Rol de la
glucokinasa neuronal
La glucosa es una fuente primaria de combustible para el
sistema nervioso central (SNC) y es importante para la función normal de las
neuronas. Los mecanismos sensores de glucosa permiten al cerebro monitorear
constantemente los niveles neuronales de glucosa para controlar las funciones
metabólicas periféricas involucradas en la homeostasis de glucosa y energía. La glucosa actúa como molécula de señalización
y como sustrato energético en las
neuronas sensibles a glucosa. Hay dos tipos de neuronas sensibles a glucosa:
excitadas por glucosa (GE) e inhibidas por glucosa (GI). Los dos tipos de neuronas se encuentran
en las regiones sensibles a glucosa del
cerebro como el hipotálamo y el tallo cerebral.
La tasa de disparo de las neuronas GE incrementa (y la de las neuronas
GI disminuye) en la medida que aumentan
los niveles de glucosa en el cerebro. La evidencia actual sugiere que la
mayoría de neuronas GE expresan péptidos anorexigénicos, mientras las neuronas
GI liberan péptidos estimulantes del apetito durante los estados de
hipoglucemia para incrementar la ingesta de alimentos.
La glucokinasa (GK), también conocida como hexokinasa IV,
cataliza la conversión de glucosa en
glucosa-6-fosfato, la primera etapa de
la glucolisis. La GK tiene ciertas propiedades bioquímicas que la diferencian
de otras hexokinasas y le permiten funcionar como una enzima sensible a
glucosa. La GK tiene menor afinidad por la glucosa que otras hexokinasas (Km
10 mmol/l) y no se satura con las concentraciones fisiológicas de glucosa. A
diferencia de otras hexokinasa, la GK no es inhibida por el producto de la reacción que cataliza.
Estas propiedades permiten que la tasa de fosforilación de glucosa dependa de –y sea proporcional a-
los niveles intracelulares de glucosa. Existen dos isoformas de GK, con las
mismas propiedades cinéticas pero con
funciones diferentes. Estas isoformas son codificadas por el mismo gen, pero
promotores separados provocan diferentes
patrones de “splicing”, produciendo diferentes variantes de la enzima GK. La GK
es expresada en el páncreas y el hígado. La GK pancreática está involucrada en
el proceso de secreción de insulina
estimulada por glucosa. Un aumento en la concentración de glucosa
resulta en un incremento en la producción celular de ATP, causando el cierre de los canales de potasio
sensibles a ATP (KATP) y la despolarización de la célula β. La entrada de calcio a través
de canales de Ca2+ activados por voltaje provoca la liberación de insulina. En el hígado, la GK tiene un
rol central en la promoción de la captación glucosa y su posterior conversión en glucógeno para el almacenamiento de
energía.
La expresión de GK ha sido demostrada en múltiples poblaciones neuronales en el SNC
de ratas, ratones y humanos. En el hipotálamo, es expresada en múltiples
núcleos incluyendo núcleo arcuato (ARC), núcleo ventromedial (NVM) y área hipotalámica
lateral. Fuera del hipotálamo, la GK ha
sido identificada en el núcleo amigdalar
medial (NAM) y en tres núcleos
del complejo vagal dorsal (CVD) del tallo cerebral: el núcleo del tracto
solitario (NTS), el área postrema y el
núcleo motor dorsal (NMD) del vago. La GK también es expresada en células gliales como los tanicitos
hipotalámicos. En estas células, la GK tiene un importante rol en la homeostasis
energética. El ARNm de la GK neuronal tiene un patrón de “splicing” similar al
de la isoforma pancreática, lo que
sugiere un rol similar de ambas GK. En
efecto, el papel de los canales KATP y la co-localización de GK y
canales KATP han sido demostrados en las neuronas sensibles a glucosa.
La GK juega un rol central en neuronas GE y GI. El mecanismo sensor de glucosa de las
neuronas GE es similar al de las células
β del páncreas. Es decir, la glucosa entra a la neurona a través de transportadores GLUT. Una vez en el citosol, la glucosa es fosforilada
por la GK, aumenta la relación ATP/ADP y se cierran los canales KATP. A
continuación la despolarización neuronal
dispara la entrada de Ca2+ por canales de Ca2+ dependientes de voltaje,
lo cual provoca la secreción de neurotransmisores. El mecanismo sensor de glucosa en las neuronas
GI es menos claro. Sin embargo, los estudios de imagenología revelan que más
del 70% de las neuronas GI en el NVM son afectadas por inhibidores de GK, lo
que sugiere que la GK está involucrada en el mecanismo sensor en neuronas GI. La
actividad de la GK provoca hiperpolarización e inhibición de la liberación de
neurotransmisores en las neuronas GI. La hiperpolarización ocurre vía estimulación de la Na+/K+
ATPasa causada por el incremento de los
niveles de ATP en la neurona, inducido por la GK, lo cual provoca la inhibición
de la actividad neuronal. El acople de la entrada de glucosa con la glucólisis
y la producción de ATP estimula la ATPasa Na+/K+. Por
cada molécula de ATP, salen de la célula
tres iones Na+ y entran dos iones K+. Esto causa una
disminución en el voltaje de la
membrana y resulta en hiperpolarización
de la célula con la consiguiente disminución de la actividad de la neurona. Los
mecanismos neuronales sensores de glucosa también pueden ser independientes de
GK. Por ejemplo, la proteína kinasa activada por AMP (AMPK), un sensor de
energía celular, también está involucrada en los mecanismos sensores de
glucosa. En ratas, la carencia de AMPK en el NVM inhibe la respuesta del
glucagón a la hipoglucemia, mientras su activación farmacológica favorece dicha
respuesta. La AMPK también es capaz de
despolarizar neuronas GI del NVM en respuesta a los niveles disminuidos de
glucosa a través de un mecanismo que involucra al óxido nítrico (NO) y al GMPc,
y llevar a cabo el efecto contrario en condiciones de hiperglucemia. Otro
importante sensor de energía, per-arnt-sim kinasa (PASK), también juega un rol
en los mecanismos neuronales sensores de glucosa. Su expresión varía agudamente
de acuerdo con los niveles de glucosa.
El co-transportador de glucosa acoplado a sodio (SGLT) también ha sido
involucrado en los mecanismos sensores de glucosa.
El rol más claramente definido de la GK es la regulación
de la homeostasis de glucosa. Esto parece ser mediado principalmente por la GK en el NVM y el NAM a
través de la modulación de la respuesta
contrarreguladora (RCR). El NVM y el NAM juegan un rol central en la RCR, un
sistema de retroalimentación para contrarrestar la hipoglucemia incrementando
la producción de glucosa y limitando su utilización. La RCR se caracteriza por
la liberación de glucagón y aumento de la gluconeogénesis y la glucogenolisis.
En un ambiente de baja concentración de glucosa, la activación farmacológica de
la GK del NVM incrementa la actividad de las neuronas GE y disminuye la
actividad de las neuronas GI. Estos hallazgos sugieren que los niveles
plasmáticos de glucosa alteran la actividad neuronal vía GK en las neuronas del
NVM. En apoyo a esto, los estudios electrofisiológicos revelan que la inhibición de la GK disminuye
la actividad de neuronas GE e incrementa la actividad de neuronas GI. Es importante
señalar que las neuronas sensibles a glucosa del NVM también expresan hexokinasa I, la cual tiene una mayor afinidad
por la glucosa. En el NVM, la hexokinasa I parece manejar el metabolismo de la
glucosa para mantener un aporte constante de ATP en condiciones de
concentraciones extracelulares de glucosa fluctuantes, mientras la GK actúa
como un sensor de glucosa a través del
acople bioquímico del flujo de
glucosa con los procesos celulares distintos
de la producción celular de ATP. El NVM se relaciona con la periferia a
través de conexiones simpáticas y parasimpáticas, las cuales inervan a las
células α del páncreas. Estas conexiones podrían ocurrir vía tallo cerebral. La
estimulación nerviosa simpática resulta
en secreción de glucagón. Por lo tanto, el NVM puede causar la liberación de
glucagón a través de la inervación
simpática esplácnica de las células α,
quizá por liberación de adrenalina y noradrenalina, las cuales actúan sobre
receptores α2 y β2-adrenérgicos. Las rutas colinérgicas vagales que forman
parte del sistema nervioso parasimpático
también han sido implicadas en la regulación de la secreción de glucagón, la activación de
receptores muscarínicos M3 resulta en liberación de glucagón.
Estudios recientes reportan la co-localización de GK y hormona liberadora de hormona de
crecimiento (GHRH) en neuronas del ARC. La GHRH media la secreción de hormona
de crecimiento (GH), la cual es liberada durante la hipoglucemia como parte de
la RCR. Aunque menos importante que las respuestas del sistema nervioso
simpático como la liberación de glucagón y adrenalina, la liberación de GHRH ha
sido implicada en la generación de la RCR y es parte de la cascada neurohumoral de la RCR. Dado
que la actividad de la GK provoca la secreción de neurotransmisores en otras neuronas, es posible que la GK del ARC pueda inducir la liberación de GH a través de la GHRH en respuesta a una
disminución en los niveles ambientales
de glucosa. La GK es expresada en el NAM y puede ser la responsable de la
detección de la hipoglucemia y el inicio de la RCR. La privación de glucosa en
el NAM durante la hipoglucemia sistémica
amplifica la RCR. Sin embargo, la privación local de glucosa en el NAM
por si misma es insuficiente para generar una respuesta hormonal
contrarreguladora, lo que sugiere que el mecanismo sensor de glucosa en el NAM solamente tiene un rol de contribución con las otras
regiones involucradas en la RCR como el NVM.
El CVD es considerado un importante centro para la
homeostasis de la glucosa y ha sido asociado con la RCR. Cada uno de los
núcleos del CVD expresa bajos niveles de
GK y rol fisiológico en esos núcleos ha sido poco estudiado. El área postrema puede
estar involucrada en la homeostasis de la glucosa, tiene una barrera
hematoencefálica incompleta, lo cual permite
la difusión de la glucosa en el
CVD. Adicionalmente, las neuronas sensibles a glucosa del área postrema son
estimuladas e inhibidas por concentraciones variantes de glucosa. En el NTS se
ha demostrado la existencia de neuronas sensibles a glucosa cuya excitabilidad
aumenta y disminuye en respuesta a una elevación en la glucosa ambiental, lo cual sugiere la
presencia de neuronas GE y GI en el NTS. La evidencia experimental apoya la
presencia de transportadores GLUT2 y canales KATP, dos
componentes sensibles a glucosa, en el
NTS. Los transportadores GLUT2 neuronales
han sido involucrados en la RCR pues son activados por la hipoglucemia y
contribuyen a la secreción de glucagón. El NMD del vago contiene neuronas
sensibles a glucosa y puede formar parte con el NTS del circuito
hipotálamo-tallo cerebral-hígado que regula la gluconeogénesis hepática.
Algunos estudios sugieren que el
hipotálamo dispara una señal al NTS, posiblemente vía canales KATP,
que es transferida al NMD, el cual se encarga de transmitirla al hígado a través de una ruta eferente vagal.
La co-localización
de receptor de la hormona anorexigénica GLP-1, GK y transportadores GLUT
ha sido demostrada en áreas del cerebro que controlan la conducta alimenticia y
contienen neuronas sensibles a glucosa. La evidencia reciente relaciona a la GK en el ARC y el hipotálamo
lateral (HL) con la regulación del apetito. El ARC ha sido implicado en la
regulación del apetito porque contiene las
neuronas orexigénicas neuropeptido Y (NPY) y péptido relacionado con el agouti
(AgRP) y las neuronas anorexigénicas proopiomelanocortina
(POMC) y transcripto regulado por cocaína y anfetamina (CART). La GK es expresada en niveles relativamente
altos en el ARC y en las neuronas NPY y POMC. El ARC medial está adyacente a la eminencia media y sus capilares forman fenestraciones durante
los momentos de baja disponibilidad de glucosa para facilitar el movimiento de
glucosa de la circulación sanguínea al
ARC y mantener el aporte de nutrientes cuando la difusión de glucosa a través
de los transportadores GLUT presentes en
la barrera hematoencefálica no es suficiente. Entonces, el ARC parce ser un
importante centro sensor de glucosa pues modula su entrada dependiendo de la concentración plasmática. El mecanismo
que provoca el incremento la ingesta de glucosa una vez activada la GK puede
incluir a los núcleos hipotalámicos
paraventricular (NPV) y dorsomedial (NDM). Las neuronas NPY del ARC se
proyectan a la división parvocelular del NPV (pNPV) y al NDM. Estas
proyecciones influyen en la ingesta de carbohidratos. El NPY puede estimular la
ingesta de alimentos a través de la activación de receptores Y1 y Y5 en esos
núcleos hipotalámicos. La pNPV a su vez se proyecta al tallo cerebral provocando la liberación de
péptidos orexigénicos en el tracto gastrointestinal a través de eferentes
vagales. Sin embargo, esta ruta generalmente está asociada con señales de
saciedad.
El centro sensible a glucosa del HL se divide en dos secciones,
área hipotalámica lateral (AHL) y área perifornical. Ambas áreas poseen
propiedades sensoras de glucosa. La GK es moderadamente expresada en el AHL y
no ha sido detectada en las neuronas del área perifornical. Las neuronas sensibles a glucosa representan
aproximadamente 30% de las células del
AHL y su descarga de potenciales de acción aumenta cuando disminuye la
concentración de glucosa. El incremento en los niveles de glucosa tiene el
efecto opuesto, lo que sugiere que las
células del AHL que responden a la glucosa son del tipo GI. Las neuronas GI del
AHL expresan GK, la cual puede jugar un rol en la respuesta a la hipoglucemia.
La GK del AHL estimula una respuesta hedónica, lo que sugiere que tiene un rol
en la respuesta de recompensa de alimentos. Una alta densidad de neuronas
orexinérgica del HL, la mayoría localizadas en el área perifornical, emiten proyecciones que terminan en el núcleo
talámico paraventricular, el cual actúa como centro de relevo en la ruta hacia
el núcleo accumbens. Este circuito podría ser potenciado por interneuronas
colinérgicas para conducir información relacionada con el balance energético e
involucra a la encefalina, entre otros péptidos. La GK del AHL también puede mediar la ingesta
de alimentos a través de conexiones
directas entre AHL y tracto gastrointestinal.
La presencia de GK ha sido detectada en neuronas oxitocina
y vasopresina del núcleo supraóptico del hipotálamo. Los incrementos en los
niveles de glucosa estimulan la liberación de oxitocina y vasopresina de una
manera dependiente de GK, lo que indica que esas neuronas son tipo GE. La
expresión de GK también ha sido identificada,
pero en bajos niveles, en otras regiones del cerebro incluyendo corteza
cerebral, cerebelo y núcleos del rafe. Los
bajos niveles de la enzima sugieren que su función puede ser de menor importancia en comparación
con otras regiones cerebrales.
En conclusión, la GK es un componente clave del mecanismo
sensor de glucosa neuronal y es expresada en regiones cerebrales que controlan diversos procesos
homeostáticos. Los primeros trabajos demostraron un importante rol de esta enzima
neuronal en el hipotálamo. Los estudios más recientes han extendido su
importancia a otras regiones cerebrales. Sin embargo, la investigación sobre el
rol de la GK neuronal tiene algunas limitaciones. En algunos casos,
la manipulación de los niveles de
glucosa puede llevar la glucemia fuera
de los niveles fisiológicos y, por lo tanto, los resultados pueden no ser
representativos del rol de la GK en
condiciones normales. Por otra parte, la presencia de GK no necesaria indica
que está involucrada en algún proceso neuronal. Es necesario destacar que
aunque la glucosa es una importante
señal de energía, otras señales
metabólicas también juegan un rol
en la homeostasis de energía. Por ejemplo, la insulina puede alterar la despolarización neuronal actuando sobre los canales KATP o vía GLUT4
sensibles a glucosa. Las neuronas hipotalámicas sensibles a glucosa también son
sensibles a cambios en los niveles de
ácidos grasos, lactato o cuerpos cetónicos.
No está claro si la GK juega
algún rol en la respuesta a esas otras
señales.
Fuente: De Baker I et al (2016). Insights into the
role of neuronal glucokinase. American Journal of Physiology: Endocrinology and Metabolism 311: E42-E55.
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