Autofagia en las glándulas
endocrinas
La autofagia es un proceso celular
genéticamente programado que involucra la degradación de componentes
intracelulares. En condiciones
fisiológicas, la autofagia ayuda a mantener la homeostasis celular a través de la degradación y el
reciclaje de proteínas y organelos envejecidos
o dañados. Hay tres tipos
principales de autofagia: macroautofagia, microautofagia, crinofagia y
autofagia mediada por chaperona, las cuales tienen funciones diferentes y
proceden por medio de mecanismos diferentes
pero con un resultado final común, la degradación lisosomal. Sin
embargo, el término autofagia generalmente se emplea para referirse a la
macroautofagia. Las formas específicas
de macroautofagia -lipofagia, mitofagia
y zimofagia entre otras- involucran la degradación deliberada de sustratos
específicos. Por otra parte, la autofagia está involucrada en el desarrollo y el
avance de enfermedades neurodegenerativas,
cardíacas, pulmonares, musculares, hepáticas,
así como también en las infecciones y el cáncer.
La autofagia involucra varias etapas, comienza con la inducción –generalmente
disparada por la deprivación de alimentos- y continúa con el atrapamiento de
los constituyentes citoplasmáticos por
un fagoporo de doble membrana para
formar un autofagosoma. El autofagosoma
se fusiona con los lisosomas y expone su contenido a la degradación lisosomal.
Los productos de esta degradación son
reciclados y reusados como nutrientes para ayudar en la
supervivencia de la célula. Se han
descrito 31 genes relacionados con la
autofagia en levaduras, muchos de los
cuales están presentes en los mamíferos.
Las proteínas codificadas por estos genes
son reguladas por la kinasa del
blanco de rapamicina de mamíferos (mTORK), el principal regulador negativo de
la autofagia. A su vez, la mTORK es regulada
por la estimulación del complejo PI3K
clase 1 por la activación de receptores
de factores de crecimiento. La autofagia también es regulada por la proteína
kinasa activada por el AMP (AMPK) que reacciona al estrés energético (baja
energía), las proteínas supresoras de tumor, nucleares y citoplasmáticas, que
responden al estrés oncogénico o
genotóxico, la familia de proteínas
Bcl2, activada bajo condiciones de
deprivación de nutrientes y estrés del retículo endoplasmático, la ruta Ras y varios otro
moduladores. Cuando la célula tiene suficientes
nutrientes, la mTORK inhibe al complejo proteico ULK1, suprimiendo la
autofagia. Por el contrario, en
condiciones de ayuno, la mTORK es inactiva,
por lo que se desinhibe el complejo ULK1 y se activa el proceso de
autofagia.
La autofagia tiene numerosas funciones fisiológicas. Durante los períodos
de estrés metabólico como la deprivación de nutrientes, condiciones hipóxicas
y/o carencia de factores de crecimiento, la autofagia degrada proteínas para
proporcionar los aminoácidos necesarios para la supervivencia. Estos
aminoácidos son usados en la síntesis de proteínas críticas para la adaptación
de la célula al estrés. También pueden ser usados por el ciclo de ácidos
tricarboxílicos en la producción de ATP para la energía celular. La autofagia
también sirve como mecanismo de control
de calidad, aclarando la célula de proteínas envejecidas o dañadas, organelos,
agregados de proteínas y patógenos
extraños. Recientemente se ha propuesto
que la autofagia actúa como un “guardian
del genoma”, previniendo la inestabilidad gnómica y las mutaciones del ADN que
eventualmente facilitarían el desarrollo
tumoral. La autofagia está involucrada
en procesos específicos como el
envejecimiento, donde tiene un potencial efecto anti-envejecimiento, la
diferenciación celular y varios aspectos del desarrollo.
La crinofagia, descubierta en las células mamotrofas de la hipófisis, describe el proceso por el
cual, en las glándulas endocrinas, los
gránulos secretores que contienen proteínas específicas para la secreción se
fusionan directamente con los lisosomas para la degradación de proteínas. Dado
que los esteroides no se almacenan en gránulos, la crinofagia no ocurre en las
células secretoras de esteroides de las glándulas endocrinas. Hay una notable
diferencia funcional/estructural entre la eliminación de gránulos secretores por crinofagia y por
macrofagia. Mientras la autofagia maneja la degradación lisosomal del gránulo
secretor con otros componentes celulares, la crinofagia lleva a cabo la fusión
directa del gránulo secretor al lisosoma. La crinofagia paree ser un método de
autofagia energéticamente más eficiente para la regulación específica de las
fluctuaciones normales en el material
secretor. La crinofagia ha sido
reportada en la mayoría de glándulas endocrinas y es la principal ruta que
utilizan las células secretoras de péptidos para degradar el exceso de material
secretor. Los mecanismos de inducción y regulación de la crinofagia permanecen aún
desconocidos. La modulación por esteroides ha sido sugerida en la hipófisis, donde los estrógenos se correlacionan positivamente y la
progesterona negativamente con la
crinofagia de los gránulos secretores de prolactina y en el páncreas donde la
progesterona regula positivamente y los glucocorticoides negativamente la crinofagia en las células β.
En las células secretoras de la hipófisis anterior, la crinofagia funciona tanto
como mecanismo fisiológico normal para
el recambio regular de material secretor
y también como una forma de manejar el
exceso de material secretor. Durante el ciclo estral de la rata, si no ocurre
embarazo y la prolactina no es requerida, el exceso de gránulos de prolactina
se fusiona con los lisosomas para ser degradados y sus aminoácidos son reciclados. Durante la lactancia, las células mamotrofas incrementan la
síntesis y secreción de prolactina, la
cual disminuye después del destete,
mientras que los cuerpos crinofágicos
incrementan después del destete y degradan el exceso de gránulos secretores de prolactina. La crinofagia también puede ser inducida. Poe
ejemplo, después de la remoción prematura de la succión, la actividad
secretora de las células mamotrofas es inhibida y los gránulos secretores en
exceso son eliminados vía crinofagia.
Además de las células mamotrofas, la crinofagia ha sido confirmada en
los otros tipos de células de la hipófisis, esto es corticotrofas,
somatotrofas, gonadotrofas y tirotrofas.
La autofagia es un mecanismo importante en la función del ovario. Durante
el desarrollo, antes de la formación del
pool de folículos primordiales, la autofagia es requerida para la supervivencia de las células
germinales. Más tarde, en cada ciclo
menstrual, los folículos que no son escogidos como folículos preovulatorios
desarrollan atresia folicular. El descubrimiento de la muerte de células granulosas vía autofagia activada por el receptor de LDL
oxidada sugiere que la forma autofágica de muerte celular programada está involucradas en la atresia folicular. En
mujeres obesas, con niveles elevados de LDL oxidada y por lo tanto con alta
incidencia de muerte autofágica de células
granulosas, se ha reportado una alta
tasa de infertilidad. La estimulación del
receptor por la LDL oxidada también ha
sido asociada con niveles aumentados de especies reactivas de oxígeno (ROS), lo
cual provoca estrés oxidativo y muerte celular apoptósica. Estudios
recientes sugieren que en mujeres jóvenes con peso normal, la autofagia
reparativa es inducida en respuesta a los
niveles bajos de ROS para evitar la apoptosis y promover la supervivencia
celular. La disminución de la autofagia
reparativa con la edad podría incidir en la disminución de la fertilidad femenina relacionada con la edad. Otros factores como la deprivación de
nutrientes y el cigarrillo también inducen la muerte celular autofágica de las
células granulosas. Por otra parte, estudios
de microscopia electrónica han revelado la presencia de autofagosomas en muchas células durante la regresión del
cuerpo lúteo. A nivel molecular, hay un canal de sodio activado por voltaje en el ovario que induce la autofagia en la
regresión del cuerpo lúteo.
En el testículo, la autofagia ocurre en las células de Leydig más que en
otros tipos de células. En las células de Leydig, los autofagosomas secuestran
preferencialmente organelos que producen esteroides como mitocondrias y
retículo endoplásmico liso, lo que sugiere que la autofagia tiene un rol en la
producción de esteroides. La tasa de
actividad autofágica en las células de Leydig fluctúa con la secreción de esteroides, aumenta en células inhibidas y disminuye en células activadas. La deficiencia autofágica ha sido
implicada en la reducción de la
producción de testosterona en células de
Leydig de ratas envejecidas. Particularmente, la mitofagia o degradación
selectiva de mitocondrias dañados, provoca una acumulación de ROS. Dado que las
ROS son perjudiciales para el funcionamiento de las células de Leydig, esta
acumulación de ROS repercute en la
producción de testosterona. Estudios
recientes reportan evidencias de autofagia en las células de Sertoli.
En la corteza adrenal, las células
secretoras de esteroides funcionan de manera similar a las células de
Leydig del testículo, por lo que la autofagia
tiene una función comparable en ambos tipos de células. Sin embargo, diversos
estudios reportan que hay un rol único
de la autofagia en la regulación del
crecimiento de las células del parénquima en la zona fasciculada de la corteza
adrenal. Células de la zona fasciculada adrenocortical de ratas expuestas a la hormona adrenocorticotropa
(ACTH) presentaron inhibición de la autofagia durante la
hiperplasia inducida por ACTH. Este hallazgo, sumado al descubrimiento del
mismo fenómeno en la regeneración hepática, sugiere que la inhibición de la
degradación autofágica es un mecanismo pro-crecimiento en órganos con
crecimiento rápido como el hígado en regeneración o la corteza adrenal
estimulada por ACTH.
Los niveles de hormona tiroidea no
parecen ser regulados por crinofagia o autofagia. Sin embargo, los gránulos
secretores que contienen calcitonina en las células parafoliculares de la glándula tiroides son regulados por
crinofagia de una manera similar a la
mayoría de células endocrinas. La crinofagia ocurre en respuesta a la supresión de la secreción de hormona paratiroidea, en
este caso, la secreción es suprimida por
altas concentraciones de Ca2+. La crinofagia de la glándula
paratiroides funciona como un medio para eliminar el exceso de hormona. Por
otra parte, las hormonas tiroideas, en particular la T3, inducen autofagia
selectiva de lípidos (lipofagia) en el hígado, un importante
mecanismo para la homeostasis, el metabolismo y la movilización de los lípidos en las células hepáticas.
La autofagia ha sido extensamente estudiada en el páncreas. Como en el
resto del sistema endocrino, la crinofagia es activada en los islotes
pancreáticos durante los períodos de
sobre producción de hormona o de supresión de la secreción de hormonas, para
ingerir, utilizar y reciclar el exceso de gránulos secretores.
La autofagia tradicional también interviene
en el funcionamiento de las células β para degradar y reciclar macromoléculas y organelos dañados
o envejecidos. Más aún, la disfunción mitocondrial causada por
estresores como la hiperglucemia crónica induce en las células la acumulación de ROS que provocan estrés oxidativo. La
autofagia protege a las células β del
estrés oxidativo digiriendo las mitocondrias dañadas. Debido al alto nivel de síntesis de proteínas
que ocurre en las células β, ellas son
especialmente susceptibles al estrés oxidativo. La autofagia juega un rol
indispensable en el mantenimiento de la
función de la célula β durante las condiciones adversas. La deficiencia de autofagia
en las células β juega un
importante rol en la patogenia de la diabetes
tipo 2.
En conclusión, en cada glándula del sistema endocrino, la autofagia está
involucrada en la regulación de los
niveles intracelulares de hormonas e indirectamente en el control de los niveles sistémicos de las
hormonas. En el caso de las células de
glándulas que secretan hormonas peptídicas, como la hipófisis, la autofagia se activa vía
crinofagia o fusión directa de
los gránulos secretores con lisosomas. Como las hormonas esteroideas no se almacenan
en gránulos secretores, en las células
de las glándulas que secretan
esteroides, como testículo y glándula
suprarrenal, la autofagia interviene en la maquinaria que produce los
esteroides (mitocondrias, retículo endoplasmático). La autofagia también juega
un rol importante en los desordenes endocrinos como hipo e hiper función de las
glándulas. La disrregulación de la autofagia en las glándulas endocrinas es un factor
importante en diferentes
enfermedades endocrinas como diabetes e
infertilidad.
Fuente:
Weckman A et al (2014). Autophagy in the
endocrine glands. Journal of Molecular
Endocrinology 52: R151-R163.
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