Diversidad de
neuronas CRH en el hipotálamo
La reacción del cuerpo a los estresores ambientales, incluyendo factores
físicos y psicosociales, es orquestada por la liberación secuencial de
hormonas en el eje
hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA). La activación del eje HHA dispara la
liberación de corticoesteroides por la corteza
de la glándula adrenal para movilizar la utilización de energía,
provocando respuestas integrativa-protectoras a las condiciones nocivas. El
primer nivel jerárquico en el eje HHA es la liberación de hormona liberadora de
corticotropina (CRH) a partir de los terminales de las neuronas parvocelulares
hipotalámicas en los vasos porta hipofisiarios en la eminencia media. De
acuerdo con la definición clásica, la respuesta periférica al estrés progresa a
través de la secreción de hormona
adrenocorticotrópica (ACTH) por el lóbulo anterior de la hipófisis. Finalmente,
la ACTH induce la esteroidogénesis en -y
la liberación de corticoesteroides por-
la corteza adrenal. La acción de los corticoesteroides es ejecutada
a través de receptores
glucocorticoides, codificados por el gen
Nr3c1, y seguida por los cambios adecuados en el estado celular necesarios
para cubrir los compromisos
metabólicos.
Las neuronas parvocelulares son consideradas como las responsables de la liberación
rápida, inducida por el estrés, de CRH y
están situadas en el núcleo paraventricular (NPV) del hipotálamo. El NPV es uno de los mejores ejemplos de la compleja organización neuronal en el
hipotálamo: contiene al menos ocho subdivisiones con neuronas motoras
secretoras neuroendocrinas
magnocelulares y parvocelulares (esto es, células que liberan péptidos
bioactivos en la circulación porta a través de sitios localizados fuera de la
barrera hematoencefálica), neuronas con proyecciones al tallo cerebral y
neuronas hipotalámicas que se proyectan localmente. Oxitocina y vasopresina son
producidas en neuronas magnocelulares que se proyectan directamente a la
hipófisis posterior. Por el contrario, las neuronas parvocelulares son un
caleidoscopio de modalidades
neuroendocrinas, a menudo co-liberan varios neuropéptidos y neurotransmisores “por demanda”. Entre las neuronas parvocelulares del NPV, las
células CRH, además de sus proyecciones
a la eminencia media, también emiten
axones hacia otros núcleos
hipotalámicos (por ejemplo, hipotálamo lateral), aumentando su capacidad
integrativa a través del control coincidente
de circuitos neuronales y respuestas hormonales en la hipófisis.
Las células neuroendocrinas parvocelulares, además de CRH en su “centro del
estrés”, pueden producir hormonas liberadoras y hormonas que inhiben liberación de hormonas
en la hipófisis anterior; por ejemplo, hormona liberadora de hormona de
crecimiento y somatostatina que inhibe la liberación de hormona de crecimiento,
hormona liberadora de tirotropina (TRH),
hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) y dopamina (hormona que inhibe la liberación de prolactina. De
particular interés con relación al estrés, la vasopresina potencia el efecto de
CRH. Estos péptidos co-existen en los
mismos gránulos de almacenamiento en la capa externa de la eminencia media. La observación que los niveles basales de ACTH y glucocorticoides pueden ser detectados siempre en sangre, indirectamente
sugiere que la CRH es constitutivamente
liberada en cantidades pequeñas para
estimular continuamente la producción y liberación de hormonas. Este concepto tiene un amplio significado fisiológico; por
ejemplo, las células β pancreáticas requieren glucocorticoides para su
supervivencia. La liberación de CRH
sigue un ciclo diurno con picos durante
horas tempranas de la mañana y en la
noche. Estos datos sugieren que la CRH puede
tener más roles que los que previamente se han descrito a través de la expresión de sus
receptores en células o tejidos específicos.
Además de regular la respuesta al
estrés, la CRH está implicada en la regulación del apetito.
La producción de CRH no ocurre solamente en el NPV. En el hipotálamo, la
CRH también es detectada en células magnocelulares del hipotálamo
lateral y área preóptica. Una dificultad
para identificar los sitios celulares de
producción de CRH consiste en los
inusualmente bajos niveles en
reposo y su rápida inducción durante condiciones de estrés o en estados
metabólicos particulares. Sin embargo, los estudios histoquímicos sugieren que la expresión episódica
de ARNm Crh puede ser intrínseca a muchas neuronas hipotalámicas.
Asimismo, la transcripción del gen Crh y la expresión de proteína han sido
documentadas en muchas áreas extrahipotalámicas,
incluyendo núcleos talámicos, núcleo del lecho de la estría terminal, amígdala,
médula oblonga, corteza piriforme y muchas regiones neocorticales e
hipocampales. Entonces, emerge una heterogeneidad de neuronas CRH con la CRH como determinante
molecular de función celular bajo condiciones conductuales y metabólicas
particulares. Los estudios de
co-localización sugieren que las neuronas CRH positivas podrían mediar la
neurotransmisión excitadora o inhibidora
de una manera definida regionalmente. Por
ejemplo, interneuronas corticales e hipocampales que usan GABA como
neurotransmisor inhibidor, también
pueden expresar CRH. Las acciones de la
CRH son diversificadas a nivel celular
con dos receptores acoplados a proteína
G (con acoplamiento Gs/Gq), CRHR1 y CRHR2 que activan rutas de señalización
diferenciadas en respuesta a este neuropéptido.
La expresión de CRH es una modalidad inducida funcionalmente más que una
característica para definir la identidad de la neurona. Un análisis detallado de todas las neuronas
Crh del hipotálamo demuestra su segregación en los fenotipos de
neurotransmisores GABAergicas (esto es, co-expresión Gad1, Gad2 y Slc32a1) o glutamatérgicas
(Slc17a6). Como la co-existencia de
neurotransmisores es una característica relativamente común de las neuronas hipotalámicas, las neuronas
GABA/glutamato, dopamina/GABA, y dopamina/glutamato también pueden contener
ARNm Crh. Entonces, las neuronas Crh+
comprenden varios subtipos de neuronas
GABA y glutamato, reforzando el concepto
que la producción episódica de CRH
puede estar asociada con múltiples redes
manejadas por contextos relacionados con la enfermedad o el metabolismo más que
una característica del desarrollo (definida filogenéticamente en el nivel
transcripcional) de un subgrupo de neuronas hipotalámicas. El análisis con el
método ScRNA-seq indica que las neuronas CRH que residen en el NPV son
glutamatérgicas. Este grupo de células puede ser distinguido por la coexistencia
de varios ARNm, incluyendo Tmem591, Fuca1, Npr3 y Arnt2, cuya existencia en el
NPV ha sido validada por estudios histoquímicos. Mientras tanto, las neuronas
GABAergicas que contienen CRH co-expresan Pgr151, un marcador
histoquímico de neuronas que residen en la parte anterior del NPV y en el
hipotálamo dorsomedial. Alternativamente, las neuronas GABAergicas CRH+ que
expresan el factor de transcripción LIM se localizan en el área
preóptica. Más aún, las neuronas
hipotalámicas que co-expresan CRH se extienden hacia el núcleo del lecho de la
estría terminal, un área extrahipotalámica que forma circuitos locales que
regulan el eje del estrés. Sobre la base de los códigos transcripcionales, se
ha formulado la hipótesis que las neuronas GABAergicas CRH+, a pesar
de su heterogeneidad espacial, pueden originarse a partir de los mismos
precursores, migrar hacia diferentes
subregiones (extra) hipotalámicas y constituir un subtipo neuronal
unificado.
Dos genes (Crhr1 y Crhr2) codifican los receptores que median la
acción de la CRH y sus ARNm han sido
detectados en muchas regiones del cerebro. Crhr1 es ampliamente expresado en
neocorteza, corteza piriforme, sistema
olfatorio, hipocampo y cerebelo. Crhr2 tiene una distribución más restringida
con una concentración primaria en los núcleos lateral y triangular del septum y
el complejo amigdaloide. Los receptores
CRHR1 y CRHR2 pueden mediar diferentes
respuestas biológicas e involucran una combinación de señales intercelulares. Cuando se analiza la distribución de los CRHR en el hipotálamo, los niveles de
expresión de Crhr1 y Crhr2 son
relativamente bajos con el primero presente
en los núcleos arcuato, supraquiasmático, anterior y dorsomedial, mientras
el último está presente en los núcleos
periventricular anterior, ventromedial, arcuato y anterior. El estrés induce la expresión de Crhr1 en el NPV, el cual es
una significativa estación de
retroalimentación para la producción y liberación de CRH.
La liberación regulada de cualquier
péptido bioactivo en el cerebro o la
eminencia media depende del ensamble
coordinado del complejo receptor
adherido al factor sensible a N-etilmaleimida soluble (SNARE) para la
fusión de las vesículas que contienen el
neuropéptido. En el hipotálamo, la
maquinaria de exocitosis incluye muchas proteínas específicas de región y tipo
de células, incluyendo CAPS-1 y secretograninas. Un estudio reciente en ratones
identificó la presencia coincidente de
Crh, Nr3c1 (receptor glucocorticoide, subfamilia 3, grupo C, miembro1) y
secretagogina (Scgn) en NPV y eminencia media, con la Scgn en la membrana de
los terminales que liberan CRH en el
sistema porta hipofisiario. La Scgn es miembro
de la superfamilia EF-hand de proteínas
ligadoras de Ca2+, expresadas en todos los órganos asociados con células neuroendocrinas, incluyendo
hipófisis, glándulas adrenales, intestino y páncreas. En el sistema nervioso,
la Scgn se localiza en poblaciones de
neuronas de neocorteza, hipocampo, cerebelo, ganglios de la base y bulbo
olfatorio. La Scgn es una proteína
sensora de Ca2+ que induce interacciones proteína-proteína a través
de cambios conformacionales para controlar funciones celulares discretas.
Entonces, la Scgn posee las propiedades
básicas de un sensor integrativo que puede orquestar la liberación de las vesículas que contienen neuropéptidos. En el hipotálamo, la Scgn es
expresada principalmente en NPV y núcleo arcuato. En ratas y humanos, un
subgrupo de neuronas vasopresina y oxitocina pueden co-expresar Scgn. Por el
contrario, en ratones, la Scgn no co-existe
con vasopresina ni oxitocina. La evidencia genética e histoquímica
sugiere que la Scgn es un marcador constitutivo
de las neuronas CRH activadas por el estrés que disparan la liberación
de ACTH por la hipófisis. Los datos
ultraestructurales indican la presencia de Scgn en los terminales axónicos en
la eminencia media y su asociación con el pool de vesículas de liberación
rápida.
En conclusión, las neuronas CRH son funcionalmente y molecularmente más diversas de lo que
previamente se pensaba. La CRH
pertenece primariamente a marcadores de
“modalidad funcional” más que a los de “identidad celular”.
Fuente:
Romanov RA et al (2017). Molecular
diversity of corticotropin-releasing hormone mRNA-containing neurons in the
hypothalamus. Journal of Endocrinology
232: R161-R172.