Esteroides
neuroactivos
Los esteroides neuroactivos son
neuromoduladores endógenos que alteran rápidamente la excitabilidad neuronal a
través de la unión a receptores de
membrana. Ellos pueden ser sintetizados en el cerebro a partir del colesterol,
en cuyo caso son llamados neuroesteroides,
o pueden llegar al cerebro a partir de órganos esteroidogénicos periféricos como
las glándulas suprarrenales y las gónadas y ser metabolizados localmente (ej:
aromatización de testosterona en estradiol). La síntesis de esteroides
neuroactivos requiere la translocación de colesterol a través de la membrana
mitocondrial, lo cual ocurre mediante un
complejo molecular formado por la proteína translocadora de 18kDa (TSPO), la proteína esteroidogénica
reguladora aguda (StAR), la proteína canal de aniones dependiente de voltaje
(VDAC) y la proteína transportadora de nucleótidos de adenina (ANT). En la
mitocondria, el colesterol es convertido
en pregnenolona por la enzima P450 clivadora de cadena lateral (P450scc), la
pregnenolona difunde en el
citoplasma donde es metabolizada en diferentes esteroides neuroactivos.
Aunque la TSPO es altamente expresada
en microglias y astrocitos y menos abundante en neuronas, la neuroesteroidogénesis
ocurre primariamente en las neuronas
principales de varias áreas cerebrales
que poseen la maquinaria enzimática necesaria para convertir el
colesterol en esteroides neuroactivos.
Aunque el colesterol puede ser sintetizado de novo a partir de acetato en
las neuronas y otras células cerebrales, la lipoproteína circulante es la fuente principal para la
neuroesteroidogénesis. La proteína StAR de la membrana externa mitocondrial
juega un rol clave en el transporte de colesterol. La StAR interactúa con una
maquinaria compleja, de la cual la TSPO
sirve como un portal para
movilizar el colesterol a la membrana interna donde es clivada la cadena
lateral por la P450scc. Como resultado, el colesterol es convertido en
pregnenolona soluble. La pregnenolona puede ser oxidada a progesterona bajo la
acción de la 3β-hidroxiesteroide deshidrogenasa (3β-HSD) o salir de la
mitocondria sin necesidad de transporte activo. En el cerebro de la rata, la 3β-HSD
también está presente en el retículo endoplásmico. Sin embargo, la mitocondria
parece poseer un ambiente más favorable para una reacción oxidativa porque la
relación NAD+/NADH es aproximadamente dos ordenes de magnitud mayor que en el retículo endoplásmico.
Pregnenolona y progesterona son
sustratos para la P450c17 en el retículo endoplásmico, donde son convertidas en
dehidroepiandrosterona (DHEA) y
androstenediona, respectivamente. La
DHEA puede ser oxidada a androstenediona
bajo la catálisis de la 3β-HSD y luego la androstenediona es convertida en testosterona o estrona y
posteriormente en 5α-dihidrotestosterona
y 17β-estradiol, respectivamente.
La TSPO es una estructura transmembrana
localizada en la membrana externa e interna de mitocondrias y su
expresión es enriquecida en órganos
esteroidogénicos. La TSPO tiene una secuencia de aminoácidos en el extremo C-terminal identificada como un
sitio de unión de colesterol, la cual juega un rol funcional en el transporte
de colesterol a través del espacio hidrofílico intermembrana. Hasta
ahora, se han identificado numerosos ligandos endógenos de la TSPO, incluyendo
al inhibidor de la unión de diazepam, triakontatetraneuropéptido, la
fosfolipasa A2, y la protoporfirina IX,
los cuales tienen la capacidad para estimular
el transporte de colesterol en mitocondrias y la neuroesteroidogénesis. Los
estudios estructurales indican que la unión del ligando estabiliza la estructura terciaria de la TSPO
facilitando el transporte de colesterol. Numerosos estudios han demostrado la
capacidad de los ligandos de TSPO para incrementar la producción de esteroides
neuroactivos en el cerebro a través del aumento del aporte de colesterol a la
P450scc en la membrana interna mitocondrial, la etapa limitante en la
neuroesteroidogénesis. La TSPO, además del transporte de colesterol, ha sido
implicada en otras funciones mitocondriales, incluyendo la respiración
mitocondrial y la producción de ATP, las cuales pueden contribuir a las
acciones protectoras de los ligandos de la TSPO. Los ligandos de la TSPO tienen diversos beneficios
neuropsiquiátricos, incluyendo propiedades ansiolíticas, anti-depresivas y
estimuladoras de la cognición, las cuales han sido atribuidas a su capacidad para incrementar los niveles de 3α,5α-THP, progesterona y testosterona.
Los esteroides neuroactivos más potentes son los metabolitos de la
progesterona (3α,5α)-3-hidroxipregnan-20-ona (3α,5α-THP o alopregnanolona) y (3α,5α)-3,21-dihidroxipregnan-20-ona
deoxicorticosterona (DOC) (3α,5α-THDOC o alotetrahidrodeoxicorticosterona), los
cuales aumentan la neurotransmisión mediada por el receptor GABAA y
producen efectos neuroconductuales inhibidores. Los metabolitos 3α,5α-reducidos
de testosterona y DHEA, 3α,5α-androstandiol y 3α,5α-androsterona, respectivamente,
también actúan sobre receptores GABAA
aunque con menos potencia. Los sitios de unión específicos para esteroides neuroactivos han sido identificados en las subunidades α
del receptor GABAA que modulan alostéricamente la unión a los sitios de reconocimiento de
GABA y benzodiacepinas. En concentraciones nanomolares, la 3α,5α-THP aumenta la
afinidad del GABA por su receptor, mientras, en concentraciones micromolares
activa directamente el canal receptor. La 3α,5α-THP y la 3α,5α-THDOC
modulan receptores GABAA
tanto sinápticos como extrasinápticos, aunque con mayor potencia a los
receptores extrasinápticos que contienen subunidades δ. La 3α,5α-THP también
modula receptores de serotonina tipo 3, receptores nicotínicos de
acetilcolina y canales de calcio
activados por voltaje, aunque con potencia micromolar. Otro sitio de acción de
la 3α,5α-THP recientemente identificado es el receptor nuclear xenobiótico pregnano (PXR). Por el contrario, el derivado sulfatado
de la pregnenolona inhibe la liberación de GABA y ejerce acciones excitadores
al unirse con alta afinidad a –y
promover el tráfico de- receptores NMDA. Aún no está claro cómo los esteroides
neuroactivos actúan sobre sus receptores de membrana y sí es a través de mecanismos autocrinos o
paracrinos o por difusión a través de la membrana celular.
El
metabolismo de 3α,5α-THP y/o 3α,5αTHDOC es controlado principalmente por
un “switch” molecular dual que comprende la 17β-HSD10 y la 3α-hidroesteroide
deshidrogenasa tipo III (AKR1C2) localizadas en distintos compartimentos
subcelulares, mitocondria y retículo endoplásmico, respectivamente. La 17β-HSD10,
codificada por el gen HSD17B10 y clonada en cerebro humano en el año 1997,
juega roles esenciales en la neuroesteroidogénesis así como en la ruta de
degradación de la isoleucina. La 17β-HSD10 puede catalizar la reacción
oxidativa de 17β-estradiol en estrona. Es bien conocido que el
17β-estradiol exhibe significativos
efectos neuroprotectores. Por lo tanto, los elevados niveles cerebrales de 17β-HSD10 reportados en la enfermedad de
Alzheimer pueden tener un rol en la patogénesis de la enfermedad como resultado
del desbalance del metabolismo de
esteroides neuroactivos. Por otra parte, un andrógeno débil, 3α-androstanediol,
puede ser convertido en un andrógeno más potente, 5α-dihidrotestosterona, bajo
la catálisis de la 17β-HSD10.
El PXR
ha sido identificado como un factor que regula hacia arriba el metabolismo del
colesterol. El PXR es un receptor nuclear que une esteroides e influye en la
transcripción de enzimas citocromo P450
involucradas en el metabolismo de muchos factores incluyendo colesterol y esteroides. Aunque el PXR es más conocido
por su rol en el hígado, ha sido identificado en regiones cerebrales involucradas en la
motivación, el afecto y la cognición, como el área tegmental ventral, el
hipocampo y la corteza cerebral. El PXR es requerido para la producción de
3α,5α-THP. Los efectos del PXR pueden involucrar blancos de la 3α,5α-THP como
los receptores NMDA y GABAA.
Los
esteroides neuroactivos, como resultado de sus acciones sobre receptores GABAA,
ejercen acciones psicofarmacológicas con efectos ansiolíticos, antidepresivos,
anticonvulsivantes, sedantes, anestésicos, analgésicos y amnésicos. Más aún, la
3α,5α-THP promueve la conducta sexual de roedores hembras. Los esteroides
neuroactivos también poseen propiedades recompensa en roedores y pueden
modular la ingesta de etanol o cocaína.
La administración aguda de varias drogas de abuso como alcohol, nicotina,
morfina, ácido γ-hidroxibutírico o ∆9-tetrahidrocanabinol, incrementa las
concentraciones cerebrales y plasmáticas de 3α,5α-THP y/o sus precursores
progesterona y pregnenolona en ratas o ratones y este incremento contribuye a sus efectos recompensa. Además
de estos efectos psicofarmacológicos, los esteroides neuroactivos ejercen
efectos neuroprotectores, neurotróficos
y anti-apoptosis en modelos animales
de trauma cerebral, neuropatía periférica, isquemia cerebral, esclerosis
múltiple, enfermedad de Alzheimer y enfermedad de Parkinson.
Las
concentraciones de esteroides neuroactivos fluctúan en respuesta a condiciones fisiológicas como
el estrés, el desarrollo, el ciclo ovárico, el embarazo y estas
fluctuaciones han sido asociadas con cambios en la plasticidad del receptor
GABAA. En el estrés agudo, los esteroides neuroactivos aumentan en
ratas y humanos y este efecto puede representar un mecanismo homeostático para
restaurar la función del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal. La respuesta al
estrés de los esteroides neuroactivos es un fenómeno complejo que involucra
adaptaciones en la plasticidad del receptor GABAA y presenta diferencias entre
las especies. Las concentraciones de esteroides neuroactivos también
fluctúan a través del desarrollo. En la
rata, los niveles cerebrales de
3α,5α-THP son elevados en el embrión,
disminuye alrededor del nacimiento, muestran un incremento transitorio en los días 10-14 postnatales y se mantienen
bajos hasta la pubertad. El inicio de la pubertad está asociado con una rápida
elevación en los niveles de 3α,5α-THP y
un marcado incremento en receptores α4β8GABAA, el principal blanco
de la 3α5α-THP. Más aún, los esteroides neuroactivos fluctúan a través del
ciclo ovárico: los niveles de progesterona y 3α,5α-THP incrementan en el
cerebro de ratón durante el diestrus y en plasma de mujer durante la fase luteal del ciclo menstrual.
Estos cambios se acompañan con incremento en la expresión de la subunidad β y
disminución de la expresión de la subunidad γ2 del receptor GABAA,
con un incremento posterior en la inhibición tónica y disminución de la ansiedad. En el embarazo,
los niveles de progesterona y 3α,5α-THP aumentan marcadamente en ratas y
mujeres y disminuyen antes del parto,
retornando a los niveles basales 2 días
después del parto.
El
descubrimiento de las propiedades
neuroprotectoras, neurotróficas y anti-inflamatorias de los esteroides
neuroactivos ha propiciado numerosas
investigaciones sobre su potencial terapéutico en las enfermedades
neurodegenerativos. La alteración de la neuroesteroidogénesis ha sido reportada
en modelos animales y humanos con
esclerosis múltiple, enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson y trama
cerebral, lo que sugiere que los esteroides neuroactivos pueden contribuir a
los procesos neuropatológicos de estas enfermedades. En humanos, la reducción
en el contenido de 3α,5α-THP se correlaciona con la severidad de la enfermedad
de Alzheimer. Entonces, restaurar las concentraciones de esteroides neuroactivos puede representar un procedimiento terapéutico
útil para estos desordenes neurodegenerativos.
En conclusión,
los esteroides neuroactivos son neuromoduladores sintetizados en el cerebro que
alteran la excitabilidad neuronal.
Además de la regulación de la expresión de genes, los esteroides
neuroactivos inducen potentes efectos
ansiolíticos, antidepresivos, anticonvulsivantes, sedantes, analgésicos y
amnésicos, principalmente a través de la interacción con el receptor GABAA.
Ellos también ejercen efectos neuroprotectores, neurotróficos y anti-apoptosis
en varios modelos animales de enfermedades neurodegenerativas. Los esteroides
neuroactivos regulan muchas funciones fisiológicas como la respuesta al estrés,
la pubertad, el ciclo ovárico, el embarazo y la recompensa. Sus niveles son
alterados en varias enfermedades neuropsiquiátricas y neurológicas y los estudios
preclínicos y clínicos enfatizan un potencial terapéutico de los esteroides
neuroactivos para estas enfermedades. Por lo tanto, la modulación de la
neuroesteroidogénesis para restaurar la
alteración en el tono endógeno de esteroides neuroactivos puede representar un
beneficio terapéutico.
Fuente:
Porcu P et al (2016). Neurosteroidogenesis
today: novel targets for neuroactive steroid synthesis and action and their
relevance for translational research. Journal of Neuroendocrinology 28:1-19.
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