Miostatina y
metabolismo de glucosa
El ejercicio tiene beneficios positivos para la composición del cuerpo, la
sensibilidad a la insulina, la salud cardiovascular y la cognición. Hay
una larga historia de
investigación en los mecanismos de adaptación al ejercicio, pero recientemente,
los efectos de los péptidos secretados
han recibido particular interés. El músculo esquelético puede
incrementar su aporte de energía a
través de la contracción movilizando sus propios depósitos de glucógeno o lípidos y a través del incremento en la translocación
de transportadores de glucosa a la superficie celular. Sin embargo, el músculo
es incapaz de sintetizar glucosa y depende de la captación de la glucosa
circulante cuando se vacían los depósitos
de glucógeno. La lipólisis en el tejido adiposo es otra fuente de energía para el músculo. Es posible que el
músculo ejerza efectos endocrinos sobre otros tejidos durante el ejercicio y con la adaptación al ejercicio crónico puede ajustarse a las demandas variables de
sustratos. En el año 2003, Pedersen y Col sugirieron el término “mioquina” sobre la base de un trabajo que demuestra la
producción y secreción de IL-6 por la contracción muscular durante el ejercicio
y los efectos de la IL-6 en la promoción
de la lipólisis y la oxidación de lípidos. Una mioquina fue definida originalmente como una hormona endocrina que
es producida por el músculo, liberada en la circulación y actúa
sobre otro tejido. De esta manera, una mioquina puede regular en otros tejidos procesos como la lipólisis, la degradación
de glucógeno, la producción endógena de
glucosa, el apetito o la secreción de hormonas. Actualmente, el término mioquina se refiere a cualquier proteína producida por el
músculo, secretada o no en la circulación, que puede actuar de manera endocrina
o autocrina/paracrina. Además de la IL-6 y otras IL, la lista de mioquinas
incluye irisina, mionectina, miembros de
la familia del factor de crecimiento fibroblástico, miembros de la familia del
factor de crecimiento transformante y otros.
¿Cuáles de los factores producidos por el músculo
son reguladas hacia abajo con el
ejercicio? El estudio de intervención
MyoGlu examinó los cambios en la expresión de genes con el ejercicio para
encontrar los mediadores de los efectos metabólicos del ejercicio. Los sujetos
del estudio MyoGlu fueron hombres sedentarios de mediana edad, de los cuales la
mitad tenía elevada la glucosa en ayunas o alguna alteración de la prueba de
tolerancia a la glucosa. Todos los sujetos tenían una sesión diaria de 45
minutos de ejercicio en bicicleta por 12 semanas. Se tomaron biopsias del
músculo vastus lateralis y del tejido adiposo subcutáneo abdominal y se realizó
análisis por “clamp hiperinsulinémico-euglémico” para medir la sensibilidad a
la insulina basal y al final de las 12
semanas de entrenamiento. De los genes
que codifican proteínas secretadas que fueron regulados hacia abajo por al menos 50% en músculo esquelético, el
factor de crecimiento miostatina (miembro de la familia del factor de
crecimiento transformante) fue el más
reducido al final de las 12 semanas de entrenamiento. El gen miostatina es un regulador
negativo de la masa muscular expresado
predominantemente en músculo esquelético y con niveles más bajos de expresión en el tejido adiposo. En
ratones, la pérdida de función de la miostatina reduce el tejido adiposo y
mejora la sensibilidad a la insulina.
Aunque aparentemente la miostatina tiene efectos
metabólicos positivos en ratones con incremento de la masa muscular, hay
algunos estudios que sugieren un
rol de la miostatina en el metabolismo separado de la regulación del tamaño del
músculo. En este contexto, varios estudios han demostrado que la expresión del
gen miostatina en músculo
esquelético es elevada en ratones o
humanos con resistencia a la insulina u obesidad. Por ejemplo, un estudio
encontró que la expresión del gen miostatina
en diabetes tipo 2 es alta en comparación con sujetos controles a pesar de tener similar masa magra.
Asimismo, la expresión del gen miostatina en adultos mayores se correlacionó
negativamente con la utilización de glucosa en respuesta a la insulina. En roedores, los efectos de la miostatina
sobre el metabolismo de la glucosa son
mixtos. Generalmente, la masa muscular de roedores es muy sensible a los inhibidores de miostatina por lo que es difícil separar el efecto sobre la hipertrofia del efecto
sobre el metabolismo. El tratamiento
local de músculo de ratón con inhibidor de miostatina por 17 días incrementó la captación basal -y estimulada
por insulina- de glucosa en un mayor grado que el incremento de masa muscular.
Esto podría interpretarse como un efecto de la miostatina sobre el metabolismo aunque no necesariamente se trata de un efecto
directo.
Por otra parte, un estudio reciente encontró que la
expresión de miostatina disminuye con el ejercicio por 12 semanas tanto en
sujetos diabéticos como en los controles, aunque la disminución fue mayor en
los controles. Esta disminución en la expresión de miostatina con el ejercicio confirma estudios previos y
proporciona más evidencia que la expresión de miostatina no está estrictamente vinculada con la masa
magra porque los investigadores no encontraron cambios en la masa libre de
grasa después de 12 semanas de
entrenamiento. El análisis de correlación demostró que la expresión de
miostatina en músculo se correlaciona negativamente con la tasa de
infusión de glucosa. En otras palabras, los sujetos con mayor expresión de
miostatina necesitan menos glucosa para
mantener normal la glucemia en el estado hiperinsulinémico y por lo tanto son
menos sensibles a la insulina que los sujetos con menor expresión de
miostatina.
Los estudios in vitro sobre los efectos de la miostatina
en el metabolismo de la glucosa indican que la captación de glucosa estimulada
por insulina en miotubos de hombres adultos no es inhibida por la
miostatina. La fosforilación de la Akt con o sin estimulación con insulina
no fue afectada por el tratamiento con miostatina. Esto sugiere que la
correlación entre expresión del gen miostatina
y sensibilidad a la insulina no
es mediada por una interacción directa
entre la miostatina y las rutas de señalización de la insulina. Sin embargo, estos estudios
demostraron que la miostatina afecta el metabolismo de la glucosa. La captación
de glucosa comienza 4 horas después de
la adición de miostatina con el mayor
incremento 24 horas después del tratamiento con miostatina. Este resultado
sugiere que el efecto sobre la captación de glucosa puede ser vía
transcripción y traslación más que un efecto directo sobre la
translocación de transportadores de glucosa. Adicionalmente, el incremento en
la captación basal de glucosa por la miostatina
fue aditivo con el de la insulina. Esto demuestra que la miostatina incrementa la captación de
glucosa por una ruta de señalización separada
de la de insulina. Al menos una parte de la glucosa extra tomada por los
miotubos después del tratamiento con miostatina
entra en la glucolisis y es oxidada. Por otra parte, el análisis de la
expresión de genes en el músculo
demostró una correlación negativa de la expresión de miostatina con genes de las rutas de la fosforilación
oxidativa, el ciclo de ácido cítrico y el metabolismo de ácidos grasos. Estos
resultados demuestran que la miostatina
incrementa la utilización neta de energía en los miotubos humanos por un efecto sobre
la captación y oxidación de glucosa.
Sí la miostatina no regula la señal de insulina y la masa
magra no cambia, ¿cómo se relaciona la expresión del gen miostatina con la tasa
de infusión de glucosa in vivo? La
expresión del gen miostatina se correlaciona negativamente con la expresión de
genes para la cadena pesada 7 de miosina tipo lenta, fosforilación oxidativa y
metabolismo de ácidos grasos, pero positivamente con la expresión del gen de la
cadena pesada 1 de miosina tipo rápida. Esto es consistente con los mayores
niveles de la expresión de miostatina en
músculos glucolíticos rápidos en
comparación con músculos oxidativos lentos. Las fibras oxidativas lentas son conocidas por
ser más sensibles a la insulina y los pacientes diabéticos proporcionalmente
tienen más fibras glucolíticas rápidas
que fibras oxidativas lentas. Es posible que la correlación de
miostatina con la tasa de infusión de glucosa nos diga más acerca de la distribución del tipo de
fibras del sujeto que acerca del rol de la miostatina en la sensibilidad a
la insulina. Esto podría ser una explicación para la asociación negativa entre
la expresión del gen miostatina y la tasa de infusión de glucosa
antes y después del entrenamiento.
Entonces, menos fibras glucolíticas rápidas y más
fibras oxidativas lentas podría explicar tanto la mayor sensibilidad a la
insulina como la menor expresión del gen
miostatina con el ejercicio.
El rol de la miostatina en el tejido adiposo de humano ha
recibido relativamente poca atención. La expresión de miostatina en el tejido
adiposo se correlaciona positivamente con marcadores de sensibilidad a la
insulina como insulina en ayunas y HbA1c y con la expresión de genes para la
señal de la insulina. A diferencia del músculo esquelético, en tejido adiposo,
la miostatina sólo se correlaciona débilmente con la tasa de infusión de
glucosa, quizá reflejando la dominancia del músculo esquelético en este
parámetro. Sin embargo, el rol de la miostatina en la regulación del
metabolismo de los adipocitos no está claro. Muchas investigaciones han demostrado que la
miotastina inhibe la adipogenesis. Un modelo de ratón transgénico que sobre expresa miostatina en el tejido
adiposo tiene adipocitos más pequeños y
menos diferenciados con sensibilidad a la insulina aumentada. Entonces, la miostatina puede regular
la adipogénesis para mantener una
porción de adipocitos en un estado temprano de diferenciación que es altamente sensible a la insulina más
que regular la sensibilidad a la insulina
per se en los adipocitos.
Un aspecto relevante en la biología de la miostatina es
el complejo proceso multi-etapa de la producción del ligando que se une al receptor.
La miostatina de longitud completa se
dimeriza y es clivada en un sitio de procesamiento interno para producir una pro-región amino terminal y
un dímero carboxi-terminal unidos por puente disulfuro. El dímero
carboxi-terminal es la forma madura
activa de la miostatina que puede unirse al receptor y es la forma usada para experimentos in vitro y para algunos experimentos in vivo. Sin
embargo, no es la forma de miostatina secretada por las células. La miostatina
producida endógenamente es secretada en
un complejo latente con la pro-región amino terminal unida no covalentemente al dímero carboxi-terminal maduro. Este
complejo latente no puede unirse al
receptor y debe ser activado por un
segundo evento de clivaje por proteasa
en la pro-región para liberar el dímero maduro activo. Por lo tanto, hay varias etapas para regular la señal miostatina. Presumiblemente, la mayor parte de la
miostatina circulante es producida por el músculo esquelético. Dado que la expresión del gen miostatina disminuye con el ejercicio, los niveles de
miostatina también pueden ser regulados
a nivel de traslación o
degradación. Por otra parte, el incremento en la miostatina circulante a pesar
de la reducción de la expresión del gen miostatina en músculo esquelético
sugiere que también puede ser regulado
cuanta miostatina se mantiene en la
matriz extracelular y cuanta es
secretada en la circulación.
Hay redundancia en
cuanto a inhibidores, receptores y mediadores
de la señal entre la miostatina y otros
factores de crecimiento relacionados. Es posible que algunos efectos in
vitro o in vivo de la forma activa de miostatina no sean los que normalmente produce la
miostatina in vivo pero son similares a los de un factor relacionado que no se
encuentra en el complejo latente, como
la activina. Cuáles tejidos pueden activar la miostatina circulante a través del clivaje de la pro-región es algo que aún no está completamente claro,
un efecto clave para establecer la función endocrina de la miostatina.
En conclusión, la expresión del gen miostatina está asociada con efectos opuestos sobre la
sensibilidad a la insulina en músculo esquelético y tejido adiposo en
humanos. La señal miostatina no
interactúa directamente con la señal insulina.
Sin embargo, hay un rol para la miostatina en la regulación de la demanda de energía
inducida por la contracción a través de otros mecanismos locales o endocrinos.
La pérdida de función de la miostatina
reduce el tejido adiposo y mejora la sensibilidad a la insulina en
ratones.
Fuente: McPherron AC (2016). The ups and downs of
exercise and insulin sensitivity: a role for the myokine myostatin in glucose metabolism? Acta
Physiologica 217: 6-10.
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