Regulación epigenética de la
pubertad femenina
El inicio de la pubertad en los mamíferos necesita un incremento
de la actividad secretora de las
neuronas hipotalámicas que producen la hormona liberadora de gonadotropinas
(GnRH). La actividad secretora de las
neuronas GnRH depende de impulsos
trans-sinápticos y gliales proporcionados por
diferentes neurotransmisores, neuromoduladores y moléculas de
señalización célula-célula, derivados de
grupos de neuronas o células gliales conectadas funcionalmente con las neuronas
GnRH. Mientras los impulsos
trans-sinápticos pueden ser excitadores o inhibidores, los impulsos gliales
casi siempre son excitadores. La
complejidad de los sistemas celulares
que regulan la actividad de las neuronas GnRH ha dado lugar a dos
preguntas importantes: ¿cuál es el impacto sobre el inicio de la pubertad de
los genes expresados en las diversas
poblaciones celulares? y ¿cuáles son los mecanismos para la coordinación dinámica de las redes
genéticas que contribuyen al control
central del proceso de la pubertad? Sobre la base de estudios en modelos animales se ha
propuesto que la pubertad no es un evento disparado por un único gen, sino que
involucra a una diversidad de genes, los cuales están organizados en redes funcionales. Las nuevas
herramientas para explorar el genoma
humano han facilitado la
identificación de varios genes
esenciales para la pubertad. Entre estos genes se incluyen a: (i) GNRHR, necesario para que las células
gonadotropas de la hipófisis respondan a
la GnRH porque codifica al receptor de GnRH, (ii) LEP, el gen que codifica a la
leptina, una citoquina producida por los adipocitos que es esencial para no sólo para la regulación de la homeostasis
energética sino también para el inicio
de la pubertad, (iii) LEPR, el gen que codifica al receptor de leptina. La
epigenética (cambios en la expresión de un gen
que ocurren sin cambios en la secuencia primaria de nucleótidos del gen)
es un sistema regulador biológico capaz de regular dinámicamente la
expresión de genes y al mismo tiempo
imponer un nivel de coordinación y plasticidad transcripcional a los grupos de genes que controlan el desarrollo
reproductivo femenino.
El control trans-sináptico de las
neuronas GnRH es dual, involucra impulsos excitadores e inhibidores. Una
fracción sustancial de los impulsos
excitadores es proporcionada por
neuronas glutamatérgicas, pero el más poderoso impulso para la liberación de
GnRH es proporcionado por neuronas hipotalámicas que secretan un grupo de
cuatro péptidos biológicamente activos, conocidos como kisspeptinas, que
resultan del clivaje proteolítico de un precursor que es codificado por el gen
KISS1/Kiss1. Todas las kisspeptinas son potentes estimuladores de la liberación de GnRH. La importancia
crítica de estos péptidos para la
pubertad fue demostrada hace 10 años en
estudios con humanos que demostraron que
la pérdida de función de GPR54/Kiss1R, el gen que codifica al receptor de
kispeptina, provoca falla puberal. En
oposición a esta influencia excitadora, hay tres grupos de neuronas que
proporcionan regulación inhibidora
trans-sináptica de las neuronas GnRH: (i) neuronas opiatérgicas, (ii) neuronas
que contiene péptido relacionado con RFamida (RFRP) y (iii) neuronas
GABAergicas. Las neuronas opiatérgicas
inhiben la actividad de las neuronas GnRH liberando péptidos que se unen a receptores específicos en neuronas GnRH y en neuronas que controlan la secreción de GnRH. Un ejemplo prominente de este tipo de interacción se encuentra en el núcleo arcuato. En esta
región del hipotálamo, las neuronas
kisspeptina producen el péptido opiodedinorfina, el cual, al menos en parte, inhibe la secreción de GnRH reprimiendo la
liberación de Kisspeptinas a través de una interacción de tipo
paracrina/autocrina. El RFRP es el
ortólogo de la hormona inhibidora de
GnRH (GnIH) en los mamíferos. Las
neuronas RFRP usan los péptidos RFRP1 y
RFRP3 para comunicación trans-sináptica. Ambos péptidos tienen alta afinidad
por el receptor GPR147 o NPFFR1 y baja afinidad por el receptor GPR74 o NPFFR2.
El GPR147 es expresado en las neuronas GnRH, por lo que las neuronas RFRP
pueden actuar directamente sobre ellas para inhibir la secreción de GnRH. La
acción de las neuronas GABAergicas sobre la red
neuronal GnRH es más compleja. El GABA inhibe la secreción de GnRH a través de receptores GABAA y
GABAB expresados en las neuronas conectadas a la red neuronal GnRH y
a través de receptores GABAB localizados en las neuronas GnRH. A
pesar de estas acciones inhibidoras, las neuronas GABAergicas también
excitan directamente a las neuronas GnRH
vía activación de receptores GABAA.
Las células gliales contribuyen al
control hipotalámico de la pubertad. Una serie de estudios han demostrado que los
astrocitos y las células ependimogliales de la superficie ventro-lateral del
tercer ventrículo, conocidas como tanicitos, facilitan la secreción de
GnRH liberando factores de crecimiento y
moléculas pequeñas como ATP y prostaglandina E2 y a través de interacciones
célula-célula. La primera forma de comunicación es ejercida por factores difusibles, pero la
comunicación adhesiva entre células gliales y neuronas GnRH requiere un
contacto directo célula-célula e involucra moléculas de adhesión con características estructurales únicas para
permitir el movimiento bidireccional de
la señal intracelular. Estas moléculas
incluyen a la molécula de adhesión sializada
NCAM (PSA-NCAM), la molécula de
asdhesion sináptica 1 (SynCAM1) y la proteína tirosina fosfatasa-β similar a
receptor (RPTPβ).
El incremento en la liberación pulsátil de LH es actualmente aceptado como la primera
manifestación endocrina del inicio de la
pubertad de los humanos. La amplitud de
los pulsos de LH detectados en la circulación sanguínea aumenta en la noche
durante la transición a la pubertad
temprana. El mecanismo trans-sináptico que
subyace a la liberación pulsátil de GnRH
es la actividad sincronizada de un grupo
de neuronas localizadas en el núcleo arcuato del hipotálamo conocidas como
neuronas KNDy porque producen kisspeptinas, neuroquinina B (NKB) y dinorfina.
Las neuronas KNDy liberan NKB, el cual
actúa sobre las neuronas KNDy a través de receptores específicos para estimular la liberación de kisspeptinas. NKB
y kisspeptinas son liberadas periódicamente y esta conducta oscilatoria está determinada por un mecanismo de
retroalimentación negativa que la dinorfinaejerce sobre la liberación de NKB. La liberación pulsátil de GnRH es regulada,
además de las neuronas KNDy, por neuronas glutamatérgicas, GABAergicas,
opiotérgicas y RFRP.Además de las neuronas KNDy del núcleo arcuato, hay otra
población de neuronas kisspeptinas
localizada en el núcleo anteroventralperiventricular (AVPV) de roedores y el
área rostral periventricular de humanos y roedores, Estas neuronas no contienendinorfina
ni NKB y por lo tanto no contribuyen al control de la liberación pulsátil de
GnRH. Las neuronas del AVPV son
requeridas para el pico preovulatorio de gonadotropinas y no están involucradas
en el inicio de la pubertad femenina, pues el pico de gonadotropinas ocurre
cuando el proceso de la pubertad está
bastante avanzado.
El concepto de una diversidad de genes que afectan el tiempo de la pubertad
implica que ellos pueden estar funcionalmente organizados en redes capaces de
generar señales biológicas coordinadas. Una de esas redes opera en el
hipotálamo peripuberal de ratas y monos. Estos genes, conocidos como genes
relacionados con tumor (TRG) están organizados en una red que contiene nodos centrales en el corazón de la red y genes subordinados (Ej: Kiss1) localizados
en la periferia que son controlados transcripcionalmente por los nodos centrales. La red TRG tiene
cinco nodos centrales (CDP/CUTL1/CUX1, MAF, p53, YY1 y USF2), los cuales no sólo
están fuertemente conectados entre sí sino que también se conectan con genes
(OCT2, TTF1 y EAP1) involucrados en la regulación transcripcional del proceso de la pubertad. Los nodos centrales de la red TRG también están
conectados con 22 de los 26 genes relacionados con la menarquia. El gen Kiss1
inicialmente era conocido como un gen
supresor de metástasis y el gen EAP1 forma parte del complejo transcripcional
represivo que modula la apoptosis en el
cáncer de mama. Un estudio reciente
reporta otra red transcripcional de genes en gatos. Aunque los nodos
centrales de esta red son diferentes a los de la red TRG regulan genes
similares como NELL2, NRG1 y genes que codifican las moléculas de adhesión involucradas en la comunicación
célula-célula, como SynCAM1. Además de los represores transcripcionales que
operan con la red TRG (YY1, EAP1, CUX1), hay un sistema represor
post-transcripcional que puede contribuir
a controlar el tiempo de la
pubertad. Un nodo central de este
sistema es LIN28b, el cual codifica una proteína que inhibe la
maduración de let7 miRNAS, una familia
de microARN con actividad supresora de tumor. La potencial contribución del LIN28b a la regulación de la pubertad fue sugerida por el hallazgo de un nucleótido cerca del gen LIN28B en el cromosoma 6 humano
asociado con pubertad más temprana y
corta estatura en las hembras. En ratas,
la expresión de Lin28b disminuye en el hipotálamo durante el desarrollo
prepuberal de machos y hembras, un cambio que coincide con un incremento en la expresión de let7a y
let7b, dos conocidos blancos del LIN28b.
La diferenciación sexual dependiente de estrógenos del área preóptica (POA) de roedores está sometida a modificaciones
epigenéticas que afectan la metilación del ADN o el patrón de modificaciones post-traslacionales de histonas
del gen del receptor alfa de
estrógenos (ERα). Mientras una porción del promotor del gen del ERα exhibe un
patrón de desarrollo de metilación de
ADN que no se correlaciona con la expresión del gen, la metilación de ADN de otra porción del promotor exhibe
una buena correlación, lo que sugiere que tales cambios están circunscritos a un
limitado número de dinucleótidosCpG en segmentos específicos de la región 5´ del
gen. Las modificaciones post-traslacionales de histonas juegan un rol más
decisivo que la metilación de ADN en la masculinización del POA. Un gen que
muestra una fuerte expresión dimórfica en el núcleo AVPV de roedores es el kiss1.
Aunque la expresión de kiss1 es mucho mayor en las hembras que en
los machos, la metilación de ADN del
promotor del gen kiss1 es mayor en las hembras. Esta diferencia puede reflejar
la capacidad de la metilación de ADN para bloquear el reclutamiento de represores
transcripcionales. La evidencia
sobre el control epigenético de la expresión del gen GNRH durante el
desarrollo fue proporcionada por un
estudio con cultivos de neuronas GnRH de primates no humanos. Este estudio
demostró la disminución de metilación de
8 a 14 sitios CpG en una región localizada a 2000 bp del sitio de
transcripción del gen GNRH en coincidencia
con un incremento en la expresión de GNRH durante el desarrollo
embrionario in vitro. Este hallazgo
implica que la desmetilación de regiones
específicas en locus del gen GNRH juega un rol
en la activación in vivo de la
transcripción de GNRH. En un estudio reciente se demuestra que los estrógenos incrementan el contenido
de H3 acetilada en el promotor de kiss1
en el núcleo AVPV, pero lo reducen en el núcleo arcuato.Adicionalmente, los
estrógenos incrementan la unión de ERα
al promotor del gen kiss1 en el núcleo AVPV pero no en el núcleo arcuato.
El modelo actual para explicar el inicio
dela pubertad parte de la existencia de
un “brake” puberal. De acuerdo con este modelo, durante el período prepuberal
la actividad secretora de las neuronas GnRH
está bajo control inhibitorio trans-sináptico. En la pubertad, la
supresión de la inhibición resulta en un
incremento de la liberación de GnRH. Un enfoque diferente, pero no
necesariamente excluyente, es que la
pubertad sólo puede ocurrir si hay activación de impulsos excitadores. Este concepto es
apoyado por la demostración de que la activación de las neuronas kisspeptinas proporciona una fracción significativa de los impulsos
estimuladores que controlan las neuronas GnRH, esencial para que ocurra la
pubertad. Sobre la base de estas y otras
observaciones el modelo original ha sido
sustituido por otro que incluye la
disminución de impulsos inhibidores concomitantemente con un incremento de
impulsos excitadores. El mecanismo inhibición/excitación que regula la pubertad parece que ocurre a
nivel transcripcional en las neuronas involucradas en la estimulación dela
liberación de GnRH. La existencia de un
modo transcripcionalmente represivo que
controla los genes que activan la pubertad
fue sugerida inicialmente por el hecho
de que algunos nodos centrales de la red TRG pueden reprimir la
actividad transcripcional del gen kiss1. La prueba definitiva fue
proporcionada por la demostración de que el complejo PcG previene el inicio
prematuro de la pubertad a través de la represión de la actividad
transcripcional del gen kiss1 en las neuronas KNDy del núcleo arcuato. Otro aspecto
evidente ahora es que la
disminución de la expresión del complejo
PcG que antecede al inicio de la
pubertad no es dependiente de estrógenos, no hay elementos de repuesta a los estrógenos en los promotores de PcG.
Más aún, la acción de los estrógenos
esta asociada más con la
activación que con la represión de
genes. Aunque los estrógenos no son responsables de la disociación de las
proteínas PcG del promotor del gen kiss1 en las neuronas KNDy, intervienen en las
modificaciones epigenéticas que
afectan otros genes relacionados con la
pubertad o al mismo gen kiss1 en las neuronas kisspeptinas del núcleo AVPV.
Esta idea es apoyada por estudios que demuestran que los estrógenos inducen
cambios en la acetilación de H3 en el promotor del gen kiss1 de las neuronas
kisspeptinas del núcleo AVPV. Varias hormonas periféricas modifican la
actividad de las neuronas kisspeptinas del hipotálamo. Mientras la leptina y el
IGF-1 incrementan la expresión de kiss1, la grelina y el FGF21 reprimen el
inicio de la pubertad inhibiendo la expresión de kiss1 en el núcleo arcuato y
el núcleo AVPV, respectivamente.
Las señales metabólicas también juegan un papel importante en el inicio d ela
pubertad. Hay un período crítico durante
la gestación tardía de humanos y la vida
postnatal temprana de roedores en el cual se establece un “programa de desarrollo” de la homeostasis
energética. Si la disponibilidad de
nutrientes es aumentada o limitada durante este tiempo, el programa es afectado
irreversiblemente y se producen
alteraciones persistentes en la homeostasis energética con incremento de la susceptibilidad a la diabetes y enfermedades cardiovasculares
y metabólicas. La pubertad femenina también
es afectada por la disponibilidad de nutrientes duranteel período
crítico, la expresión de kiss1 es retarda por la desnutrición temprana que altera la conectividad de las neuronas Kisspeptinas en el núcleo
arcuato. Por el contrario, el incremento en la disponibilidad de nutrientes
durante ese período adelanta el inicio de la pubertad. Debido a que los
metabolitos celulares son usados como fuente
de modificaciones post-traslaciones de histonas, los mecanismos
epigenéticos podrían modificar la expresión
de genes específicos en las redes celulares involucradas en el control de la secreción de GnRH. Dos
sistemas reguladores funcionan como enlaces epigenéticos entre las alteraciones tempranas en la disponibilidad
de nutrientes y el control neuroendocrino
de la pubertad. Uno de ellos está representado por las sirtuinas, una
clase de desacetilasas de histonas, que pueden silenciar la expresión de
genes promoviendo la síntesis de
histonas represivas o formando complejos con otros represores
transcripcionales. El otro sistema es la ruta biosintéticahexosamina que integra
el metabolismo de aminoácidos, grasas, carbohidratos y nucleótidos a través de
la síntesis de uridinadifosfato N-acetilglucosamina (UDP-GlcNAC) cuyos niveles
citoplasmáticos fluctúan en respuesta a
los cambios en el flujo de nutrientes y representa la etapa limitante en la
síntesis de β-D-Nacetilglucosamina (O-GlcNAc). La O-GlcNAc juega un rol
crítico en el mantenimiento de la estructura de la cromatina y en la
regulación de la transcripción de genes.
Los estudios en ratas ovariectomizadas tratadas con estrógenos han demostrado que en el núcleo AVPV los
niveles de ARNm de kiss1 y la actividad
de las neuronas kisspeptinas son
incrementados por los estrógenos de una
manera circadiana. Esta ritmicidad diurna
no es aparente en ausencia de
estrógenos. A pesar de la
especulación que señala que la expresión
rítmica de kiss1 y la liberación de kisspeptinas pueden ser responsables de los
ritmos diurnos de la secreción de LH que se observa en la peripubertad de las
hembras, no se ha demostrado aún que los cambios diurnos en la expresión de
kiss1 en las neuronas KNDy estén asociado con el inicio de la pubertad. Dado que el incremento puberal en la liberación pulsátil de LH ocurre en presencia de bajos niveles de estrógenos, es posible que
el cambio circadiano en la actividad de
las neuronas KNDy también sea
independiente de estrógenos. Esta idea es apoyada por estudios que demuestran
que el incremento en la actividad de las
neuronas del núcleo supraquiasmático que
emiten proyecciones al núcleo arcuato
que se observa en la última parte del
ciclo de luz ocurre en ausencia de
cambios en la producción de estrógenos.
En los años recientes ha aumentado
el interés por los efectos de agentes
hechos por el hombre como los pesticidas, el alcohol, el asbesto, el arsénico,
los metales pesados, la contaminación del aire y una variedad de agentes
estructuralmente similares a esteroides o aminas, los cuales pueden interrumpir el
desarrollo neuroendocrino alterando
mecanismos epigenéticos reguladores. De estos agentes, probablemente el más
estudiado es el ultimo grupo, conocido
como disruptores químicos endocrinos
(EDC). El bisfenol A (BPA) es un EDC que requiere mención especial por su
amplia prevalencia. El BPA es usado en la fabricación de una variedad de productos de consumo, como
los envases de alimentos y bebidas. El
BPA altera el desarrollo porque incrementa
la metilación de varios genes. Del efecto de los EDC sobre el control neuroendocrino de la pubertad se conoce muy poco,
aunque algunas evidencias los relacionan con la precocidad sexual en humanos.
En conclusión, está claro que los mecanismos epigenéticos juegan un rol
significativo en la regulación del
desarrollo neuroendocrino de la reproducción y el inicio de la pubertad. A
partir del conocimiento disponible, se propone que el inicio de la pubertad
requiere de un “switch” de una
inhibición a una activación
transcripcionaal. La inhibición transcripcional
es proporcionada por mecanismos epigenéticos que involucran al complejo silenciador PcG,
mientras que la activación transcripcional requiere la contribución de
proteínas que contrarrestan el efecto de las proteínas PcG. Estas interacciones
son componentes integrales de un mecanismo fundamental que subyace al control epigenético
de genes que activan la pubertad
como el gen kiss1. La interrelación
entre represión y activación de genes reside en el corazón de un proceso
por el cual diferentes estímulos ambientales como la luz, la nutrición y
los disruptores endocrinos regulan el
desarrollo puberal.
Fuente:
Lomniczi A et al (2015). Epigeneticregulation of femalepuberty. Frontiers in Neuroendocrinology 36: 90-107.
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