indirectamente a través
de la generación de especies
reactivas de oxigeno (ROS), así como la degradación de colágeno a través de la activación de metaloproteinasas de matriz (MMP). Las
SIRT juegan un rol en los eventos mediados por UVA y UVB, lo cual sugiere que
podrían ser participantes claves en el
fotoenvejecimiento.
La SIRT1 juega un rol en el
fotoenvejecimiento, especialmente través
de la inhibición de MMP y posteriormente
la degradación de colágeno. Los activadores de SIRT1, resveratrol y metformina,
inhiben la MMP-9 y previenen la degradación de colágeno cuando son aplicados a
fibroblastos humanos o piel de ratón previamente expuestos a radiación UV. El
resveratrol también inhibe la expresión de MMP-1. Este rol protector de la
SIRT1 en el fotoenvejecimiento inducido por radiación UV también se ha
reportado en muestras clínicas en las
cuales la expresión de SIRT1 y MMP-1 aumenta en respuesta a la radiación UVA en piel humana en estudios in vivo e in vitro. El rol de la
SIRT1 en el daño del ADN mediado por UVB ha sido demostrado en varios
experimentos in vitro en fibroblastos humanos. La radiación UVB disminuye los
niveles de SIRT1 en estas células. La sobreexpresión de SIRT1 en fibroblastos
humanos resulta en protección de la senescencia celular y el estrés oxidativo,
presumiblemente a través de la supresión de la acetilación de p53. Sin embargo,
los estudios in vivo demuestran que la historia de la SIRT1 es más compleja y el nivel de expresión de
SIRT1 es crítico para su rol en la
protección contra UVB. Contrario a los hallazgos in vitro en fibroblastos, la
supresión de SIRT1 homozigota específicamente
en keratinocitos suprime el desarrollo de cáncer de piel en ratones vía activación de p53 y apoptosis
inducida por UVB, mientras la supresión de SIRT1 heterozigota promueve la
carcinogénesis de piel inducida por UVB. Entonces, hasta el presente, el
rol de la SIRT1 como promotora o
supresora en el inicio del cáncer inducido por UVB no está claro y puede variar
con el tipo de célula/tejido o los niveles de proteína. La investigación sobre
el rol de las restantes SIRT en la respuesta al daño por UV es limitada. Algunos estudios in vitro demuestran que los
niveles de SIRT4 aumentan en fibroblastos expuestos a UVB y esto se
correlaciona con un incremento en la senescencia celular. Este hallazgo ha sido
corroborado in vivo en muestras de piel humana. Por otra parte, un estudio
reciente demuestra que la SIRT6 incrementa en keratinocitos humanos en
respuesta a la exposición a UVB. Estos hallazgos sugieren que SIRT4 y
SIRT6 juegan roles protectores en la
respuesta a la exposición a la radiación UVB.
Las ROS son generadas en la piel expuesta a
UVA a través de la excitación de
fotosensibilizadores, los cuales transfieren energía al oxigeno molecular para
producir aniones superóxido o radicales hidroxilo. Estas ROS tienen la
capacidad para causar daño celular significativo, pero también tiene un rol
funcional en rutas de señalización molecular.
Los controles endógenos para daño celular incluyen la conversión de las
ROS en especies menos reactivas como
cuando la superóxido dismutasa reacciona
con los aniones superóxido para formar peróxido de hidrogeno (H2O2).
Sin embargo, aunque el H2O2 es bastante menos reactivo
que otras ROS, aún tiene la capacidad para causar estrés oxidativo a través de
la posterior conversión a compuestos más dañinos. Varios estudios demuestran
que el estrés oxidativo inducido por H2O2 se correlaciona
con una disminución de los niveles de SIRT1 en los keratinocitos. El
tratamiento con resveratrol previene la muerte celular inducida por H2O2,
disminuye la proliferación y suprime la senescencia, mientras los inhibidores
de SIRT1, sirtinol y nicotinamida, aumentan la muerte celular inducida por H2O2.
Los keratinocitos también pueden ser protegidos del daño por H2O2
y la autofagia a través del tratamiento
con melatonina, un efecto que es revertido con el tratamiento con sirtinol. En
conjunto, estos datos sugieren que la SIRT1 tiene un rol activo en la
prevención del daño celular inducido por H2O2, aunque el
mecanismo es complejo. En este contexto, múltiples rutas de señalización han
sido involucradas en la respuesta celular al estrés oxidativo en la piel. Por
ejemplo, la señal JNK ha sido implicada en el incremento de SIRT1 y la
p53funciona en la regulación hacia abajo de la muerte de keratinocitos inducida
por H2O2. Otros estudios sugieren un rol coordinado entre
SIRT1 y AMPK en la regulación hacia abajo de la activación de FOXO3 que afecta la senescencia y
proliferación celular inducidas por H2O2, así como
interacciones entre SIRT1 y FOXO3a en la resistencia al estrés oxidativo
inducido por UVB. Otra SIRT, la SIRT3, también juega un rol en el mantenimiento
de la piel a través de la diferenciación de keratinocitos inducida por estrés
oxidativo, un proceso que es crucial para la regeneración y el mantenimiento de
la piel. Este proceso está fuertemente relacionado con la expresión de SIRT3 y
su carencia induce diferenciación a través del incremento de ROS y generación
mitocondrial de superóxido en respuesta al tratamiento con H2O2.
El rol de la SIRT3 en la regulación del estrés oxidativo puede extenderse al
estrés inducido por estresores ambientales.
Las SIRT, además de sus roles en el
envejecimiento, el daño UV y el estrés oxidativo, afectan la salud de la
piel en diferentes enfermedades incluyendo
enfermedades inflamatorias, autoinmunes e hiperproliferativas así como
infecciones cutáneas, enfermedades hereditarias y cáncer. Por otra parte, la cicatrización de heridas
en la piel es acelerada por la
activación de diferentes SIRT. Por
ejemplo, en ratones, la activación de las SIRT 1, 2 y 3 a través del
tratamiento con MC2562 o la activación de la SIRT1 con resveratrol acelera la
reparación de heridas mediante un incremento en la proliferación de
keratinocitos. Adicionalmente, estudios recientes relacionan a la SIRT1 con
varias enfermedades de la piel. En este contexto, es conocido que la activación
de SIRT1 vía resveratrol mejora la psoriasis en humanos. Asimismo, la SIRT1
juega un rol en la regulación de la
activación de fibroblastos en la esclerosis sistémica a través de la señal
TGF-β. La Sirt1 también juega un rol protector
en el vitíligo y ayuda a mantener la integridad de la barrera de la
piel.
El cáncer de la piel es uno de los mayores
problemas de salud en el mundo. El melanoma se desarrolla a partir de los
melanocitos mientras los canceres de la piel no melanomas (NMSC) proviene de otras células en la piel. Los NMSC como los carcinomas de
células basales (BCC) y células escamosas (SCC)
raramente desarrollan metástasis y generalmente son removidos por un
dermatólogo, mientras el melanoma puede
ser más peligroso porque rápidamente
desarrolla metástasis si no es diagnosticado
y removido en sus estadios
tempranos. Hasta el presente, el tratamiento quirúrgico y farmacológico del melanoma
no ha sido suficientemente efectivo. Por otra parte, el uso de las SIRT
en el tratamiento del melanoma es complicado
por el hecho que estas proteínas pueden
trabajar tanto como supresoras y como
promotoras de tumores dependiendo de
varios factores, incluyendo el tipo de célula y tejido. Varios estudios
reportan sobreexpresión – e incremento
en la actividad- de SIRT1 en células y tejidos con melanoma. Otro estudio
sugiere que la SIRT2 puede ser un contribuyente clave en la progresión y la resistencia a drogas en
el melanoma. El rol de la SIRT3 en el melanoma ha sido investigado en un
estudio reciente que sugiere que esta proteína juega un rol oncogénico en el melanoma. Con relación al SCC de la
piel, el rol de las SIRT no está muy claro. Varios estudios apoyan una función
oncogénica de las SIRT en el SCC. Asimismo, algunos estudios reportan la
sobreexpresión de las siete SIRT, a nivel de ARNm, en muestras de tejido con
SCC. El BCC es el más común de los
canceres de la piel y un estudio reciente
demuestra la expresión de las
siete SIRT en muestras de pacientes con BCC con relativa regulación hacia abajo
de las SIRT 2 y 3 en comparación con el tejido normal.
En conclusión, las SIRT son una familia de
proteínas que integran la clase III de
las desacetilasas de histonas. Estas
proteínas dependientes de NAD+ están involucradas en una variedad de funciones
y procesos celulares relevantes en la piel. En la piel, varias SIRT juegan
roles importantes en las respuestas al envejecimiento, el daño UV, el estrés oxidativo y la reparación de heridas.
Adicionalmente, investigaciones recientes involucran a las SIRT en muchas
condiciones de la piel, incluyendo psoriasis y canceres de la piel.
Fuente:
García-Peterson LM et al (2017). Sirtuins in skin and skin cancers. Skin
Pharmacology and Physiology 30: 216-224.
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