FGF23 y kloto
El factor de crecimiento fibroblástico-23 (FGF23) es una
hormona fosfatúrica que reduce la reabsorción
de fosfato a través de la
regulación negativa de co-transportadores
sodio/fosfato en las células epiteliales del túbulo proximal renal. El FGF23 también regula hacia abajo la
expresión de la 1α-hidroxilasa en los túbulos proximales renales y por lo tanto
suprime la producción de la forma
hormonalmente activa de la vitamina D, 1,25-(OH)2D
(calcitriol). Los osteoblastos y los osteocitos son las principales
fuentes del FGF23 circulante in vivo. La
secreción de FGF23 en el hueso es
estimulada por el calcitriol y por un
incremento del fosfato extracelular, formando un asa de retroalimentación entre hueso y riñón. Adicionalmente, un
incremento en el calcio extracelular es capaz de aumentar la secreción de FGF23. Hay también evidencia
que la deficiencia de hierro y el
estimulo pro-inflamatorio aumentan la secreción de FGF23 por el hueso.
Para proteger al FGF23 de la fragmentación intracelular
por parte de la convertasa de proproteína, furina, durante el proceso de secreción,
es necesario que sea O-glucosilado en el
residuo treonina en el sitio de
fragmentación por la N-acetilgalactosaminiltransferasa 3 (GalNT3). Solamente la
molécula intacta de FGF23 es
biológicamente activa, la falta de glucosilación resulta en la secreción de FGF23 fragmentado,
provocando un fenotipo similar al de deficiencia de FGF23. Recientemente, se descubrió que la
O-glucosilación del FGF23 necesita ser contrabalanceado por la fosforilación de serina cerca del sitio de glucosilación
por el miembro C de la familia con
secuencia similar 20 (FAM20C). La pérdida de función de FAM20C provoca un
incremento de FGF23 intacto circulante y
raquitismo hipofosfatémico. Por lo
tanto, la fosforilación y la glucosilación
de FGF23 son procesos fisiológicos esenciales y determinan las
cantidades relativas de FGF23 intacto y
fragmentado secretado por osteoblastos y osteocitos.
La unión de alta afinidad
del FGF23 en las células blanco requiere un complejo receptor que consiste
del receptor de FGF (FGFR) y la proteína transmembrana αkloto (kloto). EL FGFR es un receptor tirosina quinasa que
una vez activado a través de la unión de ligando provoca una cascada de fosforilaciones de moléculas. Hay cuatro diferentes FGFR (FGFR1, 2, 3, 4) y es aun
controversial cuáles FGFR son los
responsables de las acciones del FGF23
en los diferentes tipos de células.
Hay evidencia de la señal FGF23 a través del complejo FGFR1c/kloto, pero
la proteína kloto también puede unirse a
FGFR3 y FGFR4.
Kloto es una proteína con secuencia homóloga a la
1β-glucosidasa. En los mamíferos, solamente hay
un gen αkloto, pero hay tres isoformas de la proteína kloto: una forma
transmembrana, una forma soluble (skloto) y una forma skloto truncada. El
dominio extracelular de la proteína Kloto
consiste de dos tipos de dominios de 1β-glucosidasa, KL1 y KL2, y es separado de la
molécula de kloto por enzimas proteolíticas ancladas en la
membrana, liberado al líquido extracelular y posteriormente a la circulación
sanguínea. La isoforma skloto truncada es producida por “splicing” alternativo
del ARNm de kloto, carece de los exones 4 y 5 en ratones y del dominio KL2 en
humanos debido a una detención prematura del codón. Por lo tanto, en humanos y ratones, la
isoforma skloto truncada de la proteína kloto consiste solamente de dominio KL1. Los principales
sitios de expresión de kloto son los túbulos proximales y distales en el riñón,
el plexo coroideo en el cerebro y las glándulas paratiroides.
La proteína kloto fue descubierta originalmente como un
factor anti-envejecimiento. De acuerdo con esta noción, los ratones con
deficiencia de kloto y Fgf23 se caracterizan por un fenotipo similar a
envejecimiento asociado con muerte prematura, calcificaciones ectópicas y
osteomalacia. Los ratones kloto-1-
y Fgf23-1- producen cantidades excesivas de calcitriol debido a la
falta del efecto supresor del FGF23 sobre la actividad de la 1α-hidroxilasa
renal. La función anti-envejecimiento de
kloto se atribuyó inicialmente a un rol
inhibitorio de la skloto sobre la señal de insulina. Los ratones kloto-1-
y Fgf23-1- se caracterizan por un incremento en la sensibilidad
periférica a la insulina. Sin embargo,
recientemente se ha demostrado
que la carencia de kloto no
altera la homeostasis de la glucosa en ratones kloto-1-/VDR∆/∆,
lo que indica que el incremento en la sensibilidad a la insulina en los ratones
kloto-1- es secundario a disturbios en la homeostasis mineral y que la capacidad de la proteína kloto endógena para inhibir la señal insulina/factor similar
a insulina-1 (IGF1) no es indispensable
para la homeostasis de la glucosa. Por lo tanto, el concepto actual es
que el envejecimiento prematuro en los
ratones kloto-1- y Fgf23-1- es causado por una intoxicación
con vitamina D que provoca severa hipercalcemia e hiperfosfatemia y
posteriormente daños en los órganos. Está claro que la toxicidad no es mediada
por el incremento de los niveles circulantes de vitamina D per se, sino
primariamente por la hiperfosfatemia inducida por la vitamina D.
El rol funcional de la proteína kloto es aún controversial. En este sentido, se han
propuesto tres funciones principales, (i) una función hormonal de la skloto, (ii)
una función enzimática como glucosidasa y (iii) la función de la proteína kloto
unida a la membrana celular como un co-receptor obligatorio para la señal FGF23. La función hormonal de la skloto ha sido reportada en el riñón, el corazón,
los vasos sanguíneos y en la inhibición
de la señal de insulina. Sin embargo, hasta el presente no ha sido posible
identificar el receptor para skloto. Aunque
la proteína kloto carece de los residuos de ácido glutámico en el sitio activo
característicos de la familia glucosidasa, hay evidencia que sugiere que la
skloto puede funcionar como una enzima.
Varios estudios sugieren que la skloto puede tener la capacidad para alterar la
función y abundancia de glucoproteínas de membrana separando el azúcar
terminal de la cadena de azúcares a través de una potencial actividad
glucosidasa. Los FGF endocrinos como el FGF23 tienen baja afinidad por los
FGFR. Sin embargo, la co-expresión de kloto en la membrana celular convierte al
FGFR1c en un receptor específico para FGF23 al incrementar aproximadamente 20
veces la afinidad del complejo receptor.
El riñón es uno de los principales sitios de acción de
kloto y FGF23 y probablemente el más importante bajo condiciones fisiológicas.
El riñón es también la principal
fuente de skloto bajo condiciones fisiológicas. Es bien conocido que el FGF23 es una hormona
fosfatúrica. El FGF23 induce un incremento en la excreción urinaria de fosfato
a través de la supresión de la expresión
de los transportadores de fosfato NaPi-2a y NaPi-2c en la membrana apical de los
túbulos proximales renales. La presencia de transportadores NaPi en la membrana
apical es necesaria para la re-captación en el epitelio del fosfato filtrado.
Recientemente se demostró en ratones que la acción fosfatúrica del FGF23 está
determina principalmente por la
regulación hacia abajo de la abundancia
de NaPi-2a. Sin embargo, en los humanos, el NaPi-2c tiene un rol más importante
en el metabolismo del fosfato comparado
con ratones. El mecanismo molecular que
subyace a la acción fosfatúrica del FGF23 no está muy claro. En estudios de hibridización in situ se encontró que la proteína kloto es
expresada principalmente en los túbulos
distales renales. Por lo tanto, no está claro cómo el FGF23 podría actuar en
los túbulos proximales donde tiene lugar la reabsorción de fosfato. Una
hipótesis es que el FGF23 puede hacer que el túbulo distal secrete un factor
paracrino hasta ahora desconocido que actúe en el túbulo proximal para suprimir
la reabsorción de fosfato. Sin embargo, estudios recientes con anticuerpos
policlonales demostraron que la proteína kloto es expresada tanto en
la membrana basolateral del túbulo distal como
en la del túbulo proximal y que el FGF23 regula directamente la
expresión de NaPi-2a en el epitelio del túbulo proximal por fosforilación del cofactor regulador de la proteína
intercambiadora Na+/H+ (NHERF)-1 de una manera
dependiente de kloto. La fosforilación
del NHERF-1 provoca la internalización y degradación del NaPi-2a. Este mecanismo es similar al de
otra hormona fosfatúrica, la hormona paratiroidea (PTH), y la evidencia
clínica sugiere que la PTH y el FGF23 interactúan en la regulación de la reabsorción renal de fosfato.
Aunque el hallazgo
que el FGF23 actúa directamente
sobre los túbulos proximales no excluye
la posibilidad que el FGF23 pueda disparar la liberación por los túbulos
distales de señales paracrinas adicionales, se ha establecido un modelo lógico
de la acción fosfatúrica del FGF23. La evidencia reciente a partir de experimentos con ratones apoya
fuertemente este modelo porque los
ratones con una lesión específica de fgfr-1-
en los túbulos proximales presentan hiperfosfatemia y son resistentes a la
acción fosfatúrica del FGF23. Las células epiteliales del túbulo
proximal expresan FGFR1, 3 y 4 pero no 2. Hay evidencia que la isoforma FGFR1c interactúa
con kloto para formar el complejo receptor FGFR1c-kloto. Sin embargo, como ya
se mencionó, la proteína kloto también puede interactuar con FGFR3 y 4. Un
trabajo reciente indica que la acción fosfatúrica del FGF23 es mediada a través de FGFR1 y FGFR4, pero el FGFR1 puede tener el rol dominante en la
mediación de la señal FGF23 en el túbulo proximal. No se sabe aún si los
mecanismos de señalización del FGF23 involucrados en la supresión de la
abundancia en la membrana de NaPi-2a y en la supresión de la actividad de la
1α-hidroxilasa renal forman parte de una ruta de señalización común, o si
pueden ser influenciados separadamente.
La
proteína kloto puede regular la reabsorción renal de fosfato por un mecanismo
independiente de FGF23. En este contexto, se ha reportado que kloto por su potencial actividad
glucosidasa puede actuar como un factor fosfatúrico autocrino alterando la función de NaPi2a en las células epiteliales
del túbulo proximal. Un problema en este
modelo es que requiere la presencia de proteína kloto funcional en la
orina y no está claro cómo kloto
pasa de la circulación o de la
membrana basolateral al espacio
urinario. En los túbulos distales, la skloto actúa como un regulador del canal de calcio potencial de receptor transitorio
vanilloide-5 (TRPV5). El TRPV5 es una glucoproteína esencial para la entrada apical de calcio en las células epiteliales renales y la
expresión de TRPV5 completamente glucosilado
es la etapa limitante en el
transporte transcelular de calcio en los
túbulos distales renales. En este modelo, kloto, a través de una potencial
actividad sialidasa promueve la abundancia de TRPV5 en la membrana apical
estabilizando la interacción entre TRPV5 glucosilado y galectina unida a la membrana e
incrementando el tráfico de TRPV5 hacia la membrana apical.
Ahora
bien, el FGF23 no sólo suprime la reabsorción de fosfato en los túbulos proximales renales, también
regula el manejo renal de calcio y sodio en los túbulos distales. La señal
FGF23 a través del complejo receptor
FGFR/kloto, provoca una fosforilación dependiente de ERK1/2 y SGK1 de la quinasa con-no-lisina
4 (WNK4) en el epitelio del túbulo distal. La WNK4 es una molécula central para el tráfico de canales
iónicos en el epitelio renal. La activación de WNK4 inducida por FGF23 produce un incremento en la abundancia de TRPV5 y del co-transportador Na+:Cl- (NCC) en los
túbulos distales renales, lo cual
resulta en un incremento de la
captación celular de calcio y sodio.
Estos hallazgos tienen implicaciones fisiológicas y fisiopatológicas. Es bien
conocido que la hiperfosfatemia crónica
es un factor de riesgo para
calcificaciones vasculares y enfermedades cardiovasculares. En una situación de
hiperfosfatemia, la función conservadora de calcio del FGF23 puede ayudar a mantener los niveles de calcio a pesar
de la supresión de la síntesis de
calcitriol por el FGF23. Es de hacer
notar que la otra hormona fosfatúrica, PTH, también combina la función
fosfatúrica con la función conservadora de calcio en el riñón. En los pacientes con enfermedad renal crónica,
el FGF23 y la PTH se encuentran
elevados debido a la retención de
fosfato. En esta situación, la conservación de calcio manejada por
el FGF23 y la PTH puede contribuir
al desarrollo de calcificaciones vasculares. Adicionalmente, el FGF23 circulante está
asociado con progreso de enfermedad cardiovascular, hipertrofia del ventrículo
izquierdo, insuficiencia cardiaca y la mortalidad en pacientes con enfermedad
renal crónica. El recientemente descrito enlace entre FGF23 y regulación de
volumen puede proporcionar una explicación tentativa para esta asociación. Otra observación
interesante es que FGF23 y aldosterona convergen sobre SGK1 en los túbulos
distales renales, lo cual puede provocar efectos sinérgicos sobre la activación
de NCC. Los niveles de aldosterona se
encuentran elevados en los pacientes con enfermedad renal crónica. Por lo
tanto, el incremento de aldosterona circulante puede aumentar los efectos del FGF23 sobre la retención de
sodio y agua en los pacientes con
enfermedad renal crónica.
Las
glándulas paratiroides son sitios de abundante expresión de kloto. Varias líneas de evidencia a partir
de estudios in vivo e in vitro sugieren que el FGF23 suprime la secreción de
PTH. Debido a que la PTH estimula la
secreción de FGF23 en el hueso, el
efecto supresor del FGF23 sobre la
secreción de PTH forma un asa de retroalimentación negativa entre el hueso y las glándulas
paratiroides. Sin embargo, el mecanismo por el cual el FGF23 regula la
secreción de PTH no está completamente claro. La evidencia acumulada con
experimentos in vivo e in vitro sugiere
que el FGF23 suprime la secreción de PTH por una ruta independiente de kloto
que involucra a la calcineurina, pero los FGFR involucrados aún no se conocen
con claridad. Por otra parte, la elevación de FGF23 y PTH en los pacientes con
enfermedad cardiovascular puede ser explicada
por resistencia al FGF23 en las glándulas paratiroides.
Aunque
existen algunos reportes aislados acerca de la expresión de la proteína kloto
en arterias y células de músculo liso vascular, actualmente hay consenso que en
los humanos, kloto no es expresada ni el
corazón ni en los vasos sanguíneos en niveles fisiológicamente
significativos. Sin embargo, como ya se
ha mencionado, el FGF23 está asociado positivamente
con hipertrofia de ventrículo izquierdo, insuficiencia cardiaca y
calcificaciones vasculares. La pregunta es ¿por qué? Hay varias explicaciones
posibles, el FGF23 puede contribuir a la retención de sodio y agua. Alternativamente, hay evidencia que
el FGF23 puede actuar directamente sobre el corazón. Estudios recientes sugieren que el FGF23 induce hipertrofia
ventricular izquierda por una acción independiente de kloto sobre los miocitos
cardiacos. Más aún, la expresión local de FGF23 aumenta en el corazón de
pacientes con hipertrofia ventricular izquierda inducida por enfermedad renal
crónica. Por lo tanto, el FGF23 puede
tener un rol paracrino en la patogénesis de la hipertrofia ventricular
izquierda. Es aún controversial si el FGF23 puede actuar directamente sobre los
vasos sanguíneos. Los efectos del FGF23 sobre vasos sanguíneos in vivo pueden
ser indirectos, aunque también puede inducir disfunción endotelial interfiriendo directamente con la
vasodilatación mediada por oxido nítrico. En contraste con el FGF23, la skloto no está asociada con riesgo cardiovascular en
los pacientes con enfermedad renal crónica ni en los pacientes con función
renal normal.
La
proteína kloto es expresada en niveles
muy bajos en el hueso mientras la expresión de FGF23 es alta en comparación con
otros tejidos. Sin embargo, estudios recientes reportan que los osteoblastos y
los osteocitos sólo contribuyen con el 50% de los niveles circulantes del
FGF23, lo que sugiere que hay otras fuentes celulares que pueden contribuir a
los niveles circulantes de FGF23. En este contexto, es importante resaltar la
expresión de ARNm de FGF23 en tejidos distintos al hueso. Por otra parte, la mineralización ósea es
alterada en ratones con deficiencia de kloto y FGF23. Esto se debe a que el
FGF23 puede actuar como un factor autocrino-paracrino regulador de la
mineralización ósea suprimiendo la transcripción de la fosfatasa alcalina tisular
no específica (Tnap) a través de una ruta de señalización mediada por
FGFR3 independiente de kloto. Por lo
tanto, la deficiencia de FGF23provoca una regulación hacia arriba de la
expresión de Tnap y un incremento de la producción de fosfato, lo cual a su vez
estimula la secreción de osteopontina, un inhibidor de la mineralización ósea.
El
plexo coroideo es un sitio de abundante expresión de kloto. Sin embargo, muy poco se
conoce acerca de del rol funcional de kloto y FGF23 en el sistema nervioso central. Un hallazgo
interesante en este contexto es que la
skloto está asociada inversamente con el
envejecimiento y la enfermedad de Alzheimer en modelo de roedores. Más aún, los
ratones con sobre expresión de kloto
exhiben aumento de la cognición y están protegidos contra la disminución
cognitiva y la mortalidad prematura en modelos de enfermedad de Alzheimer.
Adicionalmente, ciertas variaciones
naturales en el gen kloto están asociadas con mayor volumen cerebral y
aumento de la cognición en poblaciones humanas.
En
conclusión, el FGF23 es conocido como una hormona derivada del hueso que
suprime la reabsorción de fosfato y la producción de calcitriol en el riñón. De la proteína kloto,
originalmente descubierta como un factor anti-envejecimiento, se han propuesto
tres funciones: una función hormonal de la skloto, una función enzimática como
glucosidasa y la función como co-receptor
de la señal FGF23. Sin embargo, los
avances recientes en el campo de la biología de FG23 y kloto han revelado
nuevas funciones de la señal FGF23 y kloto en riñón, corazón,
hueso, vasos sanguíneos y glándulas paratiroides. Está claro ahora que
el FGF23 es más que una hormona
fosfatúrica derivada del hueso. El FGF23 ha emergido como un factor endocrino y autocrino
involucrado no solamente en la homeostasis
de fosfato, sino también en el metabolismo de calcio y sodio así como
también en el desarrollo de hipertrofia cardiaca. Estos novedosos hallazgos que
relacionan al fosfato con la homeostasis
de volumen pueden tener implicaciones fisiopatológicas para la enfermedad renal crónica, enfermedades
cardiovasculares y desordenes de la mineralización ósea.
Fuente: Erben RG (2016). Update on FGF23 and klotho
signaling. Molecular
and Cellular Endocrinology 432: 56-65.
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