Acciones glucoreguladoras de la leptina
En humanos y roedores, la leptina es una
proteína de 167 aminoácidos secretada principalmente por el tejido adiposo
blanco (TAB) en la circulación sanguínea y puede ser transportada a través de
la barrera hematoencefálica. La leptina también es expresada, aunque en
pequeñas cantidades, en tejido adiposo
marrón (TAM), glándula mamaria, placenta, músculo esquelético, estómago e
hipófisis. Los niveles de leptina, en humanos y roedores, generalmente se correlacionan con la cantidad
de grasa del cuerpo, excepto durante el ayuno. Los niveles circulantes de
leptina son similares entre humanos
delgados, ratas y ratones y varían entre 0,5 y 15 ng/ml. En ratones, el gen del
receptor de leptina por “splicing” alternativo produce seis isoformas,
LepRa-LepRf. Todas las isoformas, excepto LepRe tienen dominios extracelular y
transmembrana idénticos pero difieren en la longitud de la región intracelular.
La forma larga del receptor de leptina (LepRb) es la única isoforma capaz de
activar la ruta de señalización janus quinasa (JAK)-transducción de señal y
activadores de transcripción (STAT) y es el principal mediador de los efectos
metabólicos de la leptina. La activación de la JAK resulta en la
autofosforilación de múltiples residuos
tirosina cuya activación crea el sitio de unión para moléculas STAT. La fosforilación
de la STAT3 resulta en su
dimerización y translocación nuclear
para actuar como un factor de
transcripción que afecta varios genes, incluyendo al supresor de señal
citoquina 3, el cual actúa en un asa de retroalimentación negativa para afectar
la señal de leptina después de estimulación prolongada. La isoforma LepRb está
distribuida en el sistema nervioso central (SNC) y la periferia. En humanos, la
carencia de leptina o su receptor debido a mutaciones, causa obesidad y afecta la tolerancia a la glucosa.
En roedores, la mejoría de la hiperglucemia
con el tratamiento con leptina inicialmente fue atribuida a los efectos
secundarios de la reducción de peso
corporal. Sin embargo, numerosas observaciones sugieren que la leptina puede
tener efectos metabólicos independientemente de la reducción de peso corporal.
(1) En ratones ob/ob y db/db, la hiperinsulinemia precede a la obesidad, lo
cual sugiere que la mejoría de la regulación de la glucosa ocurre de una manera distinta a la ganancia
de peso. (2) Los ratones ob/ob que consumen la misma cantidad de alimentos que
los ratones ob/ob tratados con leptina no mejoran la los niveles de glucosa
sanguínea o insulina plasmática en la misma extensión que los animales tratados con leptina. (3)
Una dosis baja de leptina (1mg/kg/día) es incapaz de disminuir el peso
corporal, pero es capaz de normalizar los niveles de glucosa e insulina en ratones ob/ob. (4) La disrupción aguda de
la señal leptina con un antagonista de leptina eleva los niveles de glucosa e
insulina antes de alterar el peso corporal. (5) Roedores y humanos con
lipodistrofia acompañada por pérdida de
tejido graso y niveles de leptina extremadamente bajos también exhiben
hiperglucemia, hiperinsulinemia y resistencia a la insulina que son corregidas
con el tratamiento con leptina. (6) Roedores con deficiencia de leptina a los
cuales les han eliminado los depósitos de tejido adiposo blanco, exhiben
hiperglucemia, resistencia a la insulina y alteración de la tolerancia a la
glucosa, las cuales se normalizan con el tratamiento con leptina. En conjunto,
estos hallazgos demuestran que la señal leptina puede influir en la regulación
de la glucosa independientemente de sus
efectos sobre el peso corporal.
Los estudios para conocer las regiones del
SNC involucradas en la regulación de la glucosa mediada por leptina involucran
la inyección de leptina en regiones específicas del cerebro, la alteración
genética o la restauración del LepR en
poblaciones neuronales específicas. Los LepR son expresados primariamente en
neuronas GABAergicas y, en menor extensión, neuronas glutamatérgicas de varias
regiones del hipotálamo incluyendo núcleo ventromedial (NVM), núcleo arqueado o
infundibular (ARC), área hipotalámica lateral (AHL) y núcleo dorsomedial (NDM),
así como también regiones extra-hipotalámicas. Las neuronas que responden a la
leptina en estas regiones constituyen poblaciones heterogéneas que no han sido
completamente caracterizadas. Sin embargo, las principales poblaciones
neuronales implicadas en los efectos sobre la homeostasis de la glucosa
mediados por leptina se encuentran en NVM y ARC. La inyección de leptina en el
NVM de ratas delgadas no afecta los niveles de glucosa sanguínea o insulina
plasmática pero estimula la captación de glucosa en TAM, músculo esquelético y
corazón. Sin embargo, en ratas diabéticas con estreptozotocina (STZ), la
inyección de leptina en el NVM normaliza completamente los niveles de glucosa
sanguínea y la producción hepática de glucosa pero no afecta la captación de
glucosa en TAM o músculo esquelético. En el NVM, las neuronas glutamatérgicas
que expresan factor esteroidogénico-1 (SF1) han sido implicadas en la
regulación de la glucosa y el peso corporal. En animales delgados, la acción de
la leptina sobre las neuronas SF1 puede contribuir a la homeostasis de la
glucosa, pero en un estado hiperglucémico, otras células en el NVM pueden estar
involucradas en la reducción de la glucosa sanguínea mediada por la leptina.
El ARC contiene neuronas que producen
pro-opiomelanocortina (POMC) y neuropéptido Y/proteína relacionada con el
agouti (AgRP) y expresan LepR, y son estimuladas e inhibidas por la leptina,
respectivamente. Las proyecciones de las neuronas POMC y NPY/AgRP al núcleo
periventricular (NPV) del hipotálamo median
efectos opuestos de la leptina sobre la ingesta de alimentos y el gasto
de energía a través del balance entre α-MSH (secretada por neuronas POMC) y NPY/AgRP
sobre receptores melanocortina 4 (MC4R). Estos circuitos han sido manipulados
para investigar el rol de estas poblaciones neuronales en la reducción de la
glucosa sanguínea mediada por leptina. La inyección de leptina en el ARC
incrementa la captación de glucosa en el TAM de ratas delgadas. Sin embargo, la
pérdida de LepR en las neuronas POMC de ratones ob/ob no bloquea la acción de
la leptina sobre la reducción de glucosa y en ratones inyectados con STZ solo
previene parcialmente la reversión de la
hiperglucemia mediada por leptina. Por
lo tanto, la acción de la leptina exclusivamente sobre neuronas POMC es
suficiente -pero no requerida únicamente- para disminuir la glucosa sanguínea
en ratones.
Las neuronas NPY/AgRP son GABAergicas y la
restauración de la expresión de LepR en estas neuronas de ratones ob/ob
normaliza completamente los niveles de glucosa sanguínea mientras la perdida de
LepR en las mismas neuronas bloquea la
acción de la leptina sobre los niveles de glucosa sanguínea. Por otra parte, en
ratones inyectados con STZ, la falta de GABA en las neuronas que expresan LepR
no previene las acciones de la leptina sobre la disminución de glucosa, lo cual
sugiere que el GABA no media el efecto de la leptina sobre la reducción de
glucosa. La lesión del LepR de neuronas glutamatérgicas resulta en un
incremento en el peso corporal y ningún cambio en los niveles de glucosa. Las
neuronas glutamatérgicas que responden a la leptina incluyen poblaciones
neuronales en NVM, NDM, AHL y un pequeño subgrupo de neuronas POMC, pero no son
necesarias para los efectos reductores de glucosa de la leptina. En
conjunto, estos hallazgos sugieren que
las neuronas GABAergicas, en particular las neuronas NPY/AgRP, juegan un rol en
los efectos de la leptina sobre la reducción de glucosa, pero el GABA en sí no
es requerido.
El SNC actúa a través de los sistemas
nerviosos simpático y parasimpático para modular tejidos periféricos. En
roedores delgados, la inyección intravenosa o ICV de leptina incrementa actividad simpática en TAM, músculo
esquelético, hígado, riñón y glándulas adrenales y la actividad parasimpática en
el hígado. Más aún, la microinyección de leptina en el NVM de ratas delgadas
incrementa la captación de glucosa en el TAM, la cual es bloqueada con la
desnervación simpática quirúrgica. Sin embargo, en ratones inyectados con STZ,
ni la simpatectomía química parcial, la vagotomía subdiafragmática, el
antagonismo de receptores β-adrenérgicos o la lesión de estos receptores,
bloquean la acción reductora de glucosa de la leptina. Por el contrario, la
vagotomía hepática en ratones delgados con diabetes mellitus tipo 2 inhibe
modestamente la acción de la leptina para mejorar la tolerancia a la glucosa.
Colectivamente, estos estudios proporcionan evidencia que la leptina estimula
los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.
La insulina y el glucagón, sintetizados por
células β y α de los islotes pancreáticos, respectivamente, son reguladores
claves de la homeostasis de la glucosa.
El tratamiento con leptina, además de disminuir los niveles sanguíneos de
glucosa, reduce la insulina circulante en ratones ob/ob. Más aún, la secreción de
insulina disminuye minutos después de la administración de leptina en islotes
pancreáticos de ratones, ratas y humanos y los niveles de mARN de proinsulina disminuyen
24 horas después de la inyección de
leptina en ratones ob/ob. Estos datos indican que la leptina puede suprimir la
producción y secreción de insulina por las células β. La disminución de
insulina mediada por leptina no es secundaria a la disminución de glucosa pues
también se observa con el tratamiento con leptina en ratones delgados
euglucémicos. La insulina puede actuar sobre el tejido adiposo para estimular
la producción y secreción de insulina. Esta interacción ha sido llamada eje
adipoinsular, un asa de asa de retroalimentación hormonal dual que involucra a
la insulina de las células β y la leptina del tejido adiposo, y puede funcionar
para mantener el balance de nutrientes. Aunque los efectos directos de la
leptina sobre las células β son controversiales, los efectos indirectos sobre
la supresión de la producción y secreción de insulina no son ambiguos. En este
contexto, la administración ICV o sistémica de leptina reduce los niveles de
insulina en roedores y la lesión de los LepR en cerebro de ratón resulta en
hiperinsulinemia, lo cual sugiere que la regulación de insulina por leptina
puede ser mediada a través del SNC. Por lo tanto, la leptina puede reducir la
hiperinsulinemia a través del SNC, pero no está claro si los LepR en las
células β afectan directamente los niveles de insulina.
La hiperglucagonemia está presente en
roedores deficientes en leptina o diabéticos-STZ, y el tratamiento con leptina
reduce los niveles circulantes de glucagón en ambos modelos. Algunos estudios
in vitro apoyan un rol directo de la
leptina sobre las células α. Por ejemplo, la incubación de islotes de ratón y
humano con leptina disminuye las oscilaciones de calcio, el mARN de
preproglucagón, el contenido intracelular de glucagón y la secreción de
glucagón. Sin embargo, in vivo la lesión de LepR en células α no resulta en
alteraciones de la homeostasis de glucosa. Este hallazgo sugiere que el LepR en
células α (u otras células que expresan proglucagón) no juega un rol critico en
la homeostasis de glucosa. Aunque no está claro si la leptina actúa
directamente sobre las células α para disminuir la producción de glucagón, la
administración sistémica o ICV de leptina en ratones diabético no obesos o
diabéticos-STZ reduce los niveles plasmáticos de glucagón. La leptina
administrada ICV puede disminuir el
contenido de glucagón en el páncreas, lo cual sugiere que la leptina puede
actuar a través del cerebro para suprimir la producción de glucagón en las células α. Dado que el
glucagón contribuye a la hiperglucemia a través de la promoción de la
producción hepática de glucosa, se ha postulado que el efecto reductor de glucagón puede contribuir
al efecto glucorregulador de la leptina. Sin embargo, la disminución de
glucagón puede no ser crítica para las
acciones metabólicas de la leptina. Por
ejemplo, la administración de una dosis baja de leptina a ratones
diabéticos-STZ induce solo una ligera reducción en la glucosa sanguínea a pesar
de la normalización de los niveles plasmáticos de glucagón. Por lo tanto,
aunque la disminución de glucagón puede ser beneficiosa para la diabetes, no
parece contribuir a la acción reductora de glucosa de la leptina.
La expresión de LepR ha sido detectada en el
eje HHA (hipotálamo, hipófisis anterior
y corteza adrenal) de roedores y humanos. En ratones ob/ob y ratones con
deficiencia de insulina, los niveles de ACTH y corticosterona son elevados y la
administración de leptina puede reducir los niveles de estas hormonas. La
leptina suprime la liberación de glucocorticoides estimulada por ACTH en cultivos de células adrenocorticales de
ratas y humano, lo cual sugiere que la leptina puede tener un efecto directo
sobre esas células en el eje HHA. Adicionalmente, la leptina ICV normaliza los
niveles de corticosterona en ratones
diabéticos-STZ, por lo que la supresión del eje HHA también podría ser
mediada a través del SNC. Algunos
estudios sugieren que la leptina normaliza la glucosa sanguínea disminuyendo los niveles circulantes de
glucocorticoides.
La expresión de LepRb ha sido reportada en músculo esquelético. Sin
embargo, hay evidencia conflictiva sobre el efecto directo de la leptina sobre
el músculo esquelético. Algunos estudios reportan que no observaron ningún efecto
del tratamiento con leptina sobre la captación de glucosa, mientras otros
estudios demuestran un efecto de la
leptina sobre el transporte de glucosa y la síntesis de glucógeno a
través de la actividad de la fosfoinositido 3-quinasa (PI3K) y la fosforilación
de la proteína sustrato de insulina (IRS)-2. Adicionalmente, el tratamiento de
músculo soleo aislado de roedores con leptina sola o en combinación con
insulina incrementa la captación de glucosa, la oxidación de la glucosa y la síntesis de
glucógeno. Por lo tanto, la leptina puede tener un rol directo sobre la
sensibilidad a la insulina, la captación y utilización de glucosa y la síntesis de glucógeno en el músculo
esquelético. Por otra parte, in vivo, la leptina ICV promueve la captación de
glucosa y aumenta la sensibilidad a la
insulina en músculo esquelético, lo que sugiere un rol del SNC en la regulación
de la captación de glucosa en músculo
esquelético. La inyección de leptina en el hipotálamo incrementa la actividad
de la proteína quinasa activada por 5´adenosina monofosfato (AMPK) en los
músculos soleo y gastronemio de ratón. El incremento en la actividad de la AMPK
estimula la oxidación de ácidos grasos y
mejora la sensibilidad a la insulina. Estos estudios sugieren que la leptina
puede promover la captación de glucosa en el músculo esquelético y este efecto es mediado a través de la señal
leptina en el SNC.
En años recientes, el TAM ha generado mucho interés
debido a su capacidad para captar
glucosa y disipar energía como calor. La leptina puede tener efectos directos sobre
el TAM pues el LepR es expresado en TAM de ratón. Adicionalmente, la
fosforilación y translocación de STAT-1
y STAT-3 ha sido detectada en adicpocitos marrones tratados con leptina. En
cultivos de adipocitos marrones, la leptina inhibe la captación de glucosa
estimulada por insulina y reduce la actividad de la proteína IRS-1, lo que
sugiere una interacción negativa entre leptina e insulina en el TAM. In vivo, la administración ICV de
leptina en ratones delgados, ratones ob/ob y ratones diabéticos-STZ estimula la
captación de glucosa, la expresión de transportador de glucosa GLUT4 y la
expresión de las proteínas desacopladoras (UCP) 1 y 3 en el TAM. Dado que la
UCP1 puede mediar la termogénesis y la disipación de energía como calor, se ha
propuesto la hipótesis que la UCP1 puede ser requerida para el efecto
antidiabético de la leptina. Sin embargo, a pesar del efecto inhibidor de la señal leptina sobre la captación de
glucosa en el TAM, parece ser que in vivo la acción de la leptina a través del
SNC es suficiente para incrementar la captación de glucosa de una manera independiente de UCP1 en el
TAM. El LepRb es expresado en TAB de ratón. En contraste con el efecto de la
leptina sobre el TAM in vivo, la administración sistémica o IVC de leptina no
promueve y tampoco suprime la captación de glucosa o la expresión de GLUT4
en TAB de ratones delgados y ratones
ob/ob. A pesar de estos efectos opuestos sobre la captación de glucosa mediada
por el SNC, el efecto directo de la leptina sobre el TAB es similar al que se
observa en el TAM que consiste en la inhibición de la acción de la insulina. En
adipocitos blancos aislados, la incubación con leptina altera la captación de
glucosa estimulada por insulina, la síntesis de glucógeno, la fosforilación del
receptor de insulina y la unión de insulina a su receptor. En conjunto, estos
datos sugieren que la leptina directamente o indirectamente inhibe la captación
de glucosa en el TAB.
La evidencia reciente sugiere que los ácidos
grasos y el glicerol resultantes de la lipólisis pueden influir en la
producción hepática de glucosa y jugar un rol en el efecto reductor de glucosa
de la leptina. Sin embargo, el efecto de la leptina sobre la lipólisis difiere
sustancialmente entre ratones delgados y ratones ob/ob en comparación con
ratones diabéticos deficientes de insulina. En roedores deficientes de leptina
y delgados, el tratamiento con leptina causa pérdida de masa de TAB. Los
adipocitos de ratones delgados y ratones ob/ob incubados con leptina
incrementan la liberación de glicerol, indicando un aumento de la lipólisis.
Más aún, in vivo, una simple inyección de leptina en roedores delgados o
ratones ob/ob incrementa los niveles plasmáticos de glicerol y ácidos grasos,
mientras en ratones con diabetes no controlada, el tratamiento con leptina
disminuye los niveles plasmáticos de glicerol y ácidos grasos. Por otra parte, en ratas diabéticas, la
administración de un inhibidor de la lipasa de triglicéridos en el TAB previene
el efecto lipolítico de la corticosterona, lo que sugiere que la leptina
suprime la lipólisis a través de la reducción de los niveles de corticosterona.
Entonces, en presencia de insulina, la leptina incrementa la lipólisis, pero
cuando los niveles de insulina son bajos, la leptina inhibe la lipólisis. Esta
reducción de la lipólisis disminuye la liberación de glicerol y ácidos grasos contribuyendo a la disminución de la
gluconeogénesis.
En el hígado existe un cruce entre las rutas
de señalización de leptina e insulina. Si la ruta de señalización de insulina es estimulada o suprimida por la leptina
puede depender de varios factores incluyendo el estatus nutricional. Un estudio
reporta que la ausencia de LepR en hepatocitos no causa alteraciones en el peso
corporal o la homeostasis de la glucosa. En otro estudio, ratones “knockout” de
la forma larga del LepR en hepatocitos tienen metabolismo de glucosa normal. Adicionalmente, los datos in vivo sugieren que
en condiciones hiperinsulinémicas, la acción directa de la leptina sobre los
hepatocitos antagoniza la sensibilidad a la insulina. Por otra parte, el
tratamiento con leptina en ratones diabéticos-STZ suprime la gluconeogénesis e
incrementa la síntesis de glucógeno, lo cual resulta en una disminución de la
producción hepática de glucosa. Entonces, el efecto neto del tratamiento con
leptina resulta en una disminución de la
producción hepática de glucosa.
En conclusión, la hormona leptina disminuye
los niveles sanguíneos de glucosa, particularmente en modelos hiperglucémicos o
con deficiencia de insulina. La leptina ejerce una plétora de efectos
metabólicos en diversos tejidos, incluyendo supresión de la producción de
glucagón y glucocorticoides, incremento de la captación de glucosa e inhibición
de la producción hepática de glucosa. La leptina puede reducir los niveles
circulantes de insulina en roedores delgados y ob/ob y también puede actuar
independientemente de la insulina para reducir los niveles sanguíneos de
glucosa. A pesar de la relevancia en la diabetes, los mecanismos por los cuales
la leptina actúa para regular los niveles sanguíneos de glucosa no son
entendidos completamente.
Fuente: D´Souza
AM et al (2017). The glucoregulatory actions of leptin. Molecular Metabolism 6:
1052-1066.
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