Regulación del nicho eritropoyético embrionario
En los mamíferos adultos, la eritropoyesis
normalmente está restringida a la médula ósea. Durante el desarrollo
embrionario, la eritropoyesis no está limitada
a un sitio único sino que puede ser localizada en varios sitios, los
cuales varían con la edad de desarrollo del embrión o feto. Esta migración de
las “stem cells” hematopoyéticas
(HSC) a través del saco vitelino,
la placenta y el embrión/feto depende del estado de desarrollo embrionario y
requiere la formación de microambientes
de soporte, llamados nichos eritropoyéticos.
Ontogénicamente, la actividad hematopoyética
puede ser identificada en saco vitelino,
aorta dorsal a nivel del mesonefro gonadal (AGM), placenta, arteria vitelina,
arteria onfalomesentérica, hígado, bazo, músculo esquelético que rodea a los
huesos largos y médula ósea. La eritropoyesis puede ser dividida en primitiva y
definitiva. En la eritropoyesis primitiva, las primeras células se originan a
partir de diferentes poblaciones del mesodermo que se origina en la línea media
posterior del epiblasto. Las células eritropoyéticas definitivas derivan de la
placa lateral del mesodermo. En el embrión de ratón, tanto la eritropoyesis
primitiva como la eritropoyesis definitiva se inician en el saco vitelino. Sin
embargo, la eritropoyesis definitiva se desvía más tarde hacia el hígado fetal.
La hematopopoyesis embrionaria puede ser
dividida en tres ondas o estadios, una primitiva y (al menos) dos definitivas.
La hematopoyesis primitiva es una onda transitoria de producción sanguínea que
no da origen a células encontradas en el adulto y es distinta a la hematopoyesis definitiva que ocurre en el hígado fetal. La
hematopoyesis primitiva se caracteriza por la producción de glóbulos rojos que
expresan hemoglobina fetal así como la producción de megacariocitos y
macrófagos primitivos. Por el contrario, durante la hematopoyesis definitiva,
los glóbulos rojos expresan hemoglobina adulta y son generados con progenitores
linfoides y stem cell hematopoyéticas con propiedades multilinaje.
El saco vitelino es un tejido similar a
membrana que rodea al feto de ratón y es el primer sitio hematopoyético. En el
embrión humano, el saco vitelino es una membrana de corta vida que gradualmente
es reabsorbida durante el desarrollo. El saco vitelino de ratón contiene
estructuras conocidas como “islas de sangre” compuestas por grupos de células
endoteliales vasculares y células hematopoyéticas en desarrollo que se forman
en la luz de las estructuras vasculares. Estas células hematopoyéticas incluyen
células eritroides primitivas, macrófagos y megacariocitos. Es conocido que
estas células sanguíneas derivan del mesodermo y su diferenciación es promovida
por IHH (Indian Hedgehog) y VEGF (Vascular Endothelian Growth Factor)
secretados por el endodermo visceral adyacente al mesodermo, el cual sirve como
nicho.
Las células eritroides primitivas y los proeritroblastos definitivos entran en
la circulación sanguínea y casi todos los eritrocitos prematuros terminan su
maduración. Los eritroblastos primitivos maduros pueden ser observados en la
circulación sanguínea hasta tres semanas después del nacimiento. En el saco
vitelino, además de actividad hematopoyética primitiva, se observa actividad
hematopoyética definitiva con células rojas tipo adulto, células progenitoras
mieloides, células formadoras de colonias altamente proliferativas, células
precursoras de linfocitos B y HSC. Las
células endoteliales vasculares del saco vitelino secretan factores de
crecimiento como TGFβ1 y
angiopoyetina-1. El endodermo visceral también produce factores de crecimiento
que apoyan la hematopoyesis. El análisis transcriptoma del saco vitelino maduro
revela cambios en la expresión de genes que solamente se han observado en el
epitelio gástrico. Esto incluye a la gastroquina-2, un pequeño péptido
normalmente producido por las células epiteliales gástricas, la cual es fuertemente expresada por las células del
endodermo visceral cuando la actividad hematopoyética en el saco vitelino está
finalizando.
La
AGM deriva de la región para-aortica-esplacnopleural (p-Sp) y contiene
una variedad de células sanguíneas
incluyendo HSC, células progenitoras linfoides, células progenitoras mieloides
y células progenitoras eritroides adultas producidas como parte de la
hematopoyesis definitiva. La región AGM contiene tres arterias: aorta, onfalomesentérica y
vitelina. Estas arterias contienen grupos intra-aorticos de células (IAC) adheridos al endotelio vascular que
consisten de HSC y células progenitoras
que expresan c-kit, CD31 y CD34. La región AGM actúa como nicho hematopoyético
y está compuesta por numerosos tipos de células que secretan factores
hematopoyéticos, los cuales controlan el desarrollo y la diferenciación de células sanguíneas. Entre estas células,
las células endoteliales vasculares expresan el gen jag1 y secretan factor stem
cell (SCF). Las células mesenquimales expresan los genes tromobopoyetina (Tpo)
y Hedgehog (Dhh, Ihh, Shh) y secretan
proteínas BMP4 e IL3. Las células mesonéfricas, las cuales formarán el
riñón, secretan proteína CSF1 y los IAC expresan genes para factores
hematopoyéticos (Notch1, Ptcc1, Bmpr2, AIK3,
AIK6) y proteínas KIT, MPL, IL-3Ra, CSF1R. Los IAC derivan de células
endoteliales vasculares, incorporan Ac-LDL y migran al hígado.
La placenta es formada a partir de la fusión
del alantoides en el lado fetal y el corion que existe en el lugar donde más
tarde se formará la placenta y el cordón umbilical. La placenta funciona como
intercambiador de O2 y CO2 entre la madre y el feto, pero
también funciona como órgano hematopoyético. En el ratón, el alantoides es un
sitio de eritropoyesis definitiva. La placenta juega un rol en la producción de
HSC para suplir al hígado fetal y a la región AGM. Similar a la región AGM, la
placenta también contiene IAC. La expresión del gen Scf ha sido detectada en
las células que rodean a los IAC, mientras las células endoteliales
vasculares expresan altos niveles de SCF. El factor de crecimiento derivado de
plaquetas (PDGF)-β secretado por células
endoteliales vasculares regula la
expresión del gen eritropoyetina (Epo), el cual regula indirectamente la
eritropoyesis. Sin embargo, dado que el trofoblasto no expresa EPO durante la
hematopoyesis normal, esta regulación puede ocurrir bajo condiciones que
alteran la señal PDGF-β/PDGFR.
El hígado fetal actúa como sitio de
expansión de HSC y de diferenciación de
progenitores mieloides, linfoides, eritroides y megacariocitos. Las HSC
generadas en el saco vitelino, la región AGM y la placenta migran al hígado.
La actividad hematopoyética en el hígado comienza tempranamente después del
inicio del desarrollo hepático. Las HSC
de otros órganos incrementan el número de HSC en el hígado fetal a través de la
autorenovación y la diferenciación en progenitores. Los progenitores luego se
diferencian en varios tipos de células rojas maduras, incluyendo
eritrocitos tipo adulto. El hígado fetal también contiene células no
hematopoyéticas, incluyendo hepatoblastos (progenitores de hepatocitos),
angioblastos sinusiodales y células endoteliales. Aunque el tamaño y el peso
del hígado incrementan a lo largo del desarrollo, la proporción de células
hematopoyéticas alcanza un pico (74%) y, cuando esto ocurre, el hígado se
desvía hacia una función hepática y disminuye la actividad hematopoyética. Los
focos hematopoyéticos contienen hepatoblastos y una isla hematopoyética (EBI)
en el centro. Las EBI son nichos hematopoyéticos con grupos multicelulares de progenitores eritroides alrededor de un
macrófago central. El macrófago aporta el hierro requerido para la síntesis de
la hemoglobina de los eritroblastos. Los hepatoblastos se diferencian en células hepáticas y células epiteliales
biliares. La integrina β1, también conocida como CD29, es altamente expresada
en la superficie de las células hematopoyéticas del hígado fetal.
Funcionalmente, la integrina β1 es esencial para la hematopoyesis en el hígado
fetal.
El bazo es uno órgano hematopoyético que sirve de puente
entre el hígado fetal y la medula ósea. El bazo sirve como sitio para la eritropoyesis tipo adulto. Sin
embargo, poco se conoce sobre la función
del bazo fetal como nicho eritropoyético. Las células mesenquimales expresan CD51 y promueven la
eritropoyesis a través de la secreción
de factores eritropoyéticos como SCF y factor de crecimiento similar a insulina
1 (IGF1), los cuales son altamente expresados. La expresión de EPO también es detectada en el bazo, lo
cual indica que en el embrión de ratón, la eritropoyesis definitiva pasa del hígado al bazo.
Las HSC proliferan en el hígado fetal y el
bazo y luego se alojan en la médula ósea antes del nacimiento para iniciar la
hematopoyesis tipo adulto en este sitio. Las HSC que derivan del hígado
fetal se acumulan en el músculo esquelético cerca de los huesos
largos, y un subgrupo de ellas migra a la médula ósea. Sin embargo, el
significado fisiológico del rol del músculo esquelético como nicho hematopoyético no está muy claro.
En conclusión, la eritropoyesis ocurre en
dos ondas durante el desarrollo intrauterino, primero la eritropoyesis
primitiva seguida por la eritropoyesis definitiva. En el ratón, ambos procesos
se originan en el saco vitelino. La onda definitiva migra al hígado, el bazo y
la médula ósea en la medida que se forman estos órganos. El hígado fetal sirve
como el principal órgano para la expansión de células hematopoyética y la
maduración eritroide después de la mitad de la gestación. El nicho
eritropoyético, el cual expresa citoquinas críticas como factor de stem cells
(SCF), trombopoyetina (TPO) y los factores de crecimiento similares a insulina
IGF1 e IGF2, apoya la expansión hematopoyética en el hígado fetal. Los
hepatoblastos apoyan la hematopoyesis en
el hígado fetal a través de la liberación de eritropoyetina (EPO) y SCF.
Fuente: Yumine A
et al (2017). Regulation of the embryonic erythropoietic niche: a future
perspective. Blood Research 52: 10-17.
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